ENVIADO POR:Pedro Fraga
Sent: Saturday, July 10, 2010 9:48 PM
Subject: Raúl Fernández Rivero: SOBRE UN ARTÍCULO DE JORGE VALLS.
From: Raúl Fernández Rivero
To: Fidel Abajo
Sent: Saturday, July 10, 2010 8:36 PM
Subject: SOBRE UN ARTÍCULO DE JORGE VALLS.
SOBRE UN ARTÍCULO DE JORGE VALLS.
Raúl Fernández Rivero
Abrí la mañana con la obligada taza de café y los coloridos y polimorfos condumios del desayuno y después… un regalo. Gracias a R. Jiménez no tuve ni que ir a husmear el Herald por Internet. Contento, pero con ese sabor amargo que dejó el "colado" en la fiesta noticiosa cubana. Claro, me refiero a Moratinos, que vino directo a llevarse lauros que no son suyos, como el invitado indeseado que además se roba los pastelitos y los pancitos cuadrados con salmón.
Pero rápido olvidé al zopilote carroñero español, y tuve el placer de concentrarme en la lectura saludable y llena de sabiduría de nuestro hermano Jorge Valls.
Es un artículo, más que eso casi un ensayo sobre el tema, lleno de razonamientos de una lógica imbatible. Acota pensamientos muy claros y se plantea seriamente el presente.
Jorge Vals, cuya salud ha mejorado muchísimo, nunca ha dejado de ser un pensador profundo, con facilidad para ver cada arista, estudiarla y sacar conclusiones que requieren obligadamente al menos un minucioso repaso.
Valls no me sorprende con sus acertados pronunciamientos, pero siempre me sacude con su lógica bien ensamblada.
Para comenzar nos recuerda o avisa que la democracia cubana es un ausente que lleva alejado de cuba y los cubanos nada menos que 58 años. Más que suficientes para provocar en todos un reordenar del pensamiento que nos haga sentarnos a meditar y ubicar en nuestro cerebrito el centro neural del pensamiento político y comprender que hay que desterrar de una vez por todas esos resabios anti democráticos que esos 58 años han repartido como pan caliente.
Así cae ante nosotros el primer tema para meditar y dialogar en profundidad; Hay que repensar la democracia cubana, concretarla y difundir a diestro y siniestro nuestros principios democráticos en el marco de la Era del Conocimiento y la Tecnología, que exigen la Democracia Participativa, como base de partida. Tantos largos años reclaman que reconsideremos lo que queremos y como obtenerlo.
En segundo lugar hay que detenerse en una frase sustanciosa de Jorge que apunta: “Se pierde el sentido de que la razón --condición esencial inseparable del ser humano-- es siempre dialéctica. Es una conversación.”
Estamos condenando la conversación con demasiada facilidad. Tales no son buenas intrínsecamente. Ni tampoco condenables por principio.
Rechazamos, después de 58 años de guerras civiles y dictaduras, en una nación con escasa experiencia democrática y una resistencia a los cambios que asusta, toda conversación con el que enfrentamos o simplemente no piensa igual. Acusamos sin pensar, solo porque hemos ascendido la Intransigencia a calificación de virtud, cuando la intransigencia ha sido y es la destacada cualidad de todos los dictadores desde los emperadores del pasado, cuya intransigencia llevara a perder reinos y naciones, hasta los señores destacados (por su crueldad) del anterior siglo, donde están juntos Hitler, Mussolini, Stalin, Ceausescu, Honecker, Franco, Stroessner, Fidel y demás especímenes cuya lista se llevaría un buen párrafo.
