sábado, enero 12, 2008

LOS ESTUDIOS DE MERCADO Y LAS DESIGUALDADES SOCIOECONOMICAS EN CHILE

ENVIADO POR: RICARDO MATA
DE: DIASPORA CHILENA
PUBLICADO POR: Fank Díaz Rey
-Primera Parte-
LOS MULTIMILLONARIOS CHILENOS Y LOS TRABAJADORES. Por José CademartoriLas inequidades actuales no tienen justificación. El nivel alcanzado por el Producto Interno Bruto en los últimos años es un indicador elocuente de las posibilidades reales de un reparto mucho más equitativo de los ingresos. Se trata de una suma que llegaría el presente año a unos 160.000 millones de dólares, cifra que era inimaginable unos pocos años atrás. En ella se refleja el notable precio alcanzado por el cobre y otras materias primas que lleva más de cuatro años y no tiene visos de caer, salvo en caso de catástrofe económica mundial. Si dividimos esa cantidad entre los 16 millones de habitantes, corresponde un producto de 10.000 dólares por persona. Traducido a pesos, tocaría a cada chileno, hombre, mujer, niño, un equivalente de 416.000 pesos mensuales. Cualquier matrimonio sin hijos podría recibir 832.000 mil pesos mensuales. Toda familia de dos adultos y dos niños dispondría de 1.660.000 pesos.Ciertamente no se trata de establecer un reparto igualitario absoluto. Demos por aceptado un cierto grado de diferenciación por capacidades, esfuerzos y rendimientos, más otros factores comprensibles históricamente. Aún así, es indiscutible que en Chile se han generado suficientes recursos para eliminar la pobreza real que afecta a 3 de cada 10 chilenos y al mismo tiempo reducir sustancialmente las inequidades actuales. Estas últimas se deben a los mecanismos de reparto de la riqueza, los que generalmente se ocultan ante el gran público para proteger privilegios insostenibles. No es ético que el 75% de la población tenga un ingreso por habitante muy inferior al promedio del país. No es justificable que 10 millones, el 60% de nuestros compatriotas, deban subsistir con menos de 82.000 pesos mensuales, en tanto el producto por habitante es cuatro veces mayor.Durante Allende, las desigualdades llegaron al mínimoEl coeficiente de Gini que mide el grado de desigualdad en la distribución ha confirmado que Chile es uno de los países más inequitativos del mundo. Siendo este indicador en el año 2005 de 0.54, [o de 0.55, según CEPAL, 2004] resulta ser harto más negativo que en los países europeos, naciones asiáticas y oceánicas. Entre 124 países estudiados Chile figura en el lugar 113, o sea entre los 11 peores del mundo. Por otro lado, afirmar que la magnitud de las inequidades ha sido siempre invariable a lo largo de nuestra historia, es falso. La evolución del coeficiente de Gini revela que el grado de inequidad ha tenido fuertes variaciones en los últimos cincuenta años. Depende esencialmente de las políticas de los gobiernos. Fue relativamente moderado en los años de Ibáñez y Frei padre; se logró el mejor resultado durante Allende; alcanzó los peores niveles durante la dictadura y se ha mantenido muy negativo en todos los años de la concertación. [Departamento de Economía, Universidad de Chile.]Otro indicador significativo es la relación entre el ingreso por persona del 10% más opulento de la población y el 10% más desprovisto. Hay que tener en cuenta que las entradas de los más ricos están muy subestimadas porque no declaran sus verdaderas rentas a Impuestos Internos ni menos a la Encuesta Casen. Con todo, la relación por familia entre uno y otro extremo fue de 31 veces y por persona fue de 53 veces, según la Casen 2006. Aún más. Si se excluyera el decil más rico y se considerara sólo al 90% de la población restante, la distribución sería mucho más pareja, menos concentrada. Esto confirma que la extrema riqueza es la causante de las profundas desigualdades entre nosotros.Los dos Chile, el 1% y el 99%El resultado es más impactante si se compara el 5% más rico con el 5% más pobre. Entre 1990 y 2005 la distancia entre unos y otros se alargó de 110 a 220 veces. Los super ricos avanzan a pasos de gigante y los pobres a pasos