ENVIADO POR LB
PUBLICADO POR HECTOR GARCIA SOTO
Fecha: 19/06/2008 17:47:29
Asunto: Difunde por favor este editorial
Hablando entre europeos: hay que eliminar las sanciones contra Cuba
Europa debe mejorar sus relaciones con Cuba, alejarse de la fracasada política impulsada por un sector del exilio cubano en Miami y con ello ganar la autoridad necesaria para poder exigir al gobierno de la isla el respeto por los derechos humanos de todos los cubanos
Nuestro criterio como ciudadanos europeos es que las sanciones de la UE contra la isla de Cuba, aún paralizadas, resultan contraproducentes y deben ser eliminadas por completo.
El jueves 19 de junio de 2008, se inició en Bruselas, la reunión del Consejo Europeo que culmina el viernes 20. La delegación sueca al evento viajó encabezada por el Primer Ministro, Fredrik Reinfeldt, el Ministro de Relaciones Exteriores, Carl Bildt y la Ministra de la Unión Cecilia Malmström. Suecia puede jugar un rol determinante en el debate de una de las principales cuestiones programadas para la reunión, la de si se eliminan o no las sanciones establecidas contra la Cuba en el 2003 como respuesta a la detención de 75 opositores y disidentes en la primavera de ese año - muchos de ellos ya liberados-, castigo que fuera suspendido por la UE en el 2005. Cualquiera que sea la decisión esta debe ser aprobada por unanimidad.
Hasta el momento en que se escriben estas notas se cree que el país escandinavo mencionado podría vetar la supresión de las sanciones diplomáticas a la nación caribeña. Al margen de sus buenas intenciones, la delegación sueca debería saber que mantener las sanciones, paradójicamente, equivale inhibir el papel de Europa en la democratización de Cuba. Las medidas punitivas tienen lugar en un momento en que el régimen cubano necesita menos que nunca de los europeos, quienes con su castigo sólo estimulan la integración cubana con Venezuela, China y Brasil, por no hablar del resto de América Latina. Se equivoca Europa si se aparta de Cuba en momentos en que crece el comercio de alimentos de la isla con los Estados Unidos, téngase en cuenta, que según el periódico Nuevo Herald de Miami las compras de alimentos de Cuba a su “enemigo” escalaron la cifra récord de $254.7 millones durante los primeros meses del 2008, cifras que sin dudas mejorarán de salir como presidente Obama. En tales condiciones resulta un error imperdonable mantener el distanciamiento de Europa con la isla precisamente en que esta reactiva en todos los campos sus viejas relaciones con Rusia, al tiempo que fortalece su sus vínculos con poderosos regimenes dictatoriales o autoritarios como son el de Norkorea, Irán y Bielorrusia.
Si la Unión Europea quiere contribuir a la democratización de Cuba, debe fortalecer sus relaciones trasversales con la isla, es decir sus nexos institucionales, de Estados a Estado, así como los que puedan establecerse directamente entre las sociedades civiles europeas y la sociedad civil cubana, solo maximizando los vínculos con la isla podrán los europeos contagiar al pequeño país con los valores democráticos que poco a poco han ido fortaleciendo en su continente tras la segunda guerra mundial. Y poco importa lo que pueda ganar el régimen de La Habana con el fin de las sanciones, cuando el máximo beneficiado será su pueblo.
Defender lo contrario será empujar a la isla la peores manos, y apartar a Europa de la posibilidad de jugar un rol fundamental el mejoramiento de la vida de los cubanos, e incluso entorpecer la solidaridad directa con el movimiento democrático.
En resumen Europa debe mejorar sus relaciones con Cuba, alejarse de la fracasada política impulsada por un sector del exilio cubano en Miami y con ello ganar la autoridad necesaria para poder exigir al gobierno de la isla el respeto por los derechos humanos de todos los cubanos.
Con Europa o sin ella Cuba se va a democratizar, inevitablemente, de lo que se trata es de que Europa esté presente en la gran fiesta de la libertad una fiesta que las sanciones no hacen mas que alejar
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