La intransigencia puede ser sostén de los principios básicos - yo como demócrata soy intransigente- pero no de los métodos ni de la táctica. Ninguna conversación, por la propia naturaleza del diálogo, puede ser condenada per se. Lo que puede ser condenable son los atributos de ésta. Cuando implica sumisión, carencia de temario claro, paridad de representación o igualdad de derechos. Por señalar algo, una conversación implica que ambos -o todos- los convocados tengan el mismo tiempo para exponer y en las mismas condiciones, y que los elementos de discusión estén definidos y sean abiertos y claros, y no se excluye que sean secretas, si son representativas. Así vemos dialogar a los más grandes enemigos judíos y palestinos en secreto, con o sin, mediadores. En el caso cubano me parece imposible que conversaciones secretas sean aceptadas.
La presencia de la Iglesia, primero como elemento que pide y hace gestiones por enfermos y condiciones de las prisiones, por el derecho de los presos a auxilio espiritual -unas veces escuchadas y no atendidas y otras complacidas- y más tarde la acción de interceder* a favor de la seguridad y los derechos marchar de las Damas de Blanco, estas y otras acciones condujeron a una conversación sobre la situación de prisioneros políticos, enfermos algunos, todos con 7 años en prisión, del llamado grupo de la Primavera Negra, se concretaron en la liberación de Sigler y el traslado de varios presos a lugares más cercanos a sus hogares, y son una muestra de su interceder. No de negociación. Pero la mediación necesita de diálogo. La Iglesia no actúa a nombre de nadie, no es un mediador autorizado, no lo hace en representación de grupo o persona alguna. No es negociador, pues no tiene nada que negociar con el régimen. Sus aspiraciones, ya expuestas muchas veces, son acceso a una estación de radio, poder publicar un periódico independiente, o tener escuelas parroquiales oficialmente aceptadas, no están aparentemente en la mesa en orden prioritario. Luego la Iglesia intercede. El que negocia es Moratinos, a nombre de su gobierno, ya no a nombre de la Unión Europea que hasta hace 10 días su país presidía, sino sólo por España y en la busca de la autorización para la repatriación de las ganancias de sus nacionales inversores en Cuba, de la posibilidad de aumentar sus inversiones, quizás también de un empujoncito de Raúl a Chávez para que le pague a los españoles que han expropiado y temas iguales.
Como el régimen cubano no tiene nada que negociar con la Iglesia, que es solo mediador, hay que llamar a Moratinos. Y este “colado” cumple su función de promotor del cumplimiento de los derechos humanos por parte de Cuba.
Pero: ¿Es eso cierto? ¿Esto es una demostración de que Cuba cumple con los pactos y tratados firmados sobre la garantía de aplicación sin excepciones de los Derechos humanos? Sin duda no. Quedan muchos otros presos en pésimas condiciones de reclusión, no libertad de expresión y su uso puedo conducir a la cárcel según leyes represivas vigentes. No existe la libertad de movimientos en el país, ni hay derecho a la sindicalización libre e independiente. Y la lista es larga.
Más el “colado” se atreve a decir que están dadas las condiciones para que se reforme la posición única de la UE con respecto a Cuba.
Esto es resultado de un diálogo donde no se ha abandonado principios, la Iglesia sigue siendo el principal opositor ideológico al Marxismo. Y no se han tocado temas ni posiciones que afecten la ética o la moral de los dialogantes.
Los resultados no son excelentes, pero son mejores de los esperados. Quién es vocero y líder de un gobierno tiránico que tiene cañones y tanques para respaldar sus propuestas, tratará siempre de buscar resultados que lo beneficien, pero no se puede ocultar que esta vez actúo forzado por la situación, la económica, la de estabilidad interna, la presión de las Damas de Blanco y el sacrificio, la casi inmolación de Fariñas, que se ha convertido en el Gandhi cubano.