de enano. Esta creciente polarización tiene poco que ver con trabajo o sacrificios, ni menos con talentos naturales. Tiene que ver con monopolios, instituciones económicas y poder político, coludidos para implantar las leyes que más les convienen. Las distancias también son marcadas si nos fijamos cómo se reparte la nueva riqueza dentro del 10%, de chilenos más afortunados, un universo constituido por 1 millón 600 mil personas. La acumulación del capital se concentra en el 1% de la población - 160.000 personas- constituida por los multimillonarios, sus asociados y asesores. Se trata de unas 40.000 familias, un número insignificante en comparación con los 4 millones de familias chilenas. Las cifras indican que esa privilegiada minoría es la que más ha profitado del crecimiento económico de los últimos dos decenios y especialmente en los últimos años, generando una distribución que con razón los obispos católicos llamaron 'escandalosa'.Se han conformado dos Chile muy opuestos entre síUno, el que gira alrededor de un reducido círculo de magnates, tanto chilenos como multimillonarios extranjeros con inversiones en el país. Son los dueños de las grandes minas, enormes extensiones de bosques, las tierras de cultivo más fértiles, los mejores litorales costeros y lacustres, suelos urbanos estratégicos, valiosas fuentes de agua en ríos y lagos, grandes industrias, centros comerciales, etc. La privatización no se detiene ante desiertos y montañas. Dos tercios del territorio nacional son ahora propiedad privada. Están identificados 114 grupos económicos controladores de sociedades anónimas, que son los que concentran los mayores patrimonios. Existen unas 1.200 mega empresas que facturan el 63% de las ventas de todos los mercados.El otro Chile, está constituido por la inmensa mayoría de la población que incluye desde indigentes y pobres hasta extensas capas medias. Aquí se incluyen obreros y empleados, los 600.000 mini y pequeños empresarios, cuyas ventas no pasan del 10% del total. Ni unos ni otros poseen patrimonio suficiente que les asegure su existencia, pues sus viviendas están hipotecadas, sus ingresos comprometidos por años, debiendo trabajar al límite de sus fuerzas para sostener a sus familias. Sus horas de trabajo, sin contar el tiempo de traslado, están entre las más agobiadoras. [Santiago es la 7a ciudad con la jornada más larga del orbe]. Una enfermedad grave, un accidente, una crisis económica, la separación de los padres, bastan para caer en la pobreza o en la indigencia. Como reconoció el empresario Felipe Lamarca: 'Un gran porcentaje de la población se levanta y se acuesta con angustia. Viven tremendamente ajustados, con el espectro del desempleo y las deudas encima.'El gran botín de las transnacionalesDesde luego, buena parte de lo que el país produce no entra en la distribución. Se incluye dentro del Producto Interno Bruto [PIB] pero no del Producto Nacional Bruto [PNB], que es lo que realmente se reparte entre los chilenos. Se habla del PIB, pero nunca del PNB. En el 2005, por ejemplo, se restó el 12% del PIB para obtener el PNB. Se trata de una suma tan grande como la mitad de toda la inversión interna. Estos recursos van a engrosar las arcas de los multimillonarios del mundo. Es una pérdida neta para el país, es un pesado costo que paga toda la nación al capital transnacional. En los últimos años la rentabilidad del capital foráneo se ha multiplicado, gracias al mayor precio del cobre y de otras materias primas, no porque las compañías hayan sido más eficientes. Este sobre-precio debiera ser propiedad nacional. [Ecuador acaba de decretar que cuando el precio de su petróleo adquiere un nivel anormalmente alto, el 99% del sobreprecio incrementará la renta del estado.]Desde el año 2003 hasta el 2007, las compañías globales se han llevado la cantidad de 59.271 millones de dólares, esto es cerca de la mitad del Producto Interno Bruto. A comienzos de los noventa eran sumas discretas, pero en los últimos años han ido escalando vertiginosamente: Desde 4.600 