Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
El gigante de la gaseosa, Pepsi, se ha visto obligado a hacer una confesión embarazosa: su éxito de ventas, el agua embotellada Aquafina, no es otra cosa que agua de grifo. Pepsi ha aceptado cambiar su etiqueta bajo presión del grupo de defensa Corporate Accountability International (CAI) que ha encabezado una campaña cada vez más exitosa contra el agua embotellada. Consideramos los costos económicos y medioambientales de la industria del agua embotellada con Gigi Kellett de CAI y el periodista independiente Michael Blanding.
En San Francisco, el alcalde Gavin Newsom prohibió recientemente la compra por departamentos de la ciudad de cualquier tipo de agua embotellada utilizando dinero municipal. En Nueva York, se está instando a residentes locales a que beban agua de grifo. La Conferencia de Alcaldes de EE.UU. ha aprobado una resolución que destacó la importancia del agua municipal y que llamó a más análisis del impacto del agua embotellada sobre la basura de la ciudad.
El impacto medioambiental de la obsesión del país por el agua embotellada ha sido asombroso. Se calcula que cada día se desechan 60 millones de botellas de agua. La mayoría no son recicladas. El Pacific Institute ha calculado que cada año se utilizan 20 millones de barriles de petróleo para producir el plástico para botellas de agua.
Económicamente también tiene sentido dejar de comprar agua embotellada. El Arizona Daily Star examinó recientemente la diferencia en el costo entre agua embotellada y agua del suministro municipal de agua. Medio litro de Aquafina de Pepsi en un negocio de Tucson cuesta un dólar y treinta y nueve centavos. La botella contiene agua purificada del suministro de agua de Tucson. Del grifo, se pueden extraer más de 24 litros por un centavo. Eso hace que el agua embotellada cueste 7.000 veces más, a pesar de que Aquafina utiliza la misma fuente de agua.
Hablamos con dos invitados de Boston:
· Gigi Kellett. Directora Asociada de Corporate Accountability International que nos habla desde Boston. El grupo encabeza la campaña Piensa Fuera de la Botella.
· Michael Blanding. Periodista independiente y autor del artículo para Alternet.org “The Bottled Water Lie” [La mentira del agua embotellada].
AMY GOODMAN: Quisiera comenzar con Gigi Kellett. Hable sobre la confesión de Pepsi.
GIGI KELLETT: Bueno, después de dos años de nuestra campaña Piensa Fuera de la Botella, hemos estado solicitando a las corporaciones de agua embotellada que aclaren de donde consiguen su agua, cuál es la fuente del agua que están embotellando, porque la mayoría de la gente no sabe que Aquafina de Pepsi, Dasani de Coca-Cola, provienen de nuestros sistemas públicos de agua. Y así, después de miles de llamadas telefónicas, miles de comentarios públicos presentados a la corporación, y de llevar nosotros mismos esas demandas directamente a la reunión anual de accionistas de la corporación de este año, Pepsi anunció la semana pasado que revelaría que obtiene su agua de los sistemas públicos de agua.
AMY GOODMAN: ¿Ahora bien, dónde exactamente la obtiene Pepsi? ¿Qué suministro público de agua?
GIGI KELLETT: Bueno, ese es el tema que vamos a considerar realmente ahora, es en qué ciudades están embotellando el agua. Aquí en Massachusetts, proviene de Ayre, Massachusetts. Así que queremos asegurar que en esa botellas diga: “Fuente de agua pública: Ayre, Massachusetts.” De esa manera la gente sabe exactamente lo que recibe cuando compra esa agua embotellada Aquafina.
AMY GOODMAN: Ayre es el nombre de una localidad en Massachusetts.
GIGI KELLETT: Ayre es el nombre de una localidad, correcto. Exactamente.
AMY GOODMAN: ¿Y qué pasa con esa ciudad? ¿Tienen su suministro público de agua, y tienen la planta para Pepsi?
