sábado, agosto 21, 2010

BOLETIN CUBARTE

CUBARTE
PUBLICADO POR: Hector García Soto

Por Cuba con emisiones periódicas le lleva la información del acontecer internacional relacionado con nuestro país y las batallas que libra por su pueblo y su soberanía; contiene espacios noticiosos y de opinión, seleccionados de medios de prensa internacional o generados desde nuestro país. ISSN 1819-4044

Año 8 Número 67 | Fecha 2010-08-20
TITULARES


Opinión


CUBA Y EL NÚMERO DE "PRESOS POLÍTICOS" por Salim Lamrani


FIDEL: SUSPICACIA Y ESCUDERÍA HUMANA por Daniel Chavarría


CUBA Y LA "LINEA CORRECTA" por José Steinsleger


ENTREVISTA AL ACTOR WILLY TOLEDO por Ángel Munárriz


TONY GUERRERO: PÁGINAS DE UN DIARIO por Rosa C. Baez




Noticias


MEMORIAL VILMA ESPÍN EN EL CENTRO DE LAS LUCHAS DE LA MUJER por Ekaterina Rivera Zvezdina





Opinión



CUBA Y EL NÚMERO DE "PRESOS POLÍTICOS"
por Salim Lamrani
La cuestión del número de «presos políticos» en Cuba está sometida a polémica. Para el gobierno cubano no hay presos políticos en Cuba, sino personas condenadas por delitos inscritos en el código penal, particularmente el hecho de recibir financiación de una potencia extranjera. En su informe 2010, Amnistía Internacional (AI) habla de «55 presos de opinión», de los cuales 20 fueron liberados en julio de 2010, otros 6 el 15 de agosto de 2010, luego de la mediación de la Iglesia Católica y de España, y otros dos antes. Entonces, según AI, quedan actualmente 27 «presos políticos» en Cuba. Finalmente la oposición cubana y más precisamente Elizardo Sánchez, de la Comisión de Derechos Humanos y por la Reconciliación Nacional (CDHRN), señalan la cifra de 147 presos políticos, menos los 6 recientemente liberados, o sea 141. Los medios occidentales privilegian esta última lista.

Primero conviene aclarar un aspecto de esta cuestión antes de evocar el tema del número exacto de «presos políticos» en la Isla: la existencia o no de la financiación de la oposición cubana por parte de Estados Unidos.

Esta política, clandestina entre 1959 y 1991, ahora es pública y muchas fuentes lo confirman. En efecto, Washington reconoce esta realidad en varios documentos y declaraciones oficiales. La ley Torricelli de 1992, y más particularmente la sección 1705 estipula que «Estados Unidos proporcionará asistencia a las organizaciones no gubernamentales adecuadas para apoyar a individuos y organizaciones que promueven un cambio democrático no violento en Cuba». La ley Helms-Burton de 1996 prevé, en la sección 109, que «el presidente (de Estados Unidos) está autorizado para proporcionar asistencia y ofrecer todo tipo de apoyo a individuos y organizaciones no gubernamentales independientes para unir los esfuerzos con vistas a construir una democracia en Cuba».

El primer informe de la Comisión de Asistencia a una Cuba Libre prevé la elaboración de un «sólido programa de apoyo que favorezca la sociedad civil cubana». Entre las medidas previstas se destina una financiación, por importe de 36 millones de dólares, al «apoyo de la oposición democrática y al fortalecimiento de la sociedad civil emergente». El segundo informe de la Comisión de Asistencia a una Cuba Libre prevé un presupuesto de 31 millones de dólares para financiar, todavía más, a la oposición interna. El plan prevé también «entrenar y equipar a periodistas independientes de la prensa escrita, radiofónica y televisiva en Cuba».

La representación diplomática estadounidense en La Habana, la Sección de Intereses Norteamericanos (SINA) lo confirma en un comunicado: «La política estadounidense, desde hace mucho tiempo, es proporcionar asistencia humanitaria al pueblo cubano, específicamente a familias de presos políticos. También permitimos que lo hagan las organizaciones privadas».

Laura Pollán, del grupo disidente «las Damas de Blanco» admite recibir dinero de Estados Unidos: «Aceptamos la ayuda, el apoyo, desde la ultraderecha hasta la izquierda, sin condiciones». El opositor Vladimiro Roca confiesa que la disidencia cubana está subvencionada por Washington alegando que la ayuda financiera recibida es «total y completamente lícita». Para el disidente René Gómez, el apoyo económico por parte de Estados Unidos «no es una cosa que haya que ocultar o de la que tengamos que avergonzarnos». Del mismo modo, el opositor Elizardo Sánchez confirma la existencia de una financiación por parte de Estados Unidos: «La clave no está en quién envía la ayuda, sino en qué se hace con la ayuda».

La prensa occidental admite esta realidad. Agence France-Presse informa de que «los disidentes, por su parte, reivindicaron y asumieron esas ayudas económicas». La agencia española EFE , alude a los «opositores pagados por Estados Unidos». En cuanto a la agencia de prensa británica Reuters, «el gobierno estadounidense proporciona abiertamente un apoyo financiero federal para las actividades de los disidentes, lo que Cuba considera un acto ilegal». La agencia de prensa estadounidense The Associated Press afirma que la política de fabricar y financiar a una oposición interna no es nueva: «Desde hace años, el gobierno de Estados Unidos gasta millones de dólares para apoyar a la oposición cubana». Precisa: «Una parte del financiamiento proviene directamente del gobierno de Estados Unidos, cuyas leyes promueven el derrocamiento del gobierno cubano. La Agencia Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos (USAID), que supervisa el apoyo financiero del gobierno para una ‘transición democrática’ en Cuba, ha dedicado más de 33 millones de dólares para la sociedad civil para el presente año fiscal».

Wayne S. Smith es un ex diplomático que fue jefe de la SINA en La Habana de 1979 a 1982. Según él, es completamente «ilegal e imprudente mandar dinero a los disidentes cubanos». Agregó que «nadie debería dar dinero a los disidentes y menos todavía con el objetivo de derrocar al gobierno cubano» pues «cuando Estados Unidos declara que su objetivo es derrocar al gobierno cubano y después afirma que uno de los medios para lograrlo es proporcionar fondos a los disidentes cubanos, éstos se encuentran de facto en la posición de agentes pagados por una potencia extranjera para derrocar a su propio gobierno».

Recordemos ahora la posición de Amnistía Internacional. La organización habla de 27 «presos políticos» en Cuba en fecha del 15 de agosto de 2010. Ahora bien, reconoce al mismo tiempo que estas personas fueron condenadas «por haber recibido fondos o materiales del gobierno estadounidense para realizar actividades que las autoridades consideran subversivas y perjudiciales para Cuba». Así, la organización entra en contradicción pues el derecho internacional considera ilegal la financiación de una oposición interna en otra nación soberana. Todos los países del mundo disponen de un arsenal jurídico que establece como delitos tales conductas. La legislación estadounidense y las europeas, entre otras, sancionan fuertemente el hecho de ser estipendiado por una potencia extranjera.

La lista elaborada por Elizardo Sánchez es más larga e incluye a todo tipo de individuos. Entre los 141 nombres, otros 10 fueron liberados por razones de salud, lo que hace un total de 131 personas. Respecto a esas diez personas, Sánchez explica que los mantiene en su lista porque pueden ser encarceladas en el futuro. Otros cuatro individuos cumplieron su pena y salieron de prisión. Entonces quedan 127 individuos. Otras 27 personas deben ser liberadas antes del mes de octubre, según el acuerdo firmado entre La Habana, España y la Iglesia Católica.

De los 100 individuos que quedan, cerca de la mitad fueron condenados por crímenes violentos. Algunos realizaron incursiones armadas en Cuba y al menos dos de ellos, Humberto Eladio Real Suárez y Ernesto Cruz León, son responsables de la muerte de varios civiles en 1994 y 1997 respectivamente.

Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento cubano, subrayó esas contradicciones: «Curiosamente, los críticos nuestros hablan de una lista (...) ¿Por qué no dicen que están pidiendo la libertad del que asesinó a Fabio di Celmo?».

Associated Press (AP) también enfatizó el carácter dudoso de la lista de Sánchez y señala que «varios de ellos no deberían normalmente ser considerados como presos políticos». «Un estudio más minucioso permite ver la presencia de terroristas, secuestradores y agentes extranjeros». AP señala que entre las 100 personas, «cerca de la mitad fueron condenadas por terrorismo, secuestros y otros crímenes violentos, y cuatro de ellos son antiguos militares o agentes de los servicios de inteligencia condenados por espionaje o por revelar secretos de Estado».

Por su parte, Amnistía Internacional afirma que no puede considerar a los miembros de la lista de Sánchez como «presos de conciencia» pues incluye «a gente juzgada por terrorismo, espionaje así como a quienes intentaron e incluso lograron hacer estallar hoteles», indica la organización. «Por supuesto no pediremos su liberación y no los calificaremos de presos de conciencia».

Miguel Moratinos, el Ministro de Asuntos Exteriores español, que desempeñó un papel clave en el acuerdo sobre la liberación de 52 presos, también ha puesto en tela de juicio la lista de Sánchez y ha subrayado su carácter aleatorio: «No digan que hay que liberar a 300, porque no hay 300. La propia lista de la Comisión de derechos humanos de Cuba, una semana antes de ir yo, decía que había 202; cuando llegué yo a Cuba, el día antes dijo que había 167».

Después de la liberación de las otras 27 personas incluidas en el acuerdo de junio de 2010, sólo quedará un «preso político» en Cuba, Rolando Jiménez Pozada, según Amnistía Internacional. Associated Press apunta por su parte que en realidad éste está «encarcelado por desobediencia y por revelar secretos de Estado».

Curiosamente, la lista elaborada por Sánchez, que es la menos fiable y que es denunciada por todas partes en razón de la inclusión de individuos condenados por graves actos de terrorismo, es privilegiada por la prensa occidental.

El gobierno cubano ha hecho un gesto notable al proceder a la liberación de los presos considerados como «políticos» por Estados Unidos y algunas organizaciones como Amnistía Internacional. El principal obstáculo para la normalización de las relaciones entre Washington y La Habana –desde el punto de vista del gobierno de Obama– ya no existe. Por lo tanto corresponde a la Casa Blanca hacer un gesto de reciprocidad y poner fin a las sanciones económicas anacrónicas e ineficaces contra el pueblo cubano.

Salim Lamrani es profesor y periodista francés, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

Fuente: Rebelión
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FIDEL: SUSPICACIA Y ESCUDERÍA HUMANA
por Daniel Chavarría
Feliz cumpleaños, Fidel, y no sólo por la proeza de reverdecer a los 84 con el semblante lozano y la conocida firmeza de tu mirada admonitoria. Me propongo celebrarte también dos virtudes que deben llamarse por su nombre.

Me refiero a tu suspicacia, virtud que muchos no osarían atribuirte por considerarla un término inadecuado para tu gloria. Para mí, en cambio, es una de las dotes que más han protegido a los que vivimos desde hace tantos años bajo tu guía augural.

El vocablo deriva del verbo latino suspicare (sub-spicare) y es un calco semántico del griego hypopteuo (hypo-opteuo), que significa "mirar abajo". Con la sintética expresividad de las lenguas antiguas, suspicare caracteriza a quien camina vigilante por un sendero enyerbado, para precaverse contra el acecho de serpientes y otras sabandijas; o contra el interlocutor amable y sonriente que puede esconder entre una manga, o bajo sus ropas, un puñal asesino.