millones en 2003 hasta 16.300 millones de dólares el 2007. La Escondida, Angloamerican, Santander, Enersis, Telefónica, Aguas Andinas, ING, Shell, Nestlé, etc.] están entre las que se llevan la mayor tajada. Es tan grande la ganancia que se apropian las transnacionales mineras que les bastó un solo año, el 2006, para recuperar todo lo invertido en los quince años anteriores. Las otras multinacionales -en la banca, las afp, isapres, concesionarias o dueñas de la electricidad, agua, gas, autopistas, comercio, industria- acumulan enormes beneficios mediante intereses usurarios, comisiones incontroladas, peajes abusivos, reajustes excesivos, mensualidades y altas tarifas que extraen de usuarios y consumidores indefensos. Un ejemplo de ganancias excesivas es el que exhiben las empresas sanitarias, vendidas o concesionadas al capital extranjero por Frei y Lagos. Ellas declararon una rentabilidad exorbitante en el primer semestre del 2007: 35,5% sobre su patrimonio. Las tarifas de estos servicios privatizados podrían ser muy inferiores a los actuales, sus trabajadores mejor remunerados, el Fisco podrían contar con más recursos y aún así, esas compañías tendrían utilidades presentables.Grupos financieros internacionales compran y venden empresas chilenas en dificultades, pero potencialmente rentables. Despiden gente, aumentan las jornadas, reducen remuneraciones y luego las revenden al poco tiempo, con cuantiosas ganancias: Algunos ejemplos: El complejo minero La Disputada, privatizada por Pinochet para la Exxon, que ésta explotó declarando falsas pérdidas y vendida luego con ganancias; La multitienda La Polar, la eléctrica Transelec. Yacimientos mineros, bosques, reservas de agua, industrias, bancos, plantas eléctricas, afiliados a las afp, cotizantes de isapres, cadenas comerciales, con sus empleados incluidos, cambian de dueños extranjeros, con el beneplácito de nuestras autoridades. Al revés, en Europa y EE.UU, los gobiernos obstaculizan la venta de empresas estratégicas al capital extranjero, porque lo consideran un asunto de soberanía nacional. Los multimillonarios chilenos y los trabajadoresLos jefes de los clanes familiares y grupos económicos chilenos más poderosos son conocidos: Angelini, Matte, Luksic, Claro, Ibáñez, Hurtado, Vicuña, Said, Yarur, Calderón, Paulman, Solari, Piñera, Saieh, Larraín, Obach, Bezanilla, Lavín, Délano, Ponce, Fernández León, Vial, Silva, Yurasek, Edwards, entre otros. Todos ellos han multiplicado sus haberes en los últimos veinte años a un ritmo que no guarda relación con el resto de los chilenos. A algunos les fue muy bien con la dictadura y hasta mejor con la Concertación. Se repartieron Cap, Endesa, Iansa, Lan, Soquimich, Celulosa Arauco, Instituto de Seguros del Estado, TV de la Universidad de Chile y muchas otras empresas estatales, compradas a vil precio y revendidas con grandes ganancias. Según la revista Forbes, la familia Angelini acumula un patrimonio de 6.000 millones de dólares y subió al lugar 119 entre los más acaudalados del mundo. El clan Matte le sigue de cerca, 5.600 millones de dólares en el lugar 137. Ambos subieron en un año, 62 puestos. Poco más atrás está el grupo Luksic. El dueño de Lan, Chilevisión, y decenas de miles de hectáreas de tierras vírgenes de Chiloé e infinidad de otros negocios, Sebastián Piñera, avaluado en 1.200 millones de dólares se ubica entre los 799 hombres más ricos del planeta. En cambio los obreros, administrativos y técnicos que contribuyen a la acumulación de estos magnates están muy por debajo de lo que perciben europeos, norteamericanos, del este asiático y del pacífico. Por ejemplo, un operario agrícola bien calificado percibe en Chile hasta $300.000, su similar en Nueva Zelandia, $900.000. Difícilmente esta distancia puede acortarse, mientras año tras año los asalariados chilenos sigan recibiendo mucho menos del aumento de la productividad de su trabajo, mientras los patrones se quedan con la mayor parte de ese aumento. Tal es uno de los mecanismos principales de las mayores