Desde Venezuela
NO HAY CAPITALISMO DEMOCRÀTICO NI SOCIALISMO SIN DEMOCRACIA
¡Pendejo quien ve en Dios un distraído!
ELIGIO DAMAS
El carajito la repite, porque con esa “regorgalla” le bajearon desde la primera escuela. En una muy costosa, de docentes mal pagados pero tambièn aletargados por el soñar que algún día, trabajando en aquella y bajo la tutela de mercenarios de la educación, llegarìan a ser como éstos.
Luchamos contra este gobierno, por “defender la democracia”. Insiste en ella con fe y certeza de quien cree tener a Dios agarrado por las barbas.
El muchacho, quien tuvo que asumir tempranamente el rol de sus mentores políticos, porque ellos dejaron el pelero y el nombre en la basura, ocupa un importante cargo en el Estado. Es dirigente en la cúpula política, alcalde, diputado regional, concejal y gobernador.
Pero llegó a esas responsabilidades sin madurar o lo hizo con carburo puro y apuro; no tuvo tiempo de aprender lo suficiente. Pues no es lo mismo formarse a la carrera para administrar la empresa familiar, para aquello de “puede que especulemos pero damos empleo” u otros como “comprar barato para vender caro” y “dado el caso, escondemos los corotos para que juegue libremente la oferta y la demanda”, que dirigir una sociedad, una nación y cumplir de manera pertinente el rol.
“La democracia es el mejor sistema para vivir”; le inculcaron la idea; la asociaron al capitalismo y se la zamparon en la cabeza. Obviaron todo el proceso histórico transcurrido desde el enciclopedismo hasta hoy. Por estar demasiado ocupado, no tuvo tiempo de enterarse del chisme.
Cuando le llegó la hora de entrar a la universidad no tuvo problema alguno. Estaba bien comido, vestido y atendido, lo que le permitió un alto rendimiento, que él y hasta académicos, atribuyen a dedicación y aptitudes genéticas. Porque su escuela, la universidad pública que creó el capitalismo, la "democracia", es sólo para los de su estirpe. Y por si acaso, allí hay otras muy caras que como sus compinches pueden pagar sonrientes. Eso, en su convicción es democrático. Lo apto y derechos vienen dados por los bienes materiales.
Su escuela, que le otorga validez científica a lo asociado a intereses de la clase que construyó el capitalismo, le rotuló la idea que “la libre empresa”, el primitivo “Laissez Faire”, de las sociedades mercantiles, ahora representados en los TLC, son expresiones democráticas para el intercambio entre países; como también que un inversionista, sin esfuerzo, se enriquezca en base al trabajo mal remunerado. Quienes eso, simple y racional no entiendan, “habrá que someterles a la fuerza”, como enseñó “el pirujo” Ramón Escovar Salòm. Es simple regla de su democracia.
Tiene como democrático que una multitud de inútiles, incultos, formados a la carrera, una hasta más apresurada que la suya, apuntalados en frases vacías y ventajas que le otorga la clase o el medrar alrededor de los poderosos, tenga acceso a bienes y servicios que otros, pese a su esfuerzo, que en veces llega al sacrificio, ni siquiera sueñan.
El pobre, no sabe lo que todo esto significa. Su capacidad crítica la entorpece su egoísmo, individualismo y prepotencia, defectos que su escuela, formal e informal, como antes dijimos, le inculcó; que no es más que un acto de fuerza.
El socialismo, del cual tiene una información sesgada, significa para él, mal vivir y perder privilegios; porque no es del pueblo, nunca ha tenido privaciones ni obstáculos.
En aquello, sólo en eso, tiene razón. Perdería privilegios. Porque la democracia no los admite; es como una carrera donde quienes toman la línea de partida, lo hacen en las mismas condiciones. Quien recibe da; este dar y recibir es equilibrado. Nada de lo ancho para mí y lo angosto para los pendejos. Es socialismo y democracia; única combinación valedera; el poder se reparte bajo los mismos principios.
Lo peor para los egoístas es que arriba está quien para abajo ve y no suele distraerse.
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