ENVIADO DESDE CUBA POR : NR
PUBLICADO POR : HECTOR GARCIA SOTO
Políticas en la transición, La Vaguardia;
Veteranos líderes cubanos buscan mejorar..., Mark Frank, ReutersDate:
Fri, 28 Mar 2008 05:58:40 +0000>> > ----- Original Message ----- > Sent: Thursday, March 27, 2008 2:37 PM> Subject: CUBA: ACTUALIDAD> > > Cuba: políticas en la transición, La Vanguardia, 27 March 2008> >
R. HERNÁNDEZ, politólogo y escritor cubano. Dirige la revista 'Temas', editada > en La Habana > > El tema de la transición en Cuba sufre por partida doble. Lo que publica la > prensa "internacional" -desde el Miami Herald hasta El País- está casi > invariablemente escrito por autores que no viven en la isla, o apenas se han > pasado unos días en La Habana. Para la mayoría, discutir la transición consiste > en despejar lo que tiene en la cabeza Raúl Castro, tarea que resuelven a partir > de un grupo de opiniones recogidas al vuelo entre expertos y quizás algunos > "cubanos de a pie", sobre cuya base redactan análisis acerca de las entretelas > del poder, la opinión pública y el rumbo político del país. Por su parte, la > prensa cubana, que no suele publicar autores extranjeros ni siquiera para > polemizar con ellos, no habla de transición, porque esta se considera una mala > palabra que sólo significa "vuelta al capitalismo" -como la suele usar, por > ejemplo, el Gobierno norteamericano-. > > Cuando se critican "nuestros problemas" -ejercicio más frecuente hoy, aunque no > tanto como debiera-, se tratan asuntos ya mencionados por Raúl u otros altos > dirigentes, o se enuncian fórmulas genéricas como "perfeccionar el sistema", sin > más precisiones. > > En consecuencia, los cubanos y el resto de la humanidad apenas pueden leer > análisis acerca de la transición real en Cuba. Para entender esta transición, se > requiere mirar al presente a través del nudo de corrientes profundas que lo > producen y lo mueven. Esas corrientes no brotaron de pronto cuando se anunció, > el 24 de febrero, que Raúl era el nuevo presidente elegido por la Asamblea > Nacional; o una semana antes, cuando Fidel declinó ser candidato; ni siquiera > hace veinte meses, cuando este se enfermó y aquel asumió el mando provisional. > El presente no se puede descifrar, ni qué decir del futuro, sin la perspectiva > de los cambios ocurridos en los últimos dieciséis años. > > Desde 1992, la sociedad cubana ha transitado por profundas transformaciones. > Estas han reconfigurado sus grupos y relaciones sociales, y han acrecentado la > diversidad y la desigualdad, la emigración y la proporción de personas mayores, > la población urbana y el sector de profesionales y técnicos. En este periodo, el > azúcar perdió el lugar central que había tenido durante doscientos años en la > economía nacional, las calles se llenaron como nunca de turistas extranjeros, el > Estado redujo su predominio casi absoluto sobre la agricultura a favor de > productores cooperativos e individuales, el mercado creció y se multiplicó en un > grado insólito -seis tipos de mercado diferenciados-, la economía familiar > empezó a depender no sólo de los salarios, se pusieron a circular dos monedas a > la vez, más de una quinta parte de los trabajadores dejaron de hacerlo para el > Estado, se profundizó la diferencia entre precios y salarios, las remesas del > exterior se dispararon, se estableció un sector de economía mixta con capital > extranjero, el ingreso personal se concentró y aumentó relativamente la pobreza. > > En el plano de las ideas, cambiaron las mentalidades, se despolitizó la visión > sobre los emigrantes, se dilataron los márgenes de la libertad de expresión y la > crítica pública, afloraron formas veladas de discriminación y prejuicio racial, > y emergieron nuevas ideas sobre lo que debería ser el socialismo y la > participación ciudadanas, entre otros fenómenos nuevos. > > Muchos de estos cambios los acarreó la crisis, que tocó fondo en 1993, aunque > también las reformas de 1993-96, posibles gracias a la reforma constitucional de > 1992. Si bien el