lunes, octubre 08, 2007

VOCES DESDE LO PROFUNDO DE LA IGLESIA

VOCES DESDE LO PROFUNDO DE LA IGLESIA.

Por Félix Sautié Mederos. E-Mail: fsautie@yahoo.com
Desde Cuba

Queridos lectores, el año litúrgico nos lleva por un recorrido doctrinal que en su conjunto compendia los componentes conceptuales básicos de la fe Católica. En estas circunstancias, en múltiples ocasiones se producen coincidencias en las que las lecturas tal pareciera que hubieran sido escogidas para ese momento específico. Cuando esta coincidencias aparecen en definitiva todo se mezcla y se esconde dentro de lo profundo de los designios del Padre y de la manifestación trinitaria de su Espíritu Creador. Eso es lo que nos ha sucedido en estos últimos días en Cuba, porque las lecturas dominicales del ciclo C, coincidentes han sido muy significativas en los trascendentales momentos de debates y contradicciones en que estamos inmersos (Lucas 16, 1-13: No se puede servir a Dios y a las riquezas; Lucas 16, 19-31 el rico ostentoso y el pobre Lázaro.; Amós 8,4-7 Oigan esto ustedes que oprimen a los humildes; Amós 6, 1-4-7 ¡Ay de los que llevan una vida fácil) . Debo decirles que particularmente en la Eucaristía Dominical de mi Parroquia de San Judas el último domingo de septiembre, en medio de una liturgia pletórica de sentimientos y de simbolismos, sentí que estaba presente el soplo vibrante del Espíritu de Dios con su fuerza arrolladora. Primero fue en la hoja dominical “Vida Cristiana” que se reparte en todos templos católicos. Allí. su director el Padre Alberto García, S. J., publicó un artículo titulado ¿Espiritualidad en una sociedad sin clases?, en el que planteó cuestiones muy importantes tales como que “1.- La espiritualidad de una persona está marcada por la dimensión económica y social de su vida; 2.- La sociedad sin clases, aspiración ideal de la primera comunidad cristiana y del proyecto marxista, permanece todavía en eso: un ideal aún no plenamente realizado en la historia; y 3.-Mientras no se alcance ese ideal, necesitamos enfrentar con seriedad las consecuencias de esta primera afirmación: nos hace falta darnos cuenta de cómo nos influencia nuestra propia clase social y nuestra posición económica”. Expresó otras cosas más que quizás comente en una próxima crónica: pero ahora quiero sintetizar algunos otros aspectos importantes contenidos en la homilía coincidente de ese domingo, que pronunció el párroco de San Judas, el padre escolapio Ángel Cuevas, comentando el Evangelio de Lucas sobre el rico y Lázaro junto con la lectura de Amós en que nos dice que “estos ricos serán los primeros en las filas de los deportados. Así se acabará la orgía de los vividores”.Nuestro párroco nos propuso puntos muy concretos: a) Hemos de ver claro que este mundo está mal montado. No puede ser que el mundo funcione a base de ver quien puede ganar más. Es cierto que ayuda a crear riqueza, pero al mismo tiempo nos hace vivir pendientes del dinero. Un cristiano ha de tener claro que esta jerarquía ha de cambiar; b) El que tenga una influencia en la vida económica y social ha de mirar qué criterios tiene y si son cristianos…;c) ¿Qué hacemos con nuestro dinero, qué parte de lo que ganamos lo dedicamos al servicio de los demás?,el pensar que como lo he ganado puedo hacer con él lo que quiera no es criterio evangélico; d) ¿Cómo educamos a nuestros hijos?, los enseñamos a ser los amos del mundo o quizás los enseñamos a ser activos, a preocuparse por los demás, a pensar que no es necesario tener de todo para ser feliz, a renunciar a cosas para ayudar a las otras personas. Estos criterios son también parte del debate y creo que deben ser tomados muy en cuenta. Son voces desde lo profundo de la Iglesia Católica.

(PUBLICACIONES DEL SUR. JEREZ DE LA FRONTERA. PUBLICADO EN EL PERIÓDICO EL PUERTO INFORMACIÓN EL LUNES 8 DE OCTUBRE DEL 2007)

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