jueves, noviembre 15, 2007

ENTRE LA PASION Y LA RAZON

Entre la pasión y la razón
jueves, 15 noviembre 2007

Félix Sautié Mederos*

Un incidente recorre el mundo y múltiples lecturas se plantean. No debe sorprendernos que haya quienes se mueven detrás de los hechos con intenciones no expresadas a la luz pública y eso podría ser muy peligroso para unos y para otros porque a veces las polarizaciones pueden ser manipuladas para lograr objetivos inconfesables por intereses no presentes, aunque de modo tácito y a veces no sutil se transparentaron durante el debate.Mucho lo he pensado porque tal y como ha ido subiendo el clima y la confrontación se hace difícil pensar con cabeza fría y poner sobre la mesa los intereses esenciales que quizás pudieran ser dañados, mientras que las pasiones se desatan. En una polémica desde posiciones tan distantes pueden producirse episodios más emotivos que reflexivos al margen de la voluntad del diálogo de las partes en pugna, que muchas veces requieren del razonamiento sereno desde afuera para vislumbrar otras consecuencias que bien pudieran ser aprovechadas, sobre todo desde aquellos ámbitos donde se silencian los argumentos y se reduce la Cumbre a esta lamentable peripecia.
¿En cuántos países además de los vinculados con Telesur, se difundió íntegramente el debate por televisión? ¿Cómo comprender lo sucedido si no se dispone del contexto de la discusión que tuvo tan penoso clímax?Estamos ante comportamientos desmedidos y exabruptos fuera de lugar, de diplomacia y del respeto mutuo. Desapruebo que en una reunión a cualquier nivel uno de los participantes interrumpa al que está hablando tanto como que un tercero sin la autoridad del que preside, y de modo improcedente aún si lo fuera, mande a callar al Presidente de un país desde su majestad en otro estado. Sólo quisiera reiterar una vez más aquello que nos dijera Don Benito Juárez, el Benemérito de América, "el respeto al derecho es la paz". Las normas éticas en este sentido son básicas para el desenvolvimiento de todo, pero quisiera aportar otro punto de vista que me asalta.Las Cumbres Iberoamericanas se han venido abriendo paso poco a poco, frente a una OEA sometida a la hegemonía norteamericana, de la que se expulsó a Cuba, así como de una Cumbre de las Américas convocada y presidida de hecho por los Estados Unidos, evolucionando nuestro espacio iberoamericano según se modifica su composición por la presencia de gobiernos que desde diversas características y posicionamientos intentan desgajarse de la globalización neoliberal. Hoy constituyen un foro al que concurren virtualmente todas las tendencias existentes en el panorama continental y mundial, una verdadera diversidad. Cuba dejó de ser una voz solitaria, pero ello no significa que esperemos de estos encuentros las conclusiones de un cónclave de revolucionarios. Quizás este es un ángulo del asunto que deberíamos tomar en cuenta los que desde las izquierdas estamos opinando al respecto del incidente y a veces sin ser intencional le echamos leña a una candela que quizás perjudique más de lo que pueda resolver, porque terceros se podrían aprovechar para desmontar las posibilidades y las ventajas que en medio de sus deficiencias y hasta ahora inmovilismos manifiestos en determinados aspectos, se han venido expresando en estas Cumbres Iberoamericanas.La identidad de criterios con Daniel Ortega y Hugo Chávez no fue óbice para que en nombre de Cuba, Carlos Lage trascendiera la beligerancia predominante y pusiera énfasis en evidenciar la validez de este foro iberoamericano a salvo de la manipulación de ningún gran poder, que entre otras cuestiones importantes de encuentro y colaboración hace posible la discusión franca y abierta, que tanto se necesita en el mundo de hoy. Desde mi modesta posición de ciudadano común y corriente sin responsabilidad oficial alguna, opino que este ángulo de la cuestión debiera ser el que se resalte definitivamente en todo esto, porque lo más lógico es preservar las Cumbres Iberoamericanas e incrementar su participación con vistas a tener un lugar de encuentro común en medio de la diversidad, en el cual sea posible decirnos las cosas en paz y con ética, así como lograr concertaciones básicas en pos del futuro dentro de un mecanismo no controlado por los poderosos de siempre.Quienes me conocen personalmente saben que soy un apasionado e impulsivo y que en no pocas ocasiones he tenido que lamentar mucho que la pasión haya dominado mi razonamiento. Considero en consecuencia, por experiencia propia, que es mejor que la razón domine nuestros actos en vez de la pasión que puede descontrolarse y cegarnos. La pasión impulsa la entrega y eso es importante, pero la pasión cuando va más allá de la razón puede nublar y oscurecer nuestros entendimientos y hacernos presa de las manipulaciones inconfesadas que terceras partes pudieran desplegar con la finalidad de que nosotros mismos actuemos contra nuestros propios intereses.Ha sido costoso el aprendizaje cuando en el afán de adelantar cambios y avances de carácter socialista sus promotores se han apartado de los cauces del razonamiento científico, de la persuasión y del convencimiento, dando lugar a reveses y a procesos autodestructivos. Sólo quisiera aportar este ángulo del asunto, porque mi sensibilidad y mi conciencia así me lo exigen, a sabiendas que me expongo a las descalificaciones y los ataques ciegos y descontrolados que la pasión mueve siempre. A unos y otros, valga recordarles esta reflexión martiana: "...la razón no excluye la mesura, ni la severidad del cargo, la forma digna que lo expresa".
*E-Mail: fsautie@yahoo.com This e-mail address is being protected from spam bots, you need JavaScript enabled to view it

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