viernes, febrero 11, 2011

POR CUBA

Por Cuba con emisiones periódicas le lleva la información del acontecer internacional relacionado con nuestro país y las batallas que libra por su pueblo y su soberanía; contiene espacios noticiosos y de opinión, seleccionados de medios de prensa internacional o generados desde nuestro país. ISSN 1819-4044

Año 9 Número 12 | Fecha 2011-02-11
TITULARES


Opinión


EL INSPECTOR CUBANO por José Pertierra


PETRÓLEO EN CUBA: ¿MATERIAL INFLAMABLE? por Jesús Arboleya Cervera


TRES NOTAS (A CALAMO CURRENTE) SOBRE DEMOCRACIA Y SOCIALISMO por Jorge Ángel Hernández


LA ARISTROCRACIA DEL BARRIO por Luis Raúl Vásquez Muñóz


EGIPTO, CUBA Y THE WALL STREET JOURNAL por Arnaldo Hernández García




Noticias


AVES POR LA UNIDAD por Liset Garcia





Opinión



EL INSPECTOR CUBANO
por José Pertierra
Por primera vez en la historia de las difíciles relaciones entre los dos países, la fiscalía estadounidense presentó ante un tribunal federal el testimonio de un inspector cubano, utilizando documentos de la Isla, para enjuiciar a un ex-agente de la CIA que dirigió una campaña terrorista contra Cuba por décadas. Es cierto: la fiscalía no acusa a Luis Posada Carriles de terrorismo o de asesinato, sino de negar su responsabilidad en los crímenes. Sin embargo, lo que está ocurriendo en El Paso es histórico.

Algunos asuntos que quedaban pendientes

La Jueza Kathleen Cardone entró en la sala judicial a las 9:00 de la mañana en punto. Todos estábamos ansiosos. Ayer el abogado defensor pidió que aplazara el proceso para prepararse mejor. También le había pedido a la jueza que no aceptara la documentación procedente de Cuba, ni las declaraciones de los testigos cubanos. Cardone nos había prometido una decisión sobre estos temas en la mañana.

Antes de convocar al jurado, la Jueza le pidió al abogado Arturo Hernández que se acercara al podio y que le dijera si la fiscalía había compartido con él las transcripciones de las declaraciones del Sr. Roberto Hernández Caballero, uno de los testigos cubanos. ”Sí”, admitió Hernández, “pero no me han dado las cinco Notas Diplomáticas que pedí”, se quejó.

Los gobiernos acostumbran a comunicarse oficialmente a través de Notas Diplomáticas, y Hernández insistía en que tiene derecho a revisar esas comunicaciones entre Cuba y los Estados Unidos. ”Las cinco Notas Diplomáticas no son relevantes para este caso”, dictaminó la Jueza Cardone.

La jueza parecía tener poca paciencia con Hernández esta mañana. Se dirigió al fiscal Timothy J. Reardon para preguntarle si quería que el declarante cubano testificara como experto o como testigo presencial. ”El Coronel Hernández Caballero testificará como testigo presencial de los sitios donde estallaron las bombas en Cuba en 1997″.

“¿Y la Dra. Ileana Vizcaíno Dime?”, preguntó la jueza. ”Ella testificará sobre la autopsia que realizó y el Informe que escribió”, respondió Reardon. “También sobre las fotografías de la autopsia”, añadió. “Las fotos de la autopsia no son relevantes”, declaró el abogado de Posada Carriles. Ahí perdió la paciencia la jueza. ”Déjame ver si yo lo estoy entiendo a usted”, dijo la Jueza molesta: “Usted se opone a que el jurado vea las fotos de la autopsia, ¿porque no son relevantes?”, enfatizó incrédula. ”¿Qué opina usted Sr. Reardon?”, preguntó la jueza.

“Este es un caso serio”, respondió el fiscal. ”Las fotos son relevantes, porque corroboran la declaración de que ‘yo duermo como un bebé’ que le hizo Posada Carriles a la periodista Ann Louise Bardach del New York Times”, dijo.

En una entrevista que le hizo el New York Times a Posada Carriles el 17 de junio de 1998 en Aruba, Bardach le preguntó a Posada sobre la muerte de Fabio Di Celmo: ”…No fue intencional, pero no podemos parar, porque en ese instante ese italiano estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado”. El abogado de Posada Carriles esta mañana le dijo a la Jueza Cardone que esos comentarios al New York Times fueron simplemente una inocente “reacción sobre el fallecimiento del Sr. Di Celmo”.

El abogado Hernández añadió estar dispuesto a conceder que Fabio Di Celmo murió “a cierta hora en cierto lugar, pero no la razón por la cual murió”. Añadió que “no tenemos fotos de Di Celmo muriéndose, ni de la doctora realizando la autopsia. Solo tenemos fotos del cadáver de él después de terminada la autopsia”.

