INTELECTUAL DE LA IZQUIERDA TOTALITARIA

Dr. Darsi Ferrer
La Habana, 5 de Julio de 2006.


Pleno apoyo merece la destacada opositora Marta Beatriz Roque, en su respuesta frente a la manipuladora declaración del diputado de la asamblea nacional del régimen de los Castros, Sr. Silvio Rodríguez, quien sugirió mejorar la reeducación en los gulag de la Isla ofreciéndoles actividades culturales a los reclusos.

Este ídolo de la canción ¨protesta¨ devenido en un oportunista, farsante e inmoral, si contara con una gota de principios debería enfocar sus planteamientos a la prensa en sentido de condenar el sistema carcelario de Cuba por ser cruel e inhumano, uno de los peores del mundo.

El sinónimo de la reeducación en las cárceles del país, con música o no para los presos, es simplemente martirio. En ningún centro penitenciario de los más de 200 existentes en el territorio se cumplen siquiera las reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos dictadas por las Naciones Unidas.

También debía preocuparse el Sr. Rodríguez por lo desajustado para esta época del código penal vigente, de la indefensión jurídica de los cubanos frente a las arbitrariedades del régimen, así como por la falta de independencia del poder judicial; apéndice subordinado al poder político para asegurar a toda costa la continuidad del sistema totalitario.

¿Acaso el afamado cantautor padece de nostalgia y añora revivir capítulos de la historia? Su magnánima sugerencia recuerda cuando los alemanes nazis exterminaban miles de judíos en los campos de concentración a golpe de música y otras delicadezas.

Personajes de la estirpe del Sr. Silvio Rodríguez engañan a muy pocos. Todos conocemos que cada favor propagandístico de ellos al régimen tiene la intención de que se revierta en privilegios y concesiones personales, de los muchos que gozan por su obediente fidelidad.

Posición muy diferente a la de Martha Beatriz y de muchos otros cubanos que, a costa de que los maten en las mazmorras de la tiranía escuchando musiquita, luchan sin cejar por la libertad de nuestra patria y por el trato decoroso hacia los reclusos.