GIGI KELLETT: Así es. Queremos asegurar que... Pepsi ciertamente ha tomado la delantera en esto en la industria del agua embotellada, y queremos asegurar que Coca- Cola y Nestle también lo hagan. Una de las cosas que descubrimos cuando hablamos con la gente sobre este tema en la calle es que no sabe de dónde proviene el agua. Y las corporaciones del agua embotellada han gastado decenas de millones de dólares en anuncios que hacen que la gente piense que el agua embotellada es de alguna manera mejor, más limpia, más segura que nuestros sistemas públicos de agua. Y en realidad, sabemos que no es verdad. Y por ello, queremos asegurarnos de que estemos devolviendo cada vez más la confianza de nuestra gente en sus sistemas públicos de agua y que sepa que tenemos que invertir en nuestros sistemas públicos.
AMY GOODMAN: Gigi, ¿puede entrar en más detalles sobre quién es dueño de qué?
Usted menciona a Nestle. ¿Qué posee Nestle?
GIGI KELLETT: Nestle posee varias docenas de marcas de agua embotellada. La marca de agua embotellada que proviene de nuestros sistemas públicos de agua se llama Nestle Pure Life. También son dueños de Poland Spring, Ozarka, Arrowhead. La lista continúa. Y regionalmente, es distribuida por todo el país. Y luego también tenemos a Coca-Cola, que embotella el agua Dasani, y , desde luego, Pepsi con Aquafina.
AMY GOODMAN: Y cuando hablamos del agua de grifo ¿cuál es la diferencia entre el agua de grifo corriente y el agua destilada de esas fuentes públicas?
GIGI KELLETT: Bueno, hay muy poca diferencia. Nuestros sistemas públicos de agua pasan por un sistema muy riguroso de ensayos y control y el agua es probada por la Agencia de Protección del Medio Ambiente. Así que queremos asegurarnos de que la gente sepa que nuestros sistemas públicos de agua son mucho mejor regulados que esas marcas de agua embotellada, que no tienen que pasar por el mismo tipo riguroso de proceso.
AMY GOODMAN: Estamos hablando con Gigi Kellett, directora asociada de campañas de Corporate Accountability International. Michael Blanding es un escritor independiente que ha escrito el artículo "The Bottled Water Lie" [La mentira del agua embotellada]. Michael ¿cuál es la mentira?
MICHAEL BLANDING: Ahora bien, en realidad hay varias mentiras que considero son perpetradas por las compañías de agua embotellada, pero creo que la principal es exactamente lo que dijo Gigi, que esa imagen es estimulada mediante millones y millones de dólares de publicidad de que el agua embotellada es de alguna manera mejor para uno, que tiene mejor sabor, que es más pura. Y en muchos casos, simplemente no es verdad. La gente paga enormes recargos por el agua embotellada y ni siquiera se da cuenta de que en muchos casos el agua de grifo no sólo tiene el mismo sabor, sino que es realmente más estrictamente regulada y realmente más saludable.. Ha habido varios casos de agua embotellada realmente contaminada y donde se descubrió que contenía productos químicos peligrosos. Y el agua de grifo pasa por ensayos y controles del suministro de agua, lo que en muchos casos la hace más saludable.
AMY GOODMAN: Ahora, Michael, usted empieza su artículo hablando de Antonia Mahoney. Cuéntenos quién es.
MICHAEL BLANDING: Fue alguien que simplemente iba caminando por la calle en el centro de Boston cuando la gente de Corporate Accountability -- Gigi y los de su grupo – realizaban algo llamado el Desafío del Agua de Grifo, que era una prueba de sabor entre agua de grifo y varias marcas de agua embotellada: Aquafina y Dasani. Y yo estuve ahí durante la tarde y observé que llegaban muchos que eran bebedores de agua en botella y que juraban que podían señalar la diferencia y que podían reconocer su marca.
Y Antonia Mahoney era una de los que – efectivamente había dejado de beber de botella – tomado agua de grifo durante algunos años y tomaba sólo Poland Spring y estaba segura de que sería capaz de diferenciar Poland Spring de todos los demás tipos de agua que estaba bebiendo en el lugar. Y resultó que lo que ella pensaba que era Poland Spring era en realidad el agua de grifo de Boston, la buena y conocida agua de grifo, que – en realidad tenemos muy buena agua de grifo que viene de Massachusetts occidental. Así que se sorprendió y se escandalizó considerablemente y decidió que iba a anular inmediatamente su contrato de pago de 30 dólares al mes por agua Poland Spring que le llevaban a su casa. Así que fue muy... – y presencié otras experiencias semejantes durante ese día.