Los resultados de cualquier diálogo, mediante negociadores, o por el interceder de una Institución, no son finales y terminales. Todo se puede mejorar o continuar o ampliar. Luego el diálogo, ese conversar que expresa el sentido dialéctico de la razón y la forma democrática de la confrontación, es una táctica para promover los usos democráticos en el enfrentamiento de posiciones. Hay que seguir intentando sin descanso y sin parar la libertad del resto de los presos políticos, que no se acabarán con esta salida a cumplirse en 3 ó 4 meses. Muchos hombres de valor siguen presos, no es posible poner aquí una lista, pero recuerden que Elías Biscet está ahí todavía. Luego no se ha cumplido ni siguiera una etapa. Ya nos quejamos bastante. Hay por delante retos continuos que cumplir. Primero los presos sin duda, pero después la implementación real y comprobable de todos los derechos humanos deben ser vitales para que la Unión Europea cambie su posición, que parte de este principio. Y no de que salgan 52 presos.
Por último, aunque el análisis del ensayo de Jorge Vals se quede en partes, debemos pensar seriamente sobre otro tema por él expresado. “La guerra --y la civil más-- es una disyuntiva sin otra alternativa que la muerte. Se peleó: unos vencieron, otros perdieron. No hay términos medios ni neutrales. Pero unos murieron y otros no, de cualquiera de los bandos.”
“El vencedor se tomó su derecho de vida y hacienda sobre el vencido, y el vencido vivió el despojo, la persecución, el acoso, la servidumbre o la muerte. No obstante, de ambos bandos, los actores o sus hijos, en un lugar u otro, siguieron existiendo. Si fácil es matar a un hombre, difícil es acabar con un pueblo, más aún con las partes definidas del mismo. Pero los hombres, como las reses, quedan marcados por el rebaño en que hubieron de hallarse.”
En 1968, casi 60 años después que sur y centro América, comenzó la Primera Guerra de Independencia Cubana. Diez años después la Colonia había impuesto su fuerza, concentrando en la pequeña Isla Caribeña más tropas que las que tuvo en algún momento en todo el continente. Se firmó un pacto, por algunos heroicos guerreros rechazado, pero que reflejaba el cansancio frente a un enemigo numeroso, apoyado desde dentro por una abundante comunidad de españoles, y armado hasta los dientes, en una Isla chica y fácilmente bloqueable. No llegaban municiones y los conflictos federales en los vecinos al Norte y Sur obstaculizaban la ayuda. Hubo un período, no de paz absoluta, pero sí de cese de hostilidades. Treinta años después del comienzo de la insurrección y bajo la unidad lograda por José Martí recomenzó la guerra, que no terminó como queríamos, pues la pequeña Islita era la “lleve del Caribe” y muchos intereses se movían buscando su control.
Eso fue hace más de un siglo. Pero un siglo lleno de espacios vacíos de gobierno legitimo.
¿La historia se repite? ¿Terminó la primera Guerra de Liberación de la tiranía y la opresión comunista y ha empezado la segunda? ¿Estamos preparados para enfrentar el reto que esto significa? Yo afirmo que sí.
Pero no se puede seguir usando mecanismos ni formas de pensar que no han dado resultado, esfuerzos casi sobre humanos cuyos resultados no vemos en ninguna parte. Quizás nosotros los combatientes de los años 60 y 70 no seamos quienes la llevemos a cabo, quizás ni veamos su final. Pero estamos obligados a cambiar el pensamiento y las acciones que no han tenido éxito y enfrentar en este mundo distinto, más de medio siglo después, con estrategias comunicacionales, de lucha y de motivación y diálogo, con nuevas prácticas acordes a los tiempos actuales, pero el mismo combate que nunca dejamos, la antorcha que no apagamos.
Invito a todos a pensar unos minutos en lo que de valiente y profundo tiene este artículo de Vals, para enfrentar con nuevos bríos y nuevas armas esta lucha larga y agotadora en lo que puede ser una nueva Guerra de Liberación.
Raúl Fernández Rivero
* Hablar ante alguien a favor de otra persona para conseguirle un bien o librarla de un mal
Artículo de Jorge Valls en :
http://www.elnuevoherald.com/2010/07/09/v-print/762369/jorge-valls-arango-oposicion.html#ixzz0tC6x7Pdk
domingo, julio 11, 2010
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario