PUBLICADO POR: Frank Díaz Rey
From: Fernando Ravsberg
Thursday, December 10, 2009 8:27 AM
Subject: Fernando Ravsberg
¡Tú estás totalmente equivocado!
Fernando Ravsberg | 2009-12-10, 12:21
Llegamos al post número 100 y aún estamos vivos, lo cual es ya de por si un éxito teniendo en cuenta que nos hemos metido con casi todo el mundo. De todas formas nuestro objetivo nunca fue despertar simpatías sino hablar en profundidad de Cuba.
Unas semanas antes de que salieran las primeras 5 notas de prueba, le comenté a un funcionario de gobierno el proyecto. Como si le hubiera dicho que me dedicaría al tráfico de drogas, me respondió desconsolado: "¿tú también te vas a meter en eso?".
Para ellos los blogs son el arma más moderna que utiliza "el enemigo" contra la Revolución. Nosotros, en cambio, lo vemos como un formato que nos permite abarcar informaciones de Cuba que consideramos valiosas aun cuando no sean "noticias".
Pero el nerviosismo también se debe a que algunos desean "cortarme las alas". Desde hace años las autoridades competentes me prohíben colaborar con ningún otro medio que no sea la BBC, y son especialmente estrictos respecto a los canales de TV.
Lo curioso es que la contraparte también se equivocó. Apenas salió el blog, la sede diplomática de EE.UU. en La Habana lo reprodujo en su boletín. Sin embargo, pronto la tijera de la censura eliminó algunas de las notas más "criticas" a Washington.
La Santa Iglesia Católica me hizo saber de manera informal y nada "inquisitiva" que algunos de mis textos no le parecían objetivos. Se refirieron en concreto a uno en el que reflejé el criterio del clero sobre los derechos de los homosexuales.
Estos y otros rechazos me permitieron comprender mejor al dramaturgo francés Pierre Augustin Beaumarchais cuando expresó que "mientras no escriba sobre el gobierno, la religión, la política, y otras instituciones, soy libre de escribir cualquier cosa".
En tanto, los debates dentro del blog alcanzaban cotas de apasionamiento típicamente cubano, a tal grado que no nos quedó más remedio que pedir un poco más de civilidad y dejamos de publicar algunas opiniones amenazantes, agresivas o injuriosas.
Una de las que no publicamos provenía de un emigrado, férreo crítico de la falta libertad de expresión en Cuba. En ella proponía organizar una especie de acto de repudio cibernético para eliminar del blog a uno de los defensores de la Revolución.
Curiosamente poco después, la víctima de tal propuesta descalificaba a otro de los participantes acusándolo -sin presentar ninguna prueba- de recibir dinero de organizaciones anticastristas para escribir en el blog atacando al gobierno cubano.
El intelectual estadounidense Noam Chomski expresó una idea que resulta esencial para abordar este tema: "Si no creemos en la libertad de expresión para la gente que despreciamos, no creemos en ella para nada". Lo contrario es pura demagogia.
La cultura del debate no está muy extendida entre los cubanos y no se trata de una característica nueva. Una década antes de que Fidel Castro bajara de la Sierra Maestra, una revista de EE.UU. publicaba una aguda sátira sobre la idiosincrasia nacional.
En ella recomendaban no debatir con estos isleños porque "la lógica implica razonamiento y mesura, y los cubanos son hiperbólicos y desmesurados. Cuando discuten, no dicen 'no estoy de acuerdo con usted', dicen 'usted está completa y totalmente equivocado'".
Leyendo algunos comentarios he pensado que el objetivo fundamental del que lo escribió es "ganar la discusión", es "imponerse al otro". Y en ese afán hay quienes han apelado a desprestigiar, ridiculizar, descalificar e incluso amenazar.
Armas que tal vez sirvan para "vencer" pero que resultan totalmente inútiles para "convencer". Porque la verdadera cultura del debate sólo puede existir cuando somos capaces de intercambiar opiniones con aquellos que perciben el mundo de forma diferente.
Por muy desagradable que nos resulte hablar con el "enemigo ideológico", es un acto enriquecedor en un doble sentido. Nos da la posibilidad única de influirlo con nuestros criterios y nos permite a la vez ser influidos por nuevos puntos de vista.
La mejor forma de demostrar que somos defensores de la libertad de expresión es cultivándola entre nosotros mismos. Es sencillo, sólo se trata de hablar con respeto, oír al otro, rebatir sus argumentos sin agredirlo y, sobre todo, no excluir a nadie.
Sabemos que en los blogs de una y otra parte se censuran las ideas políticas contrarias. Nuestro compromiso es seguir abiertos a todos, haciendo realidad la idea de Voltaire: "No estoy de acuerdo con lo que dices, pero daría mi vida por tu derecho a expresarlo".
jueves, diciembre 10, 2009
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