Y esa tu virtud congénita de "mirar abajo", de sospechar con tino, te llevó muy temprano a despreciar las cacareadas ventajas de la democracia y el capitalismo triunfalista de los EE.UU. Ya no creías en ellos desde la adolescencia. Te convenció tu inteligencia precoz y la miseria que viste en la Cuba de los años 30 y 40. Aunque aún no sabías explicártelo, sufriste como en carne propia la explotación impuesta a los pobres de tu patria por la United Fruit y otras transnacionales agrícolas. Y cuando ya el ambiente universitario te proveyó de bagaje teórico y asististe a debates entre jóvenes politizados, y leíste a Marx, Engels, Lenin y otros, vislumbraste la posibilidad de movilizar al pueblo cubano y generar cambios sociales.

Por eso, cuando derrotaste a la tiranía de Batista, el lacayo de los yanquis, ya sabías muy bien que después vendrían la mentira, la calumnia y las criminales intenciones de los EE.UU. Ellos ignoraban que tú, devoto de Martí, los conocías de sobra. Por eso te fue fácil adivinar el programa de Eisenhower, cuando propuso, para defender su fraudulenta democracia, someter a Cuba al hambre y las enfermedades; y viste también el puñal asesino bajo la manga de Kennedy con sus Cuerpos de Paz, y supiste derrotarlo en Playa Girón y enfrentarlo con ejemplar dignidad durante los días luminosos y tristes de la Crisis de Octubre.

Desde entonces, tu naturaleza suspicaz te permitió la cadena de éxitos políticos, militares y humanos que te han cubierto de gloria, como talentoso estratega y campeón mundial de la verdadera solidaridad, franca y desinteresada, en la lucha contra el apartheid y en la atención médica a los pobres de este mundo.

Durante una reunión en Río de Janeiro, donde te tildaron de exagerado y excéntrico, predijiste la extinción que acechaba a la especie humana; y luego, aun sin decirlo nunca por razones de elemental diplomacia, fue evidente que apreciaste en la Perestroika la ponzoña enemiga que destruiría a la Unión Soviética y al viejo Partido Comunista de Lenin. Y ya desde el año 1989 comenzaste a predicar que si la URSS se desmembraba y el campo socialista desaparecía, Cuba iba a padecer terribles carencias, pero jamás abandonaría el camino del socialismo que tarde o temprano nos llevaría a la victoria. Y todo eso está sucediendo.

Hoy día, el prepotente imperio y sus lacayos europeos e israelitas, se proponen destruir Irán y posicionarse en su estratégico y suculento territorio con miras de dominar el petróleo del Medio Oriente; y por esa vía, suponen tener tiempo de preparar un enfrentamiento final contra China, mucho más apta para sobrevivir que el imperio yanqui, porque en ellos se cumple la paradoja de que tras emerger hace apenas seis décadas, hoy los superan en reservas estratégicas de población y recursos; en acendrada disciplina y orden social, amén de haber alcanzado un ritmo y nivel de vida sostenibles. Y ahora, Fidel, vuelves a la palestra mundial, otra vez con tu vista de largo alcance y tu verbo en acción.

Con gran sagacidad, sospechas que Obama debe tener sobrados motivos para guardar rencores en su fuero íntimo contra el Ku Klux Klan y contra los asesinos de Martin Luther King, que son sin duda de la misma calaña de Bush, Cheeney, Wolfovitz y los personeros de las transnacionales y de las mafias petroleras; y contra altos militares y otros trogloditas partidarios de las injusticias y humillaciones necesariamente padecidas en los EE.UU. por todos los niños y jóvenes designados con el eufemismo discriminatorio de afronorteamericanos.

Y ahora resulta que uno de esos negros es el único ser humano con poder constitucional para apretar el botón de mando y dar inicio a la guerra nuclear y su calamitosa secuela de desgracias, de inevitable efecto ecuménico. Y ahora le aclaras a Obama y a esos pájaros de mal agüero llamados halcones de la guerra, que de esta no saldrían indemnes y propiciarían la pronta liquidación del capitalismo mundial.

Te has dado cuenta, antes que nadie, de una paradoja mayor, consistente en que el propio imperio, en su extremismo suicida, nos está ahorrando el trabajo de cumplir la consigna del Che: crear dos, tres, muchos Viet Nam.

