36/07 PUBSUR
CRÓNICAS CUBANAS.
EL TIEMPO SE ACABA...
Por Félix Sautié Mederos. E-Mail: fsautie@yahoo.com
Queridos lectores en mi anterior crónica hube de escribirles sobre los debates que están desenvolviéndose entre los que teniendo algunas posibilidades para hacerlo, hemos comenzado a dialogar sobre problemas y realidades que se nos vienen encima en la Cuba de hoy muy a pesar de las prédicas triunfalistas y las descalificaciones con las que algunos pretenden acallar las voces que hablan de las alarmas sociales que suenan cada vez con más fuerza en nuestro medio local. Como recordarán los que me hayan leído, en esa crónica les hablé de los que tampoco entienden verdaderamente la realidad que tenemos por delante y “se ocupan más de los pases de cuentas personales que del análisis de las cosas que se han de resolver para el bien de todos y del futuro de nuestros hijos y nietos.” Estas personas que se mantienen agazapadas detrás de sus odios y rencores, entorpecen las oportunidades que tanto necesitamos para el reencuentro, la reconciliación y el diálogo fecundo. Propósitos que por demás, deberían quedar exentos de las manipulaciones interesadas por parte de quienes no creen que es posible que podamos resolver nuestros problemas con paz, amor y justicia verdaderas. Siempre sobre la base de mantener todo lo que sea bueno para la población, todo lo que sea justo para los más humildes, todo lo que sea favorable para la salud, la educación y el desarrollo, así como lo que favorezca a la equidad distributiva, la seguridad social y la creación de un futuro optimista en el que todos podamos reconocernos con legítimo orgullo. Yo pienso que debería comenzarse por la búsqueda de las grandes soluciones abarcadoras que den un margen de cabida para las individualidades dentro de una verdadera conciencia de sociedad, porque en mi criterio esta es una carencia fundamental que lo puede detener todo. Uno de los problemas más agudos que ha adolecido nuestro “Socialismo Real”, es que su centralización a ultranza ha demostrado una verdadera incapacidad para resolver el necesario balance entre lo colectivo y lo individual que tiene sus contornos muy definidos en cada persona, en cada vocación de creatividad ante la vida e incluso en cada familia en particular. Estos asuntos no se pueden acallar dentro de una generalización que hace perder el interés por la sociedad en que se vive, con las secuelas resultantes que se traducen en el escapismo, la doble moral y la economía informal que nunca podría coadyuvar con eficiencia al desenvolvimiento de un verdadero desarrollo. Además, si las personas con su trabajo no pueden sostenerse por si mismas tal y como sucede ahora, quedan reducidas a la condición de objetos en vez de ser sujetos económicos capaces de impulsar una verdadera sociedad floreciente. Quiéranlo o no, los que no los quieren reconocer como tal, estos son asuntos de vital importancia que deberían ser incluidos prioritariamente en nuestros debates, porque en mi criterio expresan un gran dilema dentro del cual se desenvuelve la población en general, que para nada quiere ni querría un derrumbe completo de las conquistas sociales de que disfruta hoy muy a pesar de los errores, deficiencias e insuficiencias; pero que a la hora de encontrarse como pueblo con la realidad de sus propios intereses y necesidades individuales, puede percibir que son diluidos dentro de las grandes consignas de carácter universal que todos los días se repiten hasta el cansancio. Reitero que por aquí sería por donde deberíamos comenzar, porque el tiempo se acaba, los problemas son muchos y el inmovilismo lo liquida todo.
(PUBLICACIONES DEL SUR. JEREZ DE LA FRONTERA, PUBLICADO EN EL PERIÓDICO EL PUERTO INFORMACIÓN EL LUNES 10 DE SEPTIEMBRE DEL 2007)
lunes, septiembre 10, 2007
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