Desde Venezuela
PETKOF MARCA LA LINEA OPOSITORA MÁS ALLÁ DEL REFERENDO
ELIGIO DAMAS
Parece verdad y obvio que Teodoro Petkof no asistió a la reunión de Puerto Rico; por lo menos eso es lo que hasta ahora se sabe. Uno, no obstante, no podría jugarse un topo a todo a favor de esa versión porque sabemos que el personaje es un sutil escapista. Y decimos esto no sólo por aquello que tenga que ver con sus cambios en política, sino también por la probada habilidad que ha demostrado para escabullirse de sus captores.
Cuando el “catire” era uno de los fundamentales dirigentes de la lucha armada, pese a la acuciosidad y organización de las fuerzas represivas, costó que le hiciesen preso. Y cuando eso fue posible, poco tiempo después, cual Houdini o David Copperfield, se escapó, como por arte de magia, de una habitación del hospital militar de Caracas. También estuvo en aquel grupo que, a través de un pacientemente elaborado túnel, desde el cuartel San Carlos, entonces cárcel para políticos, hasta una bodega ubicada al otro lado de la calle, con la ayuda de muchos, entre ellos un árabe, de quien nunca se supo nada, se fugaron espectacularmente. Y pese a esa persecución de adecos y copeyanos contra él, el de apellidos extraños, como con ironía chovinista le llamó Betancourt, se escapó del círculo de sus compañeros y compromisos para aparecer en medio del cogollo opositor a la revolución.
Y esta duda nos asalta porque, según se percibe, no con dificultad, que el ex masista y muchas cosas más, es uno de los ideólogos y estrategas vernáculos (¿?) de la oposición. Y siendo así, pareciera que una reunión del carácter de la realizada en un hotel cinco estrellas de San Juan, sin su presencia, sería como un “arroz con pollo sin pollo o un arroz con mango”.
Y son tan importantes o pesadas las opiniones de Petkof Malev, que ahora mismo, cuando la oposición asegura que ganará el referendo “porque el pueblo no quiere la enmienda”, pero da muestras de debilidad y desespero como las manifestaciones “pacíficas de los universitarios”, está señalando el camino opositor para después. Es decir, le ofrece el clavo caliente para que aquella se agarre con posterioridad al naufragio y pueda presentarse con hidalguía y aires de ganadora.
Según la Constitución venezolana vigente, la Enmienda será aprobada conforme a lo establecido en ella misma y en la ley relativa al referendo aprobatorio (Art. 341, aparte 5º). Y para que ese referendo sea válido, es necesario que concurran al mismo, el “veinticinco por ciento de los electores y electoras inscritos” en el CNE (Art. 73). Y todos sabemos que, de acuerdo a la ley, ganará quien obtenga la mitad más uno de los votos válidos depositados. Justamente, el referendo del 23D del 2007, fue ganado por la oposición, por las razones que no vienen al caso, por una pírrica diferencia.
Pero Petkof, adelantándose a los hechos o resultados que cree arrojarán las máquinas de votación, ha dado un paso hacia delante y señala que si el SI gana el referendo por un margen pequeño, como vaticina, eso no podría servir para producir los resultados que los partidarios del SI aspira. Según su curiosa tesis, la Constitución es el “producto de un pacto”- se acercó a Rousseau, de repente lo hará a Marx, es su manía escapista- y siendo así, agrega, una pequeña diferencia no sería la base adecuada para modificar la constitución. Teodoro, sin referendo, constituyente ni medias tintas, de un zarpazo se lleva la Ley fundamental por delante. Y procede así, pese a que él es uno de los tantos que, de esos procederes, sin fundamento, acusa al presidente
Lo novedoso en esta teoría petkosistamaleviana, es que lanza a la basura la del fraude. El prestigio alcanzado a nivel internacional por el sistema electoral venezolano no permite que el grito de fraude encuentre eco entre la gente seria., bien lo sabe el “catire”, porque es el más inteligente de los dirigentes opositores. Y este rasgo suyo es lo que más nos pone a dudar acerca de su ausencia en la reunión de Quisqueya.
Sabe Teodoro que habría que ofrecer una argumentación nueva y no la desgastada y desprestigiada que como estribillo ha cantado sin éxito la oposición. Todavía se esperan las pruebas de fraude que ofreció Ramos Allup, después que el CNE presentó los resultados del referendo revocatorio.
El “catire”, como jefe con talento y, de vez en cuando, lleno de sindéresis, se percató que ante la derrota que se avecina y para salvar lo que se pueda del naufragio, para que la oposición no se quede sin banderas en lo inmediato, desde ya le ha puesto una en las manos para que la tremole.
“Chávez y los chavistas obtuvieron mayoría de votos para aprobar la enmienda pero esta no procede porque esa ventaja no es lo suficiente”, es la novedosa idea que ahora ofrece el ex jefe guerrillero.
Siendo así, como sueña Teodoro, entonces ¡que siga la guarimba!; ¡a quemar el Avila se ha dicho!; ¡sigamos en rochela hasta el infinito! Eso si, más nunca se reúnan en secreto sin Teodoro, si es verdad que no asistió a San Juan. Aunque como habilidoso como es, se esfume a tiempo. No es su culpa que los otros sean lerdos.
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