Estando de visita en casa de la pequeña Roxana, noté que tenía en sus manos un hermoso ejemplar, un libro, del que emanaban destellos de su lujosa portada, me dijo: abuelo mira lo que compró mi mamá, se trataba nada mas ni nada menos, que el famoso Libro de Guinness World Record 2008, el cual se encarga a nivel mundial de cuantificar y avalar todas esas marcas máximas, que suceden en el mundo. Tenía una expresión de niña traviesa, al saber, que lo que me enseñaría me iba a impactar enormemente, se notaba que lo gozaba y era por eso que me mostraba la mas hermosa de sus picaras y juveniles sonrisas. Antes de entregármelo me formuló una pregunta: sabes abuelo ¿cuál es el país mas feliz del mundo? Esto me dejó pensativo internándome en profunda meditación, que me llevó a pensar en lugares paradisíacos, donde la felicidad reina en todos los rincones, no dejando espacio para la tristeza, el temor, los rencores, la soledad, el desamor y todos esos sentimientos que son los que alejan de nuestro espíritu, la posibilidad de ser felices. Pensé en lugares hermosísimos con exuberantes playas, paisajes que borrarían cualquier destello de pena y alegrarían nuestras almas. Reflexioné profundamente a sabiendas que tenía que ser un sitio muy especial, con el objeto de darle la repuesta correcta. Es así como comencé a responderle:
El país más feliz de la tierra tiene que ser Suiza, que por su cultura, su gente, su democracia, su educación, sus hermosos paisajes alpinos, inspiraron historias como la de Heidi, le respondí, pensando que había acertado en mi repuesta. A lo que dijo: No abu…te equivocaste, dime otro a ver si lo pegas.
El país mas feliz de la tierra tiene que ser Francia, que por ser cuna de las repúblicas democráticas occidentales, cuando la revolución francesa y de poseer los mas hermosos museos, mudos testigos de una cultura renacentista, que marco la pauta para el desarrollo intelectual de esta época. Roxana sonrió y de una forma picara respondió: no abuelo, te volviste a equivocar, dime otro.
Reflexioné un poco y razoné, que el país mas feliz de la tierra tenía que ser, aquel que por su desarrollo capitalista, muchas veces a costa de otros, donde pagamos con penurias el costo de su alto crecimiento económico, tenía que ser los Estados Unidos de Norte América, con lugares como las hermosas islas del pacífico, ciudades esplendorosas como NY, Los Ángeles, donde el modernismo ha alcanzado su máxima expresión, donde el lujo y el confort llenarían de alegría al mas exigente. Ahora la sonrisa de Roxana se transformó en una mezcla de picardía y lástima, ante mi desorientación: Abuelo te volviste a equivocar.
Así fui describiéndole una cantidad de países, que por sus características tenía que ser alguno de ellos, el país mas feliz de la tierra. La repuesta fue siempre la misma: No abuelo, te volviste a equivocar. Ante tal situación, y viendo que la sonrisa de la niña se convertía definitivamente en burla, no me quedó otro remedio que rendirme y aceptar mi incapacidad de saber cual podría ser el país mas feliz de este mundo.
Seguidamente lo que sucedió me dejó mudo, ante la impresión, la incredulidad y vergüenza, cuando leí claramente, que el país mas feliz de este mundo era uno pequeño, situado en la región del Caribe, ¡llamado Venezuela! Releí pensando que me había equivocado, pero no, el país más feliz de esta tierra es Venezuela. Hurgué entre líneas para leer que se habían realizado encuestas, con metodología con rigor científico, que no dejaban duda alguna: El país más feliz de la tierra es Venezuela.
Esta pequeña historia no hace sino confirmarme, lo que le sucede a la mayoría de las personas, que no le dan el justo valor a su terruño. Es así como se escribió el cuento del pájaro azul, donde el protagonista después de haber recorrido el mundo entero buscando al dichoso pájaro, por todos los rincones de la tierra, durante meses, al regresar a su hogar cansado, descubrió que lo tenia en el patio de su casa, resulta que el pichoncito, feo y desplumado que se había encontrado antes de partir en su búsqueda, que había recogido por lástima, llevado a su casa, con la finalidad de quitarle el hambre, se había transformado en tan deslumbrante ave: el pájaro azul.
Son muchas las personas que emigran buscando la felicidad en remotos lugares, sin darse cuenta que aquí la tienen, pero que no son capaces de encontrarla. Muchas regresan al tiempo, después de esa búsqueda en otros lugares a sabiendas que aquí, si se puede conseguir la mayor felicidad de este mundo.
Cuando me marché de la casa de Roxana, reafirmé que la luz en nuestro suelo es más brillante, que las flores tienen más color y son mas perfumadas, que los niños sonríen más alegremente, que el aire es más puro, el cielo es mas hermoso y sobre todo descubrí, que nosotros los venezolanos somos capaces de sentir mas amor y todas esas sensaciones que endulzan el alma, capaces de producir la mejor música, la mejor poesía y sobre todo nosotros, por nuestras mezclas, nuestra belleza espiritual, nuestro arraigo caribeño, nos hace indudablemente las personas mas alegres del mundo. Pensé, no cabe ninguna duda, Venezuela es el país más feliz de la faz de la tierra.
