Poner a todos a pensar
Por Félix Sautié Mederos
Hace algunos días, la multinacional latinoamericana Telesur publicó una entrevista a un destacado intelectual cubano al que respeto mucho y al que nadie podría calificar de disidente ni de enemigo de la Revolución. Al contrario, es una persona con obra concreta dentro del proceso socio político cubano desde el triunfo revolucionario hasta nuestros días, en el ámbito de la cultura. Él piensa profunda y libremente, expresándolo sin regodeos ni subterfugios.
Debo decir que una de sus ideas y conceptos, que en esta ocasión expresó de manera lúcida y clara, fueron sobre la necesidad de que en Cuba se ponga a pensar a todos. Principalmente, a ese gran potencial humano que se ha formado en las más disímiles disciplinas de las ciencias, la cultura y las artes durante estos 50 años. No pretendo hacer interpretaciones de sus criterios ni intenciones con relación a lo que declaró. El no necesita que alguien lo interprete ni mucho menos, porque siempre ha sido y es, muy coherente y preciso en todo lo que dice.
Sólo quiero expresar que sus palabras motivaron mi pensamiento y mis criterios, al coincidir con sus ideas, porque he escrito reiteradamente sobre este tema. Considero que el pensar y el hacerlo por nosotros mismos, es una de las cosas más necesarias en la Cuba de hoy. Lamentablemente subsisten quienes se oponen a “cambiar todo lo que deba ser cambiado”. Los que así se expresan, dejan a un lado a la dialéctica de la vida que Heráclito identificó con un concepto que parafraseo: no te bañarás dos veces en el agua del mismo río.
Quienes además se dedican a descalificar e insultar a los que se atreven a pensar con cabeza propia, cuando no coinciden con sus criterios que parten de que todo lo establecido es lo correcto y que no debe ser objeto del movimiento ni del cambio, hacen un daño de magnitudes y extensión incalculables al presente y al futuro. Vivimos en uno de los momentos más intensos y dramáticos de la Historia, principalmente en lo referido a los avances de la ciencia y la técnica. Sobre todo en las comunicaciones que permiten el intercambio intersubjetivo de los seres humanos, incluso en tiempo real, sin importar lo lejano que pudiéramos estar unos de otros y nosotros, en este campo, nos estamos quedando atrás.
A tales efectos, dialogar, oírnos unos a otros, y respetar lo que piensan los demás es, quizás, la más importante acción que podríamos hacer en pro de la paz y del futuro tan incierto que estamos viviendo planetariamente por causa de la explotación, las ambiciones, las manipulaciones y la paulatina destrucción de la naturaleza, que presagian grandes hecatombes. Cuba no es una excepción ni mucho menos; yo pienso que para el bien de nuestro presente y nuestro futuro, deberíamos dejar a un lado esas constantes comparaciones de superioridad que algunos reiteran y que para nada nos ayudan, porque nublan las realidades de nuestros defectos y de nuestros problemas que necesitamos rectificar para perfeccionar nuestro sistema social.
Las alarmas están sonando desde los más diversos sectores del pensamiento y habría que detenerse a analizarlas. No deberían ser quienes claman por el pensamiento, el diálogo y el respeto a los criterios de los demás, los que estén tan equivocados.
Por otra parte, reitero que la descalificación, los insultos y las consignas inmovilistas, poco ayudarán al futuro de la Patria que fundaron hombres de pensamiento y acción, que eran diversos y disímiles con lo diversa que son la naturaleza y la vida.
fsautie@yahoo.com
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=17626
martes, mayo 04, 2010
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