Y la segunda virtud, Fidel, por la que quiero felicitarte, es tu disposición a poner al servicio de la Humanidad y de la Paz tu gran prestigio mundial y exponerte a que te tilden de absurdo, ridículo, ignorante y cuanto adjetivo denigratorio contengan los diccionarios; pero tú sabes que eso provocará una mayor difusión de tus recientes advertencias sobre la guerra y es posible que muchos políticos, incluido el propio Barak Obama, aunque no te reconozcan como consejero, decidan oírte y hasta convencerse de que no actúas por simple obstinación.

Quiero recordar también a los numerosos héroes anónimos que a principios del 2001 fueron a encadenarse en Bagdad, junto a los pilares de una ancestral cultura, en un intento por preservarla. Ellos no lo lograron, porque Saddam Hussein, luego de agradecerles el gesto, puso aviones a su disposición para sacarlos de Irak, con las consabidas palabras de gratitud y el anuncio de que entre la juventud de su partido BAAS, había suficientes jóvenes y kamikazes dispuestos a inmolarse en guerra santa contra el invasor.

Lo que los voluntarios del 2001 no pudieron llevar a término, tú lo estás logrando. Como excepcional escudo humano, te expones a la maledicencia enemiga que tratará de manchar tu historia, prestigio y sabiduría. Pero tú no les temes. Confías en la fe sostenida y el amor que te consagran todos los pueblos del Tercer Mundo. Los halcones, en cambio, que son prepotentes e ignaros, creen despreciarte, pero los más lúcidos saben que deben temerte. Ellos miden su odio contra ti por los irrefutables aciertos que has tenido durante toda tu ejecutoria de revolucionario y estadista invicto. De seguro tu prédica no será vana.

Fuente: La Jiribilla
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CUBA Y LA "LINEA CORRECTA"
por José Steinsleger
Cuando era jovencito y, desesperadamente, trataba de saber cuál era la "línea correcta" de la revolución, leía al azar cuanto texto de los llamados "clásicos" caía en mis manos. Pero si preguntaran a cuál recuerdo con cariño, ahí va: Fábula del tiburón y las sardinas, de Juan José Arévalo, quien no era revolucionario.

¡Ah! y Cartas a Theo, de Vincent Van Gogh, quien sí era revolucionario. Formación política y sentimental que tampoco enfriaba mi obsesión por encontrar la "línea correcta": ¿comunista, socialista o maoísta? ¿Anarquista, guevarista o trotskista? Sentía que todas estas "líneas" eran "correctas", y perdón si ahora no abro opinión sobre ellas. No deseo ofender a nadie.

Eso sí: no dejaba de leer, y de consultar con los entendidos. En el café de mi barrio circulaban muchos personajes que, a lo sumo, leían el periódico. Entre ellos, un viejo dirigente sindical con el que solía platicar, y que siempre me preguntaba para qué leía tanto.

–Trato de ubicarme en la realidad –respondía.

–Se te va a quemar la cabeza. La realidad sólo cierra en los libros. No bien acabás con la lectura, la realidad cambió mil veces.

–Puede ser. Pero… ¿cuál es la línea correcta?

Entre algunos intelectuales latinoamericanos (¿marxistas?) que explican las idas y venidas de la revolución cubana, el verbo "deber" y "necesitar" se conjuga cada tres renglones. “Cuba debe… Cuba necesita”, etcétera. ¿A qué obedece esta fijación?

Llevo aprendido que las grandes revoluciones modernas fueron siete, y siete las formas de poder que cuestionaron: la estadunidense desafió el orden colonial; la francesa, el divino; la haitiana, el esclavo; la rusa, el capitalista; la china, el feudal; la mexicana el racial, y la cubana el orden imperialista mundial.

Sin embargo, la estadunidense nació aturdida por la doctrina del Destino Manifiesto, y la francesa proclamó los derechos del hombre olvidándose de la mujer. La rusa y la china retornaron al nacionalismo para sobrevivir, la mexicana no pudo con siglos de racismo y discriminación, y la revolución cubana… ¿fracasó también?

