CUBARTE
CUBA
Esta Galicia nuestra
Por: Isachi Fernández Fernández
(Cubarte).- Se hizo viejo en Cuba y la “morriña” lo acompañó hasta sus últimos momentos. Por él conocí mis primeras canciones gallegas, unas tiernas y otras cargadas de pimienta, como aquella de Abre a porta, María/ que se non vou polas tellas/ teño un rapaz empezado/ vou le facer as orellas. (Abre la puerta María/que si no voy por las tejas/ tengo un niño empezado/ voy a hacerle las orejas).El tocadisco en Cuba aún no se había convertido en un objeto museable y escuché junto al abuelo los acordes de aquella placa negra en cuya cubierta se enseñoreaba un engalanado gaitero. También registré y usé palabras que sólo empleaban en el reino familiar el abuelo y sus nietos: “miña mai” “estás tolo”…Por entonces hice mía y repetía con firmeza la resolución de que “el portugués es un gallego mal hablado”.No faltaban las anécdotas de los juegos infantiles que me remitían a los crudos inviernos lucenses cuando los muchachos competían a “las zarpas del gato”, es decir, a ver quién podía cerrar mejor las entumecidas manos.Y llegaron narraciones que no supe ubicar en la historia ni en la leyenda, y quedaron en tierra intermedia con el consuelo de que todas las referencias tienen de lo uno y de lo otro, interactúan, dialogan, se contaminan.Una de ellas nos remite a Monforte de Lemos, sitiado por los moros, y a un momento en el cual los invadidos sólo contaban con unas hogazas para mitigar el hambre. No alcanzaban para todos, explicaba el abuelo recordando esas mismas palabras de sus mayores, y refería cómo arrojaron el pan a los moros. Estos entonces quedaron desconcertados y declinaron sus propósitos.Fueron estos mis primeros contactos con una tierra que nunca he pisado, pero que también me pertenece sentimentalmente. Luego vinieron las lecturas: Rosalía de Castro, Curros Enríquez, Ramón del Valle-Inclán, Emilia Pardo Bazán, Álvaro Cunqueiro…, y el reconocimiento del teatro vernáculo cubano con sus caricaturas del gallego y el negrito.Y es que el gallego en Cuba fue un personaje muy popular en el siglo XX, tanto que por asimilación el pueblo le llamó “gallego” a todo nativo de España en un acto de ligereza que trajo y trae notables confusiones.Galicia promete con la XVII Feria Internacional del Libro en Cuba, la mayor acometida cultural fuera de sus fronteras, con su muñeira, sus trajes típicos, sus autores nuevos y viejos, su teatro, sus artes plásticas…Los cubanos no podemos sentirlo como un mensaje que llega de lejos, sino como un reencuentro con nosotros mismos que de algún modo vuelve a sentar a la mesa a muchos de nuestros abuelos, los que dejaron su sudor en tierra cubana. Los hace hablar, cantar, estremecerse, hasta que al fin se reanima el abrazo perdido.
Fuente: CUBARTE
sábado, febrero 23, 2008
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