EL FINAL DE BUSH

El final de Bush
Por: Lisandro Otero
25 de Octubre, 2007
(Cubarte).-Aparentemente Bush quiere terminar su período presidencial siendo arrastrado a su perdición por la gran ballena blanca, como el capitán Ahab, maldiciendo al mundo y rodeado de aborrecimiento y desprecio. Cada día comete nuevas meteduras de pata que los analistas se devanan los sesos tratando de hallarles explicación. Por ejemplo, ¿qué ganancia puede derivar del recibimiento al Dalai Lama en la Casa Blanca y haberlo condecorado? Una bofetada a China con quien mantiene sólidos lazos comerciales y tecnológicos. El arduo trabajo del forajido Kissinger para anudar vínculos con el gigante ha sido deteriorado por la torpeza habitual de la presente administración republicana. El Dalai Lama ya no significa nada y cada día se distancia más de la memoria colectiva la ocupación del Tibet por el ejército chino.
Putin regresa de su viaje a Irán y declara que Estados Unidos debe abstenerse de una abierta intervención en Irán. Inmediatamente Bush afirma que puede comenzar la III Guerra Mundial si Irán obtiene la bomba atómica. Se especula que el ataque a las pilas atómicas iraníes pudiera estar a cargo de la aviación de los testaferros israelíes para exonerar al Pentágono de la agresión. Un innecesario lenguaje de guerra cuando Putin habla de conciliación diplomática de los diferendos.
Turquía envía a sus ejércitos en incursiones a través de las fronteras para abatir a los kurdos de Iraq, que están defendiendo el derecho de su nación a contar con territorio propio, tanto los kurdos de Iraq como los de Turquía. No se le ocurre nada mejor a los yanquis que exhumar el recuerdo del fin del imperio otomano y de las masacres de armenios por los turcos en 1915. Es como escarbar en un basurero para hallar el insulto más punzante, la afrenta más baladí, para herir a quienes han sido sus aliados.
Bush quiere intervenir en Pakistán. Le incomoda la amistad de Musharraf con Cuba y Venezuela. Concibe revivir a Benazir Buto quien tras ocho años de exilio ha reanudado sus vínculos con el imperio. Benazir es una sumisa aliada del gobierno en Washington. El regreso cuesta 140 fallecidos y 400 heridos en dos atentados explosivos. Es probable, incluso, que el golpe haya sido preparado por la CIA para levantar la popularidad de la Buto.
El petróleo sube a más de noventa dólares el barril, la bolsa de Nueva York se desploma, el dólar pierde valor y ya cuesta 1.50 frente al euro, la gasolina sube de precio nuevamente, cuarenta ciudades de Estados Unidos son asoladas por tornados en 48 horas, Bush veta el seguro de salud infantil y se le acusa de descuidar la seguridad social para invertir esas sumas en sacrificar a norteamericanos e iraquíes. Estamos viendo un drástico cambio en el balance de fuerzas mundiales. Las fuerzas emergentes son las grandes corporaciones transnacionales, el capital globalizado, las mafias del narcotráfico, las cofradías del terrorismo, los nacionalismos legítimos, la fraternidad islámica, la creciente autonomía de Latinoamérica.
El mundo islámico cuenta con un decisivo resorte de poder, el petróleo. Los árabes no han utilizado el hidrocarburo, hasta ahora, como instrumento de resistencia debido a su fraccionamiento de intereses, sus pugnas intestinas y el enfrentamiento con Israel que ha frenado su desarrollo. Existen treinta y nueve países en el mundo con más de un cincuenta por ciento de población musulmana. Más de cincuenta naciones integran la Confederación Islámica.
La insurrección del mundo árabe ha provocado este retorno a sus cimientos, están redescubriendo sus principios y estos se hallan firmemente enraizadas en el Corán. Ello ha refrescado un conflicto de ideologías una disparidad religiosa y un enfrentamiento entre árabes y europeos que se refleja en las dificultades migratorias. La actual crisis en el mundo árabe ha sido precipitada por la acción combinada de Estados Unidos e Israel que han impuesto mutilación de territorios, guerras locales, desmembramiento de estados y una economía permanente de guerra.
Una suma de catástrofes, errores, desaciertos, medidas absurdas que revelan la ineptitud de Bush y su equipo y revelan, en su etapa final, por qué muchos le adjudican el título del peor presidente de Estados Unidos en toda su historia.
Fuente: CUBARTE
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