Mientras tanto, el jurado seguía en la antesala sin la más mínima idea de lo que ocurría en la corte. La jueza finalmente anunció que permitiría el testimonio de los testigos cubanos, y que decidirá más adelante si acepta la evidencia documentaria, después de haber escuchado el testimonio. ”¿Listos para que venga el jurado?”, preguntó la Jueza Cardone.

Con esa pregunta, le estaba anunciando al abogado Hernández que el caso procedería hoy, y que su petición para una prórroga se esfumó.

¿Quién es Roberto Hernández Caballero?

Llegó el momento tan esperado. Entró el testigo cubano a la sala. Seguro de sí mismo, marchó hacia el estrado Roberto Hernández Caballero. Un hombre de 47 años, que ha dedicado 26 años de su vida a la investigación criminal.

“Mi trabajo es similar al de un especialista de investigaciones del FBI”, le dijo al jurado en respuesta a la primera pregunta que le hizo el fiscal Reardon. Explicó que es “licenciado en Ciencias Jurídicas, en Ciencias Penales, especialista en investigaciones criminales”. También confirmó tener varios estudios de post-grado, incluyendo uno en investigaciones de incendio”.

El propósito del testimonio del especialista es demostrarle al jurado qué tipo de bombas explotaron en varios hoteles en La Habana en el año 1997, y que estas no estallaron por casualidad. La fiscalía no quiere utilizar su testimonio para evidenciar que Posada Carriles las puso o las mandó a poner. Eso lo demostrará con otros testigos.

Las bombas del 97

Utilizando varias fotografías que el gobierno cubano le había proporcionado anteriormente, Reardon le pidió al especialista del Ministerio del Interior de Cuba que identificara ciertos lugares donde ocurrieron explosiones en 1997. Por ejemplo, la bomba que estalló en la discoteca Aché del Hotel Meliá Cohiba, el 12 de abril de 1997.

“El hotel está en una de las áreas más pobladas de La Habana, en un área turística, visitado por una gran cantidad de personas. Es un hotel muy importante, cerca del Hotel Riviera”, le explicó el especialista cubano a los integrantes tejanos del jurado.

“Yo fui personalmente a la zona”, testificó Hernández Caballero. ”A las 5:00 de la mañana.” Explicó que cuando llegó al hotel, “lo primero que observé fueron grandes destrucciones, especialmente en el baño, y alarma entre los trabajadores”. Testificó que la explosión destruyó la batería del lavamanos del baño, rompió los urinarios, desplazó las paredes y el techo.

Reardon mostró al jurado tres fotografías donde se apreciaban las condiciones en que quedó el Aché inmediatamente después de la explosión. Despertaron gran interés en los integrantes del jurado. Noté que cuando Reardon le mostró al jurado la foto de la entrada de la discoteca, algunos viraron la cabeza hacia la derecha. No me explicaba la curiosidad, hasta que me fijé en el proyector. La foto había sido colocada un poco ladeada en el aparato y Reardon tuvo que enderezarla. Un momento de breve ansiedad ante la evidencia del terrorismo que Cuba ha sufrido por más de 50 años.

Hernández Caballero le explicó al jurado que en otra de las fotos podían observar “el cráter que dejó la explosión”.

El experto en explosivos que tiene Art Jernandez a su lado

Durante el testimonio que estaba impartiendo el testigo, el abogado de Posada Carriles no se quedó callado un instante. Hizo objeción, tras objeción. Casi todas rechazadas por la jueza. Con un tono de voz más estridente que el que acostumbra usar, sus interrupciones eran fastidiosas, pero no pudieron impedir el testimonio del testigo cubano, quien respondía con profesionalismo las preguntas del fiscal.

Algunas de las objeciones del abogado de Posada Carriles parecían hasta ridículas. Por ejemplo, al escuchar al testigo decir que “pude observar el cráter causado por la explosión…”, el abogado Hernández lo interrumpió quejándose de que el testigo no es experto en explosivos y no puede hablar de los cráteres que fueron causados por las explosiones, a pesar de que el testigo presenció los destrozos.

Recordemos que ayer Arturo Hernández se había quejado de que no había podido encontrar a un experto en explosivos que lo pueda ayudar a examinar la evidencia proporcionada por Cuba a la fiscalía. Un lector de este Diario hizo una observación muy astuta al respecto: ”¿Por qué no se apoyó en su cliente para que le diera unas clasesitas?”, preguntó. Cierto. Posada Carriles es experto en bombas. El Ejército de los Estados Unidos lo entrenó en el uso de explosivos en Fort Benning, Georgia en 1962. Difícilmente “Art Jernández” encuentre un mejor experto que su propio cliente.

