From: Pica
To: especial@listas2.cult.cu
Sent: Friday, April 30, 2010 1:55 PM
Subject: [especial] Boletin Boletin Especial CUBARTE (Año 1 Número 3)
Año 1 Número 3 | Fecha 2010-04-30
TITULARES
ACOSO CONTRA CUBA
NOTA A LOS LECTORES
NOTICIA Y NO-NOTICIA por Alfredo Guevara
CIBERBESTIARIO. CONVERSACIONES CON LA BLOGUERA YOANI SÁNCHEZ
ELOGIOS SELECTIVOS, INDIGNACIÓN SELECTIVA por Emily J. Kirk, John M. Kirk y Norman Girvan
CUI PRODEST por Rafael de Aguila
¿CIBERDISIDENTES O CIBERCONTROLADORES? por Y.P. Fernández
AUN QUEDAN MÁS CAPÍTULOS, MR. LATELL. por Néstor García Iturbe
LA TRAMA IMPERIAL CONTRA CUBA por Stella Calloni
MI CUBA ENTRE LA VERDAD, LAS CONSPIRACIONES Y LOS FALSOS DISIDENTES por Gianni Minà
"LAS DAMAS DE BLANCO SON UN MONTAJE ESCENOGRÁFICO" por Fernando Arrizado Vieiros
ACOSO CONTRA CUBA
NOTA A LOS LECTORES
Cuba continúa siendo objeto de una feroz campaña mediática desatada por los centros de poder hegemónicos de los Estados Unidos y la Unión Europea, en el vano intento de derrotar a la Revolución Cubana. El Portal Cubarte les presenta su tercer boletín especial con una selección de materiales provenientes de fuentes y autores diversos, los cuales desde ópticas propias y disímiles, contribuyen a desmontar esta descomunal operación política y mediática, desnudando sus falacias, sacando a la luz sus verdaderos objetivos, oponiendo a las falsedades, mentiras, desinformación y omisiones de la contrarrevolución interna y externa hechos y verdades contundentes.
Estos textos pueden ser reproducidos libremente, siempre que sea sin fines comerciales y se cite la fuente. Las opiniones de los autores no tienen necesariamente que coincidir con las del Consejo Editorial del Boletín.
Fuente: Cubarte
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NOTICIA Y NO-NOTICIA
por Alfredo Guevara
Desde hace varias semanas mi país y revolución, este proyecto de justicia, elevación del nivel de instrucción y que va siendo de formación intelectual con un millón de universitarios, está cercado por un barraje de noticias calumniosas, desinformantes y sobredimensionadas hasta influir o servir de pretexto a medidas de arbitraria extensión del embargo-bloqueo norteamericano que sufre nuestro pueblo desde hace tantas décadas; la mayor parte de la ciudadanía nació en este periodo. No hay modo de comprender si no lo situamos en términos de voluntad hegemónica y subyacente psicología imperial, si no lo situamos en términos de intereses político ideológicos cavernarios, que países y dirigentes que se suponen informados y cultos esgriman los pretextos que les entrega el imperio norteamericano y esos centros de poder de autónoma apariencia, sirviéndose de los Medios de Comunicación (no de información) que en redes envuelven el planeta.
Todos sabemos que una campaña de descrédito, no importa el grado de agresividad y vulgaridad que alcance si va dirigido desde esos pocos pero aplastantemente poderosos centros que controlan toda la prensa y otros medios de comunicación y buena parte de Internet, todos sabemos, que será campaña efectiva, es decir confundidora y que usurpará las fuentes de información asesinando el principio que estas debiesen tener, es decir, hacer reinar el principio de la diversidad.
Los que no son propiedad de Murdoch, Time-Warner, Disney, del City Group o de otras multinacionales monopólicas quedan obligados, ante tanto poder, a seguir líneas que fueron planeadas a sus espaldas y que acaso le son ajenas. La deontología de la comunicación resulta barrida de los Medios y de la Información y al ser esta casi inexistente es aún menos visible. Las redes, al mundializar la comunicación, no dejan espacio apenas para esa diversidad asesinada que permitiría una autodefensa eficaz o que la haría siquiera medianamente posible.
Un país como Cuba, en efervescencia revolucionaria, la visible, a un ritmo que puede ser o no convincente pero que se empeña en avanzar con prudencia y tiene razones para hacerlo y la invisible que va construyéndose rostro en las nuevas generaciones, que indefectiblemente y desde dentro, continuarán y perfeccionarán la Revolución social, de vocación Socialista, profundizando y extendiendo esa dimensión que es en esencia y clave ética, la dignidad de la persona, una a una y solo después, colectividad, asociación, Sociedad; y solo a veces, cuando necesario, muchedumbre, masa, o como quiera llamársele.
El cerco mediático, la calumnia y el odio que infecta prensa y redes no pueden ser minimizados. Tendrían que encontrar respuesta y la intentamos, pero esa prensa servil casi toda con conciencia de serlo, otra condicionada, obligada a ser mimética dado que debe cubrir espacios perentoriamente y en términos de competencia, no será nunca o solo esquivamente capaz de darnos voz. A nosotros, o a quienes como marea incontenible protagonizan en otras latitudes el renacimiento de la izquierda y del proyecto socialista nos la niegan. Y es por eso que indefectiblemente debemos buscar y encontrar otros caminos. Tele-Sur, uno, pero aún insuficiente y solitario
Somos ahora los más golpeados pero es la izquierda latinoamericana toda, objeto obsesivo, sistemático, de burdas mentiras y alambicadas calumnias en las que el descaro y el enmascaramiento se conjugan. Al recibirlas a través de tan repetitivos y sofisticados Medios, sean de prensa sean del ciberespacio puede caerse en la trampa de aceptar casi como parte de rutina lo que los Medios entregan. El ritmo acelerado de la vida y el de la información llevan a olvidar no pocas veces que todo mensaje directa o indirectamente relacionado con política o ideología es irradiado desde un solo punto aunque sea expresado de mil maneras.
Tres o cuatro Monopolios Transnacionales tienen control suficiente para hacerlo y están orgánicamente ligados al Imperio norteamericano, a sus líneas estratégicas y a sus finanzas. Todo les une, no hay fisura. Estamos ante la guerra psicológica que subyace bajo la coquetería palabreril. La Revolución Bolivariana, Venezuela entonces, Ecuador, Nicaragua, Bolivia y según se acercan a ese espíritu libertados identitario y económico, países y países de América Latina son sometidos a ese golpeo mediático destinado a deformar la imagen real ante una opinión pública que no tiene opciones. El cerco va cerrándose también en Internet. Es guerra de la información entendida y teorizada por el Imperio como guerra psicológica.
Un ejemplo en marcha subraya y debiese servir de evidencia. El Gobierno australiano fijó reglas del juego a Google limitando su operatividad en función de los intereses del país. No es noticia especial. China ha hecho otro tanto y la prensa mundial sin excepciones califica el ejercicio de sus derechos como censura, abuso, perjuicio y etcétera, etcétera. He aquí ejemplo de Noticia y No-Noticia. Tal y como la campaña mediática anti-cubana que ocupa tanto espacio que nada quedó en estos días no ya para denunciar, o para reseñar tan solo el asesinato de periodistas en Honduras. Noticia y No-Noticia nuevamente como cada día.
Esas grandes monopolísticas agencias de desinformación no muestran, como parece ya casi natural, interés alguno por la muerte en huelga de hambre de un joven estudiante prisionero en una cárcel de Buenos Aires. La muerte de un ser humano, por un motivo u otro y con mayor razón si en huelga de hambre, no puede sino turbar la conciencia del eventual receptor de noticia y entonces, a partir de la información, se preguntará por qué, cómo, qué significación; y podrá así formar criterio. Los grandes Medios y su Internet nada han reflejado de esa muerte en huelga de hambre; ese ser humano carece de importancia. Se quita la vida en marco de protesta en una prisión de Buenos Aires, ciudad federal, con gobierno propio. Esa muerte probablemente tendría otra significación y provocaría acaso otras reacciones y magnificaciones y quién sabe de qué dimensión, si se tratase de igual suceso en áreas en que pudiese pedirse responsabilidad al Gobierno Central y a la Sra. Kirchner.
Es que para esa “gran prensa”, de grandeza inmoral, existe y rige un Código despreciable: Noticia y No-Noticia. Solo es Noticia en ciertos casos aquella que sirve a prolongar de un modo u otro el poder imperial y a dar imagen humanitarista al capitalismo salvaje, del que esos Monopolios de la información son parte y en la guerra psicológica instrumentos. Y debe subrayarse, de guerra psicológica instrumentos.
Noticia y no-noticia esa es la clave.
Fuente: La Jiribilla
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CIBERBESTIARIO. CONVERSACIONES CON LA BLOGUERA YOANI SÁNCHEZ
Ciberbestiario
Hay fuertes relaciones entre Cuba y EE.UU. Se juega al béisbol en ambos países.
El investigador francés Salim Lamrani ha publicado en el diario Rebelión una reveladora entrevista con la promocionada bloguera cubana Yoani Sánchez, cuyas declaraciones por momentos recuerdan los célebres galimatías de Bush y su proverbial ignorancia.
Adelantamos algunas perlas:
* (La Ley de Ajuste Cubano de EE.UU. contra Cuba no es injerencia porque) hay fuertes relaciones. Se juega al béisbol en Cuba como en Estados Unidos.
* Privatizar, no me gusta el término porque tiene una connotación peyorativa, pero poner en manos privadas, sí
* No diría que (el lobby fundamentalista de Miami, sic) son enemigos de la patria.
* Pensé que con lo que había aprendido en Suiza, podría cambiar las cosas regresando a Cuba.
* Estas personas que están a favor de las sanciones económicas (a la población de su país) no son anticubanas. Pienso que defienden a Cuba según sus propios criterios.
* (Los Cinco presos en Estados Unidos) no es un tema que interesa a la población. Es propaganda política.
* (El caso Posada Carriles) es un tema político que no interesa a la gente. Es una cortina de humo.
* (Los Cinco) El gobierno cubano dice que no desempeñaban actividades de espionaje sino que habían infiltrado a grupos cubanos para evitar actos terroristas. Pero el gobierno cubano siempre ha dicho que esos grupos estaban vinculados a Washington.
* Muchos escritores latinoamericanos merecían el premio Nobel de literatura más que Gabriel García Márquez.
* (Ya hubo una invasión de EE.UU. a Cuba) ¿Cuándo?
* Estados Unidos desea un cambio de gobierno en Cuba, pero es lo que deseo yo también.
* El régimen (de Batista que asesinó a 20 000 cubanos) era una dictadura pero había una libertad de prensa plural y abierta.
* Se ha presentado el financiamiento de la oposición por Estados Unidos como una realidad, lo que no es el caso… Podemos admitir que el hecho de financiar a una oposición es una prueba de injerencia.
* Cuba es una isla sui generis. Podemos crear un capitalismo sui generis.
Ver el texto completo de la conversación de Salim Lamrani y Yoani Sánchez en : http://www.cubadebate.cu/especiales/2010/04/17/ciberbestiario-la-entrevista-de-salim-lamrani-a-yoani-sanchez/.
Fuente: Cubadebate
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ELOGIOS SELECTIVOS, INDIGNACIÓN SELECTIVA
por Emily J. Kirk, John M. Kirk y Norman Girvan
El terremoto de enero de 2010 en Haití causó unas 230.000 muertes, dejó a 1,5 millones sin vivienda, y ha afectado directamente a 3 millones de haitianos - 1/3 de la población. El 31 de marzo, representantes de más de 50 gobiernos y organizaciones internacionales se reunieron en la Conferencia Internacional de Donantes para el Nuevo Futuro de Haití para prometer ayuda a largo plazo para la reconstrucción de ese país. En la conferencia, Cuba hizo lo que puede ser descrito como la promesa más ambiciosa e impresionante de todos los países - reconstruir todo el Servicio Nacional de Salud. Mientras los esfuerzos de otros gobiernos han sido elogiados, los de Cuba, sin embargo, han sido en gran parte ignorados por los medios.
El objetivo de la contribución de Cuba es reconstruir completamente el sistema de atención sanitaria de Haití - y hacerlo de manera sustentable. El nuevo sistema se basará en el modelo cubano, incluyendo atención sanitaria primaria, secundaria y terciaria, aparte del entrenamiento de más doctores haitianos en Cuba. En resumen:
El nivel primario incluirá 101 clínicas para tratar anualmente a unos 2,8 millones de pacientes, realizar 1,3 millones de operaciones de emergencia, asistir el nacimiento de 168.000 bebés, y suministrar 3 millones de vacunas.
El nivel secundario será suministrado por 30 hospitales comunitarios. Tendrán la capacidad de tratar a 2,1 millones de pacientes por año, y suministrarán 1 millón de operaciones de emergencia, 54.000 operaciones, 276.000 electrocardiogramas, 107.000 exámenes dentales, 144.000 ultrasonidos diagnósticos, y 487.000 exámenes de laboratorio. Además, debido a la gran cantidad de pacientes politraumatizados, 30 salas de rehabilitación serán incluidas en todo el país y suministrarán 2,4 millones de tratamientos terapéuticos para unos 520.000 pacientes.
El nivel terciario de atención sanitaria será asegurado por el Hospital Haitiano de Especialidades, que tendrá 80 especialistas cubanos. Contendrá varios departamentos clínicos, y será utilizado para la investigación y la enseñanza, así como para la capacitación ulterior de profesionales haitianos que reemplazarán gradualmente a los profesionales cubanos.
Finalmente, se suministrarán 312 becas médicas adicionales para que estudiantes haitianos estudien en Cuba.1
Lo que también es significativo es que no se trata sólo de ‘promesas’ de Cuba, sino más bien de un desarrollo de la ayuda médica que ha sido provista durante los últimos once años, y aumentada dramáticamente desde el terremoto. Una brigada médica cubana ha estado en Haití desde 1999 y tiene “una presencia en 127 de las 137 comunas de Haití, ha salvado 223.442 vidas, tratado a 14 millones de personas, realizado 225.000 operaciones y asistido el nacimiento de 109.000 bebés”.2 Además, gran parte del programa prometido ya ha sido implementado puesto que “después del terremoto, 23 de esos centros de atención primaria, 15 hospitales de referencia comunitaria y 21 salas de rehabilitación ya han sido establecidos y funcionan.”
El coste del programa cubano durante un período de diez años es calculado en 690,5 millones de dólares - utilizando el 50% de los precios internacionales para servicios de este tipo.3 Es una cantidad enorme para un pequeño país en desarrollo (población 11,2 millones); y además para un país que ha estado bajo un bloqueo económico paralizador de su poderoso vecino durante casi medio siglo.4 Es aún más notable si se le compara con los de otros gobiernos, particularmente los de países industrializados. Por ejemplo, la contribución de Cuba en relación a su PIB es 155 veces mayor que la de EE.UU., que prometió 1.150 millones de dólares.5 Entre otros países del G-7, Francia, la antigua potencia colonial, prometió 188,93 millones de dólares, Alemania 53,17 millones, Japón 75 millones, y Canadá 375,23 millones de dólares, mientras Italia y el Reino Unido, aunque no fueron específicamente mencionados, fueron probablemente incluidos en la promesa de 203,19 millones de dólares que fue hecha en nombre del grupo “UE Restante” de países.6
Por lo tanto, en términos absolutos, el valor monetario de la contribución de Cuba es casi 4 veces la de Francia, 12 veces la de Alemania, y casi el doble de la de Canadá. Por cierto, excluyendo a EEUU., la contribución de Cuba es más que el conjunto de las del resto de los países del G7, así como un 37% más que la contribución del Banco Mundial (479 millones de dólares). En total, 59 promesas fueron hechas por gobiernos, bloques regionales e instituciones financieras.
En otras palabras, mientras otros países prometen donar dinero, Cuba está creando activamente todo un sistema de atención sanitaria sustentable que tratará a un 75% de la población haitiana, 7 y salvará cientos de miles de vidas.
Y a pesar de ello, a pesar del extraordinario valor de ese compromiso, éste ha sido en gran parte ignorado por los principales medios estadounidenses.
Representación en los medios de la Conferencia de donantes para Haití de las Naciones Unidas, incluyendo las contribuciones de Cuba y de EE.UU.8
Medio Nº de publicaciones sobre la conferencia Publicaciones sobre contribuciones monetarias de EE.UU. Publicaciones sobre la Conferencia que mencionan a Cuba
CNN 8 3 0
New York Times 8 3 0
Boston Globe 3 1 0
Washintong Post 12 7 0
Miami Herald 11 8 0
Total 38 22 1
Como podemos ver, de 38 publicaciones sobre la Conferencia de donantes para Haití en cinco importantes medios de EE.UU. en los diez días después de la Conferencia, sólo uno mencionó la contribución cubana -y eso brevemente. Además, CNN, New York Times, Boston Globe , y el Washington Post ignoraron enteramente la contribución cubana. La cantidad de la cobertura mediática es también instructiva en la indicación de la disminución gradual del interés de los medios después del desastre. Habiéndolo dicho, la Conferencia de donantes para Haití merecía evidentemente una amplia atención, al ser una importante reunión de algunos de los principales responsables de las tomas de decisiones del mundo -pero es notoria la escasa cantidad de publicaciones al respecto, y especialmente sobre la extraordinaria contribución de Cuba.
Además, nuestro análisis de los primeros cincuenta resultados en Google News para ‘United Nations Haiti Donor Conference’, generó sólo dos artículos que mencionaron el papel de Cuba. Uno se concentró en la rareza de que funcionarios cubanos y de EE.UU. trabajaran en conjunto. Al contrario, 31 de los 50 artículos discuten las contribuciones de países desarrollados en la conferencia de donantes, y 21 discuten específicamente la de EE.UU. -9 de los cuales mencionan los 1.150 millones prometidos por el gobierno de EE.UU.
Por cierto, un análisis del contenido de los artículos revela que su principal tema fue la importancia del papel de EE.UU. en la ayuda para Haití. La cantidad de dólares prometidos fue señalada repetidamente, y el esfuerzo de EE.UU. fue descrito a menudo como de igual (o mayor) importancia que el de las Naciones Unidas, según un artículo: “Las mayores contribuciones provinieron de EE.UU. y de la UE.”9 Incluso si se comparan los valores absolutos prometidos, esto es simplemente falso -ya que la promesa venezolana fue de 2.400 millones de dólares. Otro artículo escoge a EE.UU., y explica “Más de 140 naciones, incluyendo a EE.UU., han suministrado ayuda inmediata y socorro a millones de haitianos,”10 y en la cobertura en los medios EE.UU. encabezó consistentemente la lista de países contribuyentes. Otro artículo menciona que EE.UU. tiene un papel más importante que las Naciones Unidas, y señala que “Los amigos de Haití, como los llaman -incluyen a EE.UU., Francia, Brasil, Canadá, la ONU y la Cruz Roja.”11 Resumiendo, mientras los esfuerzos de ayuda en Haití fueron/son un asunto internacional, los medios se han concentrado en gran parte en contribuciones hechas por EE.UU.
Otro tema común en la cobertura fue la falta de ayuda de otros países. Por lo tanto, cuando no se elogió la ayuda de EE.UU., la de otros países fue denigrada. Como señala un artículo: “EE.UU. prometió 1.150 millones de dólares, aparte de los 900 millones que ya ha dado… En comparación, China prometió 1,5 millones, sí, así es, millones con una “m” - aparte de los 14 millones de dólares que ya ha dado.”12 Por lo tanto, existe un patrón consistente de representación desproporcionadamente positiva por los medios del rol de EE.UU., que subraya la promesa misma e ignora manifiestamente la importante contribución cubana.
Existe un dramático contraste entre el encubrimiento de la extraordinaria contribución de Cuba a Haití por los medios dominantes de EE.UU. y la enorme atención de los mismos medios a los supuestos abusos de los derechos humanos en ese país. Literalmente han aparecido docenas de artículos sobre este tema en las últimas semanas. De particular interés para los medios fue la muerte de Orlando Zapata Tamayo (un “disidente” encarcelado con un prontuario criminal que se negó a comer durante 80 días antes de morir) y la huelga de hambre de Guillermo Fariñas. Siguen escribiendo y discutiendo sobre la muerte de Zapata como resultado de la huelga de hambre. Por cierto, ha sido utilizada permanentemente como trampolín para aumentar la crítica contra el gobierno cubano. La siguiente tabla ilustra la magnitud de esa cobertura.
Cobertura mediática de las huelgas de hambre en Cuba entre el 10 de febrero y el 9 de abril13
Medio Nº artículos sobre huelgas de hambre en Cuba
CNN 5
New York Times 7
Washington Post 7
Boston Globe 4
Miami Herald 48
Total 77
Al analizar la cobertura de esas dos noticias relacionadas con Cuba, la diferencia en la cantidad de artículos es bastante impresionante, y revela un obvio desinterés por el suministro de cualquier información positiva sobre Cuba, mientras se mantiene al mismo tiempo un apetito significativo por la crítica contra Cuba. La comparación en la tabla siguiente es convincente.
Comparación entre la cobertura mediática de huelgas de hambre en Cuba y de la contribución cubana a la Conferencia de donantes de las Naciones Unidas
Medio Artículos sobre las huelgas de hambre del 10 de febrero al 9 de abril Artículos sobre la Conferencia que mencionan a Cuba del 31 de marzo al 9 de abril
CNN 5 0
New York Times 7 0
Washington Post 13 0
Boston Globe 4 0
Miami Herald 48 1
Total 77 1
Como resultado, en lugar de informar sobre un tema enormemente importante y de actualidad respecto a un programa orientado a mejorar las vidas de un 75% de la población de Haití, los medios han preferido concentrarse en los casos individuales de dos individuos que decidieron consciente y deliberadamente lanzarse por un camino suicida. No cuesta mucho establecer que el objetivo es causar dificultades al gobierno cubano al seguir esas historias “de interés humano” sobre dos individuos que se le oponen, presentándolos como mártires. También es obvio que existe un obvio filtro mediático, que trata de impedir toda cobertura en los medios que pueda ser interpretada como positiva respecto a Cuba -en este caso por el compromiso con la reconstrucción de Haití.
Al examinar la representación en los medios del rol de Cuba en el desarrollo de Haití y las historias de dos “disidentes”, es obvio que el “infoentretenimiento” con sesgo político es el que sale ganando. Lamentable (pero tal vez previsiblemente) en su cobertura de Cuba, los medios en el “mundo desarrollado” se han concentrado en este último, mientras ignoran la extraordinaria oferta de Cuba que mejora segura y significativamente las vidas de millones de haitianos, (y al mismo tiempo destacan el papel y la contribución de EE.UU.) Sin embargo, una vez más tenemos un ejemplo de elogios selectivos e indignación selectiva en la presentación de Cuba en los medios estadounidenses.
Notas:
1 “Pledge Statements”. Detalles de la declaración del Canciller Cubano, Bruno Rodríguez, en la Conferencia de Donantes, 6 de abril de 2010: http://www.haiticonference.org/pledges-statements.html
2 De la declaración del ministro de Exteriores Rodríguez.
3 El total “incluye los servicios médicos suministrados, calculados a un 50% de los precios internacionales; la sustentabilidad de esos servicios y el personal que los provee y la capacitación de otros 312 doctores haitianos en Cuba”. Mientras el Texto Oficial de la Declaración Cubana publicado en el sitio en Internet de la ONU se refiere a este coste “durante cuatro años”. (http://undp.box.net/file/412916690/encoded/39769548/be988a3663eeb8775a5e73766a4be61a), el texto del ministro de Exteriores Bruno Rodríguez publicado por Granma International se refiere a este coste durante diez años (vea Overseas Territories Review, http://overseasreview.blogspot.com/2010/04/statement-of-cuban-foreign-minister-at.html).
4 La contribución de Cuba es aproximadamente el 1,22% de su PIB (56.520 millones de dólares en 2009), la de EE.UU. asciende al 0,00785% de su PIB en 2008 (14.204 millones de dólares).
5 Ibid.
6 Ibíd.
7 Ver resultados de búsqueda para la Conferencia de de Donantes de las Naciones Unidas para Haití. Consultado el 10 de abril de 2010:
8 Las promesas de los donantes de las Naciones Unidas casi llegan a los 10 billones de dólares. BBC, 1 de abril de 2010:
9 El compromiso de Venezuela, también ampliamente ignorado por los medios de EE.UU., consiste en 1.431 millones de dólares a través de Petrocariba para infraestructura y gasto social; 409 millones para ayuda directa a los presupuestos del gobierno de Haití; 395 millones de condonación de la deuda (anunciada inmediatamente después del terremoto); 100 millones a través del ALBA; 37,2 millones a través de la Unión de Estados Sudamericanos; 2,3 millones para suministros de emergecia a través de CITGO, y una ayuda sin especificar para alimentación y educadión. El importe total es de 2.420 millones de dólares: http://www.haiticonference.org/pledges-statements.html
10 Esther Brimmer. “Rebuilding Haiti: A Global Response to a Global Crisis”. The Huntington Post, 12 de abril de 2010:
11 Wilnetz, Amy. “Renew Haiti From The Ground Up”. NY Daily News, 12 de abril de 2010: http://www.nydailynews.com/opinions/2010/04/12/2010-04-12_renew_haiti_from_the_ground_up.html
12 Andres Oppenheimer.” China Should Be Ashamed of Its Aid to Haiti”. Miami Herald, 3 de abril de 2010: < http://www.miamiherald.com/2010/04/03/1562417/china-should-be-ashamed-of-its.html#ixzz0ktnhldAK>
13 Ver resultados de búsqueda para la huelga de hambre de Cuba. Consultado el 6 de abril de 2010:
Fuente: http://cuba-l.unm.edu/?nid=77007.
