sábado, diciembre 29, 2007

OPERACIÒN ENMANUEL VISTA POR LA OPOSICIÒN

DESDE VENEZUELA


OPERACIÒN ENMANUEL VISTA POR LA OPOSICIÒN


Eligio Damas

La Operación Emmanuel, calificativo que le asignó el presidente Chávez, al procedimiento para recibir los tres personajes que las FARC optó por liberar, como un acto de buena fe por la reanudación de las gestiones humanitarias que culminen con intercambio de rehenes entre aquella fuerza guerrillera y el gobierno colombiano, pero también como un acto de desagravio al gobernante venezolano, ante el gesto inamistoso de Álvaro Uribe, ha entrado en su tercera fase. En este momento tres aviones han salido de Maiquetía hacia el aeropuerto de Santo Domingo, en el Estado Táchira, occidente venezolano, llevando a la senadora Piedad Córdova y observadores internacionales, a recibir a los liberados cuando lleguen del aeropuerto de Villavicencio en el llano del país vecino. En este instante, el ex ministro Rodríguez Chacìn, coordinador del operativo, acaba de anunciar que los rehenes deben ser entregados de un momento a otro a autoridades venezolanas autorizadas y bajo la supervisión de representantes de la Cruz Roja y varios paìses, entre èstos Francia, muy interesado en el asunto particularmente por la señora Ingrid Betancourt.
Acabando de escribir el texto anterior, incluyendo el título correspondiente, escuchamos al canciller venezolano Nicolás Maduro, denunciar a uno de los Alcaldes de la llamada área metropolitana de Caracas, integrante de la oposición y de la derecha radical, por expresarse en torno a la operación humanitaria, de solidaridad y por la paz, en términos de disgusto, rencor y rabia. Y esto, justamente, partiendo de opiniones emitidas por otros personajes diferentes al citado por el jefe de la diplomacia venezolana, nos propusimos comentar en esta entrega, antes que èste se pronunciase.
Es inaudito lo que uno constata en la conducta de quienes hacen oposición en Venezuela. Mientras la mayoría aplastante, en Venezuela y el mundo, espera ansiosa y con alegría que las gestiones de traslado a nuestro país de los rehenes, lleguen a un final feliz, uno observa que en la derecha nacional, se reacciona con insatisfacción, disgusto y hasta como aspirando que las cosas no sucedan como deben, según una expectativa generosa y solidaria con los hermanos afectados; los que ahora liberan y aquellos que esperan para ellos la misma suerte; y es más, hasta con el deseo de todos aquellos que de buena fe, luchan y claman por la paz en el país hermano. Porque, como hemos dicho antes, la paz de Colombia es nuestra; de venezolanos, latinoamericanos y de todos los hombres y mujeres libres de pensamiento sano.
Sabemos bien que la llegada a Venezuela de los rehenes, no sólo abre una puerta para reanudar las negociaciones para llegar al intercambio humanitario de los retenidos de lado y lado, sino sienta también un precedente para que los sectores en pugna puedan sentarse a conversar por la paz en la antigua Nueva Granada. Uno bien sabe que esta meta es ostensiblemente difícil de alcanzar por los intereses en juego y la influencia del gobierno americano entre las autoridades colombianas. Y sobre todo, cuando aquel, considera propicio el actual estado de cosas en país hermano para allí intervenir, con la excusa del asunto de la droga, pero con la intención verdadera de entorpecer la política que con éxito se desarrolla en Venezuela y por lo relacionado con el recurso energético. Y mantener en el área una importante zona de influencia militar, sobre toda ahora que deben salir del Ecuador por disposición soberana del nuevo gobierno del presidente Rafael Correa. De modo que, uno entiende bien, sin complicaciones de ninguna naturaleza que el gobierno Bush, no vea con buenos ojos y sí con mucho disgusto, que estas gestiones, en las cuales juega un rol destacado el presidente venezolano, culminen de modo excelente.
Pero, pese a todos los disparates que con frecuencia comete la oposición venezolana y sus “sesudos analistas”, uno no deja de asombrarse de lo que están diciendo y esperando de esta Operación Emmanuel, así llamada por el niño nacido en la selva, quien forma parte del grupo que las FARC ha decidido entregar. Un “internacionalista”, de esos que los medios que rabiosamente adversan al gobierno con frecuencia entrevistan para hacer daño, considera negativa y perniciosa la intermediación venezolana, porque segùn él, el gobierno venezolano ha debido pagar una suma gigantesca en dólares a la guerrilla colombiana. Segùn su muy racional e inteligente modo de ver, siendo las FARC un grupo secuestrador, sólo recibiendo dinero a cambio puede hacer esa entrega. De paso, con ese razonar que más parece un rebuzno, deja establecido para el gusto del medio que le entrevistó que, Chávez no está adelantando en un acto humanitario y generoso, sino inmoral.
El conductor de un programa del canal Globovisiòn, medio de conocida oposición al gobierno venezolano, Leopoldo Castillo, se lamentó con énfasis que se estuviese gastando, segùn su opiniòn, tanto dinero en el rescate de “sólo tres personas”.
Mientras tanto, la señora Marta Colomina, periodista ligada a los partidos de la tercera república, quien ha hecho también férrea oposición al gobierno venezolano y es una vocera importante del bando opositor, públicamente se ha referido de manera peyorativa e inhumana, a la señora Pulecio, madre de Ingrid Betancourt, excandidata presidencial colombiana y retenida en las selvas de ese país. Todo porque aquella dama, se ha expresado con generosidad y reconocimiento por las gestiones del comandante Chávez.
En conclusión, es admirable e inconcebible, como la oposición de Venezuela, se pone de lado de la política norteamericana, enemiga de la paz en nuestra área y particularmente en la patria de Gaitàn. Como casi clama porque, las gestiones destinadas a regresar al seno familiar a los secuestrados y el reinicio de las gestiones “humanitarias por el intercambio de rehenes”, fracasen.
Todo eso por el odio y rechazo al presidente Chávez. Y esta actitud además revela a las claras que, el discurso de conciliación de los opositores desde los primeros días de este mes diciembre, no es más que una farsa o una carnada para tratar de pescar incautos.

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