Lo que no le preguntan al testigo

Al testigo no le preguntaron, y el jurado no se enteró de que Francisco Chávez Abarca confesó haber puesto la bomba que estalló en la discoteca Aché del Hotel Meliá Cohiba en abril de 1997. Posada Carriles lo reclutó, lo entrenó en el uso de los explosivos, se los proporcionó y le pagó $2,000 por cada bomba que puso. Chávez Abarca cuenta que Posada lo “felicitó por la bomba que puso en el Aché”. El está preso en Cuba, cumpliendo una sentencia de 30 años por terrorismo. La fiscalía quería tomarle el testimonio en Cuba, pero la Jueza Cardone no permitió que tomaran el testimonio de testigos salvo si estos se encontraban en El Paso.

El inspector cubano le describió al jurado los destrozos que observó en el Hotel Capri y en el Hotel Nacional en julio de 1997. ”El Hotel Nacional es el hotel emblemático de Cuba, visitado por presidentes. Está en la zona más céntrica del Vedado”, testificó.

“Cuando llegué a investigar, observé los residuos: el cráter, la cristalería rota y la zona donde estaban los teléfonos que también fue destruida por la explosión”, contó el testigo cubano. Los integrantes del jurado tomaban nota y observaban las fotos que se les mostraban, incluyendo también la de una explosión en el Meliá Cohiba, el 4 de agosto de 1997, y en el Sol Palmeras, el 22 de agosto de ese mismo año.

El asesinato de Fabio Di Celmo

Pero la foto más impactante muestra el lobby-bar del Hotel Copacabana el 4 de septiembre de 1997, poco después de la explosión que mató a Fabio Di Celmo, un joven de 32 años.

Hernández Caballero le explicó al jurado, que “entre las sillas de mimbre se encuentra una mancha de sangre bastante grande de la persona que resultó lesionada por la explosión”. Continuó explicándole al jurado que en la foto de la barra, “en la esquina a mano derecha, pueden apreciar donde estaba el cenicero que fue destruido y lanzado por la bomba. Ese fue el foco principal de la explosión”.

El fiscal Reardon esperó un rato para que el jurado examinara con calma las fotos de la explosión en el Copacabana. Nadie se atrevía a interrumpir el silencio. Los monitores del tribunal mostraban la sangre derramada por Fabio Di Celmo aquel mediodía del 4 de septiembre de 1997, y los integrantes del jurado miraban paralizados esa foto en particular. Pensé en Giustino, el padre de Fabio. En Livio, su hermano. Recordé la foto de Fabio jugando fútbol, que Giustino orgullosamente ha puesto en el restaurante que lleva el nombre de su hijo, ubicado en 17 y J, en el Vedado habanero. Confieso haberme emocionado en ese momento, y le quité la vista al monitor. No podía seguir mirando la sangre de Fabio.

Dirigí la vista hacia los fiscales. Tenían varios expedientes azules ante sí. En letras negras sobre etiquetas blancas, se lee “Caso volcán”. Hay varios tomos. El Tomo IV, el Tomo V, el Tomo III. No podía saber qué contenían, pero obviamente se trataba de los expedientes de la investigación cubana sobre la campaña de terror que dirigió Luis Posada Carriles en 1997.

El Coronel Hernández Caballero estaba en El Paso, a invitación del gobierno de los Estados Unidos, para contarle al jurado los resultados de esa investigación. ”Giustino fue quien identificó el cadáver”, dijo Hernández Caballero. ¿Cadáver? La palabra me sacudió. Giustino siempre me ha dicho que decidió irse a vivir a La Habana, porque siente ahí la presencia de su hijo. Fabio amaba a Cuba y Giustino ha dedicado su vida a mantener viva la memoria de su hijo. Lo único que pide es justicia. Desde su prisión en Colorado, Antonio Guerrero le mandó un poema a Giustino que termina diciendo: “hasta la muerte se llena de vida, cuando se tiene causa valedera”. Duele ver a Fabio como un cadáver. Pero es cierto. Fue asesinado a sangre fría por Raúl Cruz León, un salvadoreño reclutado por Francisco Chávez Abarca a nombre de Luis Posada Carriles.

El responsable de la muerte de Fabio Di Celmo

Durante el proceso que se le siguió a Chávez Abarca, el terrorista confesó que Posada Carriles preparó los explosivos que Raúl Cruz León puso en el Copacabana. Los que mataron a Fabio Di Celmo. “Se le prepara todo a Raúl Cruz León, se lo prepara Posada y me lo entrega”.

