domingo, marzo 14, 2010

COBERTURA PERIODISTICA Y LA INJERENCIA EN CUBA

Saludos para todos. Lorenzo Gonzalo

Cobertura periodística y la injerencia en Cuba
Por Lorenzo Gonzalo, 14 de Marzo del 2010



Las posiciones ideológicas asumidas por los países liberales son un gran impedimento para mejorar las relaciones de un mundo que no es homogéneo y que requiere urgentemente del abandono de ideas que han dejado de brindar soluciones sociales aceptables.



Cuba ha sido víctima últimamente, por la distorsión que la prensa internacional ha hecho, del lamentable caso de un prisionero, convicto por delitos de violencia y otras actividades comunes, que murió recientemente en huelga de hambre.



En Cuba hay personas que guardan prisión porque han hecho actividades de oposición al gobierno, vinculándose a la Embajada estadounidense (llamada Oficina de Intereses) ubicada en La Habana y aceptando recursos varios de Estados Unidos. Cuba tiene la llamada Ley 80, la cual prohíbe actividades políticas asociadas con otros países. Estas personas que, sin duda, realizan una actividad política, han incurrido en el delito de servir a los intereses de una nación que, por cincuenta años, ha instrumentado acciones agresivas contra Cuba y provocado la comisión de delitos terroristas, subversivos e insurrectos, desde su territorio, contra la Isla. Son personas que han traspasado un delgado hilo, de acuerdo a Leyes establecidas en ese país, que los ha transformado de activistas políticos, en agentes de otra potencia, interesada oficialmente, en subvertir el orden del Estado cubano. Esto último no es un decir, sino que está claramente establecido en la Ley Helms Burton y otra serie de regulaciones existentes en el Departamento del Tesoro. Los países contestatarios de Europa y el propio Estados Unidos, saben que en Cuba algunas personas hacen activismo en contra del sistema estatal y político, sin incurrir en delitos de estado.



Ninguna de estas personas ha muerto en huelga de hambre. Algunos han utilizado el procedimiento como arma para llamar la atención sobre determinado aspecto, de igual manera que las distintas tendencias políticas lo hacen en otros países. En cambio, Zapata, un albañil, cumpliendo largos años de prisión por delitos comunes, se convirtió allí al activismo político, al parecer alentado por personas poco escrupulosas de dentro y fuera de Cuba y decidió hacer una huelga de hambre que lo llevó a la muerte.



Es repetitivo decir que en el mundo han muerto en prisión muchas personas en huelga de hambre, reclamando acciones del estado que son de imposible cumplimiento, pues equivaldrían a sentar precedentes que eventualmente conducirían a los gobiernos a entregar el poder al primer huelguista.



En España murió en 1981 José Crespo Galende y en 1990, durante el gobierno de Felipe González, ocurrió igual con Juan Manuel Sevillano. Los casos más sonados son sin dudas los nueve militantes pertenecientes al Ejército Revolucionario Irlandés y al Ejército Irlandés de Liberación Nacional.

Ninguno de estos incidentes provocó tanta reacción como el de Orlando Zapata y más recientemente el de Guillermo Fariñas quien parece haber optado por una decisión similar.



Lo curioso es que la gran cobertura viene de Europa y no de la prensa nacional estadounidense, excepto el Nuevo Herald, que se publica en Miami y que es algo así como un periódico de rancia militancia como puede serlo el periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista Cubano. La covertura del Nuevo Herald es entendible porque Miami ha sido el centro de las operaciones agresivas contra el gobierno cubano.



El resto de la prensa de Estados Unidos, ha estado relativamente callada en referencia al suceso. En cambio, en Europa es motivo de los primeros titulares. Curiosamente esta cobertura coincide con las discusiones en el seno de la Unión Europea para endurecer sus relaciones con la Isla. En Estados Unidos no hay que discutir el tema, porque la Ley existe y el Ejecutivo se ha pasado con fichas, a la hora de valorar cambios sustanciales y no cosméticos en sus relaciones con Cuba. La prensa estadounidense por consiguiente, no es requerida para desorientar a la opinión pública en éste tema.



La cobertura periodística que ha ocasionado la lamentable muerte de Orlando Zapata, está revestida de un fondo ideológico y la misma sirve para apuntalar las discusiones que se llevan a efecto en el seno de la Comunidad Europea.

Occidente insiste en mantener una posición ideológica respecto a sus relaciones con otros países, en momentos que la tolerancia y el juego democrático se diversifica en diversas regiones del mundo.

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