Ciudad de La Habana, Cuba, 13 de febrero de 2009
Dr. Rubén Elzaurdin Mora
Dr. Camilo Otero
Lic. Janette, Lic. Aibel, Lic. Gilka (casa 4)
Ciudad
Estimados amigos:
Esta carta, se las escribo en nombre de mi esposo Jouseff Kan y del mío propio, ya que no encuentro la forma para hacerles entender o saber, del amor tan grande que estas dos personas sienten por ustedes.
Llegamos de un País hermano, Venezuela, que respeta y admira al pueblo cubano, por una lucha, que se ha hecho interminable, pero con la fuerza y la entereza de un pueblo que se niega a doblar sus rodillas ante un Imperialismo despiadado e inmisericorde que apuesta con el desmayo de su pueblo. Pero estamos seguros que eso jamás sucederá, por que personas como ustedes, jóvenes y luchadores, han entendido el pensamiento revolucionario del Comandante Fidel y el Comandante Raúl y de todos aquellos mártires que dieron sus vidas por una Cuba libre. Sus líderes deben estar más que satisfechos por haber conseguido sembrar entre su juventud, el amor a la patria y a su pueblo y no solamente al pueblo cubano, sino a todo aquel se les acerque solicitando su atención y al hacerlo, el amor que trasmiten es impresionante y digno de copiar.
Cuando visitamos por primera vez esta Isla tan hermosa como lo es Cuba, mi esposo venía con la vida en un hilo y ustedes se avocaron a sanarlo, de la mejor forma que conocen, con sus maravillosas técnicas y con la magnífica medicina que tienen a su disposición y que pareciera la mantuvieran a buen resguardo del mundo, ya que en nuestros países, no la tienen o no la conocen y ese extraordinario remedio es el AMOR.
A través del tiempo, en el primer viaje que hicimos a esta tierra, las atenciones y el acertado diagnóstico del Dr. Rubén, nos llevaron a tener esperanzas de vida. Estoy segura que de habernos quedado en Venezuela, otro gallo cantaría, no estaría lista a celebrar otro día más de San Valentín, el día de los enamorados.
Con nosotros ha estado también, otro médico extraordinario que no nos ha desamparado en ningún momento, el Dr. Camilo Otero. Hombre excelente y un maravilloso médico. Con él, tuvimos el primer encuentro con un médico cubano. La primera impresión fue alentadora y reconfortante, ya que veníamos con un futuro incierto y sus palabras nos elevaron la confianza de haber tomado la decisión correcta de viajar a otro país, buscando salud.
Es por eso, que con todo el amor que estos venezolanos pueden sentir hacia personas que han puesto sus conocimientos y su calidad de ser humanos a nuestra disposición, es que ahora les decimos ¡¡GRACIAS!! Muchas gracias por ser tan especiales en este mundo. Gracias por enseñarnos lo que es la SOLIDARIDAD. Gracias por estar en el sitio, momento y hora, cuando más los necesitamos.
Seguimos en la lucha, esto no ha terminado, pero estamos confiados que este camino lo recorreremos con las personas más capacitadas del universo y eso nos hace sentir tranquilos y esperanzados.
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Venceremos!
Carmen Pacheco y Jouseff Kan
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario