sábado, mayo 24, 2008

HAY UNA SOFISTICADA CAMPAÑA DE PROPAGANDA PARA MANTENER EL TEFLON PRESIDENCIAL

ENVIADO Y PUBLICADO POR
JUAN URABA - DIASPORA CHILENA

DE BUSH A ESTE GOBIERNO
María Jimena Duzán. Columnista de EL TIEMPO. Hay una sofisticada campaña de propaganda para mantener el teflón presidencial El 20 de abril de este año, el periódico The New York Times hizo pública una investigación que demuestra sin ambages cómo el gobierno del presidente Bush no ha tenido mayores escrúpulos a la hora de manejar la información desde el poder. El diario revela la existencia de una sofisticada campaña de información -o mejor, de desinformación-, concebida y perfilada desde el Pentágono luego de los hechos del 11/9, con el único propósito de inundar los seis canales más influyentes de Estados Unidos de noticias favorables sobre la guerra de Irak, muchas de las cuales habrían sido fabricadas torciendo la verdad. (Una de sus primeras campañas consistió en ambientar ante la opinión la mentira de que en la cárcel de Guantánamo no se torturaba a nadie, hecho que después fue desmentido.)Para desplegar esta campaña de propaganda, el Pentágono escogió a unos seis asesores militares, los cuales fueron convenientemente ubicados en las cadenas de televisión más influyentes, en las que comenzaron a aparecer como asesores militares e independientes. Pero las cosas no paran ahí. El NYT descubrió que esos asesores que fungen de periodistas independientes y de analistas imparciales sin serlo son también contratistas de compañías que se lucran de la guerra de Irak, cuando no simples 'lobystas'. Tanto el Pentágono como los analistas implicados han negado la existencia de esta telaraña informativa e insisten en que uno y otro solo están cumpliendo con la función de informar. ¡Cómo no!¿Y por qué traigo a colación la investigación del NYT? Pues por el impresionante parecido con lo que está sucediendo en nuestro país en ese mismo campo. Es imposible no establecer paralelos entre ese aparato de información concebido en el Pentágono con el propósito de manipular la información sobre la guerra de Irak e impulsar la lucha contra el terrorismo, y la máquina de propaganda oficial del gobierno del presidente Uribe. Comenzando por el hecho de que aquí también existe, aunque aún no haya sido develada por ningún medio, una campaña de propaganda oficial muy sofisticada, dirigida a mantener el teflón presidencial, magnificando abiertamente sus aciertos y descalificando en lo personal y hasta la inhumanidad a cualquier contradictor político o cualquier voz que se atreva a denunciar que en este paraíso uribista hay águilas, perdón, ángeles negros. Por lo pronto, han conseguido ambientar con éxito falsas premisas, como la de que "el paramilitarismo se acabó", minimizando a como dé lugar el poderío de las 'Águilas negras' y de su guerra sucia, emprendida en medio de amenazas y de asesinatos de quienes se atreven a disentir. También ha sido eficaz en reportar importantes triunfos en la batalla por las cifras, aunque, de hecho, muchas de esas cifras no le cuadren a nadie, como sucede con el número de desmovilizados, con el número de desempleados o con el número de desplazados.Donde el paralelo es innegable es en el terreno de la utilización que hacen de ciertos analistas, a quienes los medios colombianos graduaron de grandes expertos y hasta de periodistas. A pesar de que aparecen siempre actuando como caja de resonancia de la propaganda oficial del Gobierno, posan de independientes e, inclusive, se enfurecen cuando les dicen que son furibistas. Esa pléyade de escogidos, muchos de los cuales son también 'lobystas' y contratistas, sirven para todo: ambientan las cortinas de humo que suele tender el Gobierno, sirven para minimizar a quienes se atreven a denunciar hechos pecaminosos -Yidis hoy es una secuestradora, aunque ayer, cuando se necesitaba su voto para la reelección, era la invitada mejor recibida en Palacio de Nariño-; también sirven para desprestigiar a quienes se atreven a disentir de este gobierno -a León Valencia, la propaganda oficial lo tilda hoy de ser un ex guerrillero que les debe a sus víctimas la verdad, cuando ayer ese mismo gobierno le ofrecía el Ministerio de Cultura-. ¿Quién sigue mañana?La gran perdedora de todo esto este juego macabro es la verdad. Y cuando la verdad es la que pierde, perdemos todos.María Jimena Duzán__,_._,___

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