En días pasados, al acercarse la fecha del referendo aprobatorio de la reforma constitucional, voces agoreras anunciaban un baño de sangre en nuestro país. Como respuesta al supuesto fraude por parte del CNE y que por lo tanto era necesario desconocer esa victoria de la revolución, tal como ocurrió en las 13 elecciones consecutivas realizadas anteriormente. Voces recalcitrantes de los sectores del “Si” presagiaban violencia, puesto que de acuerdo al “plan Tenaza” debelado por el gobierno, manifestaban, que sectores de la ultraderecha protestarían violentamente con “Guarimba” el eminente triunfo del “Si”.Ambos sectores se equivocaron, prácticamente resultó un empate técnico, con leve ventaja para los que se oponían a la reforma. Fue una inmensa jornada democrática, donde por primera vez nadie descalificó al árbitro, ¡hurra por los perdedores! Tiempo teníamos sin las descalificaciones, donde se aceptara la victoria, sin cantar fraude, arrojando un manto de sombras sobre las instituciones democráticas y sembrando la duda y la desconfianza en amplios sectores del país. Fue admirable la actitud del pueblo venezolano, quien a pesar de todos estos presagios, salió a votar pacíficamente, democráticamente y un ¡hurra también para esos colaboradores de más de 30.000 mesas electorales, capta huellas y el Plan República!, que convierten a nuestro país como un ejemplo a seguir en materia de votaciones y el ejercicio de la democracia. Pero la guinda que decoró el pastel, fue la que colocó el Presidente, cuando ya la gente opositora se aprestaba a salir a las calles a defender su voto, de la manera violenta si fuera necesaria, ante la presunción del desconocimiento del mismo por parte del sector impulsor de la reforma constitucional. Fue cuando Chávez, de manera tranquila y pacífica reconoció la victoria de la oposición, aun cuando la diferencia fue mínima y los conminó a celebrar el triunfo con hidalguía sin humillar al vencido. Esas son las actitudes que hacen los grandes hombres, haciéndolos crecer aún más ante la mirada del pueblo. ¿Qué hubiera sucedido, si en vez de haber ganado el “No” lo hubiera hecho el “Si”? De acuerdo a la actuación anterior, de algunos sectores de la oposición, su reacción hubiera sido violenta, mas aún tratándose de una elección con poco margen de diferencia entre los resultados. El país necesita con urgencia una oposición que tenga cordura, que dejen de verlo como un campo de guerra, donde se le defienda a muerte, ante la invasión de un enemigo extranjero, usando para ello técnicas reñidas con lo que debe ser una contienda electoral de tipo democrático. Aprendan del gran ejemplo que acaba de darles el Presidente, eso lo enaltece, convirtiendo una derrota en una victoria para todos los venezolanos.
Jouseff Kan
CI 2799330
Joukap1@hotmail.com
3/12/07
Jouseff Kan
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3/12/07
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