Al día siguiente del asesinato de Fabio Di Celmo en el Copacabana, Luis Posada Carriles llamó desde Centroamérica a su amigo Paco Pimentel, residente en Venezuela. Las autoridades cubanas tienen esa grabación, en la que Posada le contó al amigo: “Paco, ¿ya estás al tanto de todo? No tienes idea, tres seguidas en tres hoteles en Miramar todo bien sincronizado y sin posibilidad de que detecten al enviado, y esto está empezando, te aseguro ya están en camino a Cuba varios enviados más para ejecutar nuevas acciones”.

Miramar es la zona habanera donde volaron artefactos explosivos el 4 de septiembre de 1997 en los hoteles Copacabana, Chateau Miramar y Tritón. El gobierno cubano compartió esta evidencia con el FBI desde junio de 1998, pero no forma parte del caso en El Paso. El gobierno no lo procesó por asesino o por terrorista. Solamente lo encausan por mentiroso. El jurado no se enteró que Chávez Abarca confesó que reclutó a Raúl Cruz León a nombre de Luis Posada Carriles ni que éste le armó los explosivos. Tampoco se enteró de la llamada de Posada a Paco Pimental el día siguiente de las explosiones. Ese no es el propósito de este juicio. Pero el jurado sí se enteró de que varias bombas explotaron en algunos de los más importantes hoteles de Cuba en 1997 y que Fabio Di Celmo fue asesinado por una de ellas en el Hotel Copacabana.

La semana que viene escucharán la propia voz de Posada Carriles alardeando ante Ann Louise Bardach y María Elviara Salazar, dos periodistas que lo entrevistaron, que él no tiene remordimientos y que es el autor intelectual de las bombas en La Habana.

Abrazos

El que escuchó hoy el testimonio de Roberto Hernández Caballero o vio las fotos que mostraban los residuos de las explosiones ahora sabe la razón de ser de los Cinco. Vinieron a los Estados Unidos a combatir el terrorismo contra Cuba. El FBI lo supo desde el principio. También la Casa Blanca. Ellos fueron condenados a largas sentencias de prisión en las cárceles estadounidenses, pero Posada Carriles se hospeda en un cómodo hotel de la ciudad de El Paso.

Quizás este caso marque el giro necesario para que se haga justicia. Posada merece estar preso, y los Cinco, libres. Uno de los principales abogados de los Cinco, Leonard Weinglass, se encuentra muy grave en un hospital de New York. Mandémosles 11 millones de cálidos abrazos cubanos. Lenny los necesita.

José Pertirra abogado. Representa al gobierno de Venezuela en el caso de extradición de Luis Posada Carriles.

Fuente: Cubadebate
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PETRÓLEO EN CUBA: ¿MATERIAL INFLAMABLE?
por Jesús Arboleya Cervera
Según el U.S. Geological Survey (USGS), Cuba cuenta con una reserva petrolera de 5 mil millones de barriles en las inmediaciones de la costa norte occidental y aproximadamente otros 10 mil millones más en la zona del Golfo de México perteneciente al país. Aunque fuentes cubanas calculan mucho más elevadas estas existencias, bastaría el pronóstico del USGS para que comparativamente representen el triple de las reservas comprobadas de países como Colombia y Argentina.

En ambos yacimientos la participación de empresas transnacionales petroleras es muy alta, ya que así lo exige la complejidad tecnológica y las grandes inversiones que requieren estos trabajos. Especialmente en las aguas profundas de la zona del Golfo, la cual se ha dividido en 59 lotes y 21 de ellos ya son explorados a riesgo por importantes empresas, las cuales han firmado contratos que garantizan al Estado cubano el 60% de lo que logren extraer.

Dada estas perspectivas, expertos consideran que un lapso de tres a cinco años Cuba estaría en posibilidad de autoabastecerse de petróleo, a lo que se suman grandes inversiones en infraestructura y nuevas refinerías, lo que colocaría al país en condiciones también de exportarlo refinado a toda la región, incluyendo a Estados Unidos.

Tales posibilidades abren una perspectiva económica muy alentadora, toda vez que la importación de combustible consume actualmente más de la mitad del valor de las importaciones, su precio tiende a incrementarse y los suministros están sujetos a imponderables de cualquier tipo, particularmente en el caso cubano, muy sensible a las coyunturas políticas internacionales.

Ahora bien, explotar petróleo implica también riesgos y responsabilidades que Cuba tendrá que enfrentar en el futuro inmediato, elevando el problema a la categoría de un asunto que atañe a la seguridad nacional en varios sentidos.

Aunque cincuenta años de confrontación con Estados Unidos y haber sobrevivido al fin del campo socialista europeo han demostrado la capacidad del Estado cubano para enfrentar problemas monumentales con tal de preservar la soberanía de la nación, lidiar con las grandes trasnacionales petroleras no es una panacea para ningún país del Tercer Mundo. Aunque la política cubana ha sido diversificar estas inversiones con vista a reducir la dependencia, a la larga se trata de un control monopólico a escala mundial, capaz de ejercer presiones brutales sobre las políticas nacionales.