Cuba se empecina en salvaguardar el legado emancipador de las revoluciones referidas, y que por distintas causas se quedaron a mitad de camino: la democracia (Estados Unidos), los derechos del ciudadano (Francia), el antiesclavismo (Haití), el socialismo (Rusia, China), y la justicia social con libertad (México).

¿Cómo lo hace? Me parece que invirtiendo (por primera vez en la historia del marxismo) la impronta hegeliana que aún atenaza y paraliza el cacumen de quienes tratan de encontrar la "línea correcta" de la revolución. Aquello de los "pueblos sin historia" y los "pueblos con historia", etcétera. Y es por esto que la "línea correcta" de los marxistas latinoamericanos, con excepción de la cubana, nunca pudo conducir una revolución.

Veamos. En su discurso del 1º de agosto último, Raúl Castro anunció cambios importantes en el modelo económico cubano: aplicación de un “…régimen tributario para el trabajo por cuenta propia que responda al nuevo escenario económico y garantice que los incorporados a esta actividad… abonen impuestos sobre los ingresos personales y las ventas”.

Frente a ello, los defensores de la "línea correcta" podrían recordarnos las palabras del Che, cuando advirtió: “…Con la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía como célula económica, la rentabilidad, el interés individual como palanca, etcétera) se puede llegar a un callejón sin salida”.

¿Entonces? ¿Raúl contradiciendo al Che? La revolución cubana siempre se caracterizó por dar dos pasos adelante, y uno más para neutralizar los dos que la hacían retroceder. De lo contrario, Cuba no habría vuelto a convertirse, desde 1959, en el cruce de civilizaciones que configuraron su identidad, cuando el mundo empezó a ser como es. Aunque esta vez, nutriéndose de sus propias raíces emancipadoras.

Hasta nuevo aviso (y al margen de las batallas que en el orden mental libran los profesores del proletariado), Cuba continúa siendo un espacio idóneo para señalar que el retorno al orden colonial, divino, feudal, esclavo, capitalista y racial, amenazan la supervivencia de nuestra especie.

Extrapolar en Cuba y América Latina las experiencias de otras revoluciones y reducir todo a la "línea correcta", obliga a recordar las críticas de Flores Magón a los anarquistas europeos, que no comprendían la revolución mexicana de 1910 por verla desde el "balcón europeo". U olvidar al bolchevique Nicolás Bujarin cuando, en 1918, escribió: "No sabemos qué formas adoptará el socialismo".

Innegablemente, la revolución cubana "debería", "necesita" hacer muchas cosas. Empezando por aventar las hierofanías seudomarxistas que la desnaturalizan. Lo demás, y como dijo el guajiro, equivale a estar en la línea… y no ver los trenes.

Fuente: La Jornada
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ENTREVISTA AL ACTOR WILLY TOLEDO
por Ángel Munárriz
"Crecí junto a un póster del Che"

Si lo andan buscando, no tiene pérdida. Todo recto, al fondo, a la izquierda. No es probable que se mueva del sitio. Lleva allí toda la vida. Hijo del prestigioso cirujano y defensor de la sanidad pública José Toledo, ya veía de niño cómo en el franquismo tardío se escondían en su casa del barrio madrileño de Prosperidad perseguidos por la dictadura. "Crecí junto a los pósteres del Che, con música de Paco Ibáñez y Víctor Jara, oyendo hablar del Polisario y la izquierda revolucionaria de los cincuenta y sesenta", cuenta.

Guillermo Toledo (Madrid, 1970) responde y fuma apaciblemente mientras habla de cine, de teatro o de recuerdos de niñez. Únicamente se reclina hacia delante para enfatizar cuando sale la política. El hombre, cómo decirlo, no vale para diplomático. Dice lo que piensa sin reparar en las sutilezas de la corrección política.