JOUSEFF KAN
Joukap1@hotmail.com
8/01/08
Vb/JK
El país más feliz de la tierra tiene que ser Suiza, que por su cultura, su gente, su democracia, su educación, sus hermosos paisajes alpinos, inspiraron historias como la de Heidi, le respondí, pensando que había acertado en mi repuesta. A lo que dijo: No abu…te equivocaste, dime otro a ver si lo pegas.
El país mas feliz de la tierra tiene que ser Francia, que por ser cuna de las repúblicas democráticas occidentales, cuando la revolución francesa y de poseer los mas hermosos museos, mudos testigos de una cultura renacentista, que marco la pauta para el desarrollo intelectual de esta época. Roxana sonrió y de una forma picara respondió: no abuelo, te volviste a equivocar, dime otro.
Reflexioné un poco y razoné, que el país mas feliz de la tierra tenía que ser, aquel que por su desarrollo capitalista, muchas veces a costa de otros, donde pagamos con penurias el costo de su alto crecimiento económico, tenía que ser los Estados Unidos de Norte América, con lugares como las hermosas islas del pacífico, ciudades esplendorosas como NY, Los Ángeles, donde el modernismo ha alcanzado su máxima expresión, donde el lujo y el confort llenarían de alegría al mas exigente. Ahora la sonrisa de Roxana se transformó en una mezcla de picardía y lástima, ante mi desorientación: Abuelo te volviste a equivocar.
Así fui describiéndole una cantidad de países, que por sus características tenía que ser alguno de ellos, el país mas feliz de la tierra. La repuesta fue siempre la misma: No abuelo, te volviste a equivocar. Ante tal situación, y viendo que la sonrisa de la niña se convertía definitivamente en burla, no me quedó otro remedio que rendirme y aceptar mi incapacidad de saber cual podría ser el país mas feliz de este mundo.
Seguidamente lo que sucedió me dejó mudo, ante la impresión, la incredulidad y vergüenza, cuando leí claramente, que el país mas feliz de este mundo era uno pequeño, situado en la región del Caribe, ¡llamado Venezuela! Releí pensando que me había equivocado, pero no, el país más feliz de esta tierra es Venezuela. Hurgué entre líneas para leer que se habían realizado encuestas, con metodología con rigor científico, que no dejaban duda alguna: El país más feliz de la tierra es Venezuela.
Esta pequeña historia no hace sino confirmarme, lo que le sucede a la mayoría de las personas, que no le dan el justo valor a su terruño. Es así como se escribió el cuento del pájaro azul, donde el protagonista después de haber recorrido el mundo entero buscando al dichoso pájaro, por todos los rincones de la tierra, durante meses, al regresar a su hogar cansado, descubrió que lo tenia en el patio de su casa, resulta que el pichoncito, feo y desplumado que se había encontrado antes de partir en su búsqueda, que había recogido por lástima, llevado a su casa, con la finalidad de quitarle el hambre, se había transformado en tan deslumbrante ave: el pájaro azul.
Son muchas las personas que emigran buscando la felicidad en remotos lugares, sin darse cuenta que aquí la tienen, pero que no son capaces de encontrarla. Muchas regresan al tiempo, después de esa búsqueda en otros lugares a sabiendas que aquí, si se puede conseguir la mayor felicidad de este mundo.
Cuando me marché de la casa de Roxana, reafirmé que la luz en nuestro suelo es más brillante, que las flores tienen más color y son mas perfumadas, que los niños sonríen más alegremente, que el aire es más puro, el cielo es mas hermoso y sobre todo descubrí, que nosotros los venezolanos somos capaces de sentir mas amor y todas esas sensaciones que endulzan el alma, capaces de producir la mejor música, la mejor poesía y sobre todo nosotros, por nuestras mezclas, nuestra belleza espiritual, nuestro arraigo caribeño, nos hace indudablemente las personas mas alegres del mundo. Pensé, no cabe ninguna duda, Venezuela es el país más feliz de la faz de la tierra.
JOUSEFF KAN
Joukap1@hotmail.com
8/01/08
Vb/JK
2 comentarios:
HERMOSA HISTORIA Y LO FELICITO POR ELLA, DEBEMOS QUE AMAR MUCHO A NUESTRO PUEBLO Y DESPUES A TODAS NUESTRAS HERMANAS REPUBLICAS LATINOAMERICANAS LAS MAS BELLAS Y GENEROSAS DE LA TIERRA Y LUCHAR POR UNA CONFEDERACION DE NUESTROS PAISES Y UN ADECENTAMIENTO DE NUESTROS POLITICOS, QUE ES LO QUE NECESITAMOS ARA QUE TODOS SEAMOS COMPLETAMENTE FELICES.
SINCERAMENTE
FRANK DIAZ REY
Jouseff ese libro se lo regalo tu ex esposa no tu hija, que cosas verdad?
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