También están los problemas medioambientales que entraña la explotación petrolera, siempre propensa a cualquier accidente, como lo demuestra el reciente vertimiento de la BP en el Golfo de México. Precisamente este incidente ha despertado alarmas en todo el mundo y ha motivado que expertos norteamericanos enfaticen la necesidad de encontrar fórmulas de cooperación con Cuba, como vía para aumentar la seguridad mutua de estas operaciones.

Respondiendo a una invitación cubana, después de intentos fallidos para conseguir licencia del Departamento de Estado en el 2009, a finales del año pasado visitó el país una delegación de la International Association of Drilling Contractors (IADC), la cual representa al 90% de las compañías perforadoras del mundo.

Lee Hunt, su presidente, declaró entonces al New York Times, que los cubanos eran conscientes de la importancia de la seguridad en las perforaciones y habían incorporado muchos de los principios adoptados internacionalmente en sus planes al respecto. No obstante, enfatizó la importancia, para la propia seguridad de Estados Unidos, que Cuba tuviera acceso a la tecnología y el personal especializado estadounidense y reclamó un cambio de política de ese gobierno con vista a facilitarlo.

En igual sentido se expresó el cubanoamericano Jorge Piñón, ex presidente de Amoco Corporation para América Latina y actualmente profesor visitante de la Universidad Internacional de La Florida, en un evento organizado por la Brookings Institution, donde recibió el apoyo de una amplia gama de expertos petroleros, ambientalistas, juristas y politólogos. Piñón enfatizó que ni siquiera bastaba que se flexibilizara la concesión de licencias, como ha propuesto el Departamento de Estado, toda vez que nadie puede calcular la naturaleza y necesidades de un accidente de esta naturaleza, donde el factor tiempo es decisivo.

Incluso la comisión bipartidista designada por el presidente Obama para investigar el desastre de la BP, presidida por el republicano William Reilly, ex administrador de la Agencia de Protección Ambiental, y el demócrata Bob Graham, ex senador y gobernador de La Florida, recomendó la búsqueda de algún acuerdo donde estuviesen implicados los gobiernos de Cuba, México y Estados Unidos.

A la lógica de la protección ambientalista, se suma el más discreto pero no menos influyente interés por los negocios de las empresas petroleras norteamericanas, enajenadas de estos proyectos debido al bloqueo, así como el interés estratégico de ese país por diversificar sus fuentes energéticas.

Hasta ahora, en relación con este asunto se han impuesto voces de cordura, pero bastaría que algún cowboy saque su revólver para que se arme el tiroteo. En esto radica la amenaza que implican las recientes iniciativas del representante republicano por la Florida Vern Buchanan, un hombre con tal historial de delitos e irregularidades, que ha sido nominado durante varios años consecutivos por la organización Citizens for Responsibility and Ethics in Washington (CREW) entre los 20 políticos más corruptos del Congreso.

Aunque a primera vista su propuesta de sancionar a empresas extranjeras que participen en la explotación del petróleo cubano ha tenido poca aceptación entre sus colegas –salvo los de siempre-- y la lógica indica que armar una guerra mundial petrolera no es del interés de Estados Unidos, nadie sabe si ya míster Buchanan ha sido contratado por Halliburton o cualquier otra empresa del “eje del mal” norteamericano, para prender la chispa que encienda la maleza.

En resumen, se confirma que el petróleo es un material muy inflamable y tenerlo en abundancia constituye hoy día un gran peligro no solo para los peces y las reservas coralinas.

Fuente: Progreso Semanal
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TRES NOTAS (A CALAMO CURRENTE) SOBRE DEMOCRACIA Y SOCIALISMO
por Jorge Ángel Hernández
1. Acaso una de las más importantes victorias del imperialismo en su última fase, sea la de desterrar la idea de la transición socialista de los proyectos de vida de la humanidad. En ese paquete de destierro, interviene el modo de calificación de la terminología. Por ejemplo, dictadura del proletariado significaba, en su momento de suposición teórica en el siglo XIX, lo que hoy entenderíamos como democracia del proletariado. La propia idea de democracia dicta el consenso de las mayorías participantes en el espectro político sobre las necesidades de minorías diversas o de mayorías no representadas. Por tanto, tampoco es exacta la dicotomía entre democracia representativa y democracia participativa. Ni es simétrica ni es relacional.

Considerar dictadura al sistema socialista por el hecho de tener el llamado “partido único” es, también, una comparación viciada por la falta de elementos para su significación, pues las funciones del Partido Comunista en los países en transición socialista no son equiparables a las funciones de gobernabilidad de los partidos con aspiraciones electorales. La unificación del presidente del Consejo de Estado y del Primer Secretario del Partido es una estrategia de Guerra Fría, un modo de defenderse de esa constante penetración ideológica que viene desde los regímenes que se autodenominan, primero, libres y, luego de la derrota del socialismo, democráticos. La institucionalidad, sin embargo, tiene sus diferenciaciones administrativas.

