domingo, marzo 23, 2008

AURELIANO MARQUEZ ,ESCRIBE

El día 17/03/08, Aureliano Márquez <marquez.aureliano@gmail.com>

escribió:

Mensaje para Mario Rodolfo Dellepere y otros
Razono mi opinión en relación con la Máxima Lumbrera
Aureliano Márquez
En mi artículo anterior titulado: "Con agua, circo y mucha ideología se presentó la oligarquía en la frontera" señaló lo siguiente: "Sentimos la ausencia total de intelectuales con alto nivel, resteados con el pensamiento bolivariano. Es tan preocupante este último aspecto que resulta insólito como una persona de prosa tan enredada y abundantes incoherencias como el profesor Francisco Rivero se haya convertido hace un par de semanas en la máxima lumbrera de algunos revolucionarios". Esto al parecer originó cierto malestar en algunos compatriotas, quienes han terminado incluso por insultarme de manera desbocada. Lo cual me obliga a dar una respuesta en relación con la apreciación señalada.
Debo comenzar por decir que tengo aproximadamente la misma edad del profesor Rivero. Sólo que entre el camarada Rivero y yo existen algunas marcadas diferencias filosóficas, ideológicas y personales. En lo que sí coincidimos plenamente es en nuestros estudios de Filosofía, bueno, en mi caso no los realicé en el exterior, como tengo entendido lo hizo el colega en cuestión. Estudié en la UCV, cuando las escuelas de letras y filosofía eran una misma cátedra.
Estimados compatriotas, les puedo asegurar y repetirles hasta la saciedad que el profesor Rivero carece de un discurso marxista y revolucionario. Sus exposiciones en TV dejan claramente definido un manejo exagerado de adjetivos y adverbios que luego él mismo se aprueba usando la muletilla: "está bien". No es fue mi intención descalificar los aportes del profesor Rivero mediante una oratoria "barroca" y tautológica (es decir, que le toma mucho tiempo precisar una idea y en ocasiones repite lo mismo una y otra vez sin lograr salir del concepto que expone). Sin embargo, pienso que dicho estilo le queda muy bien a un político, pero no así a un profesor de Filosofía que supuestamente está analizando el entorno y no haciendo política.
Tristemente ya no tenemos con nosotros a pensadores como Pedro Duno, Jesús Rafael Núñez Tenorio y al inolvidable Ludovico Silva, quienes nos enseñaron el arte de ahorrar palabras cuando escribimos o hablamos, no por pichirres sino por disciplina intelectual. Podríamos citar, por ejemplo, los trabajos de Ludo relacionados con el Estilo Literario de Carlos Mark, en el que dejó claramente demostrado como Mark era enemigo de la verborrea; o la metodología clara y sencilla con que Núñez Tenorio desmontó a través de sus textos de praxis el sistema de explotación capitalista; y no puedo dejar de mencionar los artículos de denuncia política realizados por Pedro Duno (recuerden Los 12 Apóstoles, entre otros muchos) escritos y planteados de la manera expresa y pedagógica.
En síntesis, nuestro proceso carece de pensadores claros y definidos en cuanto a concepto y orientación ideológica. Los sucesores de los Ludo, Duno y Tenorios que perdimos, por nombrar algunos, seguro están en las universidades viendo los toros desde la barrera, esperando ser invitados a participar en el debate, pero opacados o ignorados por personajes mediáticos. No es culpa de quienes se dejaron impresionar por Rivero ni es culpa de Rivero que lo conviertan en un ídolo del discursos revolucionario, seguramente él nunca pensó que eso pudiese pasar, acá, insisto, el tema gira alrededor de un pensamiento revolucionario que no termina de parir un sistema de ideas que sostenga la construcción del socialismo del siglo XXI. Por lo demás, no se arreche compadre.
Marquez.aureliano@gmail.com

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