Fuente: Cubadebate
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CUI PRODEST
por Rafael de Aguila
“cui prodest scelus, is fecit"
Séneca
(Medea, acto I, escena I, versos 500-501)
Lucio Casio Longino Ravilla fue tribuno de la plebe en el 137 ane, más tarde cónsul y después censor. A él se atribuye la frase latina Cui prodest. Literalmente, ¿quién se beneficia?; ¿quién sale beneficiado? Lucio Anneo Séneca nació en Córdoba en el año 4 ane, la frase extraída del acto I, escena I de su “Medea” alcanza a traducirse como: aquel que se beneficia es el autor del crimen. Marco Tulio Cicerón fue asesinado en Fornia en diciembre del año 43 ane. Desde sus dotes de orador en el foro romano popularizó la frase, especialmente a partir de sus discursos. ”Pro Milone” y “Pro Roscio Amerino”. Todos ellos vivieron (y murieron) hace ya más de dos mil años. Fueron políticos, moralistas, filósofos, escritores, oradores. No habrá quien se atreva a negarles inteligencia. No habrá quien se atreva a acusarles de izquierdistas. De antimperialistas. De procubanos. Nada de eso. Fueron romanos. Otro mundo, otros hechos.
No habrá quien llame a desatar sobre ellos todo el inmenso poder de la “prensa libre”. A ellos, sin embargo, se atribuye el empleo de la frase, principio según el cual la persona (o grupo) culpable de cometer un delito debe hallarse entre aquellos a los que el delito beneficia. Parece sencillo. Tan sencillo que por fuerza derivó al Derecho Romano. Y del Derecho Romano a la Criminalística. Dos mil años han transcurrido y urge reconocer que la vida se ha complicado un tanto. Longino Ravilla, Séneca, y Cicerón están muertos. Nos legaron, en cambio, esa frase, ese principio del Derecho Romano. Y nosotros, ya lo escribió alguna vez el argentino Jorge Luis Borges, somos romanos en el destierro. Apliquémoslo, pues.
He ahí un país que expulsó hace más de 50 años a un tirano sangriento. Que lo hizo después de 58 años de desgobierno, soberanía esquilmada, vapuleo y sangre. No faltó la sangre. Un país que ejerció su derecho a la revolución. Derivada de condiciones que nadie se atrevería hoy a negar. Un país que recuperó su soberanía. Que entre furibundos y continuos ataques de unos y yerros propios la ha mantenido. Y he ahí que desde ese instante asomaron los dimes y diretes contra ese país. Ese país lleva sobre los mapas un nombre de cuatro letras: Cuba.
Y he ahí que los dimes y diretes sobre Cuba acumulan ya medio siglo. Innumerables los que en medio siglo los han orquestado. Grupos mediáticos, televisoras, cadenas radiales, diarios, revistas, gobiernos (y uniones de gobiernos), partidos (y uniones de partidos), presidentes (y grupos de presidentes), ex presidentes (y grupos de ex presidentes), políticos, senadores, escritores, artistas, filósofos, teóricos, moralistas (y no tan moralistas). No se olvide incluir asesinos, terroristas, traidores, afiliados a la mitomanía, anhelantes de fama y deseosos del salarium falaz del enemigo. Son muchos (y variopintos) los que han aportado a esas campañas. Algunos, unos pocos, lastimosamente, han aportado lo suyo desde la amistad, desde la izquierda. Honestos y dignos han dicho lo que creen honesto y digno. Y lo han hecho sin el conocimiento real y ponderado de los hechos. Sin comprender cabalmente sus consecuencias. Sus matices. Sus blancos y sus grises.
No han atendido al Derecho Romano, al precepto latino, a la frase de Longino Ravilla, Séneca y Cicerón. Cui prodest. ¿A quién benefician? Es normal el disenso. Es normal, incluso, que los amigos disientan. Que digan lo que piensan. Todos, no solo los amigos, deben decir lo que piensan. Recordemos a Martí: un hombre que no dice lo que piensa no es un hombre honrado. En no pocas ocasiones en nuestra vida personal asoman desacuerdos y faltan coincidencias con nuestros hijos o nuestros padres. No son pocas las ocasiones en las que ello acaece con los amigos más fervientes. O con el ser que se ama. O con el Gobierno que nos representa. Eso sucede, ha sucedido y sucederá siempre.
A todos. A usted que lee este texto. A mí que lo escribo. Y puede uno, desde luego, despotricar en mensajes urbi et orbi sobre hijos, padres, amigos, amores y Gobiernos. Puede uno abjurar de ellos. Acusarlos. Errar y buscar contra ellos el apoyo de vecinos. Contribuir a dimes y diretes. Firmar manifiestos. Sin mayor detenimiento. Sin toda la verdad. Sin los matices todos. Sin la debida comprensión. Sin detenerse a pensar a quién benefician. Sí, porque es precisamente en esas situaciones en las que debe forzosamente asomar ese principio del Derecho Romano, esa tesis de la Criminalística, esa frase latina, la frase de Longino Ravilla, Séneca, y Cicerón. Cui prodest. ¿A quién (quiénes) beneficia? Por supuesto, así han errado los amigos. Los enemigos no. Los enemigos saben muy bien aplicar la frase, saben muy bien a quién (quiénes) benefician. Para eso trabajan. Para eso despotrican. Para eso mienten. Para eso aprovechan ciertas tristes verdades. Para eso alientan dimes y diretes. Y los publican. Primeras planas. Urbi et orbi. Día tras día. Y todo eso durante medio siglo. Y los que resten.
La derecha más rancia y acérrima ha comandado esos dimes y diretes, los ha orquestado. Desde ficciones que no les sonrojan. Desde la obcecación y el desatino. Desde la mirada imperial o la sombra de esa mirada. Desde la hipocresía. Los que al centro militan lo han hecho sin importar de los raseros las múltiples dobleces. Tráhit sua quemque voluptas, escribe Virgilio en sus Églogas (II, 65), pululan las aficiones que a cada uno arrastra.
Alcanzan esos dimes y diretes a atiborrar miles y miles de folios. Millones quizá. En ellos no faltarán los especimenes más disímiles: mentiras furibundas y verdades cercenadas, mentiras disfrazadas y verdades ataviadas, mentirasverdades y mentirasmentiras. Y verdades. Debidamente parceladas, editadas y recontextualizadas. Oh, sí. No es honesto ocultar o negar eso. Recomponer verdades es recurso antediluviano. Mixturar verdades y mentiras también. Tamizar todo cuanto existe y sucede en función de cazar y magnificar ciertas verdades dañinas también. Son esos, no se dude, recursos efectivos.
¿A quién (quiénes) podría beneficiar (o beneficia) que seres humanos decidan no ingerir alimento con el fin, fatídico y terrible, de perder la vida? ¿A quién (quiénes) beneficia alentarlos a emprender y llevar a infeliz término semejante propósito? ¿A quién (quiénes) beneficia la verdad, terrible por demás, de esos fallecimientos? No al Gobierno cubano, desde luego. No al pueblo cubano, por supuesto. No a los desdichados seres que mueren. No a sus adoloridas familias. No a ellos. A ninguno de ellos. ¿A quién (quiénes), pues, beneficia? Eche mano a la frase latina, al precepto del Derecho Romano, al principio de la Criminalística, a la sentencia rotunda, sabia y profunda de Longino Ravilla, Séneca y Cicerón. Cui prodest.
¿A quién (quiénes) podría beneficiar (o beneficia) publicitar con mayor fuerza e insistencia las caminatas de una decena de mujeres por la capital cubana en lugar de la muy humana maratón de casi un millar de médicos cubanos que voluntaria y solidariamente salvan vidas y mitigan el dolor de millones de hermanos haitianos? Tiene Cuba el extraño privilegio de ser el único país del mundo del cual la gran prensa internacional se desbanda a grandes titulares en función de publicitar la caminata, anodina e intrascendente, de unas decenas de seres. ¿A quién puede beneficiar el bullicio alrededor de esas decenas frente a esa otra marcha, silenciosa en la prensa internacional, de once millones de cubanos? Una decena de mujeres desea caminar. Los cardiólogos se extienden acerca de las ventajas de ese ejercicio. Que caminen, pues. Cui prodest.
¿A quién (quiénes) podría beneficiar (o beneficia) que unas decenas de cubanos (siempre unas decenas) reciban recursos, capitales e instrucciones de una potencia extranjera, recursos destinados a subvertir el orden constitucional en Cuba, hecho que el Gobierno de los Estados Unidos de América no oculta? Tales capitales se asignan, públicamente, por ese Gobierno. Aquellos que los reciben en Cuba no lo niegan. El propio John Kerry, Jefe del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, llama ahora a revisar esos recursos. Se trata de cuarenta millones de dólares que los Estados Unidos de Norteamérica asigna anualmente a la disidencia cubana. ¿A quién beneficia que unas decenas de cubanos (¡¡¡¡otra vez unas decenas¡¡¡¡) que recibieron recursos, aliento, capitales e instrucciones de una potencia extranjera con el objetivo de subvertir el orden constitucional en Cuba hayan sido, por tan flagrante violación de la Ley, juzgados y guarden prisión? ¿A quién puede beneficiar (o beneficia) esas prisiones? Parece maravillosamente tramado. Véase sino: un Gobierno extranjero alentó, conminó, instruyó y pagó a esos cubanos para violar la Ley. La gran prensa internacional, la Unión Europea, toda la cohorte que suele unirse contra Cuba, nada dijo de eso. Una vez invocada la Ley se ha pasado a acusar de ilegal… ¿a quién? A la Ley, precisamente a la Ley.
Un retruécano, un absurdo. Y, Europa, corre, ahora sí, a adoptar una Posición Común. ¿Por qué Europa no decide adoptar una Posición Común y comunica al Gobierno de los Estados Unidos de América que en lo adelante no tolerará que ese Gobierno pague, aliente e instruya a ciudadanos cubanos para violar la Ley en Cuba? ¿Por qué Europa no decide aplicar una Posición Común y comunica al Gobierno de los Estados Unidos de América que no tolerará en lo adelante la continuidad del embargo? ¿Por qué las “posiciones comunes” solo se esgrimen contra Cuba? ¿A quién puede beneficiar eso? No existe país en el mundo que halle legal que sus ciudadanos reciban pagos, aliento, recursos e instrucciones de Gobiernos extranjeros con el objetivo manifiesto de subvertir la Ley y el Orden internos, echar por tierra la Constitución y destruir el Gobierno de la nación en cuestión. Leyes de esa naturaleza no existen únicamente en los cuerpos jurídicos cubanos. Que los versados en Derecho Comparado busquen la nación que semejantes hechos permita. (1)
¿Qué sucedería si el Gobierno cubano destinara parte de su presupuesto anual a pagar, apoyar, sostener e instruir a grupos de ciudadanos de los Estados Unidos de Norteamérica en función de trastocar el Gobierno de ese país o incinerar la Constitución legada a esa nación por los Padres Fundadores? ¿Qué sucedería si en el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano existiera una Sección o Departamento destinado a conspirar contra el Gobierno, la Constitución o las Leyes de los Estados Unidos de Norteamérica o de cualquier nación de la Unión Europea o del Mundo? ¿Qué sucedería si el Gobierno cubano destinara parte de su prepuesto anual a subvertir el orden legal y constitucional en esas naciones? Aventurémoslo.
El país que a tanto se atreva estaría loco. De atar. El país que en tales hechos incurriera sería salvajemente bombardeado, ferozmente invadido, tristemente ocupado. Sin remedio. Pues el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América creó una Comisión para Cuba, comisión destinada a alterar el orden constitucional en la Isla. Esa Comisión existe hoy, sesiona, trabaja. Para esas actividades se asignó a la susodicha Comisión 59 millones de dólares. Anuales. Públicamente. ¿Qué sucedería si el Gobierno cubano creara una Comisión para subvertir el orden en los Estados Unidos de América?) ¿A quién (quiénes) podría beneficiar (o beneficia) que tales hechos e inferencias no asomen la testa jamás en la gran prensa internacional? A todo humano le asiste el derecho a disentir de su Gobierno. De resultar mayoría se alcanza a cambiarlo. Por la vía que sea. Eso no lo logran, por supuesto, no pueden lograrlo, unas decenas de caminantes ni unas decenas de asalariados. Tampoco se logra si algún ser decide, tristemente, ayunar hasta morir. De resultar mayoría aquellos que reciben recursos, capitales e instrucciones de la potencia extranjera, aquellos que caminan o ayunan con extrema facilidad alcanzarían a trastocar el orden constitucional cubano, a derribar su Gobierno, a entregar a Cuba otra vez a esa potencia extranjera. Con extrema facilidad retornaríamos los cubanos a tener procónsul yanqui. Soy ingenuo, quizá. No logro entender. No logro entender cómo puede un cubano sin sonrojos por (y para) disentir recibir capitales, recursos, instrucciones y aliento de una potencia extranjera.