Sucede, en esa misma línea de opinión, que el idioma político al que globalmente estamos sometidos es al de los significados sustentadores de la ideología liberal burguesa, con mayor fuerza desde 1989. Por si no fuera suficiente, la sociedad que construye el socialismo, es juzgada bajo cánones éticos de colectividad en tanto el capitalismo —el imperial y el dependiente— supedita el juicio al individualismo.

2. Hay, por supuesto, casos de arbitrariedades, de errores, desviaciones, tergiversaciones, etcétera, desde la dirección de todas las sociedades. Sin embargo, convoco a que se lleven estadísticas comparativas en relación con los casos que cotidianamente se presentan en el capitalismo, y se verá que esa mayoría que en las democracias se produce adquiere grados de significación propagandística muy inferiores a la intensidad que se le concede a los casos del socialismo. Por si no fuera suficiente, se miente con frecuencia, dejando en la opinión pública ideas falsas.

Un ejemplo: la represión y asesinato de periodistas en América Latina, o Medio Oriente, o cualquier otra región del mundo, no se asume como culpabilidad dictatorial del sistema de relaciones sociales, sino como violencia aislada, puntual, ya sea de grupos policiales o paramilitares, ya de gobernantes extremistas o errados; en cambio, los disidentes que se autotitulan periodistas, sin serlo, dentro del socialismo, son exhibidos globalmente como víctimas de un régimen dictatorial que no tolera la libertad de expresión y no como lo que son en efecto: disidentes que sostienen minoritarias opiniones, sectarias en casi todos los casos.

Y otro ejemplo: todavía hoy, la tragedia de Chernobil, imbricada en un país, tiene más repercusión que la de British Petroleum, que afecta a la ecología del Planeta. La primera se usa como descrédito del sistema político, la segunda como irresponsabilidad ejecutiva.

3. El sistema de gobierno cubano, pongamos por caso que más nos interesa, está mucho más urgido de responsabilidad ciudadana en la participación de las decisiones y líneas de trabajo que de posibilidades democráticas. El punto no está en los grados de democracia, diseñados en el propio sistema, sino en la relación asistencialismo-sedentarismo que se produce cuando el sistema se desarrolla. O sea, la responsabilidad del estado se va tornando asistencialista, en tanto la ciudadanía se hace políticamente sedentaria, descargando en funcionarios y cuadros las responsabilidades.

No es, sin embargo, un proceso impuesto, sino un proceso limitado sobre su misma práctica, un proceso, aún así, que ya le ha ganado la batalla al callejón sin salida de la democracia liberal burguesa y que necesita revolucionarse en sus normas de funcionamiento y participación, sobre la base de la democracia del proletariado (un proletariado resultado de la propia revolución, no un ejército de desclasados y alienados hasta el fin de los tiempos y la familia futura), no a partir de retroceder a las normas del sistema en decadencia.

Fuente: La Isla Desconocida
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LA ARISTROCRACIA DEL BARRIO
por Luis Raúl Vásquez Muñóz
El título es de Joan Manuel Serrat. Ese catalán, iluminado por la poesía, nos dice que de vez en cuando la vida nos besa en la boca y nos invita a salir a escena. También habla de ciertos sujetos, venidos a menos aunque ellos piensen que llegaron a más. Son personajes que en un momento compartieron nuestras vidas y sueños —esos juegos de pelota en la esquina y las novias de la adolescencia—, y hoy, por obra del dinero y la vanidad detallan al mundo desde las alturas de la arrogancia.

Es —como dice Serrat— «la aristocracia del barrio./ Lo mejor de cada casa (…) Tahúres, supersticiosos,/ charlatanes y orgullosos», que «por la hembra y el retaco/ deja hasta el tabaco». Eran los nuevos burgueses surgidos en la España después del franquismo; aunque idénticos por sus esencias a ciertos ricos existentes en todo el mundo: abundancia en la billetera y carencias en el alma.

Una atención a los versos de La aristocracia del barrio nos puede conducir también a quienes en nuestro entorno se creen pudientes. A diferencia de sus homólogos catalanes, estos no se pasean ni toman el sol por la rambla de Barcelona porque se pavonean en cuanto sitio puede reafirmarles el estatus. Más allá de modas y placeres, un vecino de barrio los descubre por su andar arrogante de nariz alzada y con el aquello de no mirar ni saludar a nadie, bendecidos —eso creen— por la «altura» que concede Don Dinero.