Toledo estuvo en la diana tras calificar como "preso común" a Orlando Zapata, muerto en huelga de hambre en Cuba, y decir que "la mayoría de los presuntos disidentes" allí "son terroristas". "Fue un error grave llamarlos así. Es la palabra que utilizan mis rivales políticos para criminalizar a la izquierda real de este país". Hasta ahí su rectificación.

El chaparrón lo pilló en Melilla. "Me llegaban SMS de los colegas diciendo Vaya hostias te están dando...". De las críticas recibidas, ignora la brutal campaña de los medios ultras. "Willy Toledo la tiene pequeña", llegó a decir un comentarista en un alarde de fogosidad. "La derecha me la tenía jurada desde los Goya del no a la guerra'. Paso. Lo que dicen cae por su peso", asegura.

Sí se adivina cierto rencor hacia lo que él llama "medios de supuesta izquierda". "Se cebaron conmigo. Influyó mi apoyo a Aminatou Haidar. Y sus intereses en América Latina. Sigo creyendo que no se puede ser de izquierdas sin defender la revolución cubana, aun siendo crítico", opina. Y añade: "En muchos sentidos tenemos mucho que aprender de Cuba". Ideológicamente se define como "socialista libertario", no comunista.

Aficionado a hacer novillos desde niño, Guillermo, el menor de cuatro hermanos, saltó de un colegio a otro hasta que sus padres lo mandaron a Athens (EEUU) para estudiar segundo de BUP, "a ver si así lo aprobaba". En su año allí, a los 16, aprendió inglés, se hartó de ir a conciertos y se enamoró "del cine, la literatura y la música norteamericana". Pero estudiar, poco. Y dejó las aulas.

Le picaba la idea de ser músico. "Me habría encantado. Y sigo en ello", dice. ¿Qué toca? "Nada", responde. Y se ríe de la contradicción. Es una de sus pocas carcajadas. Popular por sus papeles cómicos en la serie Siete vidas y en la película El otro lado de la cama, en corto se maneja como un tipo más bien serio. "Bueno aclara luego, chapurreo la guitarra. Decir que toco sería sobrarme".

A los 19 entró en la escuela de interpretación Cristina Rota. Allí coincidió con Ernesto Alterio, Juan Diego Botto, Alberto San Juan... "Al principio era terriblemente malo", exagera. Con San Juan, que compartía su vocación de fundir arte e intención política, fundó la compañía teatral Animalario, hoy de las más prestigiosas y laureadas del país.

Orgulloso de 'After'

Tras declararse "insatisfecho de la mayoría" de películas que ha hecho, defiende con entusiasmo After (Alberto Rodríguez), que narra una interminable, brumosa y decadente juerga. "Yo he sido muy juerguista, pero ya casi no salgo. Llega un momento en que lo has hecho todo", cuenta Toledo, que vive solo en Carabanchel y al que le gusta escaparse a la costa de Cádiz. Ahora madruga y se cuida "física y espiritualmente". "Lo mires como lo mires, soy un privilegiado. No necesito trabajar para vivir".

Por eso se vuelca en proyectos que le tocan la fibra. Aparte de Penumbra, nueva obra de Animalario, que ensayarán desde otoño, coproduce tres documentales: uno, sobre la música tradicional cubana; otro, sobre el líder independentista canario Antonio Cubillo, que sobrevivió a un atentado en 1978 "la primera vez que España fue condenada por terrorismo de Estado", dice con satisfacción; y el tercero, La isla velada, sobre "aspectos positivos desconocidos de la sociedad" en cierto país caribeño que el lector ya habrá adivinado...
Fuente: Público
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TONY GUERRERO: PÁGINAS DE UN DIARIO
por Rosa C. Baez
Con su pura herencia de alegría

A veces, uno se pregunta de qué madera se hacen los héroes.

A veces, uno no entiende cómo pueden postergar su vida por defender otras vidas; cómo pueden postergar sus sueños para defender otros sueños…

A veces, uno se pregunta cómo pueden…

Entonces, uno conoce -por que es ya como si los conocieramos personalmente, como si formaran parte de nuestra vida- a René, a Fernando, a Ramón, a Gerardo. A Tony.