La misma potencia extranjera que nos robó la independencia a fines del siglo XIX. La misma potencia extranjera que nos ocupó militarmente en dos ocasiones a inicios del siglo XX. La misma potencia extranjera que gobernó nuestros designios y nuestras riquezas durante los primeros 58 años del siglo XX. La misma potencia extranjera que nos agredió en Bahía de Cochinos en 1961, que nos bombardeó, que nos apuntó con cohetes nucleares en 1962, que durante años en la sexta década del siglo XX armó y entrenó bandas armadas en el Escambray, que armó y entrenó a terroristas para atentar contra nuestra economía, que armó y entrenó a terroristas para asesinar a figuras de nuestro Gobierno, que fraguó desde el Potomac o Virginia esos magnicidios. La misma potencia extranjera que durante los últimos 50 largos años ha lanzado sobre Cuba y los cubanos el mayor caudal de agresiones que registra la historia patria. No lo entiendo. No pueden entenderlo la mayoría de los cubanos. Disentir, derecho inalienable, no es obligatoriamente sinónimo de traicionar. Para estos cubanos, tristemente, lo ha sido y lo es.
¿A quién (quiénes) podría beneficiar (o beneficia) la existencia de leyes made in USA que impiden a las autoridades de salud cubanas adquirir medicamentos producidos por filiales norteamericanas ubicadas en terceros países, medicamentos sin los cuales un niño, un bebé de apenas seis meses, podría morir hoy mismo? El bebé existe. No es un bebe hipotético. Lucha ahora mismo por su derecho a la vida en la sala de cuidados especiales de un hospital habanero. A él no acuden los periodistas. Ni los Presidentes. Ni los grupos mediáticos. No provoca ese bebé alguna Posición Común. O la declaración de algún Departamento de Estado. Su respiración agónica no se publicita. Su carita azulada y sufrida no aparece en la prensa extranjera. Cui prodest.
¿A quién (quiénes) podría beneficiar (o beneficia) un “embargo” cuyo dramático y malsano impacto cae con peso demoledor sobre millones de niños, mujeres, ancianos, enfermos, sobre todo un pueblo, sobre millones de cubanos, embargo (sostienen los beneficiados), crimen desnaturalizado (sostenemos los bloqueados) que se ha prolongado un decenio tras otro, que ha sido condenado y repudiado año a año por la abrumadora mayoría de la humanidad sin que ello tenga el menor de los efectos? Cui prodest.
¿A quién (quiénes) podría beneficiar (o beneficia) que no falten entre los cubanos los esquizofrénicos o los desvergonzados traidores que soliciten y apoyen y vociferen en favor de una intervención armada del US Army en Cuba, y clamen por el bombardeo, y doblen campanas por el crimen, y vitoreen por la muerte, la tortura, y llamen a que buenos chicos de Oregón o Idaho hagan de las suyas en los pueblos y ciudades de Cuba? Cui prodest.
¿A quién (quiénes) podría beneficiar (o beneficia) no citar en la gran prensa internacional los 200 muertos que causara el Golpe de Estado en Honduras o la fosa común de 2 mil cuerpos recién descubierta en Colombia y llenar todos los espacios con el lamentable y triste fallecimiento de un hombre en Cuba, un hombre que en el ejercicio de su sano juicio hubo de decidir suicidarse negándose a ingerir alimento, un ser humano al que, infortunadamente, nuestros médicos no lograron salvar?
¿A quién (quiénes) podría beneficiar (o beneficia) que se coloquen bombas en hoteles cubanos, artefactos que al estallar causen la muerte a jóvenes turistas extranjeros? La bomba no es hipotética. Estalló. El turista no es hipotético. Murió. ¿A quién (quiénes) podría beneficiar (o beneficia) colocar bombas en aviones comerciales cubanos y asesinar a decenas de jóvenes deportistas? El avión no es hipotético. Estalló. Los fallecidos no son hipotéticos. Murieron. Fueron 73 personas. Los asesinos no son hipotéticos. Pasean ahora por Miami. Ofrecen conferencias de prensa. Recientemente la entrevistadora de una popular televisora norteamericana, la conocida María Elvira, se emocionó ante uno de esos asesinos confesos, uno de los más viles, y le endilgó, impúdicamente, ante las cámaras, el título de patriota. He ahí la máxima desde el salmo de David (XLI, 8), abyssus abyssum invocat, un crimen lleva al otro. Los autores materiales (e intelectuales) de tales crímenes (vergonzosa e impúdicamente confesos ante la propia prensa norteamericana), aquellos que los apoyaron (y apoyan), aquellos que los aplaudieron (y aplauden), los asesinos, en fin, los asesinos disfrazados de patriotas, los “patriotas” prestos a asesinar, todos ellos, de la mano, hombro a hombro, marchan ahora en Miami. No han sido perseguidos por la justicia norteamericana. No han respondido ante tribunales federales. No purgan culpas en penitenciarías. Desfilan. Tranquilamente. En Miami. En apoyo a la decena de féminas que caminan en Cuba. Y las caminantes en Cuba no se horrorizan que tales seres acudan, caminata mediante, en su apoyo. Y a los caminantes en Miami se les publicita. Oh, sí, desde luego. Y su eco llega urbi et orbi. Y se benefician. Malsanamente se benefician. Se benefician de esos otros seres que pierden dramáticamente la vida en huelgas de hambre. Sin el menor recato. Y rezan padrenuestros. No precisamente por las almas de los fallecidos. Rezan padrenuestros por… más fallecidos. Cui prodest.
¿A quién (quiénes) podría beneficiar (o beneficia) que grupos mediáticos, televisoras, cadenas radiales, diarios, revistas, gobiernos (y uniones de gobiernos), partidos (y uniones de partidos), presidentes (ex presidentes y grupos de presidentes), políticos, senadores, escritores, artistas, filósofos y teóricos, moralistas (y no tan moralistas) unan sus voces a dimes y diretes contra Cuba, coloquen una inmensa lente sobre la Isla, glorifiquen mentiras furibundas y verdades cercenadas, mentiras disfrazadas y verdades ataviadas? Cui prodest.
¿A quién (quiénes) podría beneficiar (o beneficia) silenciar nuestras verdades más rotundas, enlodar nuestros hechos más dignos, relegar nuestros actos más humanos, ocultar toda nuestra luz, no hablar de ella, o hablar, sí, a media voz, a medias tintas, alguna que otra vez, allá, en aquella pequeña esquina, con aquella letra pequeñita, una voz o una letra que no haya quien la escuche o no exista quien la lea? Cui prodest.
¿A quién (quiénes) podrían beneficiar (o benefician) incluso nuestros errores, las cuitas de nuestros juicios y los juicios de nuestras cuitas, los deslices, la culpas, nuestros no llegar o nuestros pasarse, a quién (quiénes), en fin, benefician las faltas que hemos cometido los cubanos, las que cometemos hoy, las que cometeremos sin dudas mañana, el mes próximo, los años que se avecinan, faltas y errores de los que en modo alguno estamos a salvo, humanos al fin, los cubanos? Cui prodest.
El 80 % de lo que a diario acontece en el mundo llega hoy a cada terrícola desde los insanos tentáculos de un vasto pool mediático. Un pool detentado por unos pocos, pocos a los que suelen animar intereses espurios. No ideas, intereses. Que el mundo moderno ha hecho eclipsar las ideas, todas las ideas, en nombre de intereses, solo de intereses. ¿A quién (quiénes) podría beneficiar (o beneficia) ese sacrosanto dominio mediático, ad captándum vulgos, dominio que apunta al control del pensamiento, las ideas, los deseos, las motivaciones, los intereses, oh, sí, sobre todo de estos últimos? ¿A quién (quiénes)? Preguntémonos una vez y otra: Cui prodest.
Beneficia, digámoslo sin tapujos, a la derecha más rancia y furibunda. Beneficia a los que detentan intereses espurios. Beneficia a grupos mediáticos, televisoras, diarios, revistas, gobiernos (y uniones de gobiernos), partidos (y uniones de partidos), presidentes (y uniones de presidentes), políticos, senadores, moralistas (y no tan moralistas) que defienden intereses contrahechos. Beneficia a la maldad. Beneficia a los hombres de mala voluntad. Beneficia a los que por casi cinco décadas han deseado (y desean) rendir por hambre a millones de cubanos. Beneficia a los que destinan vastos capitales y nunca menguados recursos con el objetivo de subvertir el orden constitucional en Cuba. Beneficia a aquellos que colocan bombas en hoteles y aviones comerciales.
Beneficia a los que impiden que el bebé que por la vida lucha en un cardiocentro habanero tenga acceso a equipamiento y medicinas, medios que le asegurarían gran parte del éxito en esa lucha por la vida, éxito por el que todo hombre de buena voluntad rezaría. Beneficia a los que desean que esta Isla sea bombardeada por imponentes bombarderos invisibles, Impactada por cohetes teleguiados, rodeada por enormes portaaviones de la IV Flota, invadida por los soldados de la 82 División, esos buenos chicos de Idaho u Oregón, esos buenos chicos que asesinan, violan, torturan, como lo han hecho en Abu Grahib, como lo han hecho en Guantánamo, como lo han hecho en cárceles secretas, en otros muchos sitios, como están dispuestos a hacerlo en 60 oscuros sitios del mundo. Beneficia a los que glorifican las manchas y silencian la luz.
Audácter calumniare: Semper aliquid haeret. Adelante, calumnien, que algo queda, sostiene ese otro sabio precepto latino. Versados en política, urge reconocerlo, eran los antiguos romanos. He ahí esa otra frase que nos legara Virgilio: Ab uno disce omnes, (Eneida II, 65), por uno solo se conoce al resto, para la muestra baste un botón. Pues a todos ellos beneficia. No beneficia a los cubanos. Nunca podría beneficiar a los cubanos. Y si ellos, los beneficiados, arman su jaleo urge que los no beneficiados expongan lo suyo. Con franqueza. Con toda la verdad. Con el ponderado empeño además de no beneficiar a quien no se debe. A quien no lo merece. No beneficiar al enemigo. Que entre el sepia y el níveo siempre el matiz más cercano al níveo. Soporta y abstente, divisa de los filósofos estoicos, no debe en este caso ser la máxima. Releguemos el sústine et ábstinea a los estoicos. Contrahegemonía, le llamó un día Gramsci. Palabra esa sacra en este nada sacro mundo de hoy. Y si a latines echamos mano pues abusus non tollit usum, el abuso del vituperio no excluye, no puede excluir el uso de la verdad, el despotismo de la palabra no excluye, no, no puede excluir su virtud, su empleo justo.
Aquellos a quienes beneficia no renunciarán a dimes y diretes. Han incurrido en ello por 50 años. En ello seguirán incurriendo. Los animan intereses. No se olvide eso. No abrazarán la máxima de Juvenal (Sátiras, IV, 91) vítam impéndere vero, no, no dedicaran su vida a la verdad. Aqua et igne interdictos, o lo que es igual, peras únicamente al peral. Y están los amigos. Esos que dignos y honorables se apresuran. Esos que de los hechos (algunas veces) solo los grises. Que del sol (unas pocas veces) las manchas. Que de las verdades disfrazadas (en reducidas ocasiones) el disfraz. Se apresuran. Olvidan que en el arte de juzgar urge escuchar a las partes litigantes, a todas las partes litigantes, audi álteram pártem / audiátur et áltera pars, reza otro precepto latino. Y declaran. Y firman manifiestos. Unen infortunadamente su diáfana voz a la alharaca cloacal. Y todo eso sin valorar ese criterio del Derecho Romano, ese principio de la Criminalística, la docta frase de Longino Ravilla, Séneca y Cicerón. Cui prodest. ¿A quién (quiénes) benefician?
A los cubanos nos entristece la muerte. Nos repugna toda muerte. Cierta vez el autor de estas letras hubo de asistir a un curso internacional. Alguien, una europea (la ética impide mencionar la nación), alegó que se permitía proponer un brindis, un brindis porque al cubano (y ese era yo) le asistían motivos para brindar. ¿No ha leído usted la prensa?, quiso saber ella. No, no la había leído yo. Pues hoy a muerto un enemigo suyo, uno de los peores, anunció ella. Todos en la sala me miraron. Hoy a muerto el señor Mas Canosa, acotó ella, sonriente. Todavía hoy ignoro si allí latía la insana maldad, la burda provocación o la desmedida amistad. Me inclino a pensar en lo último. Y de la mano de la amistad, huelga decirlo, de bruces se iba al desatino. Ya estaba ella de pie, ya llenaba mi copa. Debía hacer yo algo. Y pronto. Lo siento, pero no puedo brindar. No puedo brindar por la muerte de un hombre. Ni siquiera por la infortunada muerte de un enemigo. Lamento su muerte, como lamento la muerte de todo hombre. Desde niño se nos inculca a los cubanos la idea de la fraternidad humana. Discúlpeme usted, pero me es imposible brindar. Eso dije, de pie. Y todos los colegas, latinoamericanos y europeos, conmovidos, se acercaron a abrazarme. En el mismo espíritu que años atrás me llevaron a pronunciar aquellas palabras ruego hoy porque mis compatriotas no mueran en huelgas de hambre. Y si mueren lo deploro. Profundamente. Y manifiesto mi dolor. Sin tapujos. Y aplico el precepto latino, el principio del Derecho Romano, la frase rotunda de Longino Ravilla, Séneca y Cicerón. Cui prodest. ¿A quién (quiénes) podrían beneficiar esas tristes muertes?