Partido Comunista sigue al mando, y Fidel Castro sigue siendo > su secretario general, Cuba como país, su realidad económica, social, cultural, > y también política, es otra. > > Ahora bien, ¿en qué se diferencia la actual situación y agenda de problemas > respecto a estos últimos tres lustros? Lo que está en el orden del día hoy es la > reconstrucción del modelo socialista. Las medidas de reforma del periodo > especial -o sea, de la crisis- no proyectaban uno nuevo, sino que trataban de > capear los malos tiempos, la caída brutal del crecimiento y el consumo. > Naturalmente, la circulación de dos monedas, la mayor desigualdad y la carestía > de la vida han sido desgracias, no rasgos de un modelo social nuevo. No se trata > hoy de remendar un modelo agotado y disfuncional, que arrastra resabios del > socialismo real euroriental, sino de articular progresivamente otro, en la > lógica de los problemas y necesidades de la sociedad cubana actual, y que > responda a los objetivos del socialismo: desarrollo social, equidad, soberanía, > poder democrático popular, justicia social, participación ciudadana. Se dice > rápido, pero -como decía Maquiavelo- no hay nada más complejo que sustituir un > orden establecido por otro, renovar sin crear nuevas fallas, de manera coherente > y orgánica, no sólo en sus procedimientos administrativos, sino en la > asimilación de ese nuevo orden por las instituciones estatales y > gubernamentales, el sistema jurídico y las mentes de los ciudadanos, minimizando > los costos sociales y políticos. > > Mejorar el transporte público, aumentar la producción agrícola y hacerla más > asequible al bolsillo de la mayoría, y facilitar fórmulas alternativas para > construir viviendas son tres problemas críticos de la coyuntura. Sin embargo, > resultan menos complejos que reordenar la economía, desburocratizar los aparatos > de gobierno, y descentralizar las decisiones, renovando el consenso y la > participación real de los ciudadanos. > > ¿Está al tanto el Gobierno cubano actual de estos problemas? Aunque algunos > expertos españoles en asuntos cubanos han calificado el discurso inaugural de > Raúl Castro como presidente del Consejo de Estado de "ampuloso y duro", basta > con leerlo para identificar algunas cuestiones fundamentales de esta transición. > Entre estas se encuentran, por mencionar sólo asuntos directamente políticos, la > necesidad de que el Partido Comunista sea más democrático; reducir el aparato > central del Estado y hacerlo eficiente; eliminar trámites, prohibiciones y > reglamentos innecesarios; practicar una política que asimile las opiniones > divergentes y la discrepancia; tomar decisiones sobre cambios a partir de > consultas a la ciudadanía; fortalecer el orden social y la disciplina, pero > rechazando abusos de autoridad y extremismos; defender al país de la amenaza > externa, pero sin utilizarla como excusa ante las deficiencias; hacer efectivo > el carácter democrático de las instituciones políticas que "el pueblo exige con > todo derecho"; superar la tendencia a regulaciones uniformes para todo el país, > y facilitar las soluciones locales. En el plano económico, Raúl habla de > aprovechar al máximo el potencial de fuerzas productivas existentes, premiar el > resultado legítimo del trabajo manual e intelectual, así como ajustar el > funcionamiento económico, eliminar subsidios innecesarios y recuperar el poder > adquisitivo del salario. > > Mirar la transición cubana con las antiparras de la española o la chilena, de la > china o la vietnamita, es una de las tantas maneras de perderse lo que está > pasando. La cubana sólo puede medirse en términos de la propia Cuba -no de las > representaciones sobre el sistema ideal que cada cual se hace-. El resto, como > le decía Hamlet a Polonio, sólo son palabras. > > ANALISIS-Veteranos líderes cubanos buscan mejorar su revolución, Marc Frank> > LA HABANA (Reuters) - El nuevo presidente de Cuba, Raúl Castro, inició > discretamente el levantamiento de algunas de las tantas restricciones a la vida > cotidiana de los cubanos, tratando de satisfacer las demandas populares e > intentando reducir la austeridad dentro del Estado socialista.