viernes, octubre 19, 2007

EL VERDUGO CHILLA POR EL 337 CONSTITUCIONAL

Debate Venezolano


EL VERDUGO CHILLA POR EL 337 CONSTITUCIONAL


Eligio Damas

En el debate por el 337, al margen de la opinión que uno tenga en eso, se podría apelar a algunos refranes como el del título de este artículo y aquello que lo que es igual, no es trampa.
Es comprensible que las nuevas generaciones, incluyendo en ellas a quienes hoy estàn en el rol de promotores políticos, igualmente aquellos hoy opositores que antes lo fueron de los gobiernos de AD y COPEI, protesten por la modificación al artículo citado arriba. El partido comunista, algún dirigente del PPT y hasta cercanos al gobierno, estàn justificados cuando ven con recelo la misma iniciativa. Los primeros porque no son responsables de lo sucedido al amparo de la constitución del 61, pero si sus mentores, y los demás porque muchos de ellos y bastantes de sus camaradas hicieron el papel de víctimas.
Para ponernos a tono tomemos en cuenta que lo propuesto ahora por la Comisión Mixta de la Asamblea Nacional, con respecto al artículo 337, es más o menos reponer que lo que antes estuvo en la Constitución del 61. En el artículo 240 de ésta, está previsto, como en todas las constituciones del mundo, el estado de excepción, que la “moribunda”, llamó de emergencia. Y el 241 constitucional de la misma estableció “Suspender las garantías, con excepción de las consagradas en el artículo 58 y en los ordinales 3º y 7º del artículo 60.”
¿Sabe usted qué significa eso?
Que el derecho a la información y al debido proceso, en los casos de emergencia, podían ser suspendidos. Y lo fueron en demasía.
Es decir, lo mismo que la Comisión Mixta está proponiendo. Pues el artículo 337 de la bolivariana, producto de una Asamblea Nacional Constituyente conformada en su mayoría por hombres y mujeres que de, una forma u otra, fueron víctimas del espíritu agresivo y antidemocrático de los gobiernos de la IV República, que basándose en aquella norma se prodigaron en atropellos, sin motivo en la mayoría de los casos, generosamente y hasta en un acto de idealismo, buena fe y respeto a la condición humana, le quitó esa facultad al Estado.
Ahora bien, no recuerdo en este paìs a alguien y menos de entre quienes hoy protestan la intención de la AN, haber denunciado la presencia de aquella norma en la constitución del 61. Y pese que, valiéndose de ella, Betancourt mantuvo casi siempre suspendidas las garantías y cometió toda clase de atropellos y tropelías. Y a lo largo de los gobiernos del puntofijismo, con el amparo de la comentada norma y aún sin ella, porque eso emanaba del alma de aquellos gobernantes, la tortura se hizo cotidiana, se fusiló jóvenes por sólo pintar una consigna en alguna pared y se inauguró en América Latina la macabra costumbre de los desaparecidos. Videla en la Argentina y Pinochet en Chile, fueron unos continuadores en la aplicación de los métodos represivos que se pusieron de moda en Venezuela, por recomendaciones y asesoramiento gringo.
Por eso uno no tiene oídos para escuchar a hipócritas, farsantes y fariseos, que salen por allí, a satanizar el intento de volver a algo que estaba en la Constitución que ellos redactaron. Y como todo ladrón juzga por su condición, aseguran que el actual gobierno tiene el aberrado interés que ellos tuvieron y dejaron patentado.
Lo que se entiende fácilmente, por la experiencia que dejaron los hechos suscitados en abril del 2002, durante el paro patronal, el intento de paralizar la industria petrolera y el deslave de Vargas, es que el Estado no puede quedar atado de manos y menos dejar a ciertos medios de comunicación actuar irresponsablemente. Ellos fueron acusados y con razón, por muchos que hoy se oponen al gobierno, de haber contribuido a redimensionar el caracazo. Y esos mismos, promocionaron, estimularon las acciones violentas de abril y todas las acciones destinadas a tumbar al gobierno; incluso las guarimbas, éstas como intento desesperado cuando la capacidad opositora de mover gente había declinado.
El idealista que uno lleva por dentro se incomoda cuando la Asamblea Nacional, intenta modificar el 337 vigente para darle al Estado el medio de defenderse. Pero también sabe uno que el proceso que avanza en Venezuela, así como cada día gana más afectos, pero también quienes intentan detenerlo y hasta hacer retroceder el paìs, dentro de éste y fuera de él, acopian recursos, medios y ganan apoyos nada apacibles. Y estàn agazapados esperando la oportunidad, validos de la indefensión derivada del 337 vigente. Por eso, desde los medios promocionaron diversas formas de desestabilización y quedaron campantes. Otros se manifestaron de forma que a todas luces constituía delito y terminamos en que aquí lo que hubo fue un vacío de poder.
Este gobierno y la gente que le acompaña, han demostrado que no tienen espíritu represivo y si sentimiento eminentemente democrático; es más que una exageración, un absurdo, pretender hacerle creer a parte de los nacionales y a extranjeros, que aquellos se arman legalmente para reprimir y ahogar toda forma opositora. Lo que se intenta es que el Estado no siga indefenso frente a quienes no quieren respetar la institucionalidad y hasta la soberanía.
Rosales y su corte de enanos, no fueron a Estados Unidos a pedir democracia para Venezuela y menos respaldo para que el legislativo nacional acceda a alargar el lapso de discusión de la reforma. Eso es un simplismo y una máscara. Por eso Shanon, a voz en cuello, frente a los periodistas, dijo que eso era un asunto nuestro. Porque lo que quiere parte de la oposición, esa que comandan Rosales, Ledezma y le sirve de “eminencia gris”, Herman Escarrà y avala Estados Unidos, es tumbar a Chávez. Y si ellos pudiesen lograr eso, harían una constitución, como ya lo demostró Carmona, y Rosales y sus enanos aplaudieron y firmaron, dónde los derechos y garantías todos quedarían chucutos.
De todos modos el debate sigue abierto. Rogamos por una redacción que no tenga el carácter restrictivo de la Constitución del 61, de amargos recuerdos y causante de viles procederes; pero que tome en cuenta, de alguna manera, lo que aprendimos de la experiencia venezolana misma en la etapa bolivariana; no se deje al Estado indefenso en situación de excepción o emergencia y a los medios con la facultad de fomentar la violencia, incitar a la rebelión y al golpismo. Y menos que los delincuentes de todo tipo puedan actuar con impunidad a la vista de todos.

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