jueves, octubre 18, 2007

EL CAPRI QUE SE VA , TELESUR QUE NO LLEGA, LA ESPERANZA LATIENDO

El Capri que se va, Telesur que no llega… La esperanza latiendo.

Dijo el maestro Juan Formell, que hizo falta que un trovador le hiciera una canción a Jalisco Park para que no muriera ese símbolo del Vedado habanero. Hoy otro símbolo, el hotel Capri, se está muriendo lentamente... David Perdomo [17.10.2007 23:53] Kaosenlared

Dijo el maestro Juan Formell que hizo falta que un trovador (Carlos Varela) le hiciera una canción a Jalisco Park para que no muriera ese símbolo del Vedado habanero. Hoy otro símbolo, el hotel Capri, se está muriendo lentamente. Allí lo vemos en su deterioro constante, y hasta los que nunca pusimos un pie en él, sentimos nostalgia, y también tristeza por su condena. Todos hablamos con añoranza de su piscina al aire libre en el último piso que ha quedado inmortalizada en imágenes clásicas. Sólo se mantienen vivos el Salón Rojo y las tiendas de sus bajos. Si ninguna empresa extranjera se lanza a su rescate junto a una cubana, ¿no hay posibilidad de salvarlo nosotros solitos? Este pudiera ser el inicio de la vuelta de los cubanos a sus hoteles.

Cuando nos enteramos de que Cuba sería socia y parte de la entonces por nacer multinacional Telesur, dijimos: menos mal, tendremos un canal alternativo de 24 horas. Después nos enteramos de lo increíble, también la programación de este canal de Izquierda y progresista (pero que viene del exterior) debía pasar por el filtro del Departamento Ideológico del Comité Central, para ver solo en un burdo resumen de una hora en horario nocturno, donde hasta te ponen la temperatura de las ciudades que hubo en el momento en que se grabó. Cuando más embullado estás con uno de sus documentales, te aparece en tu pantalla un anuncio que te dice que en breve continuarás viendo el documental. Nunca la brevedad fue más larga, esta dura 24 horas. ¿Cómo es posible que por momentos seamos el pueblo de mayor cultura política del mundo, y por otros, seamos unos incapacitados a los que hay que darle todo por cucharaditas? No entiendo esa inconsistencia nuestra. Si Telesur es un canal del que formamos parte, por qué no lo vemos en vivo en nuestros hogares. ¿Ese impedimento no es vergonzoso? Quizás no estemos de acuerdo con todo lo que allí se dice, pero que nos dejen a nosotros no estar de acuerdo, y eso no querrá decir que no veremos más el canal. Ya somos una revolución de medio siglo, ¿qué más nos falta para madurar, para saber pensar? Esa desconfianza es la que nos hace desconfiar. Si la razón por la que no vemos el canal no es ideológica, que nos expliquen qué pasa. Pasa que porque no nos explican, todo se ve peor. ¿O es que no hay razones lógicas? Eso parece.

"La lucha por la calidad del producto, es una lucha revolucionaria y de vanguardia. Y nunca se equivoque en pensar, que por el hecho de ser revolucionario, se puede dar al pueblo un producto de mala calidad, eso sería atentar contra la Revolución."
El Che
Hace más de 40 años que no tenemos al Che físicamente, a veces parece que con su partida se fue lo más puro de la conciencia colectiva de este país. Las palabras citadas tienen 45 años de expresadas, y sin embargo, nos seguimos tratando a nosotros mismos como la última carta de la baraja. Un país donde el extranjero tiene más valor que el nacional, es un país que no tiene la autoestima a la altura que debería. Un país donde los productos a venderse en moneda nacional no tienen la buena calidad de los que se venden en moneda convertible, es un país que se subvalora un tanto a sí mismo.
Unos meses atrás en un programa del Canal Habana se entrevistó al responsable de producción de las galletas de sal que llegan a nuestras bodegas y nos aseguró con mucha vehemencia, que los problemas que venía presentado esta producción serían eliminados, hoy persisten y no dudo que ese compañero siga allí para continuar engañándonos.
Los famosos jabones de baño con olor que empezarían a llegar empaquetados a las bodegas, solo quedaron en el empaquetamiento, pues el olor no existe en lo absoluto, no sé cómo lo logran. Los apáticos conformistas dirán que porqué tanta protestadera, si esos productos nos llegan a precios módicos a las bodegas en un país bloqueado, que en definitiva la mayoría de las galletas se pueden comer y el jabón se puede utilizar. Volvamos entonces a leer al Che y a nosotros mismos. Qué queda para la cafetería que te vende galletas de chocolate y cuando te vas a comer una, está socata, pensamos entonces que si no estuviera socata se vendería en CUC. Y no es que todo sea trágico, pero hasta cuándo tenemos que soportar la terrible ineficacia e indolencia.