Algunos de ellos pertenecen a un sector, acrecentado con el período especial, que practica el enriquecimiento mal habido y sin visos de honestidad. Son personas para las cuales el trabajo es solo una apariencia, para no decir una contrariedad; y así representan un peligro para la Cuba deseada por sus hijos honestos, sobre todo para las generaciones más jóvenes, al convertirse en un referente de un supuesto éxito que se debe, entre otras causas, a la inversión de la pirámide social, por no constituir el salario la verdadera fuente creadora de motivaciones dentro de la población.

Es lógico —aunque nunca aceptable— que las realidades vividas en las últimas décadas implicaran la proliferación de una suerte de pillo, ante el cual se horrorizarían los pícaros del Siglo de Oro de la narrativa española. El Lazarillo de Tormes es un personaje con brillo e ingenio, hay que reírse de sus ocurrencias y reconocer que el muy truhán posee una ética surgida en los rigores de la supervivencia, pero ética que al final encierra una pureza quizá deseada por muchos.

En cambio el «aristócrata» criollo deja mucho que desear. La autosuficiencia es un defecto que anula otros dones, entre ellos el de la autenticidad. Dejan de ser ellos para convertirse en el personaje imaginado de una telenovela de colores rosados. Por ello, esa condena que podemos encontrar a nivel individual o de barrio —con todos los matices que hallamos en la realidad— constituye una muestra de las reservas éticas existentes en el país, como resultado de la obra de la Revolución.

Ese sentido de la honestidad y del ejemplo, del desapego a lo material y la inconformidad con quienes adoran el arribismo, es resultado de los principios inculcados en los últimos 50 años. Precisamente ese referente moral es uno de los logros a proteger con mayor fuerza.

Por eso, una de las mayores complejidades que hoy vive el país es conciliar el éxito económico con la verdadera ética del socialismo. Esa conciliación, en la práctica, con el apego real a la gente sencilla y honrada, se convertiría en una de las mejores curas contra esos burgueses de barrio, enriquecidos en buena medida por la ilegalidad y los dobleces de la moral, siempre dispuestos a cambiar el corazón por el ropero.
Fuente: Juventud Rebelde
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EGIPTO, CUBA Y THE WALL STREET JOURNAL
por Arnaldo Hernández García
En su edición del pasado 7 de febrero, The Wall Street Journal expresó su deseo de que en Cuba se produzca una explosión social como la que protagoniza el pueblo egipcio para eliminar al régimen de Hosni Mubarak. El editorialista manifestó con franqueza algo que no entiende: ¿por qué eso pasa en Egipto y no pasa en Cuba?

Hace 20 años, los directivos del periódico se hicieron una pregunta similar: ¿Por qué se desmoronó la URSS y se acabó el socialismo en Europa del este y no pasó lo mismo en Cuba?

La imagen de sobriedad y poder no puede ocultar lo que hay de fanatismo y odio.

Existe una cuestión clave, que choca con las convicciones de los dueños del periódico: ¿cómo es posible que un gobernante subordinado a los EEUU y apoyado por el poderío del imperio pueda ser eliminado por la voluntad popular? ¿Cómo es posible que las masas desafíen los intereses de EEUU?

La contrarrevolución que financia y dirige el gobierno de los EEUU está igual, sólo que con tanta ira, que llegan a decir que el pueblo cubano es cobarde y tonto.

Ese es el cuadro.

No queda más remedio que hacerse unas preguntas más allá de la reducida y esquemática lógica imperial:

¿Por qué los cubanos no se alzan contra la atención médica gratuita? ¿Cómo es posible que no se lancen a la calle para demandar el cobro por las vacunas que se ponen a todos los niños?

¿Por qué no protestan contra la educación gratuita? ¿Por qué no cobrar $15,000 USD anuales durante 5 años para tener un título de filología?

¿Por qué no demandan el cierre de las numerosas escuelas especiales gratuitas para niños discapacitados?

¿Por qué siguen admitiendo que miles de jóvenes de América Latina y Africa estudien medicina en Cuba y que miles de médicos cubanos contribuyan a la salud en decenas de países?

¿Por qué los cubanos no restablecen la dominación de los de EEUU? ¿Por qué no incluyen nuevamente en su Constitución el derecho del gobierno de los EEUU a ocupar militarmente su territorio, sembrarlo de bases militares como la de Guantánamo y apropiarse de Isla de Pinos, de 3,056 km2, parte integral de su territorio nacional?

¿Por qué los cubanos no demandan entregar sus riquezas nacionales y su economía a los monopolios norteamericanos?

¿Por qué el pueblo cubano no se levanta para reimplantar la explotación del hombre por el hombre y la discriminación contra la mujer y el “no-blanco”?

¿Por qué insisten en mantener la justicia social y la igualdad entre los seres humanos y no aceptan las desigualdades que se derivan del dinero que tienen los ricos y no tienen los trabajadores?