Hace más de dos mil años, en la segunda guerra medica, unas pocos griegos batallaron por siete días en las Termópilas. Unos pocos se esforzaron en detener la invasión de un ejército persa conformado por 300 mil hombres. Eso salvó las ciudades estados griegas. Los cubanos hemos luchado los últimos dos siglos por nuestra soberanía. Y en los últimos 50 años hemos aprendido a vivir, perennemente, allí, en las Termópilas. Se nos ha obligado a eso. Los persas de turno. No es agradable eso. No somos masoquistas. Deseamos vivir en paz. En armonía. Necesitamos afanarnos en nuestro presente y nuestro futuro. Los cubanos. Que solo a los cubanos compete semejante empeño. A nadie más. No compete eso a los persas de turno. No compete eso a “Posiciones Comunes”. El siglo XXI, han dicho muchos, merece un cambio de mentalidad. No la cambien y la mayoría de los cubanos se mantendrán allí, en las Termópilas.
Los cubanos tenemos una historia que hacer. Una patria que defender. Una soberanía que salvaguardar. Millones de vidas que cuidar. Muertes que evitar. Bloqueos que ver caer. Un Estado que perfeccionar. Faltas que enmendar. Nuevos logros que obtener. Muros que demoler. Un pasado del que somos deudores. Un presente increíblemente complejo. Un futuro que merecemos, futuro que juzgará nuestros yerros y alabará nuestro tino. Los cubanos tenemos intereses limpios animados por ideas limpias. Ideas e intereses propios. Sí, los cubanos tenemos ideas. Para el presente, y muy especialmente para el futuro. Ideas de los cubanos. Para beneficio de los cubanos. De todos los cubanos. Con todos y para el bien de todos, que cuando del Apóstol se trata enmudecen y se ahuyentan los latines.
A los enemigos (esos que se benefician), los hemos enfrentado. Y los enfrentaremos. A los amigos (aquellos dignos que se apresuran) no hemos cerrado y no cerraremos las puertas. Los errores, los nuestros, los enmendaremos. Nadie dude eso. Y los del futuro, esos que nadie puede eximirnos de cometer, procuraremos evitarlos. Los cubanos tenemos que ser lo suficientemente sabios para, de entre el sepia y el gris, elegir el matiz más cercano al níveo, al blanco. Esa elección avala el presente y el futuro. Especialmente el futuro. Ese futuro que irradia (e imanta) desde la catequesis de la frase martiana. Los cubanos tenemos que ser lo suficientemente sabios para echar mano del precepto latino. ¿A quien beneficia lo que hace el enemigo, lo que hacen los amigos, lo que hacen los compatriotas que disienten, compatriotas que para disentir no ven otra salida que cobijarse en las judaicas monedas que les procura una potencia extranjera, en las instrucciones que les procura una potencia extranjera, a quiénes beneficia lo que hemos hecho, hacemos y seguramente haremos nosotros mismos, nosotros mismos a lomo de nuestros errores, nosotros mismos nunca a salvo de confundir tonos y modulaciones, esos entre el níveo y el sepia?
Los cubanos, huelga decirlo, tenemos que ser lo suficientemente sabios para echar mano a la frase de Séneca en Medea, al precepto de Cicerón ante el foro, a la sentencia del hoy casi desconocido Lucio Casio Longino Ravilla, tribuno de la plebe en el 137 a.n.e. Cui prodest, carajo, cui prodest.
NOTAS:
1. Todas las naciones contemplan en sus cuerpos jurídicos, Constituciones y Códigos Penales elementos que tipifican y sancionan estos delitos. Los propios Estados Unidos de América los tienen. Véase sino el Artículo III de la Constitución, Sección III. Véase el Código Penal, Capítulo 115, Sección 2381. Se tipifica como traidor a los USA a cualquier persona que se asocie a sus enemigos ayudándolo dentro o fuera de los USA. Las penas varían, de acuerdo con la Constitución tiene en ello el Congreso la jurisdicción. De acuerdo al Código Penal las sanciones contemplan muerte, cárcel, inhabilitación para ocupar cargos públicos, multas.
Fuente: La Jiribilla
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¿CIBERDISIDENTES O CIBERCONTROLADORES?
por Y.P. Fernández
La obra inexistente a la diestra de Bush
Un hecho reciente ha venido a atizar el fuego de las discusiones en torno al tema de Internet y su control: la realización el pasado lunes 19 de abril de una Conferencia sobre Ciberdisidencia convocado por el Instituto George W. Bush y la organización estadounidense Freedom House. No es de extrañar que sea el mismo personaje que hace unos años llamaba a una guerra contra el terrorismo en “los oscuros rincones” del planeta, quien esté al frente de esta convención, y que esta se realizara coincidentemente en la misma fecha que el gobierno de los EE.UU. tras invadir a la Isla, recibiera su primera derrota en Playa Girón. El mismo que, siendo Presidente, violó sistemáticamente los derechos de los propios estadounidenses.
El evento convocó a “activistas por la libertad y los derechos humanos” y “expertos en Internet” para analizar el “movimiento global de ciberdisidentes”. Los países representados no son muchos, pero sus inclusiones sí son significativas: además de Cuba, Venezuela, Irán, Rusia, China, y Siria. Evidentemente se trata de identificar al “eje del mal” para que la propaganda tenga tela por donde cortar. Para tales “alumnos” los profesores han sido adecuadamente seleccionados, citemos por ejemplo al colombiano Oscar Morales Guevara, creador del grupo “Un millón de voces contra las FARC” y promotor de un movimiento en Facebook contra el presidente venezolano Hugo Chávez.
En la foto del evento (1) aparece de izquierda a derecha (y junto a la bandera del imperio), Ernesto Hernández Busto, Oscar Morales Guevara (Colombia), profesor invitado; el ex-presidente George W. Bush; Mohsen Sazegara (Irán), profesor invitado, y Ahed Al Hendi (Siria).
Ernesto Hernández Busto es uno de esos asesores para la ciberguerra, nombrado “representante por Cuba”; alguien que sin obra intelectual seria que lo avale en su pasado, se ha montado un currículo de filósofo y filólogo. Partió de su país en 1991 y reside en Barcelona desde 1999. Fue una de las voces visibles de Paideia, en la Cuba de 1990, y su protagonismo se puso de manifiesto cuando los miembros del proyecto se reunían con los dirigentes de la Unión de Jóvenes Comunistas. Se trataba sobre todo de hablar, no de escribir. Cuando los representantes de la UJC decidieron finalmente no asimilar a Paideia, la mayoría de sus integrantes resolvieron dedicarse a realizar su obra intelectual. No pocos de ellos han alcanzado notable prestigio como ensayistas, poetas y narradores, en Cuba y el extranjero. Ernesto Hernández Busto se ha dedicado a lo que más le interesa: la política.
El currículum del autor del blog Penúltimos Días habla por sí solo de la “seriedad” y “nivel” de esta reunión de 2010, ahora con W. Bush. Este declarado partidario del programa de subversión montado por los EE.UU ha afirmado que no tiene “nada en contra del programa, más bien al contrario. El gobierno cubano lleva años atacando a la disidencia cubana, y ahora a los bloggers, con el argumento de que son “asalariados” de EE.UU”. Hernández Busto es orgánicamente capaz de equiparar a quienes reciben dinero de una potencia extranjera para protagonizar los recientes episodios de la contrarrevolución con los periodistas cubanos que hacen su trabajo cada día: “todo el periodismo oficialista es periodismo mercenario al servicio de la propaganda oficial, y las ayudas a la disidencia son lo único que permite sobrevivir a personas a las que el gobierno ha marginado, no solo política sino también social y laboralmente”, de lo cual él mismo deduce —y evidentemente pone en práctica— que “No hay que tener ningún tipo de vergüenza ni sumarse a esa demonización del dinero extranjero con la que el castrismo azuza y trata de excomulgar socialmente a la oposición”.
El autor de un libro de nombre tan ilustrativo como Perfiles derechos. Fisonomías del escritor reaccionario, se ha erigido en defensor de la “bloggera estrella” de El País, Yoanis Sánchez, describiéndola como alguien que “ha demostrado tener el valor de decir la verdad y exponerse” —aunque nunca llega a precisar exponerse a qué. Hernández Busto silencia con toda intención que Yoani se pasea libremente por La Habana, escribe a diario, recibe premios jugosos y va a los hoteles a trabajar y a divertirse, dos cosas que no muchos seres humanos logran conjugar y que a ella se le da muy bien porque le pagan por su principal hobbie: hablar mal de Cuba.
El “delegado” de Cuba ante W. Bush —Washington los cría— llegó a afirmar en el 2008 que su opinión “más íntima sobre la situación cubana es que una intervención militar de EE.UU sería la manera más rápida y productiva de acabar con el castrismo”. Con esas ansias de intervención y anexionismo, este hombre representa los “derechos” de su “patria”. Solo que no se puede dilucidar muy bien si sabe lo que significan esas palabras. Ciertamente, Hernández Busto ha olvidado cuál es su país de origen, aunque en casos como estos la nacionalidad la define el dinero. Roma despreciaba a los traidores que pagaba, habrá que ver cómo se comporta EE.UU. Por lo pronto, paga, invita y promueve. Las fotos son harto elocuentes.
Pero si alguna duda quedara de a cuáles brasas se arrima, Hernández Busto ha colgado en su blog otra de las fabricaciones que pueden encontrarse en la red: la supuesta “evidencia” de un Plan contra alteraciones del orden y disturbios contrarrevolucionarios, especie de maquiavélica planilla para brigadas de respuesta rápida, con “armamento” especificado: “palos, cabillas y cables”.
Quizá, Carlos Alberto Montaner cayó con entusiasmo en la trampa al citar el apócrifo documento: “Esos actos están orquestados por la policía política y el Partido Comunista, como puede comprobar cualquiera que entre en el blog de penúltimosdías.com y vea el facsímil de la planilla con las instrucciones para los matones de las turbas conocidas como ‘Brigadas de respuesta rápida’”, y califica a la expresión popular como “operaciones parapoliciacas”. O quizá no cayó en la trampa, sino que todo estaba amañado que ambos, junto con Yoani, los Estefan, Fariñas, Díaz Balart, Martha Beatriz Roque, Oswaldo Payá y otras “celebridades” comulgaron para lucrar con el triste desenlace de Orlando Zapata. Para la escalada agresiva venía muy a colación la planillita y su mención por el terrorista devenido “escritor”, justo en el momento en que la polémica con Silvio Rodríguez le había dado la imprescindible notoriedad que ansiaba Montaner.
Probablemente sean sus pininos de declaraciones guerreras y anexionistas y no su trayectoria profesional lo que haya motivado a Mr. W. a invitar a Hernández Busto a la reunión. Según las propias palabras de Hernández Busto, él ha estado “tratando de crear un ‘supernetwork’ para la blogosfera independiente (sic) en Cuba. Gracias a un pequeño grupo élite de blogers dispuestos a explotar los nuevos medios, hasta Cuba se ha colocado en el mapa de los ciberdisidentes”. De tales declaraciones se pueden hacer varias lecturas entre líneas: una es que el ciberdisidente ahora barcelonés como no está in situ, utiliza a otros como peones de ajedrez o caballos de troya —según se prefiera—, y otra, que, aludiendo a una frase famosa de la antigua política cubana, “tiburón se baña pero salpica” o sea, él va a la convención, de lo que se desprende que recibe su parte en el “financiamiento” pero también se preocupa de la subvención del “pequeño (al menos en eso es honesto) grupo élite de blogers”.
Como no viene mal en estas lides vestirse de “ingenuo” afirma que “los bloggers —sobrentiende que solo merecen ese calificativo aquellos que comulgan con su posición política— seguimos funcionando mayormente de manera aislada, y hemos dejado a la espontaneidad el repertorio de acciones disponibles —y lo afirma cuando acaba de salir de la convención sobre el tema. Las ansias del bloggero ¿cubano? de codearse con la elite se aprecian en su entusiasmo post reunión: “Se trataba, por supuesto, de una oportunidad excepcional —y no solo para un cubano. En eventos de este tipo, es difícil tener la posibilidad de conversar y ser escuchado al mismo tiempo por bloggers, especialistas en tecnología, políticos en activo, ex políticos que trabajan como consejeros, periodistas de algunos de los medios más influyentes y empresarios de las principales compañías de comunicaciones de hoy”.
