LOS EMPACHOS CONSTITUCIONALES DE PRIMERO JUSTICIA
Eligio Damas
Un joven, a todos luces bien alimentado o “papiao”, como dice el pueblo, a quien la prensa identificó como Armando Briquet, de la directiva de Primero Justicia, saltó al centro del ruedo a dejar sentado las opiniones suyas y del partido, acerca del asunto de las propuestas de reforma a la constitución.
Y empezó por decir, varios días después de iniciado el debate, lo que antes ya muchos han dicho, que todo esto no es más que “una estrategia para atornillar al presidente en la silla de Miraflores” (1). Uno no deja de preguntarse ¿cómo sería Chávez atornillado a algo? ¿Es posible qué el comandante atornillado pueda ser? Cuesta creerlo. Pero uno si sabe que ese argumento es, como los periodistas dicen, un refrito. Y una triste manera de reconocer de antemano la derrota y admisión, que en este caso es lo mismo, de lo difícil que es, por lo menos a mediano plazo, derrotar electoralmente al hijo de Barinas. Y justamente es esto lo que a la oposición toda en grado sumo le preocupa.
Y ese discurso lo repiten tanto porque es lo único que tienen para contrarrestar la fuerza de cambio social que contienen las solicitudes de reforma. Es un complemento de la estrategia diseñada por Teodoro Petkoff, según la cual deben centrar el debate en asuntos como el de la maleta. Es decir, no quieren entrar a discutir el fondo de la propuesta; apenas hacen especulaciones sobre cuestiones de forma e insuficiencias que puede haber en el proyecto, con la intención de alarmar y aterrorizar a la gente. No les basta que, al lado de lo inicialmente propuesto, se explaye la intención de cada artículo, hasta de boca del propio presidente, y la seguridad que en la Asamblea Nacional se corregirán los entuertos.
La han tomado también por llevar al debate cuestiones que no dan motivo para discusiones, como lo claramente establecido en los artículos 343 y 344 y hasta a dilucidar cosas posteriores, como lo relativo a la injerencia del CNE en todo este asunto.
Por esas cosas, como el empeño de descalificar lo propuesto, así sea diciendo disparates, Briquet el justiciero, dijo cosas que no son otras que un empacho o una indigestión constitucional, no por papa en mal estado. Y uno que los sabe bien comidos, de antemano concluye que es por aquello que en la universidad de Salamanca dice, “lo que natura non da, Salamanca non lo presta”.
¿Y qué cosa o disparate expuso el dirigente justiciero?
Pues nada más y nada menos que “el único recurso que nos queda es introducir un amparo ante TSJ, debido a la negativa del CNE de activar el artículo 344 de la actual Constitución, que establece una votación artículo por artículo de la reforma” (2). ¡Vaya pal` Callao!, dice el pueblo. Esto es lo que arriba calificamos como un disparate y producto de un empacho, pues el 344 constitucional nade eso dice. Es en el 343, aparte 3º, donde se establece que se dará “artículo por artículo, una tercera y última discusión”, pero en la Asamblea Nacional. Y esto, sin duda alguna, habrá de hacerse.
En el 344 está dispuesto que “El referendo se pronunciará en conjunto sobre la reforma, podrá votarse separadamente hasta una tercera parte”, si una porción determinada de la Asamblea Nacional así lo decide o quien haya tomado la iniciativa de presentar la reforma, que además del presidente podría ser un número no menor del 5% de los electores. En el caso nuestro lo hizo el presidente. De modo que, sólo éste o la Asamblea Nacional, pueden decidir cómo votar, en bloque o separadamente.
Uno puede equivocarse, eso está en la condición humana. Pero que un dirigente “importante”, en nombre de un partido nacional, cometa tamaña pifia, no es cosa fácil de entender. ¿O es una cosa deliberada? Siendo así, el empacho se vuelve una torpeza porque incurre en creer que este pueblo todavía se puede cazar a lazo. Pero también sería una demostración a la opinión, como la oposición venezolana maneja con ligereza y falta de sindéresis, un asunto de tan trascendental importancia.
Bueno es culantro pero no tanto.
1-2 “Últimas Noticias”, Caracas, 28-08-07
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario