HEDELBERTO LOPEZ BLANCH
PUBLICADO POR: Hector García
CHINA O JAPON
Con la crisis que atraviesa Japón, segunda economía mundial, puede suceder que China, tercer lugar tras desplazar al cuarto puesto a Alemania, alcance o se sitúe muy cerca de la nación nipona a fines de 2009.
El pasado año, según datos del Fondo Monetario Internacional, Japón alcanzó un Producto Interno Bruto de 4 867 billones de dólares, mientras China le seguía con 3 942 billones. Para este año, según pronósticos del FMI, realizados antes del recrudecimiento de la crisis internacional, la cifra se reduciría pues el primero llegaría a 5 027 billones y el segundo a 4 430 billones.
Al analizar ambas economías, se observa que las proyecciones hechas por varios organismos e instituciones como el Morgan Stanley Asia y el Servicio de Estudios BBVA española dan por sentado un crecimiento este año para China entre 5,5 % y 8 %.
El BBVA asegura que a pesar de la recesión, el PIB será de 8 % en 2009 porque el gobierno del gigante asiático ha dado un enorme impulso fiscal, tiene amplio margen en política monetaria y ha encaminado mejoras institucionales
Sin dormirse en los laureles, Beijing dio una rápida respuesta al deterioro de las condiciones financieras y económicas padecidos en el mundo al entregar paquetes de estímulos fiscales con el objetivo de impulsar el gasto en infraestructuras y reanimar los sectores de la construcción e inmobiliario..
Desde octubre último, China ha adoptado varias medidas para reactivar la demanda interna e incrementar la inversión, incluido un plan de estímulo por 4 billones de yuanes (585.500 millones de dólares), para impulsar el consumo de electrodomésticos en zonas rurales y planes de apoyo a las industrias clave.
Asimismo, decretó una amplio gasto en reforma sanitaria para garantizar la atención médica de todos los ciudadanos.
En los últimos días, tres altos funcionarios chinos se han referido a las proyecciones económicas para 2009.
El primer ministro, Wen Jiabao, aunque afirmó que este año será el más difícil del siglo para su país, debido a la crisis global, enfatizó que China está lista para enfrentar las dificultades pues tiene condiciones y capacidad para hacerlo y alcanzar 8 % de crecimiento. Entre los objetivos está crear este año nueve millones de empleos en las ciudades y aumentar el presupuesto de las autoridades locales en 25 %.
Li Yining, miembro del XI Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, máximo órgano asesor político expresó que Beijing es capaz de acelerar su ritmo hasta 8 % o más este año, y que es muy probable que la economía del país se recupere antes que las demás principales economías del mundo.
Li puntualizó que la desaceleración económica está comenzando a tocar fondo por lo que en breve se encaminará hacia una recuperación, con apoyo de la inversión gubernamental.
El ministro de Comercio chino, Chen Deming, dijo que no le preocupaba el PIB porque se mantendrá en un alto nivel, sino la creación de nuevos empleos para lo cual trabaja arduamente el gobierno.
Indicó que los retos de China no son tan complicados como los de otros países, y el enfoque dado en la expansión de la demanda interna podría fomentar el crecimiento en el futuro, por mucho que sus exportaciones dependan de la demanda externa.
En cambio a Japón lo golpea fuertemente la crisis global y lo tiene sumido en la recesión más grande que ha padecido en los últimos 35 años la cual provocó una caída del 12,7 % del PIB en el trimestre de octubre a diciembre de 2008.
Las dos causas fundamentales de este declive se deben al descenso de las exportaciones de la que depende la economía nipona y a la par del consumo interno.
En enero pasado, las exportaciones se redujeron en un 45,7 % principalmente por la reducción en las ventas de automóviles de las compañías Honda que contrajo su producción en 33,5 %, Toyota, 39 %, Mitsubishi, 53,9 %, Nissan, 54 % y Mazda, 62,7 %.
Otro sector que forma la columna vertebral de la economía japonesa, la industria electrónica también sufrió una gran contracción en sus ventas al exterior con la consecuente pérdida de más de 80 000 empleos que han afectado a la población.
Tokio, que tradicionalmente ha tenido un superávit comercial positivo con sus principales socios, en los últimos cinco meses cayo en 93 % con respecto a la Unión Europea y 75 % con Estados Unidos.
El despido masivo de cientos de miles de empleados ha disminuido el poder adquisitivo de la población y a la par ha contraído el consumo interno, otro de los pilares de la economía.
Las proyecciones no son nada halagüeñas para Japón, arrastrado por la crisis económica que atraviesa Washington y que a este le impiden importar grandes cantidades de productos nipones. Se prevé que este año el PIB de Tokio será cero o aún menor.
Ante esas circunstancias todo hace indicar que China recortará este año la diferencia que le separa de la segunda economía mayor del mundo o hasta llegar a alcanzarla.
martes, marzo 17, 2009
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