LIBERTAD DE PRENSA A LA MEDIDA.
Por Miguel del PadróN
Publicado por Hector Garcia Soto
La pro norteamericana organización Reporteros Sin Fronteras, conocida por sus ataques constantes a la República Popular China y a Cuba se vio obligada a revelar que durante 2007 murieron 86 periodistas, mientras cumplían con su deber. No aclaró que ninguno de ellos ocurrió en esos dos países. Los fallecidos corresponden en gran parte a Irak, donde 47 periodistas fueron asesinados en el 2007.
Los muertos es de entera responsabilidad de las fuerzas norteamericanas invasoras y ocupantes de ese país y sus cómplices, pero vean la forma en que Reporteros sin Fronteras presenta el asunto. Los muertos parecen ser “atacado adrede”. “No hay país que haya visto más periodistas muertos por su trabajo que en Irak”, indicó RSF y añadió que al menos 207 habían muerto en el país árabe desde la invasión estadunidense desde marzo de 2003. Otros países peligrosos para los periodistas fueron Somalia, donde murieron ocho reporteros, Pakistán seis y Sri Lanka tres.
Una de las estadística revelada es que 887 periodistas fueron detenidos en el 2OO7 en todo el mundo, pero RSF solo individualiza a Cuba y a China donde según esa institución ese último país encarceló más que en ningún otro, un total de 33. En el caso de que fuera cierta esta cifra, que generalmente es exageradas, inventadas o a cualquier agente de la CIA le colocan el titulo de periodista o intelectual, cuando se trata de países no serviles o domésticos de Estados Unidos. Llama la atención que Reporteros Sin Fronteras no señala que la República Popular China tiene mil trescientos millones de habitantes.
Tampoco menciona a los países donde se han producido heridos, agredidos, golpeados, amenzados y cesanteados o que sufren algún tipo de represión. Un informe de La Comisión Nacional de Derechos Humanos de México informó que la cifra de periodistas muertos durantes los últimos 7 años llegaron a 35 y 6 desaparecidos. En estos días una de las periodistas estrellas de México, Carmen Aristegui fue separada con pretextos pocos claros. Ella mantenía uno de los programas más importante y escuchado de la radio en su país.
La Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi), que preside el exsenador Jaime Corral, consideró que la cancelación del noticiero de Carmen Aristegui es una "pésima noticia para la vida publica y la democracia en México". Destacó que el espacio radiofónico conducido por Aristegui se convirtió en referencia indispensable para conocer asuntos, enfoques y voces que no siempre tenían cabida en otros medios de radiodifusión, sostuvo que la salida del aire del programa "confirma los riesgos que ocasiona la concentración de muchos medios en pocas manos".
El acaparamiento de frecuencias radiofónicas y televisivas en unas cuantas empresas, dijo, se ha convertido en uno de los diques más importantes para el desarrollo de la democracia en este país. "Esa concentración puede significar restricciones para la libertad de expresión como la que, en la práctica, está ocurriendo con la supresión del programa de la periodista Carmen Aristegui". En México se denunció al Grupo Español Prisa, que administra los contenidos de las radiodifusoras de Televisa. De modo que la censura se extiende a otros lados del Atlántico. Corral sostuvo que la decisión asumida por los directivos de Televisa y Grupo Prisa es una "patente falta de respeto por el interés del público que hasta ahora había tenido esa emisora".
El destacado político Jesús Ortega Martínez, consideró que se trata de "un atentado contra la libertad de expresión". Según despachos de prensa en Televisa existen dos vertientes editoriales, una dictada en México, para ser aplicada en los noticiarios de televisión, y otra desde Madrid, a cargo de Prisa, para los de radio.
El espacio de Aristegui era muy comentado y de alta escucha por incidir en asuntos que causaron molestia entre grupos de poder económico, político y religioso. Algunos de esos temas fueron la cobertura informativa de las actividades realizadas por el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, las reformas a las leyes de radiodifusión y telecomunicaciones, la probable protección del cardenal Norberto Rivera a un sacerdote violador de menores; la insistencia en que fuera aclarado el caso de la señora Ernestina Ascencio, muerta bajo circunstancias misteriosas y la denuncia de abuso sexual contra niños en escuelas de Oaxaca.Circula la versión de que la causa profunda estaría en la incomodidad causada por la periodista, especialmente en el ámbito gubernamental y eclesiástico, pero también en una decisión tomada por Prisa. Dice la información que en España hay un periódico, *El País,* que supuestamente desde posiciones de izquierda, lo único que hace es defender a los grandes empresarios españoles que tienen inversiones en México y otros países de América Latina y ataca de manera sistemática a Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia y Argentina. Algunos señalan que si el Rey de España ordenó callar a un presidente latinoamericano, Prisa tiene derecho a mandar a callar todas las voces que le resulten molestas y después hablamos de democracia, libertad de expresión y derechos humanos desde posiciones colonialistas.
La pregunta es clara ¿A quién le molestaba la presencia de Carmen Aristegui en la Radio?. La respuesta es al actual Gobierno, al Clero Católico y a los empresarios al servicio de Estados Unidos.Carmen fue despedida de la XEW y según diferentes fuentes por su ética y decencia dio la versión concisa de no-renovación de contrato por diferencias en la dirección editorial. En idioma del pueblo, eso significa, te vas porque no conviene como eres y no quieres seguir la línea que te demos. Carmen, es un icono de la libertad de expresión y le han ordenado que permanezca muda, cosa que dedumas y que los invitamos a impedirlo.
La medida contra la periodistas, llegó al Senado de la República en la voz fuerte, justa y clara de la senadora Yeidckol Polevnsky, quien presentó el viernes 4 de enero de 2008, un punto de acuerdo en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión para reconocer la trayectoria periodística de Carmen Aristegui y "su aportación al desarrollo de la democracia en México".Dijo que la salida de la comunicadora de la cadena W Radio genera sospechas, por lo que es necesario conocer los verdaderos motivos de esta decisión.La senadora por el estado de México alertó en tribuna acerca de los obstáculos que actualmente enfrentan en México el gremio periodístico y los líderes de opinión.Es necesario conocer a ciencia cierta –comentó Polevnsky– los motivos de la salida de Aristegui de la radiodifusora para la cual trabajaba; si esa situación obedece a la línea editorial que impulsó la comunicadora o está relacionada con que estuvo de acuerdo con la reforma electoral recientemente aprobada o por no haber apoyado la *ley Televisa*."La verdadera discusión está en recuperar el carácter público de los medios y analizar los temas de la regulación de telecomunicaciones, de radio y televisión, los derechos de la audiencia, los asesinatos de periodistas y de las libertades de conciencia y de opinión", dijo.Destacó que los intereses económicos, políticos o de cualquier otra índole no deben interferir, por ninguna circunstancia, en el libre flujo decomunicación entre emisores y receptores, porque cuando ocurre la víctima principal es la sociedad.La propuesta fue turnada a la Comisión de Trabajo, y la presidenta de la Comisión Permanente, Ruth Zavaleta, ordenó la inserción del texto de la Senadora en el Diario de los Debates.
miércoles, enero 09, 2008
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