Los ocho años de gobierno bushiano, ¿o bushista?, la invasión a Iraq, Afganistán y prisión de Guantánamo mediante, bastan para saber de qué hablan cuando a “derechos humanos” los del Bush Institute se refieren. A esta organización no hace falta describirla porque el historial de su presidente es un representativo estandarte. Lo ha reconocido hasta el propio Hernández Busto en su crónica sobre el encuentro de ciberdisidentes en Dallas: “ya se sabe que la presidencia de George W. Bush fue particularmente polémica”.
Por otra parte, la copatrocinadora del evento, Freedom House, es una institución de los EE.UU financiada por el Departamento de Estado y vinculada con la CIA. Según el periodista cubano Manuel Henríquez Lagarde, en su agenda para Cuba esta organización “patrocina visitas a la Isla para —bajo el eufemismo de ayudar a formar líderes civiles y políticos en Cuba—, entrenar a cabecillas contrarrevolucionarios, distribuir propaganda o publicar reportes distorsionados sobre los derechos humanos. Para cumplir tales encomiendas, esta organización ha ido incrementando anualmente su presupuesto. En el año 1999 fue de $ 275 000, en el 2000, $ 500 000, y para el año actual la USAID le ha otorgado un total de 900 000 dólares.”
Que estos incrementos son necesarios para costear los sitios personales y bitácoras de “colaboradores” como Hernández Busto se hace evidente con los artículos colocados en Penúltimos Días a su regreso de los EE.UU., donde evidentemente recibió nuevas órdenes. Sus disparos ahora también van dirigidos contra Venezuela como se aprecia en el post de Erika Valenzuela colgado en el blog, en el que trata de desacreditar al gobierno del país suramericano, y se hace eco de quienes lo acusan de ir “hacia la total y definitiva cubanización de Venezuela”. Ya se sabe que para algunos es un negocio rentable satanizar el ejemplo de Cuba.
No es nuevo que la República Bolivariana esté en la mira de este tipo de instituciones. Al decir de la periodista e investigadora norteamericano-venezolana Eva Golinger, en ese país: “Freedom House ha estado trabajando desde el año 2005, financiando y ayudando políticamente a los sectores de la oposición contra el Presidente Chávez.”
Llama la atención el hecho de que parta de los propios EE.UU., el país que dicta, o pretende arrogarse el derecho de hacerlo, la pauta de comportamiento mundial, los estímulos para múltiples “disidencias” —que pueden ser ciber o no—. Con tanto dinero y recursos puestos a disposición por los jefes del mundo —según la autoproclamada lógica imperial—, la pregunta es obvia: ¿disentir, de qué? Si hablamos de millones de dólares en juego es obvio que el estímulo no es a los disidentes de “talento y coraje” como los catalogara el director ejecutivo del Instituto W. Bush James Glassman, sino al control de grupos que respondan a sus intereses en todas las esquinas del orbe.
Al decir de Carlos Frémez “la intención de utilizar la Internet y la promoción de redes sociales como vías para la desestabilización interna, representan la continuidad de la política agresiva de la administración Bush. Este gobierno fue el que la diseñó y los rasgos actuales ratifican su aplicación en la práctica. Esta aseveración se confirma con algunas ideas expuestas en el llamado plan Bush, también conocido como que como se recuerda, constituyó el principal programa de ese gobierno para destruir a la Revolución cubana y reinstaurar el capitalismo en la Isla”. Vale recalcar que este Plan, también conocido como “Informe de la Comisión para la asistencia a una Cuba libre” no ha sido derogado, por lo que la idea del uso de Internet como elemento desestabilizador continúa vigente, dispuesto a encontrar otras nuevas maneras de subvertir la realidad de quienes deciden andar con proyectos propios.
En un texto titulado “El Plan Bush, la administración Obama y el despliegue del cibercomando contra Cuba” Fremez cita un artículo publicado por el diario norteamericano Los Angeles Times el 7 de mayo de 2008, firmado por Paul Richter que muy descriptivamente afirmaba: “La USAID, a cargo de supervisar el programa para promover la democracia en Cuba, está tratando de convencer a grupos no gubernamentales en Europa central y América Latina de que se unan a organizaciones estadounidenses para solicitar subvenciones… El objetivo es utilizar la mayor parte del presupuesto de 45 millones de dólares para comprar equipos de telecomunicaciones como teléfonos celulares y medios para acceder a la Internet.”
La fachada “inocente” de la Red de redes hace tiempo es un velo descorrido. En el 2003 el Pentágono clasificó la guerra cibernética como el próximo campo de batalla en el cual Washington debía imponer su primacía. Barack Obama, el primer ciber presidente de la historia, creó un Comando Cibernético en el 2009 y nombró un Jefe de Ciberespacio para coordinar las políticas y acciones de EE.UU. en esta esfera. Ya lo advertía el intelectual argentino Atilio Borón: “la Internet es una estructura que tiene centros de monitoreo y control, y en donde cierto tipo de comunicaciones están bloqueadas, casi todas vigiladas y algunas son censuradas. Solo espíritus muy ingenuos pueden suponer otra cosa”.
(1) Las fotos mencionadas en el artículo pueden verse en: http://www.lajiribilla.cu/2010/n468_04/468_25.html.
Fuente: La Jiribilla
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AUN QUEDAN MÁS CAPÍTULOS, MR. LATELL.
por Néstor García Iturbe
Acabo de leer el último número, el de marzo del 2010, de “The Latell Report” titulado “¿El Capítulo Final?”.
“The Latell Report” es una publicación digital que edita mensualmente el señor Brian Latell, ex oficial de la CIA que se auto titula “distinguido analista sobre Cuba” y que durante varios años ocupó el cargo de Oficial Nacional de Inteligencia sobre América Latina en la oficina del Director Central de Inteligencia de Estados Unidos.
Durante su actividad como Oficial Nacional de Inteligencia, que comenzó en los primeros años de la década del 90 del siglo pasado, Latell era el encargado de confeccionar el Estimado Anual de Inteligencia sobre Cuba. En aquel documento, el señor Brian Latell, año por año, predecía que la Revolución Cubana dejaría de existir ese año, además lo argumentaba de forma irrebatible, con toda una serie de “informaciones” recibidas de las distintas agencias que trabajan contra Cuba dentro de la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos.
Eso era lo que el “distinguido analista sobre Cuba”, tal y como él mismo explica en la presentación de su “Report”, “informó a distintos presidentes de Estados Unidos y de otras naciones, miembros del gabinete y legisladores”. Ahora entiendo porqué el señor Latell dejó de ser Oficial Nacional de Inteligencia. Todas esas personas llegaron a la conclusión de que no podían confiar en lo que este informaba.
Otro aspecto interesante señalado en la introducción de “The Latell Report”, es cuando su editor especifica que “es una publicación del ICCAS (Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos de la Universidad de Miami), en la cual no se han utilizado fondos suministrados por el gobierno” y que las opiniones expresadas son las del autor y no reflejan “los puntos de vista del ICCAS y/o los de la Agencia Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos USAID”.
Parece que al “distinguido analista sobre Cuba” se le fue un detalle. Está bien que aclare lo de ICCAS, pero ¿cuál es el motivo de aclarar lo de la USAID? Esto no resiste el más elemental “análisis”. Hasta un joven analista, que esté comenzando su carrera, llamaría la atención de esta referencia “innecesaria”… si no fuera la USAID con los fondos de la CIA quien financiara el “Report”.
Después de estas aclaraciones, que considero sitúan al lector sobre quién es Brian Latell y quién paga lo que escribe, pasaré a realizar un análisis del último “Report”, aclarando que no me considero un distinguido analista.
No quiero cansar a los lectores ni ocupar su tiempo por gusto. El “Report” de marzo del 2010 hace un recuento histórico de toda una serie de situaciones que ha enfrentado la Revolución Cubana, muchas de ellas tomadas de las que Latell informaba cuando era Oficial Nacional de Inteligencia.
Lo interesante de esto es que las situaciones citadas eran “altamente comprometidas”, según Latell, pero la Revolución supo solucionarlas satisfactoriamente y seguir adelante. La mejor prueba es que estamos aquí a pesar de todo eso. De acuerdo con lo planteado por Latell, son populares “nuevamente” las predicciones de que la Revolución Cubana pronto colapsará -él plantea “nuevamente” por las veces que hizo predicciones similares que fallaron-; lo único cierto que menciona en su “Report” es que “predecir el fin del régimen de los hermanos Castro ha sido una posición perdedora durante los 51 años que ellos han estado en el poder”.
Explica lo esperanzado que estaba cuando la Unión Soviética desapareció, tuvimos serios problemas económicos y declaramos el Período Especial.
Sintió que todo llegaba a su fin cuando los problemas en el Malecón, los apagones y la crisis del transporte.
En algunos momentos pensó que la debacle está cerca cuando consideraba que había una convulsión política y económica imposible de controlar.
Otros eventos y situaciones que cita en su “Report”, al igual que algunas deserciones y sustituciones, las consideró en su momento como una señal de que pronto la Revolución dejaría de existir.
Cita opiniones recogidas a traidores de nuestro proceso, que no dejan de ser falsedades para darle aliento a los servicios especiales estadounidenses y que estos les aseguren el sustento diario.
Finalmente plantea que una rebelión dirigida por la “elite” que constituya un reto para el régimen “caduco” es más probable que una insurrección popular en las calles. “Esto continúa siendo una predicción poco fundamentada”, termina diciendo.
Todavía no entiendo porqué el señor Brian Latell este “Report” lo titula “¿El Capítulo Final?”.
Según puede interpretar este “analista no distinguido”, existen dudas por parte del señor Latell de que estemos en el Capítulo Final, de ahí los signos de interrogación en que encierra la frase.
Señor Brian Latell, por primera vez en la vida estamos de acuerdo. Evidentemente, ha podido desarrollar su agudeza mental, lo cual le ha permitido dudar que la Revolución Cubana se encuentre en el Capítulo Final.
Aún quedan más Capítulos, Mr. Latell.
Dr. en Ciencias Históricas, Profesor Titular del Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García”, MINREX; Investigador Titular del Instituto de Historia de Cuba; Escritor y Experto en Estados Unidos.
Fuente: Cubadebate
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LA TRAMA IMPERIAL CONTRA CUBA
por Stella Calloni
La persistencia de la campaña mediática que agitan Washington y sus asociados en el mundo contra Cuba,no es nada novedosa, ya que se mantiene sin pausa desde hace medio siglo, pero el despliegue actual, utilizando el control que ejercen sobre los medios de comunicación masivos, tiene varios objetivos, entre ellos, debilitar el apoyo internacional logrado por el gobierno cubano en los últimos tiempos, que permitieron un respiro en el aislamiento brutal, así como “acorralar” a los indecisos en el campo de un “progresismo” cuya cooptación cultural se produjo en el escenario de huracán neoliberal de los años 90 y sus “tentadoras” ofertas, entre otros.
Temerosos estos de perder el terreno “ganado”, que les supone éxitos, reconocimientos y “buen pasar” si permanecen en los límites admitidos por el sistema, o intimidados los “confusos”, tanto el silencio como algunos comentarios de estos sectores, es “oro en polvo” para el proyecto de recolonización regional, ante el cuál la existencia de Cuba, su irradiación, ejemplo y valores es un escollo insalvable.
Cuando más se extienda el poder de la campaña, estiman que más fáciles serán los argumentos para los viejos proyectos de la “transición” imaginada por los halcones de Washington, que en el caso cubano planean como una intervención directa, disfrazada de “invasión humanitaria”, o “antiterrorista” después de que este país fuera colocado en la última “lista negra”.
Sin esta campaña mediática, acompañada por otras temibles acciones secretas, no se podría sostener la ofensiva destinada a “ganarse “ ya no sólo a las derechas internacionales, sino a sectores considerados en otros tiempos “progresistas moderados” o al menos indiferentes.
Es evidente también el acoso y la presión supuestamente “moral” sobre los gobiernos de la región, que al no accionar contra Cuba en estas circunstancias son pasibles de ser declarados “cómplices” de los enemigos de Estados Unidos.
Asimismo esta campaña puede leerse como una desesperada respuesta del imperio a las resoluciones mayoritarias en diversos organismos internacionales y especialmente en el entorno del nuevo mapa latinoamericano, que han demandado el fin del bloqueo contra la isla (en realidad un sitio establecido como acto de guerra), su inclusión junto al resto de los países, como sucedió con el voto por el reingreso a la Organización de Estados Americanos (OEA) y el fin de la política terrorista e injerencista de Estados Unidos hacia ese país. Además intentan debilitar la participación activa de los funcionarios cubanos respetada en los organismos de integración.
