sábado, julio 05, 2008

CONTRA METODOS INHUMANOS EN LA LUCHA POLITICA

MARCOS JESUS CONCEPCION ALBALA
ARGOS INTERNATIONAL

Contra métodos inhumanos en la lucha política

Opinión: Fidel feliz por libertad de Ingrid

OPINION… ARGOS: JULIO 5 DE 2008…

Por: Ismael León Arias

La liberación de Ingrid Betancourt es un suceso con el que estamos de acuerdo todos quienes rechazamos el secuestro, la tortura y extorsión por ser métodos sencillamente inhumanos, impropios de quienes pretenden cambiar las injusticias y los abusos hoy imperantes en muchos países de América Latina y otros rincones del planeta.

Quienes consideran la lucha política como la actividad fundamental para la liberación de los pueblos del mundo; condenan y se oponen radicalmente al secuestro de civiles, la tortura física y psicológica y los maltratos a los prisioneros, inclusive militares.

Peor aún, si alguna de estas prácticas está acompañada por oscuras actividades ligadas a narcotraficantes como Vladimiro Montesinos, quien como todos sabemos organizó desde su co-gobierno con Alberto Fujimori, un envío de armas para las FARC desde un avión procedente de Ucrania.

Pienso que las FARC -Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- se justificaron inicialmente en su guerra auto-defensiva, cuando contaron con un extraordinario apoyo popular, cuando enrolaron en sus filas a jóvenes del pueblo, que combatieron enérgica pero limpiamente a los opresores de su país, militares y policías.

Pero cuando las FARC hicieron suyos los bárbaros métodos de la derecha y el ejército colombiano, dejaron de ser libertarios para convertirse en una cruel maquinaria que hizo de la guerra un fin, un modo de vida que paulatinamente se fue pervirtiendo hasta mezclar sus acciones con las del narcotráfico.

¿Qué dice Fidel Castro?

Por eso estoy absolutamente de acuerdo con las palabras del Comandante Fidel Castro, expresadas ayer jueves 3 de julio: “Por elemental sentimiento de humanidad, nos alegró la noticia de que Ingrid Betancourt, tres ciudadanos norteamericanos y otros cautivos habían sido liberados. Nunca debieron ser secuestrados los civiles, ni mantenidos como prisioneros los militares en las condiciones de la selva. Eran hechos objetivamente crueles. Ningún propósito revolucionario lo podía justificar”.

Más adelante el comandante recordó una conducta que es indispensable mantener por quienes piensan que son revolucionarios, quienes se creen parte de la vanguardia en la lucha contra la opresión del hombre. Dijo Fidel Castro: “En Cuba ganamos nuestra guerra revolucionaria poniendo de inmediato en libertad y sin condición alguna a los prisioneros. Entregábamos a la Cruz Roja Internacional a los soldados y oficiales capturados en cada batalla, ocupando solo sus armas. Ningún soldado las depone si lo espera la muerte o un tratamiento cruel”.
Ayer he leído a quienes pretenden justificar secuestros y crímenes de FARC, con el argumento de que el imperialismo mata de hambre a millones de niños, explota mujeres y menores en sus campos fabriles, engaña y extorsiona a gobiernos que pretenden oponérsele.

Peor aún, he visto en letras de molde el mezquino pensamiento escrito por alguien que pedía nos olvidemos de Ingrid Betancourt, porque en Irak hay una guerra, porque los palestinos siguen sufriendo ataques israelíes y los indios mapuches continúan padeciendo las matanzas de la policía chilena. Cuánta pequeñez, pero sobre todo cuánta ignorancia y mezquindad.

Nada de esto nos emparienta con el pensamiento político de la señora Betancourt. Menos con el gobierno de Uribe. Pero la lucha por la justicia no puede igualar los métodos de quienes la exigen con los de aquellos bárbaros que la niegan; de lo contrario todos son iguales.

Esta actitud, que favorece esencialmente la paz, no debe conducir a ignorar que hay una IV Flota amenazante navegando hacia el Caribe y que luego irá al Pacífico sur. Ni olvidar que hay una amenaza caliente y en camino contra los gobiernos de Hugo Chávez y Evo Morales, a quienes Bush pretende atacar por separado.

Pero basta recordar el pensamiento y la práctica del Che Guevara durante su humana pero guerrera trayectoria en Guatemala, Cuba, Angola y finalmente Bolivia. En el Chapare, en inferioridad de condiciones, con una guerrilla aislada, el Che liberó “soldaditos”, que luego han testificado esa grandeza. Y lo hizo por humanidad, no solo por táctica.

De modo que, ¡bienvenida señora Betancourt a la libertad!

Lima, 4 de Julio 2008



Marcos Jesús Concepción Albala
Presidente de Argos Is-Internacional
MIEMBRO DE LA 'CAMACOL' Y DE LA 'FELAP'

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