AMY GOODMAN: Michael, usted escribe sobre los problemas de un presunto producto químico carcinógeno, bromato. Usted habla sobre la contaminación de agua Dasani, de propiedad de Coca-Cola, en 2004. Explique cuáles son los problemas, los aspectos de contaminación.
MICHAEL BLANDING: De modo que, irónicamente, uno de los procesos que en realidad toma el agua de grifo y la purifica – es llamado ozonación – puede en algunos casos producir un producto derivado, que es bromato, que es, como usted dice, un presunto carcinógeno. Y el mayor caso de contaminación fue en el Reino Unido en 2004, precisamente cuando Dasani fue lanzada en el Reino Unido. Tuvieron algo como medio millón de botellas de agua Dasani que estaban contaminadas, y la gente se enfermaba. Y es sólo una idea de la falta de controles y la falta de monitorea que se encuentra en el agua embotellada.
Y no se trata de un caso aislado. Y ha habido muchos más. La mayoría, recientemente, en el norte de Nueva York con una compañía independiente de agua embotellada, también hubo múltiples casos de contaminación con bromato.
AMY GOODMAN: ¿Puede hablar del tema de la filtración? Ante todo, no sé si la gente se da cuenta que cuando algo dice “fuente de agua pública” en realidad significa agua de grifo. Pero entonces, lo que significa es que el agua de grifo es filtrada para – usted habla de técnicas adicionales como osmosis invertida.
MICHAEL BLANDING: Correcto, sí. Así que hay varias técnicas utilizadas por las compañías, y las pregonan como técnicas patentadas que, pasan por siete fases diferentes de filtración, y todo lo demás. Y si se analiza el asunto – osmosis invertida es la principal, básicamente no es más que hacer pasar el agua por una membrana para eliminar contaminantes, lo que es en realidad muy similar al tipo de proceso que se puede encontrar en filtros domésticos de agua, simplemente el tipo que uno coloca en el grifo por unos doscientos dólares. De manera que el asunto no es tan sofisticado como podrían pretender que es.
AMY GOODMAN: Y en el campo internacional, los movimientos, de Bolivia a Perú, La Paz por todas partes.
MICHAEL BLANDING: Sí. Lo que es interesante es que, aquí en EE.UU. existen varias comunidades que realmente han tenido plantas que toman mucha agua de su agua subterránea en Michigan, donde realmente pueden ver como disminuye el nivel de agua de una de sus corrientes debido a la cantidad considerable que Nestle usa para su agua.
Y es incluso un problema más crítico en otros países donde la escasez de agua es un problema real, de modo que sitios como India, donde Coca-Cola y Pepsi realmente han diezmado comunidades y los campesinos no han podido cultivar sus cosechas, ha sido algo como un doble azote. Han tomado el agua, y luego el agua desechada ha estado contaminada, en muchos casos. Y así, es un problema, es sólo el agotamiento del agua por las propias plantas.
Y luego el otro problema, del que sé que Gigi podría hablar, es sólo la percepción que se transmite de que de alguna manera el agua de grifo – el agua municipal es en cierto modo, menos buena que el agua que ha sido privatizada. Y así, comienza esa permanente guarrería de la que resulta que la privatización de los recursos acuáticos está bien. Y ha habido muchas comunidades, como en Bolivia, donde los suministros de agua han sido privatizados y han sido vueltos a vender a – agua que antes era gratuita ha aumentado vertiginosamente su precio. Y la gente salió a las calles y protestó y realmente logró que se fueran las compañías privadas.
AMY GOODMAN: Gigi Kellett, hablemos de la mancillación de la imagen del suministro de agua municipal en este país, el efecto de las campañas publicitarias de la industria del agua embotellada.