Tony, que no sabemos de dónde sacó animos y coraje, y llenó su celda de pinturas, y atrapó por un ala la poesía y la amarró a sus barrotes y sin embargo, le permitió volar, prestandole alas nuevas… Porque, qué hombre es este que en la obscuridad del hueco imaginó poemas?

¿Qué hombre es este que mejorando sus condiciones de vida -esas migajas de bienestar que le han permitido, como moneda falsa a cambio de la libertad que le están robando- no sólo se detiene y dice “a ratos pienso cómo estarán por ese vecindario”, recordando a sus antiguos compañeros de penitenciaría, de allí donde “habían pocas opciones para cambiar el ritmo del día”, si no que es capaz de convertirse en -ahora, también- en una especie de narrador deportivo, mientras tiene palabras de solidaridad para la tragedia familiar que sufriera Nelson Mandela o un emocionado recuerdo para el 10º aniversario del rescate de Elián hacia estas tierras a las que él tiene aún negado el regreso o las palabras de felicitación para Julián por su cumpleaños… Julián, que media vida diera por traerlo… traerlos -a los cinco- con nosotros…

No se equivoquen los que leen sus notas diarias… No hay trivialidad en ellas, si no el victorioso empeño del que le gana la principal batalla al imperialismo: la de no haber permitido que le robaran la ilusión, la de no haber permitido que sellaran su sonrisa… la de sentirse, aún entre las recias murallas que lo cercan, un hombre libre, tal como nos dice en su poema “La Verdad me nombra”:

Quiero nombrar la integridad blandida

por mi envencible y única ternura

con el sabor a muro y cerradura

impregnado en mi boca desmedida.



Nombrar el patrimonio de mi vida

que se estrelló contra la roca dura

y supo conservar su herencia pura

a pesar del gran golpe y de la herida.

Y así, con su pura herencia de alegría, se nos da cada día, y nos enseña, casi sin darnos cuenta, a mantener intactas la esperanza y la ternura!!!.
Fuente: La Polilla Cubana
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Noticias



MEMORIAL VILMA ESPÍN EN EL CENTRO DE LAS LUCHAS DE LA MUJER
por Ekaterina Rivera Zvezdina
El Memorial Vilma Espín se consolida como un centro de lucha por la emancipación y desarrollo de la mujer, a sólo cuatro meses de su fundación el siete de abril de este año.

Más de 10 mil visitantes y múltiples actividades artísticas, históricas y científicas convierten al museo en una entidad viva y actuante en el proceso educativo y movilizador de las féminas, desde la casa donde vivió durante dos décadas la patriota, madre amorosa y batalladora por la igualdad de derechos.

Marta Aparicio, jefa del equipo de museología de la institución, explicó a la AIN que el Memorial se impone como puntal de las luchas de género, pues en su sede se realizan intercambios con federadas y vecinas, que las alientan a superarse y crear conciencia política, patriótica y humanista.

Desde el inmueble de típico estilo constructivo criollo se fomenta la admiración por la virtud, a partir de la divulgación de la vida y la obra de Vilma, de exposiciones itinerantes e intercambios con los asistentes.

El centro acogerá próximamente las actividades centrales de Santiago de Cuba por el aniversario 50 de la creación de la Federación de Mujeres Cubanas.

En las seis salas permanentes se muestra a la presidenta fundadora de la organización femenina como estudiante integral, protagonista de las luchas revolucionarias cubanas, representante del país a nivel internacional y además como cimiento de una familia ejemplar.

La sala transitoria ya acogió una muestra de paisajes urbanos santiagueros del artista y luchador revolucionario Miguel Ángel Botalín y una exhibición de objetos patrimoniales de la estirpe Maceo Grajales.

Un intenso aroma de jazmines recibe a niños, trabajadores, federadas y el resto de los interesados en la colección museística, en la casa donde vivió Vilma desde los nueve años hasta el triunfo de la Revolución, en la calle San Gerónimo número 473.
Fuente: AIN
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Cubarte, 2008.

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