"FREDY ILANGA: EL TRADUCTOR DEL CHE

FREDDY ILANGA: EL TRADUCTOR DEL CHE
Por: Maria I. Faguaga Iglesias
Directora del Programa de Dialogo Inter-cultural e Inter-religioso de CEHILA-Cuba (Comision para el Estudio de la Historia de la Iglesia en Latinoamerica)

La Habana.- "Freddy Ilanga: el traductor del Che", es el titulo con el cual la realizadora sudafricana blanca Katrin Hansing identifico el documental que trajo a concurso en la actual 31 edicion del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, efectuandose en La Habana desde el dia 4 y hasta el 13 de diciembre.

En presencia de la hija y del hijo, de la nuera y de la cunada de Freddy Ilanga, de alguna cubana que cursara con el la carrera de medicina, de otros que coincidieran en sus esfuerzos porque en Cuba se conociera realmente a Africa, mas alla del folklor y de las guerras, de cineastas y de curiosos, en apenas 24 minutos Hansing, "conmovida de estar aqui" donde cinco anos atras naciera este proyecto, nos revelo al hombre en su dimension mas intima, en sus vulnerabilidades y fortalezas, en su lado humano.

El Freddy que reconocia que en sus primeros encuentros con Ernesto Guevara, en la selva congolena, durante los anos '60, hubiera preferido estar lejos "del blanquito ese". El que admitia haber ido a los trajines guerrilleros sin conciencia. El que no sabia los verdaderos motivos por los cuales era enviado a Cuba, donde aprendio espanol, curso la escuela primaria y llego a ser un importante neurocirujano, autorreconocido como "medico de familia" antes de que existieran, porque muchos entre sus vecinos, del modestisimo reparto habanero Antonio Guiteras, no practicaban las indicaciones de otros medicos antes de consultarles a el. Ese Freddy, en pantalla, coincide con el que admitia extranar a su familia congolena, a la que nunca mas tuvo oportunidad de ver; con el que abuso alguna vez del alcohol intentando hallar fuerzas para continuar sin enloquecer, que consiguio estabilidad con su matrimonio, con el nacimiento de su hija e hijo y, como tantos seres arrancados de sus espacios de oriundez, intentando olvidar, levantando muros a la etapa anterior de su vida.

Hansing no se propuso hacer un filme de alto vuelo artistico. Ella es antropologa, no cineasta, aunque nos presenta un trabajo que a los ojos de los espectadores nos resulta bien manufacturado, dinamico y conmovedor. Como Freddy, ella es africana. Como el que fuera adolescente-guerrillero-traductor devenido en cientifico, conoce bien a los cubanos, entre quienes ha vivido y trabajado en sus dos centros mas multitudinarios, en sus dos muestrarios humanos posiblemente mas plurales: La Habana y Miami. En su rol de realizadora, Katrin Hansing no se propuso mostrar tanto al hombre vinculado al mitico guerrillero Ernesto Guevara. "Para mi ---dijo--- es un documental mucho mas sobre el tema de la separacion familiar, y sobre todo del dolor de la separacion familiar, que (...) mucha gente tiene que vivir (...) y tambien es un tema muy cubano", preciso, con la sensibilidad de quien conoce las dos orillas de uno de los dramas de esta Isla.

En La Habana Hansing hallo al protagonista de su historia, al que llego a considerar como "un papa". En Miami, en la Isla, por otras partes del mundo, hallo a personas "con mucho amor y mucha pasion", sensibilizadas con la necesidad de ayudar a encontrar los recursos economicos para que el congoles, tras cuarenta anos de estancia cubana, pudiera retornar a su pais, reencontrarse con su anciana madre, con los hermanos conocidos y con los que llegaron tras su partida, con los mas de cincuenta sobrinos que solo conocio por fotos.

El reencuentro no pudo darse. Freddy Ilanga temia por la muerte de la madre, a la que admiraba, pues muy anciana y muy pobre habia adoptado a cuatro pequenos huerfanos, la senora que reunia trabajosamente sus centavos para una vez por mes telefonearle a Cuba, alcanzandole el dinero solo para pagar ocho minutos que le permitieran poder escuchar la voz de su hijo, luego de mas de tres decadas sin saber de el. Pero, apenas antes del viaje de retorno, fallecia Freddy, atesorando la esperanza de volver a su pais para ayudar a su gente.

Era la tarde del miercoles 9 de diciembre. En la sala 1 del multicine Infanta se esfumo de la pantalla la imagen de Freddy Ilanga. Aparecieron los creditos. Mientras leemos algunos nombres de cubanos conocidos, el recuerdo de Freddy evoca la tragedia de tantos africanos y africanas traidos por siglos a estas tierras, tambien sin conciencia, y que nunca pudieron retornar. Aqui estamos sus hijos y nietos, sus descendientes todos, sin saber un lugar donde dirigirnos tras el rastro de una parte de nosotros, ignorando una familia africana que procurar, a fuerza de un muro que alguna vez les levantaran otros, y que heredamos nosotros.

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