martes, septiembre 28, 2010

LOS RESULTADOS ELECTORALES EN ANZOÀTEGUI

Desde Venezuela


LOS RESULTADOS ELECTORALES EN ANZOÀTEGUI


ELIGIO DAMAS

La derrota electoral del oficialismo en el Estado Anzoátegui, no deja de sorprender. Cualquiera, hasta los chavistas mismos, podría esperar que se diesen resultados que le fuesen adversos al gobierno, pero es poco probable que alguien esperase los que se dieron.
Que de ocho diputados, siete correspondiesen a la oposición y sólo uno al Psuv, es demostración, en una primera aproximación, de lectura ligera, de una derrota sustancial.
Si uno afina en el análisis de los números encontrará que la diferencia de votos entre unos y otros candidatos, particularmente en Barcelona y Puerto La Cruz, es muy significativa.
Las derrotas son frecuentes entre combatientes, están y deben estar dentro de sus expectativas. Pero ellas, suelen dejar grandes enseñanzas. En veces son más ilustrativas que las victorias en las que nos refocilamos y hasta ensoberbecemos.
Lo acontecido en esta entidad y particularmente en su zona norte, asiento de las poblaciones más densas del oriente del país, debe convertirse en una circunstancia que incite al análisis y revisión de políticas y conductas en todos los espacios. Si asumimos esa actitud con humildad, desprendimiento, espíritu crítico, propia de revolucionarios, lo que incluye la solidaridad, sin exclusión alguna, podemos aislar y superar las deficiencias y dificultades con las cuales tropezamos.
Es elemental que los votantes, tómese en cuenta que la participación rondó el 70 por ciento, no están satisfechos con la gestión oficial. Tratándose de unas elecciones, a las que nosotros mismos, empezando por el presidente, le dimos con sobrada razón una trascendente y nacional significación, podríamos evaluar que la insatisfacción va de las políticas nacionales a las locales, pasando por lo regional.
Ignorar eso, asumiendo la conocida pose del avestruz, es la forma más activa de dañar al movimiento por el cambio. Pensar y hasta decir lo contrario, de algo tan obvio, sería un gesto de soberbia que como tal no hace más que empeorar las cosas y aligerar la descomposición y el descontento.
Pero comenzar a disparar a diestra y siniestra, intentando hacer leña de los árboles caídos y los que aún en pie se mantienen, no es tampoco la manera adecuada, sana y revolucionaria que ese espíritu crítico demanda.
Son ostensibles las deficiencias en asuntos como el servicio eléctrico, de agua potable, en gran medida generado por el primero, colapso de las aguas residuales que, en el caso de Barcelona, circulan incesantemente por la superficie, la increíble cantidad de basura que pasa interminables días depositada en las calles, deplorable estado de calles y aceras, descuido en el mantenimiento de los servicios de barrio adentro, pese a la abnegada actitud de los diversos profesionales que allí laboran, inflación e inseguridad, por sólo nombrar éstas.
Pero todavía habría que agregar un aspecto que, pese a generar gran inconformidad y deficiencia, que nos atañe a los militantes, por las circunstancias compulsivas en que nos hemos movido en medio de tantos y seguidos procesos electorales, no ha alcanzado el nivel de conflictividad que implica. Pero si se ha traducido en una evidente falta de eficiencia en el funcionamiento del Psuv como partido revolucionario, incitando a la dispersión, conformismo y hasta triunfalismo de muchos compatriotas.
No es el caso hablar ahora de manera específica acerca del carácter de esas deficiencias, basta con decir que aquel no actúa como le corresponde. Pero sí destacar que esa deficiencia genera más inconformidades y eso también tiene que ver con los frutos que ahora recogemos.
Pero como no es nuestro interés descubrir o señalar culpables sino contribuir a retomar el camino, sugiero que a las patrullas que antes del inicio de esta campaña habíamos constituido, le hagamos funcionar. Se establezca el ya reclamado contacto entre los órganos de arriba y los abajo y se desate la discusión para resolver lo pertinente. Basta de operar como grupos para cumplir tareas ocasionales y simplemente electoralistas sin la inserción que les permita hacerse escuchar.
Modestamente, ofrezco mi concurso para participar en los niveles que corresponda o lo competente determine, en las discusiones que nos ayude a retomar el camino adecuado y a paso de vencedores.

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