PUEBLO HONDUREÑO ESPERO PACIENTEMENTE AL PRESIDENTE CHAVEZ

PRENSA PRESIDENCIAL DE VENEZUELA
PUBLICADO POR: Frank Díaz Rey

CAMINO

Pueblo hondureño esperó pacientemente al presidente Chávez
América Latina está dando los primeros pasos para su integración
No estaba planificado que el presidente Chávez sostuviera encuentros con el pueblo hondureño y sintiera su calor, pero fue tanta la insistencia que el jefe de Estado accedió y ofreció un corto pero significativo discurso, donde dejó claro que el camino de la unidad y la integración está en manos de los pueblos
Prensa Presidencial (15.01.08) Tegucigalpa, Honduras Tras largas horas de espera, el pueblo hondureño pudo escuchar al presidente Hugo Chávez, quien le dijo que tenemos una gran tarea por delante: construir la Patria grande que Bolívar y Morazán soñaron.
Los minutos y los segundos parecieron transcurrir lentamente desde el instante en que el presidente Hugo Chávez arribó a Honduras y fue recibido, no sólo por su homólogo, Manuel Zelaya, sino por el calor de un pueblo que le gritaba consignas y voces revolucionarias tales como: “¡El pueblo unido jamás será vencido!”, entre otras que no podemos señalar por contener palabras execradas por la Real Academia Española.
A su llegada al Palacio José Cecilio del Valle, sede del Gobierno hondureño, el jefe de Estado también fue recibido por ese calor de pueblo, y no pudo evitar romper con el protocolo de rigor y acercarse a saludar al pueblo catracho que lo esperaba impaciente desde tempranas horas de la mañana.
Esa muchedumbre fue paciente y esperó bajo el inclemente sol —que quemaba hasta la piel de un caimán— a que el presidente Chávez se reuniera en privado con el mandatario de la nación centroamericana Manuel Zelaya.
Además, antes de reunirse y conversar sobre temas de importancia para Venezuela y Honduras, el mandatario venezolano fue recibido por los tambores de las costas de este país, así como por un grupo de danzas típicas hondureñas. Hasta simuló tocar tambores el presidente Chávez, mientras los ojos de los presentes se quedaban ensimismados al ver a un hombre que a pesar de su investidura deja claro que no ha dejado de ser pueblo y que es representación digna de éste.
Y mientras las horas pasaban y los catrachos esperaban con la paciencia de un sabio griego; Manuel Zelaya y Hugo Chávez hablaban de los beneficios que traerá para Honduras su inclusión en Petrocaribe, así como de la integración de los pueblos de Latinoamérica.
A sentir el calor del pueblo hondureño
Luego de dialogar por cerca de tres horas, Zelaya y Chávez tuvieron un pequeño encuentro con la prensa hondureña e internacional —mientras el pueblo no se iba sin antes escuchar al presidente Chávez—, encuentro donde ambos mandatarios dejaron claro que la intención es seguir trabajando por la unidad de los pueblos, unidad que pasa por los caminos de la cooperación y la solidaridad.
El encuentro con la prensa fue corto, y en éste el presidente Chávez dejó claro que la intención de Venezuela es cooperar con los países hermanos de América Latina en alcanzar el pleno desarrollo, además de luchar contra la pobreza y la miseria.
Y apenas concluyó el encuentro con la prensa el presidente Hugo Chávez —denominado por Manuel Zelaya como el más digno y valiente representante de Bolívar— se acercó a la multitud agolpada en el estacionamiento del Palacio de Gobierno desde tempranas horas de este 15 de enero.
Fue claro, conciso y sin rodeos al decirle a ese pueblo que el gran compromiso que tenemos por delante en América Latina es construir la patria que tanto deseamos, una patria verdaderamente libre, mientras el pueblo hondureño presente en un acto de masas no programado escuchaba extasiado y gritaba consignas a favor de la unidad de los pueblos.
Recordó que Bolívar y Morazán fueron traicionados en su intento por la unidad de los pueblos de América Latina; y recordó a José Martí, quien aseguró que el proyecto de patria sólo es posible cuando este es impuesto por la muchedumbre, por los pueblos.
Y dejó claro que para lograr la unidad, la libertad y la grandeza de nuestra patria, es necesario que los pueblos tomen conciencia de que sólo será posible la construcción de la Patria grande, esa que Bolívar y Morazán soñaron, cuando ellos impongan el proyecto de patria. Ese que ya está comenzando a imponerse, porque se están dando los primeros pasos de la unidad y la integración de América Latina.
Y luego de quince minutos el presidente Chávez se despidió de ese pueblo y recibió con gratitud la cena que en su honor ofrecía su homólogo hondureño, Manuel Zelaya. Minutos después, al partir del palacio de Gobierno, ese pueblo aún estaba agolpado en los alrededores de la sede gubernamental para despedirse de un hombre que es considerado un líder mundial, un hombre que ha despertado la conciencia de los pueblos. (Juan Carlos Pérez D. /FIN)