sábado, junio 23, 2007

RACISTA Y XENOFOBA CONDUCTORA CON UNA ITALIANA DE CHIVA EXPIATORIA

RACISTA Y XENOFOBA CONDUCTORA CON UNA ITALIANA DE CHIVA EXPIATORIA
Eligio Damas
Nota previa para lectores fuera de Venezuela: Este artículo se escribió porque en unas de las televisoras privadas del país, su utilizó a una señora italiana para que estimulada por la conductora del programa se dedicase a denigrar de los venezolanos


Xenofobia y racismo son valores execrables. Fundamentaron al nazismo y fascismo, alemán e italiano. Pero hoy, son pocos los alemanes nazis e italianos fascistas.
Esa cultura del sentido común, que no hace crítica, propia de la gente ignorante, fue básica para que nazis y fascistas engañaran a pueblos europeos.
Hablando de gente floja, deseo mencionarle a la señora italiana, que Federico Fellini, gran cineasta compatriota suyo, a quien ella probablemente nunca ha oído nombrar, al inicio de una de sus películas, ordena al camarógrafo observar en una determinada dirección. Luego le pregunta: ¿qué ves? Este responde, “unos hombres vestidos con bragas azules, que portando viandas en las manos caminan hacia una fábrica”. Fellini, le exige cambiar la dirección del enfoque porque “esa no es Roma”, objetivo que buscaba.
Con eso quiso decir el genial director, a manera de chiste bien intencionado, que en Roma nadie trabaja. Allí todo el mundo se divierte. Y uno que es sano, entendió que sólo era un chiste.
Porque flojos y bregadores hay en todas partes. Pero cuando en la relación laboral priva la sobreexplotación, la protesta, el rechazo más al patrón que al trabajo, se entiende como flojera. Es para el jefe más cómodo verlo así; es un asunto de moral, eso le aquieta la conciencia. Por esto mismo, los explotadores más allá de lo que la ley permite, usan con demasiada frecuencia ese adjetivo contra quien no se deja atropellar.
Sólo que la señora italiana, quien lástima me da por su manifiesta ignorancia, nunca ha podido racionalizar ese asunto y desconoce lo que muchos bien saben. Y en este caso, bien vale decir no “le pidáis peras al olmo”.-
Por estas cosas, la ignara italiana, que las hay en indefinido número, así como abundan damas y caballeros compatriotas suyos muy inteligentes, no me molesta. Repito, lástima me da. Porque fue llevada allí, no como victimaria, sino como víctima; fue expuesta al rechazo y repudio del pueblo venezolano; como también al joven que llaman Coquito, quien por temor - ¡cosas de la libertad de expresión que se practica en los medios!-, optó por callar ante aquella avalancha de racismo y xenofobia.
Pero, como dice el lenguaje coloquial, la culpa no es del ciego, sino de quien le da el garrote. Y esto viene a cuento, porque el artífice visible de aquella vulgaridad fue la conductora. Estimuló hasta el cansancio a la infeliz señora para que con felonía dijese las superficialidades que le sirven para calificar al nacional.
La conductora, quien en otro espacio se desempeña como “internacionalista”, dijo dos cosas que revelan su ignorancia y racismo. Hablo que “los venezolanos- venezolanos son flojos”. Pero no lo son los descendientes cercanos de europeos y manifestó su orgullo de venir de holandeses y alemanes.
¿Qué es un venezolano, venezolano? El Libertador dijo que somos un reato. Es más, hablamos y disfrutamos de una cultura en parte venida de Europa. Somos algo de europeos, mucho de africanos y bastante de indígenas. Terminamos siendo, ese venezolano-venezolano al que despectivamente se refiere la conductora, un tipo mestizo de inmenso valor humano y cultural.
Los indios no son eso que ella dijo, porque el nombre y todo lo que significa ser venezolano es una mezcla de lo que estaba y de lo que aquí llegó. Y la población indígena que se mantuvo incólume, es una venezolanidad que también merece respeto y consideración aparte.
¿Entonces quiso decir que todo aquel que no tenga un ascendiente europeo o gringo cerca, padre, madre, abuelo o abuela, es flojo y hasta inferior e incompetente?
Eso es racismo de pura estirpe. Trata de crear división entre nacionales con una asquerosidad. Esos conceptos son más denigrantes y ofensivos que los emitidos por la señora italiana. Con el agravante que ésta, no es “internacionalista”, sino una ingenua y abusada chiva expiatoria.
Y no le quepa a usted lector duda alguna que, en el fondo de esa payasada, si hila fino, encontrará una opinión política de quien molesta está por lo que aquí sucede. Este pueblo, es el mensaje de la trama de mal gusto montada con la italiana y Coquito, es incompetente y su opinión nada vale.
Quiero terminar preguntando, ¿el Estado, CONATEL, las instituciones de cualquier naturaleza que adversan el racismo y la xenofobia, no van a reaccionar contra esa miserable, nefasta e insana actuación?

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