viernes, octubre 26, 2007

"VER EN CALMA UN CRIMEN ES COMETERLO"

“Ver en calma un crimen es cometerlo”
Martí

“Abandonar a los humildes en su lucha contra
la iniquidad es una deserción cobarde”
Mariátegui


Por WINSTON ORRILLO

En un búnker que trasudaba sus hedores, el malhadado ocupante (precario) de la Casa Sucia; aquel al que la historia de los albañales conoce como G.W.Bush, profirió improperios contra la heroica Patria de Martí, contra nuestro bienamado Primer Territorio Libre en América.

Producto, sin duda, de una noche de regüeldos -¡qué clase de bazofias habrá maldigerido- este androide se dedicó a despotricar contra la entrañable Isla que, secularmente, ha dado muestras de cómo se puede, aún, estar orgulloso de ser hombre, en medio de las vicisitudes trágicas, en medio de los mil y un ejemplos que lamentablemente, continúan dando la razón tanto a Hobbes (el de “homo, homini lupus”) como al filósofo alemán que dijera: “Cuanto más conozco a los hombres, más quiero a mi perro”.

Bush y su banda de genocidas; bush (sí, con minúsculas, de una vez por todas) y su delirium tremens; bush y su patanería, simbiosis de cogotero y serial killer de mala muerte.

bush quiere, con un intolerable tonito de perdonavidas, amedrentar a los cubanos, alta clase de guerreros premunidos de las armas invictas del internacionalismo proletario, quienes han paseado los gonfalones de la dignidad por todos los rincones de nuestro iluminado (por sus refulgente acciones) planeta.

¡Oye, bush, anda a asustar a las alimañas de tu redil, que allí, quizá te hagan caso; porque entre hampones se pueden, fácilmente, leer las navajas!

Pero en el mundo de la dignidad, del heroísmo, de la bondad, del desprendimiento más absolutos (pruebas de lo cual han dado y dan los combatientes del Moncada, de la Sierra Maestra, de Playa Girón, de la Crisis de Octubre….), allí no tienes sino que largarte con el rabo entre las piernas, y con ese paso de zigzag que caracteriza a los que se embriagan con licores de dos por medio (aunque cuesten miles de dólares, que, por cierto, no pagan ellos sino sus pueblos: pregúntenle, sobre ello, a un mequetrefe de estas tierras incas, llamado, paradójicamente, feliPillo toledo).

Claro que sabemos que este guión de volatinero de pacotilla te ha sido dictado porque tu imperio se siente amenazado, porque ya todo el mundo sabe que su economía se va p´al carajo, con tantos billones de papel chatarra con los que inundan el mundo, tú y tu jauría que ya vienen tocando fondo y que, sin no fuera porque los hijos del presidente Mao no lo quieren, no te hacen besar el culo de la Muralla China; y porque, para colmo de males, tu otrora patio trasero ya no lo es tanto.

Y claro que Cubita-la-bella tiene la culpa: ¿los de la CIA son tan subnormales que recién se dan cuenta? Porque el hombre es más alto que sus propios reveses. Y todavía –a pesar de que ésos son vocablos que han caído en la obsolescencia entre ustedes-; todavía tienen sentido el honor, la dignidad, la belleza, la solidaridad; el sacrificio altruista.

Y claro que el Che es hijo de Cuba; y Fidel, Fidel “¿Qué tiene Fidel que no pueden con él?”.

Y por eso te pusiste a excretar palabrejas como libertad, solución democrática que, una vez pronunciadas se volvían como una suerte de boomerang porque no hay democracia ni libertad más verdaderas como las que se vive en Cuba, y ¿sabes por qué, oligoide? Porque ambas palabras son solo eso, palabras huecas, si no van acompañadas de la justicia, de la equidad, de la ética.

Claro que todos estos vocablos no significan nada para una posmodernidad que ustedes dicen practicar, y que no son sino escondrijos, escapatorias para seguir vendiendo sebo de culebra a unos cuantos que creen saberlo todo a la sombra de las muchachas en flor del fin de las ideologías y de la solución final, que será final para ustedes, pero no para nosotros que, con Cuba a la cabeza, sabemos, estamos seguros que Otro mundo distinto es posible.

Y en eso nos acompaña esta gran humanidad que ha dicho¡basta!, y ha echado a andar, y su marcha de gigantes ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia, como dijera la inmortal y actualísima, II Declaración de La Habana, en febrero de 1962.

Además, no se hagan tan machitos, ustedes, los yanquis, que ya conocen, de memoria el polvo de la derrota, ¿verdad? Quieren que se lo preguntemos al norcoreano Kim Il Sung; a los combatientes de Playa Girón, encabezados por su Comandante en Jefe, Fidel; o a los vietnamitas Ho Chi Minh y Vo Nguyen Giap? Y cómo la ven con el pueblo iraquí, ¿pensaron que era un paseíto por Disneylandia? Y ¿por qué tiemblan ante los iraníes?

No, ustedes amenazan a Cuba porque saben que su buen ejemplo ha frutecido en la República Bolivariana de Venezuela, con su enhiesto Comandante Hugo Chávez; en la altiplánica y hermana Bolivia, del aymara y universal Evo Morales; en el Ecuador cuyo presidente, el digno Rafael Correa, ha anunciado, con valor singular, que echará su proxeneta TLC al tacho de basura y que cerrará la Base Militar yanqui que emporca su territorio. Y allí está Daniel Ortega que le canta sus verdades en plenas entrañas del monstruo, entre varios otros rescatables o por rescatar.

Es hora, pues, bush y CIA, que comprendan que el mundo ha cambiado –aunque les pese- y que sus bravatas de perdonavidas estaban bien en los viejos western que ahora no asustan ni a mi gata Benita, que también los mira con infinito desprecio.

La Calera, Lima, octubre 24 de 2007

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