Cuando llegué a Miami, yo pensaba que había una relación entre la posición social de los personajes y su inteligencia y su cultura. Después comprendí que Ud puede ser dueño de un edificio y viajar en un imponente carro negro refrigerado y ser un socotroco como decimos los cubanos. Por supuesto, aquí no hace falta saber de filosofía ni de teoría política ni tampoco es importante sentir comprendiendo los profundos mensajes de la poesía; porque aquí lo que importa es el cash. Más aún, los poderosos de Miami le tienen terror a las ideas. Tanto es así que dicen por los medios de propaganda masiva de esta ciudad, que las universidades norteamericanas son cuevas de comunistas. Incluso, cualquier persona con un coeficiente elevado de materia gris que empieza a construir un análisis serio acerca de cualquier tópico es silenciado inmediatamente y acusado de comunista.
Hay que escuchar por ejemplo un programa dominado por un señor que se llama Paul Crespo para percatarse de lo que es Miami. Los invito a que escuchen esta hora de propaganda política que es muy reveladora. Por supuesto, se siente pena cuando este señor Crespo, maltrata en su dignidad a su contraparte que es una persona sin dudas inteligente y culta. Claro, no hay diferencias ideológicas entre ellos sino neuronales.
Uds saben cómo se hace un programa de radio en Miami? Les voy a explicar. Primero que todo, se escoge el tema: "Fidel se baña una vez a la semana y el hijo mayor es un privilegiado porque ayer se comió dos toronjas". Entonces, el supuesto periodista, que ha citado a un especialista en el tema. Casi siempre un burócrata del Partido Comunista que nunca ha sido comunista ni mucho menos y estuvo engañando a la gente allá durante 40 años hasta que su hijo le resolvió la salida y le dijo: "Viejo ven pacá que con tu cerebro aquí te haces rico". Entonces, el bisnero bolchevique aprovecha una salida a Méjico y se queda y cruza la frontera y pide asilo porque su bisne peligra. Perdón, su vida.
Pero volvamos al programa. Ya tenemos el tema, el experto invitado y comienza el programa. El periodista bisnero dice que" Trompoloco el Vehemente anticomunista" es experto, ya desde luego le dieron un cheque por debajo de la mesa, en cuestiones económicas. Trompoloco dice que el conoció a Castro y trabajó con él y que no se baña y que fue testigo de que Fidelito se comió dos toronjas mientras el pueblo pasa hambre. Inmediatamente, una vez finalizado el análisis. El conductor del programa abre los micrófonos y comienzan las llamadas. Casi siempre son entre 8 y 9 llamadas. " Las hay de este corte, "Oye Trompoloco está diciendo la verdad porque yo llamé ayer a Cuba y me dijo mi hermana que hacía varios días que no se bañaba porque no hay jabón...Que razón tiene Trompoloco, claro si allá nadie se baña." Obviamente, también hay un par de llamadas de cubanos con verguenza que indignados exclaman: " Oye este Trompoloco..." Entonces, rapidamente, el periodista bisnero lo saca del aire y concluye: "Ya te conocemos, tú eres de los agentes que tiene el tirano aquí" Y Trompoloco, el bisnero bolchevique, le asiente con una media sonrisa. A esta altura, pasó la hora de radio y finaliza el programa.
Es decir, que en Miami hay una relación inversamente proporcional entre posición social y cultura. Sobre todo porque hay una alianza entre los bisneros anticomunistas y los bisneros bolcheviques. Y ustedes saben que el poder bisnero es muy profundo y muy serio.
Yndamiro Restano
sábado, abril 07, 2007
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