> > La necesidad de mejorar el socialismo para garantizar su sobrevivencia ganó > mayor urgencia ahora que el líder Fidel Castro salió de la política activa y > muchos de sus compañeros históricos han envejecido y tienen entre 70 y 80 años.> > Durante el primer mes de Gobierno, después de que sucediera a su hermano > enfermo, Raúl Castro decidió permitir que los cubanos compren computadoras, > reproductores de DVD y otros equipos electrodomésticos hasta ahora prohibidos.> > Tras el primer cambio de gobierno en medio siglo, Cuba también ha puesto en > marcha una reestructuración de la agricultura que pretende reducir la burocracia > y aumentar la producción de alimentos.> > Frank Mora, un experto en Cuba del National War College de Washington, dijo que > la producción para satisfacer las necesidades nutricionales y la expectativas de > la población es la primera prioridad en la lista de Raúl.> > "Es gracioso, con Fidel esto nunca sería un grave problema político y por lo > tanto no requeriría de reformas. Pero es un imperativo político de los > 'raulistas', abordar la cuestión material," opinó Mora.> > Entre los cambios en la agricultura está el permitir a los productores privados > y a las cooperativas mayor margen de maniobra para comprar herramientas, > semillas y fertilizantes, primer paso para frenar el estado del estrangulamiento > del sector, dijeron especialistas locales.> > Al asumir el cargo el 24 de febrero, Raúl Castro se comprometió a iniciar el > levantamiento de las "excesivas regulaciones y prohibiciones" existentes, como > respuesta a las quejas y propuestas que emergieron del debate del año pasado > alentado por él mismo. En los últimos años creció la toma de conciencia sobre la > necesidad de hacer más eficiente la gestión económica del Estado para que > sobreviva el Gobierno unipartidista de la isla.> > En un discurso a la Asamblea Nacional en el 2005, con Fidel Castro sentado junto > a él, Francisco Soberón, presidente del Banco Central, advirtió sobre la > urgencia de mejorar las condiciones de vida de los cubanos.> > Si no se mejoran, "corremos el riesgo de que estas formidables personalidades > (Fidel y Raúl Castro) se conviertan en el único pilar sobre el que descanse > nuestro sistema," dijo Soberón. > > CUBA EN CALMA> > Cuba se ha mantenido en calma desde que Fidel Castro entregó el poder > provisionalmente a su hermano menor en julio del 2006, debido a una cirugía > intestinal de la que nunca se recuperó totalmente.> > Terminaron las marchas políticas por las calles de La Habana dirigidas por > Castro y hasta sus largos discursos en la televisión para arremeter contra el > Gobierno de Estados Unidos o alabar los logros de la revolución de 1959.> > "Estos cambios ya están sucediendo. No espere a ver los anuncios en el > (periódico) Granma, porque nunca sucederá," dijo un funcionario, que pidió no > ser identificado.> > Un militante del Partido Comunista destacó que "el estilo de Raúl es > completamente diferente al de Fidel. Raúl es discreto, metódico y más orientado > hacia lo nacional, pero igual de revolucionario."> > Funcionarios cubanos insisten en que Raúl Castro se esforzará por mejorar las > condiciones sin adoptar el socialismo de mercado de China, aunque la mayoría de > observadores cree que Cuba no tendrá otra opción en el largo plazo.> > El economista de origen cubano Carmelo Mesa-Lago, un profesor de la Universidad > de Pittsburg, opinó que Raúl Castro dio los primeros pasos en la dirección > correcta, pero sin abordar el exceso de control del Estado en la economía, > principal obstáculo para el incremento de la producción.> > "Muchos economistas cubanos creen (que) en la agricultura sólo los mecanismos de > mercado y la inversión extranjera serán verdaderamente capaces de superar el > estancamiento," dijo.
sábado, marzo 29, 2008
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