lunes, marzo 02, 2009

REUNION EN LA SECCION DE INTERESES DE ESTADOS UNIDOS EN CUBA

PUBLICADO POR: Frank Díaz Rey
AFRICANIDAD: ESTADOS UNIDOS Y CUBA

Por: María I. Faguaga Iglesias

Historiadora y Antropóloga





La Habana.- En la tarde-noche del pasado viernes, 28 de febrero, diplomáticos de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, con sus colegas de otros países, y un grupo de opositores cubanos se dieron cita en la residencia del Sr. Jonathan D. Farrar, Jefe de la sede del gobierno de Washington en la capital cubana, quien invito a un cóctel y un espectáculo cultural con motivo de la culminación del mes que en su país se dedica a la historia afroestadounidense.



Lo que en sus inicios, año 1996, fuera una semana, actualmente alcanza un mes, destacó Farrar en las palabras inaugurales. Subrayó lo “especial” de esta celebración, pues lo que “para todos parecía un sueño”, la llegada a la presidencia de un afroestadounidense, se realizó con la presencia del joven abogado Barack H. Obama, quien ha iniciado su mandato precisamente el año del bicentenario de Abraham Lincoln, al que en política toma como su modelo.



Aunque la velada fuera organizada con la intencionalidad de servir de “puente cultural”, según palabras de su conductor, el periodista excarcelado del grupo de “los 75”, Jorge Olivera, la idea parece no haber agradado a las autoridades cubanas. Refirió el propio Olivera que, “dos horas antes” de que se debieran presentar los músicos cubanos que interpretarían obras cubanas y estadounidenses, así como el grupo de bailarines que tendrían a su cargo las danzas folklóricas, fueron comunicados por la Seguridad del Estado de que no debían participar, debiendo ajustarse la programación.



Poemas de afrocuban@s y afroestadounidenses, escritos en la década del 20 (S. XX), cuando afloró el movimiento de la Negritud con su reivindicación cultural, extensiva a lo político, de lo negro ---características culturales, fisonómicas, fundamentos éticos, etc.---, y otros de la contemporaneidad pero igualmente demandantes y rehabilitadores, constituyeron el centro de la presentación.



Cuban@s, estadounidenses, colombianos y puertorriqueñ@s tuvieron a su cargo las lecturas. El sonero llanto yoruba del cubano Nicolás Guillén se dio la mano con el redentor grito del estadounidense Langston Hughes, “el hermano oscuro” al que “hacen comer en la cocina”, pero que tiene conciencia de que él también es América. Más cercana en el tiempo, Maya Angelou, verdadera feminista negra, nos recordaba a sus semejantes afrocubanas que, a pesar de las mentiras con las que nos inscriben en la historia, es preciso levantarse, y nuestra coterránea. Nancy Morejón, nos conducía en retrospectiva o, tal vez, en introspección, hacia el pasado de dolor de las abuelas negras, africanas, arrancadas de su tierra natal. De la pluma del boricua Luis Palés Matos ---tan “acuarelista de la poesía antillana” como nuestro Luis Carbonell--- nos llegaba el recordatorio del pueblo nuevo que somos, con “una mitad española / y otra mitad africana”.



Matizada la lectura con la intervención de bailarines colombianos, Olivera aludió a la expresión de la Negritud en Harlem, Víctor Domínguez lo hizo respecto a Cuba, y Lucas Gálvez se detuvo en los orígenes diferenciados del asociacionismo de las poblaciones negras en EE.UU. y en Cuba. Deja pensando la afirmación de Gálvez respecto a que, en los últimos 50 años, lo que en Cuba sobreviven son rezagos de la antaño discriminación racial antinegra; las condiciones económicas de la mayoría de la población negra, y la asimetría de orden racial en la distribución del poder en la Isla ---entre otros indicadores--- revelan la no muy velada existencia de racismo.



En palabras del Sr. J. Farrar, este es año propicio para que los estadounidenses busquen en las experiencias de “sus vecinos” afroamericanos. Razón por la cual, quizás, en esta oportunidad las “voces y cantos” de Harlem y La Habana, pasaron por Colombia y Puerto Rico. Quedaron sin respuestas, no obstante, las dos preguntas que aparecían en la portada del programa: “¿Qué somos?” y “¿Hacia donde vamos?” Ambas, demasiado abarcadoras para ser respondidas en un breve encuentro de esa naturaleza. Encontrarnos, fue ya una manera de acercarnos y, acaso, un primer paso en el camino del conocimiento mutuo, única manera de intentar saber, unos y otros, cuáles pudieran ser los posibles destinos que se proyectan, y cuáles los que se vislumbran viables.



La Habana, lunes 2 de Marzo de 2009.-

1:21 a.m.-

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