Desde Venezuela
A JUAN VENÉ SOBRE EL ASUNTO MIGUEL CABRERA
Con Víctor Davalillo y Mickey Mantle, nadie fue tan rudo.
ELIGIO DAMAS
En primer término, deseo saludarle con gran placer. Soy consecuente lector suyo desde hace muchos años. De cuando éramos jóvenes. Eso le da en cierto modo una idea del respeto y estima que le tengo.
Sus opiniones e informaciones en materia de nuestro deporte favorito, me son extremadamente útiles y agradables. En este sentido le tengo como una fuente estimada.
Lo anterior sirve para dejar sentado lo que me anima al escribirle estas reflexiones con toda humildad.
He leído durante años sus argumentos en defensa de Pete Rose y hasta los he compartido.
Pero no así, cuando ha sido poco sutil con Armando Maradona. Por considerarle muy bien informado y demasiado inteligente creo debe saber que, al margen de la conducta personal del pampero, contra él se han movido oscuros intereses dentro y fuera del fútbol. Y eso hay que valorarlo; por lo menos eso creo por los elementos de juicio que manejo.
A usted le he percibido generoso y cuando ha defendido peloteros como Barry Bonds, por encima de las acusaciones relacionadas con el consumo de esteroides, en eso también le he apoyado. Entiendo bien su actitud; se trata de respaldar a un atleta brillante que alcanzó esos niveles no exactamente por haber usado alguna vez esas sustancias. Y porque en veces esas evaluaciones son muy parcializadas y omiten muchos valores intrínsicos del atleta. En eso en veces se mueven intereses mercantiles imperceptibles.
Alguien, médico por cierto y amante del fútbol, una vez comentó que intentar restar méritos deportivos a Maradona, por el consumo de drogas a partir de cierto momento de su vida, es algo visceral y exagerado. Afortunadamente el pueblo argentino en su inmensa mayoría y bondad no se ha dejado llevar por esa forma de evaluar.
Muchos hemos visto, en las calles de Caracas u otra ciudad venezolana, por años, más de los que se pueden contar con los dedos de las extremidades, a quienes fueron insignes atletas en condiciones deplorables y eso no es suficiente para negarles sus méritos, condenarles y hasta convalidar se les haya abandonado.
Si algún pelotero venezolano tengo como ídolo, habiéndole visto en acción, “en vivo”, muchas veces, es Víctor José Davalillo; y de él siempre se habló de sus debilidades. Una vez escuché, usted lo sabrá bien, que Willy Stargel, en un libro, comentó algo sobre hábitos de nuestro compatriota en la época (1971-73), cuando ambos coincidieron en los “Piratas”. Y a ese pelotero zuliano, usted le tiene en un lugar privilegiado, por lo menos dentro del biesbol venezolano y, en eso también, le respaldo.
Usted mismo, cuando se le pide mencione los cinco mejores peloteros de la historia, incluye siempre a Mickey Mantle, de paso mi ídolo del béisbol gringo y quien fue, como Vitico, un adorador de Baco.
Es verdad que un deportista es en gran medida, créame que valoro eso, un faro para la juventud y figuras como las mencionadas están obligadas a cuidar su imagen. Pero nada hacemos colaborando con destruirlas y enrostrarles sus errores públicamente, menos cuando están en la etapa joven.
¿Quién sensato, negaría el significado de Edgar Allan Poe, por sus debilidades o hábitos, ajenos a la literatura?
Como bien debe saber, estas reflexiones a usted dirigidas, mi admirado Juan Vené, están determinadas por sus comentarios sobre Miguel Cabrera.
“Últimas Noticias”, diario dirigido por su amigo y colega Eleazar Díaz Rangel, de los mejores en la historia del periodismo venezolano y eso incluye al béisbol, no dejó que pasase desapercibido el incidente. En la edición de ayer domingo 11 de octubre, lo trató. El periodista lo hizo con mucha objetividad y respeto por aquel ser humano que de paso es un muchacho. Hasta los dueños de “Los Tigres” de Detriot, inversionistas que apostaron una respetable suma en el excelente pelotero venezolano, esperan se recupere y supere sus dificultades personales y de orden familiar. El tiene tiempo y edad para eso y lo más sano que uno puede hacer es desear tenga voluntad y raciocinio necesarios.
Por encima de los intereses de los “Tigres”, que le pagan una cantidad de dinero exorbitante, justamente por circunstancias ajenas al pelotero y si atribuibles a quienes manejan el negocio, están los del joven y su familia, eso incluye su dignidad y hasta sensibilidad. Seguro estoy que ahora Cabrera debe estar meditando sobre su conducta y sólo ayudamos si le extendemos la mano, damos un consejo generoso y sabio, ajenos a todo resentimiento.
Usted ha mostrado disposición para entender situaciones como esas, conoce bastante bien la historia del deporte, tiene credibilidad y cobertura periodística de gran magnitud. Eso significa, lo que usted bien conoce, que su palabra tiene bastante peso.
Finalmente, señor Vené, debo decirle que me atreví a escribirle esto, porque por ser aficionado al deporte, aunque sea desde el ángulo periodístico e histórico, me dejaron muy preocupado los incidentes recientes de la vida del joven pelotero maracayero y los demoledores comentarios suyos.
Espero perdone las imprudencias e incomodidades, sólo me anima la buena fe y hasta lo respetable que ha dejado en mí.
lunes, octubre 12, 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario