Al enterarme de los últimos acontecimientos relacionados con las relaciones con nuestro hermano país Colombia, vienen a la mente una serie de situaciones, que corresponden a un supuesto plan imperialista, de nuestro vecino del norte: EEUU
Es pensar que casi todo lo que sucede en nuestro continente tiene que ver con estrategias planeadas por los grandes equipos de sociólogos, economistas, perros de la guerra, los cuales a trabes de las agencias de inteligencia influyen en estos gobiernos, complacientes y sumisos para lograr lo que más convenga a los intereses norteamericanos.
Habría que determinar, cuáles serían los objetivos, primordiales del imperialismo yanqui en esta región y entre ellos distinguir cuál sería el de máxima importancia para los intereses norteamericanos. Es indudable que entre todos los objetivos a mediano y a largo plazo sobresale uno que esta por encima de todos los demás y sencillamente este tiene que ser la solución de su problema energético, en los próximos años. Problema que para la economía yanqui tiene que estar en primer plano, puesto que el mismo constituye una traba fundamental para el desarrollo capitalista en este siglo. La energía como ariete, que impulse a la gran maquinaria industrial, donde destaca la de la guerra, para intentar dominar al resto del mundo.
Por esta razón, se tiene que concluir, que a los Estados Unidos le viene como perla un conflicto entre Venezuela y Colombia, no se puede dejar de lado las verdaderas intenciones del plan Colombia. Cuando los EEUU donaron una cantidad de tanques de guerra de última generación al gobierno del hermano país, dentro de lo que ellos llamaron su contribución a la lucha contra el narcotráfico. Esa excusa no se puede corresponder con la realidad geopolítica de la región, puesto que ese tipo de armamento no se adapta a esa lucha, sino que corresponde mas a confrontaciones abiertas entre ejércitos tradicionales, como son los que existen en nuestros países y no para combatir un problema estructural como el narcotráfico.
Lamentablemente los gringos conocen de sobra el mapa geológico de nuestra Venezuela, gracias entre otras cosa al trabajo lacayo y traidor de la empresa INTESA, cerebro de PDVSA, durante la cuarta república, hasta la verdadera nacionalización de la industria petrolera en el 2002. Ellos saben que en el golfo de Venezuela existen reservas de petróleo y gas suficiente como para resolverles el problema para las próximas décadas. En dicho golfo existe un diferendo sobre la soberanía entre nosotros y la hermana república, de ese territorio, lo cual lo hace vulnerable a las apetencias imperialista, que no dudarán en utilizar al gobierno lacayo de Álvaro Uribe para lograr sus propósitos. Pensar que los gringos van a estar buscando a un “pájaro azul” en lejanas tierras si tienen el más hermoso en el traspatio de su casa, es un garrafal error. Estos planteamientos nos tienen que impulsar a pensar que la mejor estrategia que podamos tener ante tales pretensiones, es la creación de una verdadera conciencia Bolivariana, donde los pueblos de América latina estemos unidos, con conciencia de que nuestro verdadero enemigo lo constituyen las pretensiones imperialistas, de dominación de estas tierras, por parte de los EEUU.
Jouseff Kan
Joukap1@hotmail.com
25/11/07
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