¿Por qué los cubanos no contribuyen con la corrección de los principios del derecho internacional y eliminan el respeto a la soberanía de los países y a la autodeterminación de los pueblos?

¿Por qué los cubanos no honran a esos personajes que nacieron en Cuba y son asalariados de una potencia extranjera, digo, del gobierno de los EEUU, en sus planes por derribar a la Revolución?

Son cosas que no se entienden bien en un mundo como el actual: ¡querer que los cubanos se alcen para establecer en su país situaciones como las que han dado lugar al alzamiento de los egipcios!

No puede ser cobarde ni tonto el pueblo de un pequeño país que ha resistido con éxito, durante más de 50 años, agresiones militares, terrorismo de Estado, ataques mediáticos, permanentes y a gran escala, más un bloqueo económico y ataques mediáticos permanentes, masivos y a gran escala del imperio más poderoso que haya existido jamás y de sus aliados.

El periódico del “Imperio de las altas finanzas”, como denominó el economista norteamericano Victor Perlo a los monopolios financieros de Wall Street en su libro a principios de los años 60, no puede entender el odio que suscita la dominación y la injerencia de Estados Unidos en los asuntos de otros pueblos, ni la explotación de las transnacionales norteamericanas sobre los trabajadores y las riquezas de otros países.

Los que tienen el dinero del mundo y creen que pueden comprarlo todo, incluso la conciencia y la idiotez de muchos e imponer su dominación, el egoísmo y el individualismo, no entienden estas cosas.

Fuente: Rebelión
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Noticias



AVES POR LA UNIDAD
por Liset Garcia
Desde una cárcel Estados Unidos, donde Antonio Guerrero guarda injusta prisión hace doce años, envió una muestra de su obra pictórica, testigo de su vocación de paz.

La exposición de pinturas de 43 aves nacionales de toda América Aves por la Unidad, de Antonio Guerrero, uno de los cinco luchadores contra el terrorismo, quedó abierta en el Pabellón Cuba, sede de la Asociación Hermanos Saíz, la víspera de la inauguración de la Feria Internacional del Libro de La Habana, que tendrá en ese recinto una de sus sedes.

Graciela Ramírez destacó la crueldad y el ensañamiento de las autoridades estadounidenses al mantener presos a Cinco inocentes, mientras propicia una farsa de juicio contra Posada Carriles, autor confeso de múltiples crímenes contra los cubanos. María Eugenia Guerrero, al inaugurar la exposición, destacó el optimismo y buen ánimo de su hermano, seguro del regreso de los Cinco a la Patria

Al presentar la muestra, María Eugenia Guerrero, hermana de Antonio, declaró que esta es una de las formas que él encuentra para mitigar la soledad de la cárcel estadounidense donde permanece desde hace más de 12 años, alentado por numerosas personas solidarias que no solo claman por justicia para los Cinco cubanos antiterroristas presos en ese país, sino que le envían información diversa, entre ella, la de estas aves que ha reproducido para llenar de luces y colores su celda, y seguir defendiendo la justicia y la verdad.

Graciela Ramírez Cruz, coordinadora del Comité Internacional por la libertad de los Cinco, expresó que esta exposición, presentada ya en París con gran asistencia de público interesado en conocer los pormenores de esta causa, habla de la sensibilidad y amor a la vida de un hombre como Antonio Guerrero, que al igual que los otros cuatro compatriotas suyos son prisioneros del absurdo y la sed de venganza contra la Isla.

Antes, en el Museo Nacional de Historia Natural se había dado a conocer otra exposición de aves endémicas de Cuba, que ha recorrido varias ciudades de Estados Unidos, y a la que se integra la que se exhibe ahora, de la que el propio Antonio escribió: “Pintar cada ave cubana fue llegar Ramón, Gerardo, René, Fernando y yo, desde cinco prisiones del imperio, a los corazones de los amigos solidarios y compatriotas en vuelo con alas de libertad en acuarela”.

Durante la inauguración de la muestra, se repartieron posters y tarjetas, en las que destacadas personalidades del mundo piden el fin de esta injusticia. Una de ellas recoge lo expresado por el destacado jurista estadounidense, Leonard Weinglass, quien afirma: “Lo peor que puede pasarle a alguien dentro del sistema de justicia norteamericano es estar solo. La solidaridad es necesaria para indicar que el mundo está vigilando y que la ley debe cumplirse”.

Esta muestra pictórica que permanecerá en el Pabellón Cuba durante la Feria Internacional del Libro, es uno de esos momentos que llaman a los amigos de la solidaridad a promover acciones para exigir que cese la crueldad contra esos hombres que merecen la libertad y regresar a Cuba para estar junto a sus seres queridos.

Fuente: Bohemia
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Cubarte, 2008.

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