Periodista cubano
FELIX SAUTIE MEDEROS
SEGUNDA PARTE
Hay además cuestiones muy reprobables en todo esto, que quizás merezcan un calificativo más severo pero que me inhibo de plantearlo por un elemental principio ético y es el hecho de la negación de responsabilidades, como por ejemplo te señalo algo sobre lo cual escribí en una de mis intervenciones en todo este proceso, como es el caso de los que habiendo sido parte de un mismo proyecto cuando la época en que Carlos Aldana era Secretario Ideológico del Partido, ahora después de que fue destituido lo niegan rotundamente y se presentan como los máximos críticos de la persona en vez de analizar por encima de todo la gestión, los aciertos y los errores. Yo no fui parte de esas estructuras porque en esos tiempos estaba en otras tareas de menor nivel; pero no niego, ni nunca negaré que desde hace muchos años he sido su amigo y aún continuo siéndolo. ¿Por qué razón tendría que negarlo, si es cierto que lo fui y que lo soy? Ahora que Aldana no desempeña ningún cargo ni función alguna y que ni siquiera es militante del Partido, no resulta precisamente una acción de valentía atacar a quien no tiene medios ni espacios asequibles para responder.> Debo decirte que yo soy de los que piensa que para que sean verdaderamente útil para el futuro inmediato las cuestiones básicas de la historia del proceso revolucionario cubano hay que ponerlas en el real orden que les corresponde, con un culto básico por lo que en verdad ha sucedido y no por lo que pensamos que sucedió o que debió haber sucedido, o bien por lo que nos conviene que haya sucedido de acuerdo con nuestros específicos intereses incluyendo a los rencores y los odios que podamos albergar en nuestros corazones. En todo esto por ejemplo Aldana no ha hablado todavía en público y quizás algún día seguramente lo hará en definitiva. Yo personalmente deseo que así suceda en aras de esclarecer la verdad histórica sea la que sea, ya que pienso que quedaron muchas cosas sin decir y esclarecer públicamente. En este sentido, considero que la percepción de muchas cuestiones podría ser distinta y quizás también la consideración sobre el papel de algunas personas sea distinto. Además considero que es justo oír su opinión como parte implicada principal. Así como también la opinión de otros más que se encuentran en similares circunstancias. La posibilidad de ser oídos sin insultos es un derecho que todos tenemos, que no quiere decir la aceptación tácita de todo lo que se plantee. Aquí repito que no es con insultos y con ataques verbales tumultuarios como se analizan verdaderamente las cosas.> Yo no estoy de acuerdo con el método de los actos de repudio por muy justos que puedan ser los motivos que los originan.> De nuevo quisiera acudir a un pasaje del Evangelio, el de la mujer adúltera que los escribas y fariseos pusieron ante Jesús por haber sido cogida en el momento del acto de adulterio que según la ley de Moisés debía ser apedreada (por cierto, ley profundamente machista porque en ese caso al hombre nadie lo acusaba de nada porque nada estaba dictaminado para su culpa compartida). En consecuencia, le plantearon a Jesús lo siguiente: "Maestro esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos mandó en la Ley a apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices? ?Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra. Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: Aquel de vosotros que esté sin pecado que arroje la primera piedra. E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra. Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos; y se quedó solo Jesús con la mujer, que seguía en medio. Incorporándose Jesús le dijo: Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado? Ella respondió: Nadie, Señor. Jesús le dijo: Tampoco yo te condeno. Vete y en lo adelante no peques más." (Juan 8, 4-11. Biblia de Jerusalén). Creo que la lección está clara, todos los que acusaban y pedían el apedreamiento de la mujer habían cometido ellos el pecado de adulterio y algunos estudiosos entre los que me incluyo, consideran que lo que Jesús comenzó a escribir en la tierra fue el nombre de los que allí estaban y que también se habían acostado con aquella pobre mujer que pedían apedrearla; por eso se fueron de la escena lo más rápido posible. Además te llamo la atención de que según el texto Evangélico, Jesús si bien ejerció la compasión y el perdón con aquella infeliz no transigió ni mucho menos justificó su falta y la frase final es muy clara al respecto: "Vete y en lo adelante no peques más".> Te traigo a colación, este pasaje en específico y nuevamente te agradezco la oportunidad que me da tu entrevista al respecto, porque pienso que viene muy bien al caso de las actitudes tumultuarias y desmedidas en relación con los juicios y los análisis de los problemas; y además, porque fue parte de mi intervención en el primer debate de los intelectuales cubanos por correo electrónico en diciembre del 2006 y enero- febrero del 2007. Lo mencioné en mi intervención del 30 de enero del 2007 y después de haberlo recordado en aquel texto planteé específicamente lo que te cito textual a continuación: "? Pavón de quien he sido amigo, me considero aun serlo y con quien he concordado y discrepado también, en realidad fue un ejecutor de algo que le orientaron desde los mismos centros de poder con los que han compartido y comparten muchos de los que hoy lo critican sin atreverse a ir más a fondo como en realidad requieren los verdaderos análisis de los problemas? [?] Por eso en mi criterio habría que comenzar por debatir los problemas básicos de libertad de expresión y de conciencia, la necesidad imprescindible de verdaderas aperturas económicas que permitan la solución de muchas penurias que cada vez se generalizan más, así como que la población pueda sostenerse a sí misma con su trabajo a partir de salarios con verdadero poder adquisitivo, vinculando el salario a la norma de cumplimiento sobre la base de que todos reciban según su aporte de acuerdo con la cantidad y la calidad de su trabajo. Igualmente considero necesario facilitar un máximo despliegue de la creatividad individual y colectiva eliminando todas las trabas que se le interponen. Todo esto unido con una verdadera defensa de lo bueno que la Revolución ha traído, como es la educación, la salud pública, la seguridad social y los intentos de lograr una real equidad distributiva que no debe confundirse con el igualitarismo, dejando a un lado al triunfalismo que tanto nos daña y reconociendo ante todo los problemas actuales de estos logros que son muchos ?[?] considero que es imprescindible dejar el miedo a un lado, opinar libremente, estar dispuesto a trabajar en lo que sea necesario para lograr las rectificaciones y los cambios, mirando hacia el conjunto de problemas globales que nos afectan desde arriba hasta abajo, excluyendo a los rencores, los resentimientos, el odio y la búsqueda de chivos expiatorios entre los pequeños caídos en desgracia que ya no pueden defenderse. Así como abrir paso definitivamente y no sólo de forma virtual, a las nuevas generaciones para que asuman los principales y más altos timones de mando de la sociedad. En este orden de cosas, estoy plenamente de acuerdo con el desarrollo de un diálogo cada vez más abierto a los problemas fundamentales generadores de los otros problemas, con un alto grado de civilización que se manifieste principalmente por el respeto de todos sin excepción alguna por las opiniones de todos (y valga la necesaria redundancia), aún por las opiniones de quienes pudiéramos considerar enemigos. Sé que después de tantos años de polarización esto es muy difícil, pero tenemos que intentarlo para salir adelante como nación." Mi texto está ahí fue preciso y directo y entre otras cosas dije implícitamente algo que ahora te específico más claramente con un dicho muy popular por aquí, que pienso que en Canarias también se diga algo similar: es más fácil escupir para abajo que hacerlo para arriba...> En estas circunstancias, algunos han continuado sus análisis indiscriminados al respecto, en una forma airada e insultante, que no coadyuva a la creación de un clima propicio para el razonamiento profundo de causas, efectos y de las medias correctoras necesarias, procurando con sus actitudes más que verdaderas rectificaciones que es lo que todos necesitamos, en cambio el pase de cuentas personales con una mezcla extraña de lo que fue con lo que no fue, sin ir al fondo de las problemas reales. Pienso que en consecuencia, está siendo necesario que se expliquen muchas cuestiones que verdaderamente sucedieron en aquel proceso para que salga la luz por donde salga y se pongan las cosas en su verdadero lugar. Reconociendo a los que verdaderamente fueron afectados cuya rectificación ya hace muchos años que se planteó desde dentro de la misma Revolución y no desde afuera, así como analizando cualquier manifestación posterior o presente de malos métodos que deban ser erradicados desde dentro del proceso social cubano. En este sentido, resultan ser una reacción inconsecuente las agresiones verbales de índole personal que algunos han dirigido sobre los que hemos ejercido la crítica a los problemas de la Revolución desde dentro y con ánimo de rectificación y cambio. Estas posiciones contradictorias, reitero que solo ayudan al inmovilismo así como a los que desean que todo se derrumbe, porque entorpecen el análisis sosegado de los problemas que todo debíamos resolver en bien de la población en su conjunto.