desigualdades, refrendado por la legislación laboral heredada de la Dictadura. [prácticas antisindicales, despidos arbitrarios, negación del derecho a huelga, subcontratación]. No es de extrañar, entonces, que sea el capital el que aumenta su participación en la renta nacional, en desmedro del trabajo asalariado y del trabajador por cuenta propia. [Cuentas Nacionales, Banco Central]Por si lo anterior no fuera suficiente, nuestros rmillonarios tampoco cancelan los impuestos que debieran, a pesar de las blandas leyes que les rigen. Tienen muchas formas de ocultar sus verdaderos ingresos y eludir el pago de los tributos, entre otras, el secreto bancario y la prohibición de publicar sus declaraciones. Usan los resquicios legales, forman sociedades de papel, inflan sus gastos, o mantienen cuentas en 'paraísos fiscales'. Tienen expertos, auditores y abogados que les arreglan sus declaraciones. Un ejemplo de estos métodos mafiosos utilizados con la complicidad de bancos 'respetables' [cuentas brujas, identidades falsas, compañías ficticias en paraísos fiscales] ha sido revelado en el proceso por fraude a Pinochet y su camarilla. El ex Director de Presupuesto, Mario Marcel asegura que 'si miramos el cinco por ciento de la población más rica, sólo la mitad de ellos paga el impuesto a la renta que les corresponde'. Y eso, sin perjuicio de las numerosas exenciones legales vigentes que los favorecen como las donaciones, las plantaciones forestales y muchas otras: el 98% de estos privilegios van a parar al 20% de chilenos más acomodados. El Fisco se desprende generosamente de 3.164 millones de dólares cada año para favorecer a grandes empresarios, entre los cuales están los dueños de las forestales, las inmobiliarias y las financieras. En la Bolsa los bien dateados pueden hacerse más ricosUna muestra de hacia donde va a parar el crecimiento bajo el modelo económico neoliberal es el siguiente dato: En 1980, el valor bursátil de las diez principales sociedades anónimas equivalía al 4% del PIB de ese año. En el 2006, el valor de las diez primeras había subido al 60% de un PIB ya aumentado notoriamente. Hasta el Fondo Monetario Internacional lo reconoce: El mercado bursátil chileno es el más concentrado de América Latina. A lo que se puede agregar: Los cinco grupos económicos más grandes son los dueños del 48% del valor de los activos transados.La Bolsa de Valores de Santiago se ha convertido en fuente de suculentos negocios, con dineros ajenos. Frei y Lagos, con sus leyes para 'perfeccionar' el mercado de capitales [MK1, MK2] rebajaron impuestos a sus privilegiados participantes. La falta de un estricto control fiscal y de sanciones efectivas sobre los operadores financieros permitió fraudes como el de Inverlink con apoyo de bancos cómplices que le costó a la Corfo 100 millones de dólares. Los corredores y las filiales de bancos se han convertido en nuevas y rápidas fuentes de enriquecimiento. Cinco de las decenas de corredores bursátiles existentes controlan el 60% de todas las transacciones. Mientras faltan fondos para inversiones productivas y sociales, públicas y de las pymes, sobra ' liquidez' para transacciones especulativas de corto plazo, dentro y fuera del país, desde las mesas de dinero, futuros, emisión de acciones y bonos, fusiones, compraventa de empresas. Entre los que más ganan están quienes tienen crédito ilimitado y están bien dateados. El gerente general de los supermercados Jumbo contó a una revista cómo lo hizo él mismo: 'Cuando Cencosud entró a la Bolsa me endeudé y compré un millón de acciones. Me costó un millón de dólares. Hoy mis acciones valen cuatro millones de dólares'. [De paso, recordemos que en Cencosud fue donde unas cajeras denunciaron que se las obligaba a usar pañales, para que no perdieran tiempo en ir al baño] Otro tanto hizo Piñera. Cuando supo, como miembro del directorio antes que el resto, que con los resultados del año, las acciones de LAN iban a subir, se adelantó a vender una parte. Cometió un acto ilegal, 'uso de información privilegiada', pagó