lunes, marzo 08, 2010

LA UNIDAD SE IMPONE AL OPORTUNISMO

Gerona, marzo 7 del 2010



REFLEXION 4/2010



La Unidad se impone al oportunismo



A todos y todas, hermanos y hermanas, la Iglesia cubana en esta 44 Asamblea General del Consejo de Iglesia de Cuba, celebrada del 3-5 de marzo del 2010 en el Seminario Teológico del Nazareno Cubano, ha superado con creces, el deseo de vivir entre hermanos. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo que en todo momento han estado velando por su Iglesia, sin dejar de brindarle la oportunidad de arrepentimiento a aquellos que han luchado por mantenerla desunida con el objetivo de lograr espacios de beneficio propio o institucional. Hermanos y hermanas, no es momento para culpar a nadie, sino para reflexionar en todos los fallos que hemos tenido durante muchos años, olvidándonos de que somos un Consejo de Iglesias de Cuba y no un Consejo de una, dos o tres denominaciones. Como Consejo de Iglesias de Cuba debemos de obrar en beneficio de todas, brindándole la oportunidad a cada una de ellas para dirigirlo con un “Plan Decenal Único” que obedezca al crecimiento del mismo Consejo, no solo en lo espiritual, sino también en valores éticos morales y patrióticos que refuerzan el amor al prójimo, a aquellos que diariamente viven y conviven con nosotros en el hogar, en el barrio, en la escuela, en la Universidad, en la ciudad, en el campo, en el trabajo y en la Iglesia de Jesucristo que es como decir, su Reino aquí en la tierra.

Mis hermanos y hermanas, el día 4 y 5 pude vivir momentos de alegría al observar varios aspectos de la vida del CIC en esas horas, de seguro que cada uno de los que tuvimos la oportunidad de estar en ese momento y en esa Asamblea lo percibimos con el mismo espíritu, la unidad entre todos y todas, me estoy refiriendo, a los momentos en que el Rev. Carlos Cam y a la Revda. Miriam Ofelia Ortega, entre otros que con un espíritu propio de un cristiano, hicieron llegar a la Asamblea, por escrito, las razones de su ausencia pero a la vez deseándole a la Asamblea triunfos de continuidad en la unidad lograda, otro momento a resaltar lo fue el magistral estudio bíblico convertido en un mensaje de esperanza para la unidad de las iglesias por el Rev. Raimundo García quien nos hizo meditar sobre el pasaje de Isaías 51:1-16 y como corona a la Asamblea General lo fue el magistral mensaje del Presidente del Consejo de Iglesias de Cuba, el Rev. Marcial Miguel Hernández Salazar quien nos insto a trabajar todos y todas juntos por el evangelio de Jesucristo y para la patria. En esta oportunidad y en nombre de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en Cuba y el mío propio, felicitamos a la Dirección saliente por su arduo trabajo de unidad y desearle nuevos éxitos a la nueva Dirección en su empeño de lograr una monolítica unidad para el Consejo de Iglesias de Cuba dejando atrás la lucha por el poder y el dinero. Reitero las felicitaciones a la Dirección saliente y mucho apoyo a la entrante, así se comportará el pleno de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en Cuba cuando de defensa se trate para que nuestro CIC siga el camino de un verdadero ecumenismo.

Mis hermanos y hermanas, tiempos atrás se pretendió hacer cambios en la Constitución y Reglamento del Consejo de Iglesias de Cuba y un servidor se opuso en ese momento porque siempre pensé de que no era el momento de los cambios a nuestra Carta Magna y su Reglamento, las razones son obvias, eso podría llevarnos a malas interpretaciones y mas desunión ya que las condiciones subjetivas no estaban creadas, hoy si creo que las condiciones subjetivas están creadas ya que todos pensamos de la misma manera, “Unidad en la diversidad” por lo que es necesario lograr esa Unidad y para ello, es necesario también llegar a las Asambleas Generales eleccionarias con un voto por denominación para que el Consejo de Iglesias de Cuba se vea representado como Consejo y no como un grupo de denominaciones aspirando siempre al poder que los conduce al dinero. Digo esto porque cada iglesia libremente se asigna un número de miembros y así lo informa a la Dirección del Consejo y como no se hacen censos oficiales en las iglesias, no hay medios de comprobar esos números. Siempre he planteado que nuestro Consejo de Iglesias es un Consejo de Iglesias y no un Consejo de ninguna denominación en particular. Pongámonos a pensar en la Organización de Naciones Unidas (ONU) y estamos en presencia de una verdadera democracia cuando nos fijamos en el derecho al voto por nación y no por la cantidad de ciudadanos que tiene el país, así es como se lucha por la vida de esa Institución, ahora bien, ¿donde se rompe la democracia en la ONU?, esta se rompe cuando le impusieron un Consejo de Seguridad con derecho al Veto, esa es la trampa, por lo que a la hora de hacer una nueva Legislación para nuestra Carta Magna y nuestro Reglamento no podemos permitir trampas que beneficien a unos pocos y perjudique a toda la comunidad cristiana que formamos ese Consejo.

¡¡Viva la Unidad de las Iglesias Cubanas!!

¡¡ Viva la ética pastoral!!

¡¡ Viva el patriotismo!!

¡¡Viva la Cuba que soñaron nuestros próceres!!

¡¡ Viva la Revolución Cubana!!

¡¡ Viva la Unidad Latinoamericana y Caribeña !!



¡¡¡ Viva el ALBA !!!



¡¡¡ Viva entre nosotros, Jesucristo !!!





Rev. Ramón M. Benito Ebanks

Obispo presidente

IECLC

CARTA- REFLEXIÓN 4/ 2010



El Ecumenismo debe de vivir en el seno de la Iglesia en Cuba el Hermanos en el Señor Jesús, en estos momentos estamos llegando a la fecha donde estaremos compartiendo en un encuentro ecuménico en nombre del Cristo Resucitado, acción ésta que nos indica el camino de la Unidad en su nombre.

Como cristiano que somos, no debemos permitir que se produzca una acción divisoria en las filas a demostrar la unidad que hoy tiene el Consejo de Iglesias de Cuba. Todos, Iglesias Históricas y Evangélicas en un solo puño estaremos defendiendo la unidad en la diversidad, porque Cristo así nos está demandando.

Quien aspire a un cargo, debe de estar en capacidad de desempeñarlo con toda una entrega a la causa del cristianismo en el terreno de la unidad, la verdad y la Justicia, cuando esos valores no caminen junto a nosotros, estamos dejando de ser verdaderos cristianos.

El momento nos exige Unidad para dar testimonio de verdaderos hermanos en la fe.

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