Este domingo tendremos elecciones de delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular, creo en gran parte de nuestra democracia. Al menos en teoría, cualquiera puede llegar a presidente de este país, incluso los que nos cuestionan nuestras elecciones. Si en una cuadra la mayoría se vuelve loca y nominan a un nefasto personaje; si ese funesto es elegido este domingo por una locura mayor; si después esa locura se amplía aún más, puede llegar a la Asamblea Nacional; y si allí también se pone de moda perder el juicio, entonces tendríamos al presidente de la locura infernal, sin haber gastado un centavo en propaganda y sin partido alguno que lo haya nominado. Lo demás que se diga es ignorancia o mala intención. Todavía no sé de un nominado por la demoníaca locura. Ahora, ¿dónde nuestra democracia se resiente?, en lo que me refería anteriormente, el problema de la prensa cerrada. Estoy de acuerdo en que los mentirosos, malintencionados y verdaderamente venenosos no tengan lugar en nuestra prensa, pero eso no se corresponde con que extendamos esa prohibición a todo el que piense diferente al pensamiento oficial. Dónde está el periódico que cuestione con profundidad, donde se polemice, el que dijo que saldría pronto hace ya medio año en una comisión organizadora del VII Congreso de la UNEAC, Eliades Acosta, jefe del Departamento de Cultura del Comité Central.
Varios artículos de los que hemos leído en este sitio que nos permite expresarnos desde la Izquierda sin que se utilicen filtros, bien pudieran formar parte de ese periódico, la única objeción posible estaría en que en la avidez de publicar los criterios tan pronto se escriben, tengan pequeños problemas gramaticales, una letra equivocada o algo así; pero el mismo autor(a) lo puede arreglar y también podría hacer cambios formales. En último caso, en todos los periódicos hay correctores. También pudieran publicarse artículos polémicos de otros sitios como Rebelión, así todos podrán sopesar por ellos mismos si el artículo Cuba: Revolución permanente y contradicciones contemporáneas, de Petras/Eastman-Abaya, es venenoso o no.
Necesitamos una prensa revolucionaria, no panfletaria. El debate enriquecedor es muy necesario en toda revolución, precisamente para no estancarnos, y menos aún, involucionar.
Nuestra Revolución no se puede guiar al pie de la letra por lo que dijo tal teórico en tal libro del siglo XIX, ha pasado mucho y debemos actualizar nuestro pensamiento. Nadie que se enorgullezca de ser revolucionario cubano de este inicio de milenio puede querer retroceder al capitalismo, no queremos el suicidiode nuestra nación, ni negaremos a los grandes teóricos que dieron pie al socialismo, pero creo que debemos insertarnos en la fórmula que particularmente para nosotros sería salvadora: el Socialismo del Siglo XXI. Vayamos, como dijo Chávez hace unos días aquí, hacia una sola nación latinoamericana, la que soñaron Bolívar y Martí. Empecemos a fundirnos los países del ALBA y caminemos todos por el camino del Socialismo del Siglo XXI, con las peculiaridades de cada nación.

De momento, el cubano quiere ver reflejado en su día a día los frutos del enorme intercambio comercial con Venezuela, y del que tenemos con la mayoría de los países del mundo. Algo va mejorando, y pongo un ejemplo: dos rutas fantasmas que eran la 20 y la 27, desde hace muy poco están bien, después de muchos años, gracias al intercambio con China.Pero, ya es hora de que esos cambios se sientan aún más en todos los sectores, al menos en los más sufribles. Todos esperamos que los debates abiertos en reuniones en todo el país tengan un verdadero fruto, más que el simple desahogo de los que asistimos. Ya es momento de que empecemos a respirar mejor. La esperanza aún late, que esta vez no sea defraudada.

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