una multa de 180 millones de pesos y se quedó con una suculenta ganancia. Pero al recinto de la Bolsa no entra cualquiera. Los ahorrantes modestos que reciben míseros intereses, sin UF, por sus depósitos bancarios o por los Fondos Mutuos, no tienen acceso al templo bursátil. Para empezar, las corredoras cobran por cada transacción, hasta un 3,5% sobre el capital invertido, con lo cual toda la utilidad se la puede llevar el comisionista. Los Fondos Mutuos con mayores rentabilidades exigen que el subscriptor coloque un mínimo de 10.000 UF [190 millones de pesos] para ser participante. Ningún pequeño o mediano empresario puede darse ese lujo.De dónde provienen las ganancias extraordinarias de los banquerosLa concentración es la tónica en el sistema financiero. De los 26 bancos existentes, tres de ellos- Santander, BCI y Chile- monopolizan el 60 % de todos los préstamos bancarios. Como lo dijo un ejecutivo 'los bancos en Chile llevan cinco años con resultados fuera de serie'. El año pasado las instituciones bancarias obtuvieron utilidades líquidas por un total de 1.690 millones de dólares. De entre ellos los tres más grandes, el Santander, el Chile y el BCI se llevaron el 67% de esa suma. Los beneficios totales, después de descontar los impuestos, correspondieron al 18,56% sobre el capital propio y sus reservas, una tasa de rentabilidad entre las mejores del continente. Pero ese es el promedio. Los bancos Falabella y Santander lo superaron con creces, se adjudicaron 34,5% y 29,7%, Además de los suculentos dividendos que recibieron, sus principales accionistas se hicieron de ganancias extras con la venta de una parte de sus acciones. En doce meses, las del BCI subieron 23% y las del Chile, 43%.¿Cómo se explican estos extraordinarios ingresos de los bancos? La fórmula consiste en altas comisiones, bajos intereses por la captación y altos intereses por la colocación, todo ante la indiferencia de la Superintendencia de Bancos. A los modestos ahorrantes ya no los necesitan, puesto que el 'independiente' Banco Central les proporciona gustoso a los banqueros privados dinero barato y abundante, cada vez que es necesario. Otras fuentes de superganancias son los malos sueldos de los bancarios, la subcontratación y los despidos constantes por reorganizaciones y fusiones. Las comisiones bancarias aumentaron entre 1997 y 2006 desde 222.955 millones de pesos a 455.906 millones de pesos. Un desorbitado aumento de 104%. Hasta 1996 los bancos no exigían pago por uso de cuentas corrientes, tarjetas de crédito, de pago, cobranza de documentos, cajero automático, recaudaciones, cuentas de ahorro y otras operaciones. Las comisiones les proporcionan a los banqueros entradas seguras, sin riesgo alguno, a diferencia de los créditos. Los intereses usurarios por sobregiros, adelantos, cobranzas, o préstamos de corto plazo que cancelan los clientes 'no preferenciales', vale decir, las pymes, profesionales medios, deudores hipotecarios, etc, es la otra gran fuente de enriquecimiento de los banqueros. Hay que recordar que en los años ochenta los bancos privados cayeron en la bancarrota por la misma razón de siempre: la codicia desmedida de sus gestores. En vez de expropiarlos sin necesidad de indemnización, Pinochet obligó a todos los chilenos a pagar el costo del rescate. Se inventó la ' deuda subordinada' y se les otorgó a los bancos un plazo de 40 años para cancelarla. Así por ejemplo, el Banco de Chile asumió una deuda de 4.640 millones de dólares hace diez años. Todavía debe 1.728 millones, o sea 1,3 veces el valor de su patrimonio. La deuda con el estado es mayor que el patrimonio de sus accionistas. Pero sus controladores no tienen que preocuparse. Todavía les quedan 30 años para pagar. Como si este regalo del estado fuera poco, el Banco del Estado, en el gobierno del 'amado' Lagos, le prestó al grupo Luksic una elevada suma para que se hiciera dueño del paquete de acciones que le permitió tomar el control del Banco de Chile.
Continuara

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