Los sucesos de los últimos tiempos evidenciaban un rechazo definido a la política estadounidense contra Cuba, que se incrementó después de que la guerra ilegal contra la ex Yugoslavia, la invasión y ocupación de Afganistán e Irak- causantes del primer genocidio del siglo XXI- no dejó lugar a dudas de que lo anunciado por George W.Bush después de septiembre de 2001, al declarar una guerra infinita, sin límites, sin fronteras y sin reglas, desconociendo toda legalidad internacional, nos amenazaba a todos.
Aunque mediante las dictaduras de los años 70 en América Latina se había ejecutado lo que llamaron una “limpieza a fondo” dentro del esquema de la estadounidense Doctrina de Seguridad Nacional, asesinando y desapareciendo a las dirigencias de las distintas resistencias, desde fines de los años 90, entendieron que el derrumbamiento de la Unión Soviética no acabó con Cuba ni con los sueños de liberación e independencia del continente.
Pero por otra parte su política de destrucción masiva aplicada con las recetas neoliberales de los años 90, dejaron a millones de seres humanos arrojados a los arrabales de la exclusión absoluta.
Como una lógica contradicción surgieron nuevos sujetos resistentes, por fuera de los canales y límites impuestos. Una movilización social única en el mundo despertó a todo el continente y se expresó incluso dentro de los propios márgenes trazados por el sistema.
Lo que sorprendió a Estados Unidos en sus planes de los 90 fue la emergencia de esos nuevos sujetos sociales surgidos de la resistencia a la dictadura neoliberal de los 90 que crearon mecanismos novedosos y tenían un basamento histórico- en todos los casos- en las luchas liberadoras del Siglo XX. Y llegaron gobiernos impensables, fuera de toda la lógica envejecida y fundamentalista del proyecto imperial.
América Latina resurgió con novedades tales como nuevos pensamientos contrahegemónicos, que curiosamente repetían el enfrentamiento de fines del siglo XIX y comienzos del XX. Por un lado la Doctrina Monroe de 1823, que excluía a todo otro proyecto colonial porque “América era para los americanos (norteamericanos)”. Y por el otro la respuesta de la unidad continental del libertador Simón Bolivar para enfrentar al nuevo colonialismo.
Fueron las nuevas construcciones políticas del continente, de pueblos y gobiernos que en los últimos tiempos se han convertido en la vanguardia mundial en el terreno de una diplomacia de enfrentamiento con la potencia hegemónica, e incluso de desobediencia, y la fortaleza del gobierno revolucionario, lo que rompió el aislamiento del pueblo cubano y enfureció a Washington.
Esto desbordó los esquema de las “nuevas democracias de seguridad” que se proyectaron en los años 90, con el Consenso de Washington y el impulso de la renovada Guerra de Baja Intensidad, extendiendo el campo de la contrainsurgencia a todos los sectores de la sociedad, adelantando así las respuestas que se darían a los inevitables conflictos de los años 2000.
Los expertos estadounidenses diseñaron democracias controladas, congresos y justicia controlados, y la construcción de un esquema militar de “protección” a este proyecto que dislocó el Comando Sur de la Zona del Canal de Panamá, para sembrarlo en todo el continente.
De eso se trata el actual avance en la militarización con el aumento de las bases ya existentes en Colombia- ahora son admitidas siete, sin contar otras instalaciones- o el caso de Panamá, que a fines de 1999 festejaba la salida del Comando Sur y ahora se convertirá en un virtual enclave colonial mediante la firma de un acuerdo entre Washington y presidente-empresario, Ricardo Martinelli pactado en septiembre de 2009 para instalar bases y otras instalaciones sobre el Atlántico y el Pacífico cercando ese país.
A esto hay que agregar la existencia de otras bases, radares e instalaciones diversas en América Latina y el Caribe. La ocupación militar de Haití estaba prevista claramente en los proyectos para “una transición” en Cuba. Baste recordar las propuestas del general Collin Powell en los años 2004-2005, en relación a establecer una “rampa” en Haití para completar el cerco de Cuba y el trazado general de militarización regional.
El terremoto en Haití que dejó más de 200 mil muertos fue la excusa para enviar miles de marines a ese país y anunciar su permanencia por “largo tiempo” en una verdadera ocupación.
Todo eso y mucho más está detrás de esta campaña, que ha fracasado en algunos de nuestros países, y ha podido concentrar sus mayores ataques en una Europa englobada en el ejercicio globalizador de la gran potencia.
Los mismos “expertos” de política exterior estadounidense, que ya ni siquiera se renuevan entre una administración y otra estiman que la revolución cubana es la inspiración de estos cambios en América Latina y que y tiene un fuerte ascendiente sobre todos los movimientos de resistencia. Creen que apagando la llama, apagan el fuego.
Frente a algunos “analistas” que hablan de que América Latina es un tema “secundario” para Estados Unidos bastaría recordarles, que la avanzada en todos los terrenos, incluyendo el militar que se ha escenificado en los últimos años es la más dura y violenta que se registre desde la expansión.
Por una parte la invasión silenciosa de la red de Fundaciones de la CIA estadounidense y sus Organizaciones No gubernamentales(ONGs)distribuidas a lo largo y ancho de todos nuestros países, que trabajan en la construcción de una nueva derecha, que en realidad son fragmentos de la vieja, y por la otra el plan para establecer las “democracias de seguridad” en las cuáles Washington ejerza el control de los congresos, vía corrupción o lo que sea y también de los resortes de la justicia que es lo que estamos viendo en lo actuado en el golpe en Honduras del 28 de junio de 2009.
Por eso los escribas del imperio como el peruano Mario Vargas Llosas son instruidos para hostigar e intentar “avergonzar” a gobiernos y sectores políticos y sociales que no comparten la campaña de guerra sucia contra Cuba.
Es evidente el acoso de Washington a través de los medios para lograr que los gobiernos debiliten su apoyo a Cuba. De la misma manera se trabaja en el ataque cada vez más agresivo contra la figura del presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
La señal de mayor debilidad que puede dar un político progresista o que se define como de izquierda en América Latina, es ceder en estos tiempos al chantaje de Washington manipulado por las pobres derechas continentales, ideológicamente incapaces, que sólo funcionan por el estímulo económico externo.
También desde Washington llegan las órdenes a las organizaciones políticas dependientes para que exijan a sus afiliados pronunciarse contra “la violación de los derechos humanos en Cuba” y en apoyo a “las Damas de Blanco”, las mismas que marcharon “blancamente” acompañadas por uno de los terroristas más temibles de la región como Luis Posadas Carriles, cuya historia delictiva de muerte y destrucción Cuba y América Latina conocen a la perfección.
Que el presidente Barack Obama anuncie públicamente la ayuda directa a quienes “luchen por la libertad de Cuba” es una acción de extrema violencia e intervencionismo. El gobierno que mantiene un sitio criminal contra el pueblo cubano ofrece dinero a cubanos para traicionar a su país. Esta es la verdadera síntesis.
No tienen argumentos reales para actuar contra Cuba, que no es ni un estado “fallido” en caos, ni un estado “canalla” que amenace la seguridad estadounidense. Pero Cuba es el punto álgido donde se pone a prueba a América Latina para saber si los gobiernos que desafían a Washington en varios aspectos están dispuestos a seguir comportándose soberanamente y cuanto se ha logrado en la cooptación de otros sectores.
Fuente: Prensa Latina
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MI CUBA ENTRE LA VERDAD, LAS CONSPIRACIONES Y LOS FALSOS DISIDENTES
por Gianni Minà
Estimado director,
Me aprovecho de su buena disposición de publicar voces fuera del coro para reflexionar sobre un tema, Cuba, que me apasiona y conozco en profundidad. Por diez años, he dirigido la revista Latinoamérica, con la ayuda de escritores, poetas y premios Nobel de una parte del mundo que está en pleno cambio y que por eso en Europa se le ve con prejuicio. El Corriere della Sera, por ejemplo, por tercera vez en dos semanas, con las firmas de Pierluigi Battista, Elisabetta Rossaspina y Angelo Panebianco, lamenta que la reciente campaña en contra de Cuba después de la muerte del preso Orlando Zapata tras huelga de hambre, no haya suscitado una mayor implicación del público italiano, y en la práctica pide sanciones. La saña del Corriere della Sera es única, teniendo en cuenta que el diario más popular de Italia ignora, al mismo tiempo, inquietantes noticias sobre América Latina (el asesinato de periodistas en México con 15 muertes este año y 12 el anterior, o el descubrimiento en Colombia de la fosa común más grande de América del Sur con dos mil víctimas) y no da descanso a Cuba. Se ha iniciado una campaña que, evidentemente, no escapa a nadie y a veces roza lo grotesco.
Wired, por ejemplo, es una revista de las ediciones Conde Nast, interesada en los nuevos medios y las nuevas tecnologías. En la última edición italiana, hay una docena de páginas sobre Yoani Sánchez, bloguera de moda. Il Fatto Quotidiano también se ha hecho eco de ella. Creada por el grupo Prisa, Yoani transmite desde La Habana apoyada en un servidor alemán (propiedad del magnate Josef Biechel) con un ancho de banda 60 veces mayor que cualquier otro utilizado en Cuba. En Wired, Yoani es fotografiada y presentada como una poco probable modelo en fuga de un gobierno malo, que no le da una visa para ir a recoger todos los premios que organizaciones hostiles a la Revolución le conceden en la mitad del mundo. La pobre bloguera se ve obligada entonces a dar cita a los periodistas occidentales a las 10 horas en el Parque Central.
Y sería creíble, sólo que Salim Lamrani, investigador y profesor en la Universidad Descartes, en París, se reunió con ella tranquilamente durante horas en el vestíbulo del Hotel Plaza, en una entrevista que publicaremos en el próximo número de Latinoamérica donde Yoani dice no reconocerse, aún cuando sus respuestas fueron grabadas por un moderno IPhone.
Sorprendentes detalles, pero no tanto: entre los fundadores y principales contribuyentes de Wired está Nicholas Negroponte, profesor universitario y socio del Departamento de Defensa de los Estados Unidos cuando Internet era sólo un proyecto militar. Nicolás es hermano del legendario John, estratega de la “guerra sucia” en los años 80 contra los sandinistas en Nicaragua y posterior presencia inquietante en Iraq, donde fue embajador en los días de la muerte de Nicola Calipari “agente de los servicios de inteligencia italiano” que acababa de salvar a la periodista del Manifiesto Giuliana Sgrena, a manos del infante de marina Lozano.
Los artículos e iniciativas contra Cuba, sin embargo, siempre tienen sorpresas ocultas. Tiene sentido, por ejemplo, descubrir en la red las imágenes de la manifestación que, en Miami, abrió la nueva campaña de descrédito que comenzó el día posterior a la muerte de Orlando Zapata, preso por años en cárceles cubanas por delitos comunes y en los últimos tiempos muy unido a las Damas de Blanco, movimiento de disidencia subvencionado por el terrorista Santiago Álvarez. Tiene sentido porque en la manifestación encabezada por Gloria Estefan, cantante de éxito, hija de un ex guardaespaldas de la familia de Fulgencio Batista, dictador derrocado por la revolución cubana, marchó otro terrorista, el cubano Luis Posada Carriles, responsable, entre muchos otros crímenes, de hacer volar un avión de Cubana de Aviación en 1976 que causó 73 víctimas. Posada Carriles fue identificado también como uno de los autores intelectuales del asesinato del ex canciller de Allende, Orlando Letellier, asesinado en Washington en 1976 y la series de atentados ocurridos en Cuba en 1997 (entre las víctimas, el italiano Fabio Di Celmo).
Este Bin Laden de América Latina, encubierto por la CIA, camina libre por la calles de Florida y pide “libertad y democracia” a Cuba. Yo no sé si el ministro Frattini, quien la emprendió con Cuba luego del caso Zapata, conoce estas historias. Pero si sé que no es creíble que el ministro de Relaciones Exteriores de un país que se autoproclama democrático, exalte la bondad de un embargo absurdo, impuesto por la exclusiva culpa de un país de haber elegido un destino no deseado por los Estados Unidos, un embargo que asfixia al pueblo cubano por 50 años, y que ha sido condenado 18 veces en las Naciones Unidas, con el voto de Italia incluido. Frattini sabe que, después de los 140 millones dólares destinados por Bush en 2008 para "cambiar el rostro en Cuba", Obama en 2009, pese a la crisis económica, ha destinado 55 millones para la misma causa. ¿Para qué piensa el buen Frattini que se utilizaría dicho dinero? ¿Para pacificar a un país u orquestar, en una sociedad ya herida por el terrorismo proveniente de la Florida, una estrategia de tensión? Pero a nuestro ministro le duele que Italia no se movilice contra la Revolución, ignorando el testimonio de que todos los medios de comunicación italianos se la pasan en esto semana tras semana.