GIGI KELLETT: Bueno, es algo que nos preocupa realmente y a nuestros miembros y activistas en todo el país, porque vemos esto... ¿a quién vamos a recurrir para que suministre nuestra agua potable? Y hay – esas corporaciones del agua en botellas están gastando decenas de millones de dólares cada año en avisos que efectivamente debilitan la confianza de la gente en su agua. Hubo en realidad un sondeo hecho por la Universidad de Arkansas a comienzos de este estaño que estableció que los jóvenes tienden a escoger agua embotellada en lugar de agua de grifo, porque sienten que de alguna manera es más limpia o mejor que sus sistemas públicos de agua. Y como ya hemos mencionado, sabemos que en realidad no es así. Así que existe una verdadera preocupación por el impacto que esas corporaciones del agua embotellada tienen sobre cómo pensamos en el agua.
Y nuestra campaña Piensa Fuera de la Botella apunta a cambiar eso, y tenemos un verdadero éxito en ciudades como San Francisco y Ann Arbor, Michigan y la Ciudad de Nueva York, a la vanguardia en volver a colocar sus sistemas públicos de agua en primer plano y que no se hagan contratos con corporaciones de agua embotellada, por ejemplo, como lo han hecho en Salt Lake City y en San Francisco. Y estamos viendo a restaurantes que vuelven al grifo en lugar del agua embotellada. Así que hay muchas cosas que la gente comienza a considerar en cuanto a esta industria y a los cambios que podemos hacer para impulsar nuestros propios sistemas públicos de agua aquí en este país y asegurar que tengan el financiamiento que necesitan para prosperar, y también trabajamos en el ámbito internacional para asegurar que países que pueden tener limitaciones económicas también obtengan los recursos que necesitan para tener sistemas públicos de agua buenos y fuertes y no se orienten hacia la privatización.
AMY GOODMAN: Gigi, cuéntenos sobre lo que sucedió en Salt Lake City y en San Francisco, cuando el alcalde anunció que no se podría utilizar dinero de la ciudad para comprar agua embotellada.
GIGI KELLETT: Así es. El alcalde de San Francisco, Gavin Newsom, después de nuestro trabajo con su equipo; trabajando con el Departamento del Medio Ambiente de San Francisco y la Comisión de Servicios Públicos de San Francisco, analizó cuánto dinero estaban gastando en agua embotellada por año. Era cerca de medio millón de dólares. Y dijeron: “Nosotros somos la vanguardia. Somos ciudades. Somos la vanguardia para asegurar que la gente tenga acceso a agua buena, segura, limpia. Y ahora estamos en la vanguardia del manejo de los desechos que resultan de la industria del agua embotellada- Así que tenemos que adoptar una posición como ciudad.” Y en junio, el alcalde Newsom impartió una orden ejecutiva diciendo que la ciudad no seguiría comprando agua embotellada. Y se unió al alcalde de Salt Lake City, Rocky Anderson, y también al alcalde de Minneapolis, R.T. Rybak, para presentar una resolución en la Conferencia de Alcaldes de EE.UU. llamando a realizar un estudio para considerar seriamente cuáles son los impactos del agua embotellada en nuestra basura municipal. Así que vemos que estas ciudades están mostrando un verdadero liderazgo.
AMY GOODMAN: Y, Gigi, ¿qué me dice del efecto que tiene el agua en la botella plástica? ¿Hay algún tipo de extracción? La gente piensa que obtiene agua más saludable por muchos motivos ¿pero qué pasa con el impacto del plástico?
GIGI KELLETT: Bueno, hay una serie de inquietudes sobre el impacto del plástico, sí, por cierto, por la extracción. Esas botellas están hechas de botellas desechables, no están hechas para ser reutilizadas, por el potencial de extracción del plástico hacia – sabe – cuando se está bebiendo el agua. Y luego, desde luego, existen los impactos ecológicos de las botellas que terminan en nuestros vertederos y al borde de la ruta como basura. No son recicladas. Sólo cerca de un 23% de esas botellas de plástico está siendo reciclado. Así que es un tremendo impacto para nuestro entorno y, desde luego, para la salud de la gente. De modo que queremos que la gente se proponga volver al grifo y piense fuera de la botella.
miércoles, agosto 08, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario