LA HABANA, 11 SEP (EFE)
POR MAR MARÍN .-
El líder estudiantil cubano Carlos Lage Codorníu, hijo del vicepresidente Carlos Lage, opina que el socialismo no tiene por qué estar "divorciado" del bienestar social y reconoce la necesidad de cambios en Cuba para que la población "sienta en el plato de comida las bondades de la revolución".
"La gente en Cuba tiene que ver que el socialismo también es material, no puedes negar las necesidades materiales del ser humano", defiende Carlos Lage, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), la mayor organización universitaria del país, en una entrevista con EFE.
"Hay necesidad de que la gente sienta en el plato de comida las bondades de la revolución", insiste este economista de 26 años, hijo de uno de los hombres más influyentes del país en este momento, y uno de los dirigentes juveniles que podrían jugar un importante papel en el futuro de la isla.
La teoría socialista "nunca negó la atención a las necesidades materiales (...) no creo que esté divorciado el socialismo del bienestar social", afirma.
A su juicio, uno de los principales retos de los dirigentes del país es acometer los cambios necesarios para que la sociedad cubana supere sus contradicciones y sea cada vez más justa sin dejar de defender los principios de la revolución.
Para lograrlo, no hay fórmulas infalibles porque "el librito del modelo cubano no está escrito y nadie tiene la receta absoluta", reconoce, de ahí, subraya, la importancia de la discusión y el análisis.
"La lógica de la revolución es que no se atiene a dogmas" y sería "un error atenernos a las mismas fórmulas del pasado, es necesario aplicar fórmulas nuevas y cambios", asegura.
No obstante, "los cambios nunca van a ser de principios, serían de formas, porque no hay decisión de cambiar las esencias de la revolución", matiza Lage.
El joven dirigente cubano cree necesaria una "ofensiva económica" que debe implicar salarios "suficientes para satisfacer las necesidades mínimas" y acompañarse de una "ofensiva ideológica" con nuevos enfoques del trabajo político y la integración en el proyecto revolucionario de jóvenes que nacieron durante la crisis del periodo especial y no disfrutaron de los años de bonanza de la revolución.
Para Lage, el discurso pronunciado por el presidente provisional, Raúl Castro, el pasado 26 de julio, en el que enumeró los problemas del país y apuntó la necesidad de cambios estructurales, demuestra que la revolución "tiene que hacer transformaciones para adecuarse a la realidad".
"No hay razones para arrepentirse de lo que se hizo independientemente de los errores que se cometieron", sostiene, pero "ha pasado el tiempo y no es sólo la tesis de la resistencia, tenemos que lanzarnos a otra etapa".
El reto, afirma, es "trabajar para que la actual generación de jóvenes pueda asegurar la continuidad del socialismo en Cuba", y para lograrlo es fundamental atajar el problema de la emigración que, según Lage, es un fenómeno "más peligroso que los contrarrevolucionarios".
Para resolver éste y otros problemas de la juventud cubana, el último congreso de la FEU, el pasado diciembre, acordó iniciar una ofensiva cultural, ampliar la oferta de entretenimiento y rescatar el estudio de la doctrina de la revolución.
Por eso, explica Lage, las brigadas de base de la FEU --que agrupa a más de 200.000 universitarios cubanos--, analizarán el discurso del 26 de julio del presidente provisional de Cuba durante este año junto a la segunda proclama del convaleciente jefe de la revolución, en la que Fidel Castro llama a mantener el espíritu revolucionario.
Además, adelanta, la Federación prepara su proceso de elecciones internas con la vista puesta en la búsqueda de dirigentes "con liderazgo, reconocimiento y capacidad
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