Incluso Aldo Forbice, que intenta callar a cualquiera que difiera de sus puntos de vista, aboga en contra de Cuba en Radio Rai, con la complicidad de los radicales. En algunos casos, se suman algunos medios progresistas en política interna, pero que tratan con cuidado, de estar a la par de la línea de la Secretaria de Estado Clinton, ansiosa por recuperar el dominio que perdió Bush Jr. sobre el continente al sur de Texas. La mayor parte de los "disidentes" encarcelados en 2003 —alentados por la administración Bush, llevaron a cabo secuestros aéreos y el secuestro de la embarcación de Regla con turistas a bordo— fueron condenados por haber tomado dinero del gobierno en Washington, nadie sabe para qué servicios, que les fueron otorgados por la oficina de intereses de los EE.UU. en La Habana. De haber ocurrido lo contrario, serían procesados en los EE.UU. por alta traición. Pero en la prensa italiana se habla de periodistas encarcelados por supuestos delitos de opinión, evitando el detalle de que muchos han sido contratados y pagados por el país que ha sometido a Cuba a un embargo de medio siglo. Por no decir que estos mercenarios perjudican enormemente a los verdaderos y sinceros disidentes y voces valientes como las de Ambrosio Fornet, Soledad Cruz, Senel Paz, Leonardo Padura, que publicamos en Latinoamérica y que, en la Revolución, critican y luchan por la reforma, porque el gobierno se libere del síndrome de asedio que retrasa la evolución de la sociedad cubana. En resumen, en los últimos meses no ha sucedido nada nuevo en la isla que justifique este asedio político.
Aún no llegan las aperturas de Obama (que recién se reunión con los “duros” de la Fundación Cubano-Americana) y con razón o sin ella, Raúl Castro, a su vez ha retrasado las reformas. Pero desde el final de la Cumbre de las Américas en Trinidad, los EE.UU. se han percatado de que la actitud de la mayoría de los países del continente ha cambiado. Y para la próxima cumbre de la OEA, Hillary Clinton tuvo que aceptar la reinserción, sin condiciones, de Cuba, luego de que el propio EE.UU., cincuenta años antes, había solicitado su exclusión. Este cambio político en América Latina se ha atribuido a la influencia de la isla, y con razón. Así se regresó a los viejos métodos, con la reactivación del argumento de los derechos humanos que hace 25 años inició Reagan contra la Revolución. Esto no era lo que se esperaba de Obama.
Traducido por Sergio Alejandro
Publicado en il Fatto Quotidiano
Fuente: La Jiribilla
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"LAS DAMAS DE BLANCO SON UN MONTAJE ESCENOGRÁFICO"
por Fernando Arrizado Vieiros
Entrevista con Enrique Ubieta.
El pasado martes, dos días después de la multitudinaria marcha que recorrió el centro de Compostela para denunciar la “farsa informativa contra Cuba”, Enrique Ubieta visitaba la capital gallega. El escritor y periodista cubano, responsable de la publicación La calle del medio y ex-director de la Cinemateca Cubana, ofreció una conferencia y se reunió con varias asociaciones del país. El objetivo: dar a conocer la realidad de la isla más allá de la imagen que ofrecen los medios europeos, especialmente los españoles, y sobre todo tras la muerte de Orlando Zapata, la enésima huelga de hambre de Guillermo Fariñas y las frecuentes manifestaciones de las Damas de Blanco.
Vieiros: Guillermo Fariñas: ¿va a morir, podría morir, no le importaría morir?
Enrique Ubieta: La presencia mediática de Fariñas en la gran prensa del mundo, el realce de su figura de premártir -que él asume, algo insólito en un héroe de verdad- lo que provoca es su estimulación, le incita a morir. Yo no puedo interpretar lo que él piensa. El peligro es que podría morir incluso en contra de su voluntad, porque en el organismo humano hay un punto de no retorno que no es capaz de determinar ni el propio huelguista. Por otra parte, hace falta preguntarse con que capacidad física una persona que lleva más de 50 días en huelga de hambre puede estar hablando todos los días en los medios. Podría no ser tan estricta. Pero lo principal en este tema es que puede ocurrir un accidente, porque está siendo alentado y la propia prensa le hace difícil retractarse.
Pero los médicos intentarían evitarlo …
Desde el punto de vista ético, la Convención de Malta establece que no se puede alimentar por la fuerza a una persona que se niega a hacerlo por voluntad propia. Fariñas ha permitido ser alimentado en el hospital por vía parenteral, pero sólo la vía oral garantiza que un ser humano sobreviva.
¿Qué podría pasar a nivel político si muere?
A nivel interno absolutamente nada. Esto puede sonar insensible, pero en el momento en que salí de Cuba, mientras él estaba en el hospital de Santa Clara, todo el pueblo de la ciudad estaba en la final del Campeonato Nacional de Pelota (béisbol) y en La Habana había 200 mil personas bailando en el concierto de Calle 13. Eso es lo que estaba pasando en Cuba, no lo que la prensa internacional muestra.
Con respecto a lo que muestran los medios, las Damas de Blanco ocupan portadas y telediarios con titulares donde se denuncia el acoso que están sufriendo por parte de la Policía cubana …
Las Damas de Blanco son un montaje escenográfico. La derecha ha aprendido a tomar fórmulas de expresión de la izquierda como las Madres de la Plaza de Mayo, auténticas luchadoras por la memoria de sus hijos y nietos, torturados, asesinados, … En Cuba no hay ni torturados ni asesinados. Las personas que están encarceladas fueron juzgadas por tribunales según leyes. Toman mujeres de personas que trabajaron para subvertir el orden constitucional -cosa que también castiga el código penitenciario español-, las visten de blanco -un color asociado con la paz y la pureza-, les colocan un gladiolo y las llevan a la iglesia católica que es un escenario perfecto para que las vean en Europa. Ya cuando las tienen preparadas, dicen: “cámaras, ¡acción!” y ahí está la CNN, la TVE … Ustedes lo que están viendo es una película de ficción que tiene en la acera de enfrente, fuera de pantalla, a los diplomáticos europeos y estadounidenses, que son en definitiva los que pagan, los productores de la película.
¿Y la llamada oposición cubana?
Son personas que no han salido de ningún sindicato ni de ningún grupo. Nunca han sido líderes de nadie, ni tienen contacto ni están enraizados en la población. Por lo tanto, no representan a ningún sector. Son individualidades que se reunen en las embajadas extranjeras. Además, financiados con fondos declarados del gobierno de Obama, 200 millones de dólares. Opositores son otros; mis vecinos y yo nos pasamos la vida discutiendo de política, pero eso es otra cosa, no los que están pagados para subvertir el orden constitucional en Cuba.
La izquierda europea vive en el eterno debate moral entre apoyar o condenar al sistema cubano …
Si la izquierda acepta como buena la definición de ‘democracia’, de ‘derechos humanos’, de ‘libertad’ que ha redactado la derecha, su margen de comprensión y de posicionamiento en el mundo es nula. Esa es una izquierda que ha sido prefabricada por la derecha. Yo no sé como es posible que alguien que se va a ubicar en la izquierda acepte como forma de conducta el canon que la derecha ha establecido de como debe ser un izquierdista político correcto. Con el tiempo, un izquierdista político correcto es una pieza más del propio sistema capitalista y no va a producir ningún cambio real.
“Cuba es una dictadura”, argumentan. ¿Lo es?
En Cuba no existe una dictadura. Existe una democracia que no es igual que la que existe en el Estado español, pero que en muchos aspectos es más auténticamente democrática. En el Estado español existe la ilusión de libertad, la ilusión de pluralidad que hace que los medios de prensa se multipliquen, con aparentes políticas editoriales diferentes que en esencia son la misma. Si tú lees El País, el ABC, El Mundo, puedes apreciar que en los problemas fundamentales -no en los periféricos del sistema- tienen la misma política editorial. Son puntualmente de derechas y están marcando pautas de derechas. La libertad de expresión es un proceso de ilusionismo.
Pero lo cierto es que en Cuba sólo hay un partido político …
Aquí hay un sistema bipartidista PSOE-PP. Son parte del propio sistema. Son diferentes maneras de entender como hacer eficiente ese sistema y representar a algunos intereses diferentes dentro de la ‘pluralidad’, entre comillas, de ese sistema. La única vez que en el Estado español se produjo un accidente de esa democracia, con la República, rápidamente surgió el fascismo. La alternancia en el poder entre PP y PSOE es ilusoria; es de personas y de métodos para reproducir el sistema capitalista, no para alterarlo.
Hay mucha confusión alrededor del sistema electoral cubano. ¿Cómo elige el pueblo a sus representantes?
Acaba de volver a empezar hace unos días todo el proceso electoral. (1) Primero, se eligen delegados a nivel de barrio, de manera directa y a mano alzada. La gente conoce a los vecinos y propone a los que considera más capaces para representar sus demandas. Los delegados elegidos constituyen la Asamblea Municipal. De ahí salen más del 50% de las propuestas a diputados y delegados de los consejos provinciales, que escoge la población por la vía del voto directo y secreto. Por lo tanto, más de la mitad de los diputados de la Asamblea Nacional -que es la que elige finalmente al presidente del país- son gente salida de los barrios. El porcentaje restante son propuestas de sindicatos, de federaciones, de instituciones.
¿Un sistema, mejor o peor que el nuestro?
Es un sistema. Que no es perfecto. Pero es un sistema que no juega a que gane quien más dinero tiene, quien es más guapo o simpático, que no mira si una persona se divorció hace tres meses o tiene un amante. Se trata de que al gobierno lleguen las personas más capaces. Yo personalmente creo que, aunque mejorable, el cubano es mejor. Es algo que podemos discutir. Lo que no se me puede decir es que en Cuba no hay un sistema democrático.
En los últimos días, dos conocidos artistas, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, tradicionalmente defensores de la Revolución, reclamaron “cambios”. También Raúl Castro en su día anunció “cambios”. ¿Se están dando esos cambios?
El país siempre ha estado cambiando. La Cuba de 1970 no se parece en nada a la de 1990, ni a la actual. Este hincapié que hacen los medios en los cambios con respecto a años anteriores tiene que ver con el interés de la derecha en que Cuba cambie. Pero que cambie para convertirse en un país capitalista, en un país pobre del Tercer Mundo subordinado a los intereses del gran capital. Eso es algo que no tiene en mente ningún cubano. Incluso Pablo dijo que se estaba refiriendo a los cambios anunciados por Raúl Castro. Y a Silvio Rodríguez le manipularon su entrevista. En un discurso totalmente a favor de la Revolución entresacaron la palabra “cambio” para oponerlo al proceso, cuando en realidad es algo que los cubanos hablamos a todas horas.
¿En qué consisten esos cambios?
El principal objetivo es hacer que la economía sea más eficiente, hacer que la gente sepa lo que cuesta todo aquello que recibe por parte del Estado. Que el que no trabaje ‘pase hambre’, entre comillas, para que aprenda a valorar los beneficios que tiene. Hay un proceso en el que necesariamente se tendrá que revertir la pirámide invertida heredada del período especial, los años más duros, donde la gente, según la frase del marxismo, ofrezca lo que su capacidad le permita y reciba un equivalente de lo que aporta. Y desde el punto de vista social, hacer una mejor utilización del sistema democrático cubano para que la gente pueda tener más participación en la vida del país.
¿La campaña mediática de “desprestigio” que ustedes denuncian cree que va más allá de Cuba? ¿Preocupa más, hoy por hoy, Chávez que la propia Revolución Cubana?
No. Yo creo que preocupan las dos cosas. Cuba es el escudo moral de América Latina. Todo lo sucedido en América Latina en los últimos años es gracias a Cuba, que fue capaz de resistir 50 años de acoso. Porque está ahí, porque es un camino alternativo visible que no ha fracasado a pesar del bloqueo económico y de todas las dificultades. Un país que ha elevado la esperanza de vida a los 77 años, que tiene niveles de mortandad infantil y materna del Primer Mundo. Que tiene más médicos -en cifras netas, no comparativas- que Gran Bretaña. Con un millón de universitarios, sin analfabetismo, cuando por ejemplo en Sevilla, en el Primer Mundo, la mitad de la población no tiene título de bachillerato y hay 37 mil personas que no saben leer y escribir … Un país del Tercer Mundo bloqueado que ha conseguido todas esas cosas no es un país fracasado. Eso es muy importante para América Latina. Sin el referente de Cuba el proceso revolucionario sería diferente. La ausencia de Cuba sería un golpe durísimo no solo para la izquierda en América Latina, sino en todo el mundo.
(1) En los momentos en se publica esta entrevista concluyó la primera vuelta de las elecciones, donde votaron 8 205 994 electores, equivalentes al 94,69% de los inscritos, cantidad que sobrepasa en 29 903 los asistentes a las urnas en los comicios parciales precedentes (2007) , incorporándose a la votación por vez primera, alrededor de 320 000 jóvenes. (Nota del editor de Cubarte)
Fuente: Lapolillacubana’s Weblog
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Cubarte, 2010.
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