sábado, septiembre 15, 2007

EL VUELO DE UNA MARIPOSA

Con motivo de la lectura de su libro
viernes, 14 de septiembre de 2007
Por Félix Sautié Mederos

El vuelo de una mariposa: María CristinaUnas manos amigas me trajeron con una dedicatoria de su autora María Cristina Herrera, su libro "El vuelo de una mariposa" publicado por Alexandria Library Incorporated y su lectura me atrapó de inmediato e incluso tuve que afrontar el interés en desafío de mi esposa, que cada vez que he dejado el libro para hacer algún otro asunto, lo tomaba para leerlo ella también. Así son las cosas cuando salen del corazón. Mientras lo iba leyendo con mi costumbre de subrayar y ponerle notas en los márgenes y en cuantos espacios en blanco tienen los libros y publicaciones que leo, una idea me iba embargando en el sentido de que era un texto al cual no podría tomar con indiferencia y que debía consignar mis sentimientos para publicarlos. Y esto es lo que hago.
Yo he tenido muchas referencias sobre María Cristina, incluso compartimos amistades muy cercanas y queridas que nos son comunes, pero nunca hemos coincidido directamente porque así son las cosas de la polarización que se ha creado en Cuba durante todo el proceso político social de los últimos 50 años. Incluso la diáspora cubana que ha surgido de estas circunstancias, a pesar de lo mucho que se ha avanzado en la comunicación y acercamiento en los últimos años, aún se mantiene dividida por un gran espacio abismal entre los que estamos adentro y los que se encuentran afuera; al que no pocos desde ambas partes contribuyen a diario a su ensañamiento y profundización. En esto el odio, los rencores, los deseos de pases de cuentas, así como el miedo y el oportunismo incluido, hacen las veces de factores catalizadores.En los últimos años mucho he escrito sobre estos temas, las imágenes de mis hijos que se han marchado acompañados de mis pequeños nietos y de mis nietos andaluces que nacieron en Sevilla ya como ciudadanos españoles de nacimiento e incluso la esperanza de los que están por venir, como el que esperamos para febrero del 2008 también en Sevilla, no me han dejado de acompañar en ningún momento y a veces son motivo de una interna tristeza que no me abandona y que creo que me la llevaré cuando me marche para la "Casa que no se Acaba" en donde nos espera el Padre Creador. Estos sentimientos, este dolor y esta tristeza, se estremecieron en mi interior con mucha fuerza en la medida que avanzaba con las lecturas de las páginas de María Cristina, que están escritas con una sencillez directa, un estilo en primera persona que tanto me hace recordar a Santa Teresa de Avila y un muy especial sentido de la esperanza y el amor que en su caso se autentifican inconfundiblemente con el sello de su vida.Ante estas cosas no se puede permanecer indiferente y hay que romper lanzas con los criterios dogmáticos y extremistas que tratan de mantenernos detenidos en el tiempo, máxime en estos momentos de inflexión que estamos viviendo en Cuba en los que el reencuentro, el diálogo, la reconciliación y el perdón son tan importantes para el futuro de nuestros hijos y nietos; además y también para nuestro presente del hoy en que estamos todos inmersos. Si María Cristina ha hecho lo que ha hecho, en medio de un ambiente hostil y extremadamente peligroso y ha logrado lo que describe con frases tan magistrales y emocionadas en el prólogo del libro en cuestión, el padre José Conrado Rodríguez desde Santiago de Cuba, y cito: "Ella tan `postrada' vive levantando ánimos y resucitando muertos. Ella, tan `solitaria' ha convertido su casa en un hogar para cuantos pasan y llegan. Ella, tan necesitada de ayuda, se pasa la vida ayudando a los demás". ¿Cuál sería la razón entonces para que todos no nos unamos a los esfuerzos que hoy todos (y valga la redundancia) tanto necesitamos para que nuestro futuro sea de paz, amor, justicia y equidad?A veces se me hacen más incomprensibles aún las razones que pueden mover a los esquemas, los simplismos y las superficialidades que dan vida a los desencuentros, los odios, los rencores que tanto nos dividen y que tanto nos corroen nuestros corazones.Quizás, realmente, sin que muchos por aquí adentro lo supiéramos, María Cristina es una de esas mariposas de cuya leyenda nos habla el padre José Conrado Rodríguez con palabras proféticas en su prólogo, cuando nos dice que con su vuelo en: "las islas de Oceanía puede provocar un ciclón en los mares del trópico...dará mucho que hablar y provocará no pocos ciclones en este y en el otro lado del Estrecho de la Florida".Albricias, repito desde La Habana, por la publicación de un libro que considero tan emotivo como importante. Este es mi criterio que digo a toda responsabilidad.E-Mail: fsautie@yahoo.com Esta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla

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