Sin volver para atrás hacia el pasado oprobioso
Por Félix Sautié Mederos. E-Mail: fsautie@yahoo.com
Cumplir 71 años es mucho tiempo para una persona que ha tratado de vivir intensamente. Soy Leo, he llegado a esa edad hace algunos días y como actualmente desde mi Habana natal, me dedico a escribir sobre la realidad en que me encuentro inmerso, no podría pasar por alto este acontecimiento personal que, como comprenderán, para mí es significativo porque no volverá a repetirse y constituye años de vida con errores y aciertos como cualquier otro mortal. Lo considero muy importante en sí mismo y no sólo por su significado para mi ego, aunque siempre el ego algunos lo tenemos muy presente y no soy una excepción; también es esencial para mi juicio de vida. El ego que todos llevamos dentro es importante para el sentido de la autoestima, pero también puede resultar una trampa que siempre deberíamos sortear con dignidad y honradez al objeto del logro de una perfección de vida.
He visto muchas veces a quienes se encuentran a la caza de los que no piensan igual, incluso algunos usan seudónimos en los portales de debate, para no dar a conocer su verdadera identidad. Estas personas hacen carrera o simplemente la desarrollan descalificando y atacando a los que no concuerden al cien por ciento con lo establecido. No admiten el pensamiento honesto y desean sumisión sin conciencia, en una falsa unanimidad que nos está corroyendo por dentro. En consecuencia, cualquier cosa que hoy diga o escriba podría ser atacada por esos alabarderos del pensamiento oficial como los denominó el Che Guevara.
Yo he tratado, en todo momento, de buscar la verdad y de seguir a principios e ideas; esto ha tenido un costo determinado pero pienso que esa es la verdadera actitud no siempre alcanzada por quienes luchamos por la justicia social y la equidad distributiva. He creído y creo en el socialismo y en la participación de todos en igualdad de derechos y de oportunidades, pienso que ese será el futuro de la humanidad o no habrá futuro con un capitalismo hoy ya en crisis total. Pero creo en un verdadero socialismo que aún la humanidad no ha alcanzado, en el que se concilien los intereses individuales con los intereses colectivos, lo cual es un equilibrio difícil pero que bien vale la pena.
He visto con amargura que, en muchas ocasiones, ha primado la burocracia dentro de un autoritarismo que ahoga al pensamiento y a la conciencia. Considero que ese es el camino de la autodestrucción ya manifestado con fuerza en el Este de Europa y en la desaparecida Unión Soviética. No podré entender nunca la razón de algunos para descalificarme y tratar de silenciarme por causa de estos pensamientos que expreso con toda honradez porque no quiero el derrumbe de nuestra sociedad, sino la solución de los problemas conceptuales y prácticos que tanto nos dañan. No se puede estar con la burocracia y con la equidad distributiva a la vez, hay que optar por una o por otra. Reitero que los sentimientos no se pueden controlar con la burocracia.
Flaco favor le harán al proceso social cubano si se acalla todo el pensamiento que no concuerde con los criterios establecidos, únicos y centralizados; entonces, no habrá crítica, no habrá confrontación de ideas a favor de la verdad, no se identificarán todos los errores y, en definitiva, no habrá verdadera justicia social.
Esa libertad de expresarse en paz, con honradez y en búsqueda de la verdad es, realmente, un motor de la historia que se hará efectivo por la suma algebraica de los muchos pensamientos, ya que nadie ni ningún grupo es dueño de la verdad. La justicia y la verdad nos rebasan en lo individual para asentarse en el todo y se encuentran por medio de la más amplia participación en democracia y libertad verdaderas.
Así pienso, a mis 71 años, sin querer volver para atrás hacia un pasado oprobioso de explotación e injusticias, en el cual el hombre es el lobo del hombre; mi rumbo siempre irá hacia delante. Soy cristiano y místico, creo en Dios, en el verdadero que es Jesús el Carpintero y soy socialista hasta el final de conciencia y convicción profundas; creo que un día llegaremos al comunismo que se plantea en el libro de Los Hechos de los Apóstoles 2, 44, estos conceptos de vida no me los podrán quitar los que hoy pujan por silenciarme. Estaré presente y activo con todas las posibilidades que estén a mi alcance, muchas o pocas, hasta que me toque regresar a la Casa del Padre que, verdaderamente, nunca se acabará. Publicado en Por Esto!, el lunes 3 de agosto del 2009 http://www.poresto.net/opiniones/48144-sin-volver-para-atras-hacia-el-pasado-oprobioso
lunes, agosto 03, 2009
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