RADIO CADENA AGRAMONTE
PUBLICADO POR: Frank Díaz Rey
La Masacre de Humboldt 7 y la vigencia de la juventud revolucionaria
Por Róger Rodríguez Martín
Numerosas acciones se efectúan en Cuba cada 20 de abril para recordar a Fructuoso Rodríguez, José Machado, Juan Pedro Carbó Serviá y Joe Westbrook, al cumplirse el aniversario de la masacre de Humboldt 7.
Se encuentra entre las acciones de homenaje el tradicional encuentro a la entrada del edificio de apartamentos donde esbirros al servicio de la tiranía de Fulgencio Batista asesinaron a esos valiosos jóvenes, sobrevivientes de las acciones del 13 de marzo.
Este acto sangriento, ejecutado en la tarde del sábado 20 de abril de 1957, en la Ciudad de La Habana, sobrecogió de dolor al pueblo cubano.
El asalto al Palacio Presidencial, donde un puñado de valientes combatientes clandestinos se proponía hacer justicia al tirano Fulgencio Batista, no tuvo el éxito esperado: varios compatriotas perdieron sus vidas en el combate, otros fueron heridos, y el resto se ocultó hasta que pudieran recomenzarse las acciones con vistas destituir al régimen imperante.
José Machado Rodríguez, Juan Pedro Carbó Serviá, Fructuoso Rodríguez Pérez y Joe Westbrook Rosales, integrantes del Directorio Revolucionario, se encontraban entre los sobrevivientes de la anterior masacre y se ocultaban en el edificio número 7 de la calle Humbodlt, en la capital de Cuba.
Debido a una censurable denuncia de un exparticipante en la lucha , quien indicó el lugar a los sicarios de Batista, cayeron abatidos en esa plaza los valerosos luchadores.
El esbirro Esteban Ventura Novo y sus secuaces destrozaron a culatazos la puerta del apartamento donde se refugiaban los jóvenes cubanos.
Joe Westbrook arribó al apartamento inferior y solicitó a la inquilina que le permitiera permanecer en su sala. Instantes más tarde llamaron a la puerta y él abrió. Los sicarios de Batista lo reconocieron, y a pesar de que la señora rogó por la vida del joven, una ráfaga de ametralladora segó la vida de quien tenía poco más de 20 años.
Juan Pedro Carbó se dirigió al elevador y fue detenido antes de arribar al mismo y ametrallado: su rostro y su cuerpo fueron acribillados a balazos.
José Machado Rodríguez y Fructuoso Rodríguez Pérez se lanzaron por una ventana hacia la planta baja y cayeron en el pasillo estrecho de una agencia de automóviles. Pero al final de éste se encontraba una reja cerrada que no les permitía escapar.
Los militares introdujeron una ametralladora entre los barrotes y ambos luchadores fueron asesinados a mansalva, pues Fructuoso estaba inconsciente y Machado se había fracturado los dos tobillos.
Estos se convirtieron en mártires y ejemplo para quienes lucharon hasta alcanzar la victoria definitiva el 1ro de enero de 1959. Hoy tienen el respeto y la admiración de las nuevas generaciones que no los olvidan.
viernes, abril 17, 2009
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