PODRÌA ESTAR NACIENDO UNA NUEVA OPOSICIÒN
Eligio Damas
No es totalmente malo que Podemos haya tirado el resto en el segundo debate del proyecto de reforma constitucional, dado en la Asamblea Nacional. Y no lo es, porque ese partido podría fortalecer y hasta liderar la oposición que el gobierno necesita.
Bien sabemos los venezolanos que la oposición que ahora tenemos es, para decirlo en lenguaje coloquial, un verdadero saco de gatos. Y esa anarquía y falta de ponderación, se ha manifestado de nuevo en este debate que ahora ocupa al país. Hay quienes estàn interesados en discutir lo propuesto y definir el tipo de sociedad que merecemos y debemos construir. No sólo manifiestan su deseo de intervenir en las discusiones del proyecto presidencial sino hasta han hecho sus propias proposiciones, al margen de la pertinencia o no de las mismas. Ejemplo de esto lo tenemos en el rector del CNE, Vicente Díaz e incluso algunos sectores de Primero Justicia, como Podemos mismo.
Pero la oposición está plagada de fundamentalistas, para quienes el principio y fin de toda su existencia es el presidente Chávez. Su política y norte parece ser “muerto el perro se acabó la rabia”. Para ellos de lo que se trata es simplemente salir de Chávez, no importa lo que haya que hacer. Por supuesto, eso está íntimamente ligado a la comprensión que el barinès es el motor de este proceso.
Este mundo opositor tiene varias cabezas, las cuales gozan de cierta independencia; sólo parecen coincidir en su meta, la que cada una trata de alcanzar por diferentes caminos, de los cuales no excluyen los verdes.
En primer plano está UNT (Un Nuevo Tiempo), de Manuel Rosales. Pareciera difícil saber a ciencia cierta qué quieren. Ponen condiciones para discutir que van más allá de lo establecido en las leyes. Se abstuvieron de participar en las elecciones legislativas, por lo que no estàn en la Asamblea Nacional y proponen mecanismos de discusión que implican sustituir a ésta por otro cuerpo donde ellos estén presentes. Y hasta llegan a pedir lo que saben nada pertinente, la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente. Pero estas peticiones no parecen ser más que un colocar piedras en el camino para nada discutir, porque de paso descalifican lo propuesto y, llevar de nuevo a quienes le siguen de buena fe a posiciones extremas. Es decir, repetir lo que ya antes hicieron, lo que al fracaso les llevó y hasta al sacrificio a muchos. Esta actitud no es otra cosa que producto de la impotencia, derrotismo, cortoplacismo oportunista y antidemocrático.
También está el llamado Comando de la Resistencia, al parecer formado por organizaciones de unas pocas personas, como Alianza Bravo Pueblo, de Antonio Ledezma. También hay allí individualidades como Herman Escarrà Malavè, quien pese a ser constitucionalista, sigue apegado a la aberrante interpretación del artículo 350 constitucional, según la cual, todo aquel que esté indispuesto contra Chávez, puede rebelarse. Y por eso llama a la rebelión ciudadana. Y esta consigna es el fundamento del accionar de ese comando. Por su manera de percibir las cosas, no está interesado en discutir ni proponer nada.**
Pese a la poca significación organizativa de este último grupo, no deja de tener una cierta proyección por su coincidencia con algunos elementos de las clases media, alta y medios de comunicación.
Y como en medio de todo el ámbito opositor está una parte del movimiento estudiantil. Este conglomerado, por su naturaleza misma, no tiene una propuesta independiente, global y coherente. Pese a lo que sostengan sus más connotados voceros, aparecen muy vinculados a un medio de comunicación que, por inexplicables razones, siempre aparece en solitario donde ese grupo estudiantil se manifieste. Desde luego, otros sectores de oposición, incluyendo gremios como el Colegio de Periodistas y uno que otro Colegio regional de Médicos, también suelen prestar su respaldo y ayuda logística para que aquel se reúna y proteste. Tanto el Comando de la Resistencia arriba mencionado como UNT, AD y COPEI influyen y orientan el accionar de este movimiento estudiantil.
Por último estàn AD, COPEI y otras organizaciones menores, lo que ya es mucho decir. Quienes con sobrada razón ven perdida la esperanza toda y parecen querer un jugarse a Rosalinda, pero sus fuerzas parecen esmirriadas.
De modo que, la deserción de Ismael y Podemos, puesta de manifiesto mediante su negativa a votar a favor de siete Títulos de la proposición constitucional, lo que significa casi toda, debemos verla de la mejor manera. Lo malo es que Ismael, Iván Gutiérrez y otros voceros del llamado por la prensa partido vinotinto, no se atreven todavía a declararse opositores. Uno cree que esa conducta se explica en el temor a quedarse sin bases y es posible que así sea; pero hay mucha gente por allí que al presidente no pasa, pero de mentalidad democrática y reformista que no renuncia a sus principios, que no se aviene a la práctica del golpe y la aventura, necesitada de organizarse en torno a un movimiento como ese partido. Y de esta manera contribuirían, como a los dirigentes del mismo realmente gustaría, con fortalecer la democracia y las libertades. Pero por sobre todo, aparecerían claramente deslindados de Chávez y de este proceso que, en su afán de construir el socialismo, no puede ser más cauteloso.
Y algo bueno que hay que resaltar, es que de hecho, la oposición está representada en la Asamblea Nacional. Las proposiciones de Ismael García y sus compañeros, en lo sustancial recogen las ideas de quienes no comparten las opiniones del presidente. Y esto quita fuerza y banderas a quienes dicen que no se les da oportunidad de debatir en los organismos del Estado.
Por eso Ismael, Iván, Ramón Martínez, digan explícitamente chao a Chávez y al proceso bolivariano. De esa forma, este drama, el sufrimiento que les embarga, acabarían y todos saldríamos ganando.
**El TSJ, con ponencia de Iván Rincón Gutiérrez, del 22 de enero del 2003, sancionó una interpretación del 350, que dejó sin fundamento lo que Hernán Escarrà Malavè dijo y todavía sigue diciendo.
jueves, septiembre 13, 2007
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