EN ANZOÀTEGUI, UNA OPOSICIÒN EDÌPICA, MAMÌTICA, PAPÌTICA Y SELVÀTICA

Desde Venezuela


EN ANZOÀTEGUI, UNA OPOSICIÒN EDÌPICA, MAMÌTICA, PAPÌTICA Y SELVÁTICA

Mean sus espacios y mantienen sus dominios con familiares. Hacen trueques de mami por papi

ELIGIO DAMAS

El Alcalde Pariaguàn, municipio Miranda, del Estado Anzoátegui, quejándose de los malos procederes de la oposición para alcanzar la candidatura única ha dicho: “Aquí han creído que estamos en la selva. Donde los animales marcan su territorio y quieren mantener sus dominios con familiares”.(1)
Para el masista Lorenzo Rondòn, funcionario a quien hemos citado, hay candidatos que decidieron mear aquellos espacios que consideran suyos y dispuestos están a imponer allí su ley, sin importarles nadie. Es pues también, porque de humanos se trata, lo que hace peor la cosa, de una feudalizaciòn del asunto, por lo que el señor pone arbitrariamente sus alambres y, cuando crea conveniente irse, piensa valedero dejar allí a un familiar suyo.
El alcalde inconforme con la manera opositora de manejar el asunto de la candidatura a Gobernador de Anzoátegui, dijo aquello por diferentes razones; la primera que cree que el candidato de Primero Justicia, Gustavo Marcano, Alcalde de Lecherías, respaldado también por un pequeño grupo de partidos de poca militancia , es impuesto. Por lo que lo califica de “auto designado”. Por esto, cree prudente e indispensable hacer unas “elecciones primarias”, para decidir entre el ya mencionado y Benjamín Rausseo, “El Conde del Guàcharo”. Mientras tanto su opción es este comediante, con quien “está en conversaciones para prestarle su apoyo”.(2) Quien, según las encuestas que se manejan, supera al otro.
Esto, la inconformidad de Barreto Sira, quien no apoya a nadie y fue señalado de primero por las encuestas que la oposición dijo haber hecho, pero inhabilitado está por la Contraloría General de la Republica; la persistencia de la candidatura del ex gobernador David de Lima, además de otras opciones, revelan que la unidad opositora en el Estado Anzoátegui es algo más que una entelequia.
Llama la atención de lo denunciado, no por el bando oficialista, que además del marcaje de territorio, como en la selva, que se hace con orina, quienes se creen amos y señores hablan de dejar reinando en esos feudos orinados, si por alguna circunstancia deben abandonarlos, a familiares suyos.
Es decir, esos “padrotes” hacia quienes, no precisamente con sutileza, apunta el Alcalde mirandino, son los mismos quienes pretenden “por un derecho sucesoral divino”, traspasar el poder y las usuales prácticas a sus respectivas madres. Y lo más triste es que esa aspiración o práctica, se pretende aplicar como parte de la respuesta a la “ferocidad represiva, primitiva y antidemocrática del régimen chavista”. Por lo que a aquel comportamiento selvático, de mear el territorio, según lo dicho por quien ha optado por Rausseo y no Marcano, se suma la afectación por algo parecido al complejo de Edipo.
Y es que ese complejo de Edipo, formulado por Freud, a partir de la mitología Griega, referente a la atracción que por la madre (Yocasta) siente el hijo (Edipo), se ha convertido en un estandarte y como piedra de tranca en las relaciones de los grupos opositores del estado Anzoátegui. La “mamitis aguda”, a la que Lorenzo Rondòn se refirió discretamente al hablar de “querer mantener sus dominios con familiares”, está haciendo estragos entre los grupos y partidos que adversan al gobierno central.
Y es más, hasta ha llegado a distanciar familiares. Mientras Ovidio González (Padre) ex gobernador del Estado, aceptó gustoso “presidir” el Comando de Campaña de Gustavo Marcano, Ovidio González (Hijo), mantiene su candidatura a Alcalde de Lecherías, para enfrentar a la madre del actual titular del cargo y candidato a primer funcionario de la entidad federal.
El Alcalde de Lecherías, quien podría aspirar a repetir en el cargo, ha decidido – así mismo como se lee- que le sustituya en la función que dejará, su madre. Enfrentó a sus correligionarios, que se sentían y sienten con derecho a suplirle y nunca le pusieron reparo a su pretensión de ascender, por quien le trajo al mundo. Incluso, hasta hizo un curioso pacto o contubernio, con el Alcalde de El Tigre, Ernesto Paraqueima. Comprometió su apoyo al padre de éste para la alcaldía de Guanipa a cambio del respaldo a su madre, Carmen de Marcano en Lecherías.
Por estos extraños nepotismos -¿nepotismos es buen término para definir tales procedimientos o conjuras?- el Alcalde de Pariaguàn, Lorenzo Rondòn, habló de aquellos que se comportan como si estuviesen en la selva y marcan sus espacios.
Pero la cosa no termina aquí. Lo edìpico va en aumento y crece como bola de nieve. El antes mencionado Alcalde tigrense, Ernesto Paraqueima, quien pactó con Marcano, con aquello de “mi padre por tu madre, dando y dando”, acaba de anunciar que al salir en campaña por la reelección, la que según la prensa llama “Del Sur” - así como la entidad financiera-, dejará en el cargo a su mamá.
Es a todas luces obvio que Marcano y Paraquiema sufren de nepotismo edìpico. Pero el segundo no ha dejado por fuera a su papá. Lo que en nada contradice a Freud y su complejo de Edipo.
Pero al final del cuento, vale preguntarse:
¿Què derechos tienen militantes y “dirigentes” de los partidos de Marcano y Paraqueima? ¿No forman ellos parte de una cruzada democrática, moderna, participativa y pluralista contra la dictadura y la verticalidad de Chávez? ¿Esa claque opositora no tiene otra fórmula más inteligente, respetuosa y decente que ofrecerle a quienes esperan que por ellos voten?
Pero ni más ni menos, esa es la oposición a Chávez.
Lo edìpico, mamìtico, papìtico y selvático, no son buenos para alcanzar la unidad y menos el respaldo mayoritario. Tampoco para gobernar un país.
(1-2) “El Tiempo”, Puerto La Cruz, 06-09-08. Pág. 08.