> Creo que además sería saludable dejar bien esclarecida toda aquella situación, incluso la realidad sobre quienes nunca fueron afectados entonces y en cambio ahora han tomado como bandera un asunto que realmente fue muy deplorable y que pudo ubicarse dentro de un quinquenio y quizás también en un decenio. Pero sospecho que además hayan algunos por ahí que pretendidamente desde dentro de las filas de la Revolución y desde la afiliación conceptual con una intelectualidad revolucionaria, quizás se propongan en un futuro extenderlo al período de un medio siglo gris, con lo cual según el dicho popular no dejarían títere con cabeza, incluyendo a esta época en la que se plantean reconocimientos, se ayuda con estipendios, los artistas e intelectuales en una cantidad significativa pueden viajar sin grandes restricciones y se pueden realizar debates como, los que se han estado efectuando entre algunos sobre el quinquenio gris, etc.; debates, conferencias y encuentros aunque muy restringidos en su participación. En sus esencias no critico ni mucho menos estos debates, sino que considero que no deberían realizarse de forma tan restringida, a partir de listas de participación no abarcadoras de todos los que hubieran debido estar. Ahora bien, quiero plantear al respecto, que si las figuras o figura pública que convocan estos encuentros, paralelamente se presentan atacando e insultando a las personas implicadas o no, en vez de caracterizarse por la búsqueda de los problemas en sí mismos, sus causas y soluciones, no podría tenerse total confianza en esos encuentros y su futuro quedaría marcado con una sombra de dudas. No obstante, saludo este intento porque también podrían plantearse algunas de las cuestiones que en la intervención a que me refiero hube de expresar y que de nuevo cito textual: "? Yo pienso que el problema que se planteó al respecto del tema inicial no fue algo aislado sino parte de la política de la Revolución en ese momento y que si quiere ir a fondo hay que cuestionar a la política del Sistema en sus propios errores y desviaciones y mirar para arriba no solo para abajo porque siempre para abajo y muy especialmente para los caídos es más fácil y menos riesgoso hacerlo. No eludo responsabilidades, aunque algo tengo que ver con el proceso de rectificación que culminó con la liquidación de la famosa Resolución."> En todo este asunto promovido con motivo de las opiniones publicadas por Soledad Cruz, con la que por cierto nunca he coincidido directamente en ninguna relación personal o específica de trabajo, a pesar de haber sido director de Juventud Rebelde en donde ella surgió y en donde según sus propias expresiones se mantiene vinculada en la actualidad. Porque yo fui director del periódico en 1967 y mediado de 1968 y ella se incorpora a Juventud Rebelde después de mi salida allá por los finales de los 70 y principios de los 80 cuando ya yo no tenía nada que ver con la prensa y estaba incluso fuera de La Habana en otras actividades en el Municipio Especial de la Isla de la Juventud. Debo decirte que hubo alguien que mala intencionadamente me vincula en contubernios desde Juventud Rebelde con Soledad. Como también ahora hay quien se aparece sin conocer mi vida ni mis criterios ni mucho menos mis convicciones, con una opinión pública sobre un pretendido cambio de piel mío y me une con Armando Quesada en mi actuación en el Caimán Barbudo en los años 67 y 68 del siglo pasado, cuando Quesada nunca participó en esa época en las estructuras de la máxima dirección de la UJC desde las cuales yo me desempeñaba como Miembro de su Buró Nacional. No sé cuáles son las verdaderas intenciones que se tienen en mezclarlo todo y confundirlo todo, máximo cuando yo desde hace muchos, muchos años, me he identificado y reconocido en mis propios errores; por favor los que verdaderamente cometí y no en otros, como victimario y víctima a la vez. Además, debo añadir que en virtud de ser alguien que ha estado presente en todo este proceso cubano desde finales de 1956 y en 1957 a la fecha, me considero codeudor solidario de los errores que la Revolución haya podido cometer en todo este tiempo y me planteo con la responsabilidad de coadyuvar en la medida de mis posibilidades a la rectificación, al cambio y a las reformas que hagan falta para salvar un proceso único en la Historia de Cuba con todas sus luces y todas sus sombras. En relación con esta nueva definición que se me atribuye de "cambio de piel" podría decir como Martí a quien cito textualmente en lo que escribió a Maceo en una carta desde Puntarenas el 18 de junio de 1894: "Yo no mudo el alma, sino que la voy enriqueciendo con cuanto veo de grande y hermoso, y cuanto obliga a mi gratitud", pues quizás algunos no entiendan aún muy bien lo que es el significado de una vida militante de lucha permanente en pos de un ideal universal de justicia, dentro de la sociedad en que nos ha tocado vivir con todos los desgarramientos, esfuerzos más allá de nuestras posibilidades mismas, sentimientos, aciertos y errores que ello conlleva. Porque también para caer en la posibilidad del error y la equivocación, debo decir que hay ante todo que lanzarse al ruedo de la vida y es entonces cuando resulta de valientes enfrentarse con uno mismo y estar dispuesto a rectificar para seguir adelante con los principios que animan a la actitud militante. Quizás sea más honesto y valiente eso, que la actitud de los que se quedan agazapados detrás de sus rencores esperando el momento propicio para la venganza y el pase de cuentas movidos por el odio ciego que puede corrompernos en lo interior de nuestras almas.> Por otra parte, alguien ha afirmado que cuando hablé de mi participación directa en el proceso de rectificación de la denominada "parametración" de los años 70, dije mentiras, y considero que en definitiva me da la ocasión para plantear algunas cuestiones más al respecto del asunto. Ya que, como expresé anteriormente, opino que es muy importante poner las cosas de la historia en el orden que realmente le corresponde porque en este caso hay una evidencia de que la rectificación de aquellos evidentes errores salió desde dentro de la filas de la Revolución. Expreso esto porque tengo las fechas de los muchos encuentros directos que realicé personalmente en el salón de reuniones del Palacio del Segundo Cabo, en donde entonces estaba el Consejo Nacional de Cultura con artistas e intelectuales de aquel momento, tanto afectados directamente como no afectados. Con quienes analicé en detalles los problemas surgidos y recogí sus criterios y propuestas al respecto. Conservo copias de documentos e informes. Tambén del Informe sobre el Teatro en Cuba que como resultado de aquel proceso planteó una rectificación y una reorganización total de toda la esfera así como de la directiva que al respecto elaboramos en conjunto para dejar resuelto el problema. Si no fui yo como se pretende afirmar, ¿quién realizó entonces ese trabajo?, ¿alguien con nombres, apellidos y cargo podría decir quién fue?, ¿tendría esa persona los documentos que yo poseo y podría probar su autoría?, ¿estaría su labor registrada en los archivos históricos del Consejo de Cultura? ¿Quién fue entonces? ¿Salió la rectificación desde afuera de las filas de la Revolución? Más que nuevos insultos espero respuestas concretas y demostrables. Puedo decir que todo comenzó con un cuestionamiento interno de la situación y directamente sobre quien era entonces el director de Teatro, Armando Quesada. El proceso público de reconocimiento de la situación comenzó con una Asamblea en Teatro Estudio en su local de Calzada, convocada y presidida por Lázaro Peña a la que asistí como vicepresidente de Cultura y también estuvo presente el Director de Teatro entonces. Esa fue su última participación pública en ese cargo. También digo que es cierto el proceso paralelo que algunos presentaron ante el Tribunal Supremo y su fallo favorable. Con más tiempo quizás escriba cosas más específicas aún.> Como resumen de mi valoración sobre estos ataques indiscriminados, quiero de nuevo, dejar claramente expresado mi criterio sobre los que actúan a favor de los pases de cuentas, de los rencores permanentes y de los odios a ultranza de un lado y del otro. Quizás sean los que definitivamente coadyuven con ese derrumbe de todo, así como con el caos y la desolación que como consecuencia podría venir detrás, que a quienes más favorecerán en definitiva será a los enemigos de los pueblos que hoy pujan a favor de alcanzar una más férrea dominación del mundo que nos ha tocado vivir sobre la base de la explotación y la sojuzgación universal en beneficio de los poderosos de siempre, cuyos máximos afectados serían ante todo los ciudadanos de a pie y muy especialmente los más débiles de nuestra sociedad: los ancianos, los niños, los enfermos etc.> A veces pienso que algunos actúan en defensa de sus estipendios, sus intereses y sus pasiones y se presentan en la posición ya denunciada por el Che en su época, de convertirse en alabarderos del pensamiento oficial más ultra ortodoxo y detenido en el tiempo, a partir de las claves que fueron decisivas en los años 50 del siglo pasado, pero que poco tienen que ver directamente en estas coyunturas de inicios del Siglo XXl y con la población cubana de hoy nacida en casi el 70% después de la década de los 70.> Así lo pienso y así lo manifiesto a toda responsabilidad.> Las Palmas de Gran Canaria, Agosto de 2007> 27/08/07 en Entrevistas, Opinión Enlace permanente> TrackBack> URL del Trackback para esta entrada:http://www.typepad.com/t/trackback/882580/21128619> Listados abajo están los enlaces de los weblogs que le referencian Cinco preguntas sobre el debate en Cuba en torno al Socialismo del Siglo XXI. Entrevista al intelectual cubano Félix S
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