El dia Internacional del Trabajo que debia celebrarse en este pais el 1 de Mayo en commemoracion de los Martires de Chicago, no es asi; han creado este otro dia de Septiembre
quizas tratando - infructuosamente - de borrar de la memoria historica aquel hecho deleznable
y monstruoso en que fueron condenados a la horca siete obreros anarquistas.
Ha finales de Abril de 1886 casi todo Chicago estaba azotado por huelgas en numerosas fabricas,
industrias y establecimientos en esta ciudad.
El 1 deMayo mas de 30,000 obreros participaban en las pacificas manifestaciones de protesta.
El dia 3 los obreros de la McCormick Harvest despues del despido en masa de los que protestaban, se unieron tambien al paro, protestando del asesinato de varios de sus compañeros.
Tambien participaban 6,000 huelguistas de la industria maderera.
Con el ambiente caldeado se convocaron cerca de la McCormick varios cientos de obreros para
oir a August Spies que les hablo de demandar menos horas de trabajo y exorto a los obreros a
la unidad. A la salida del trabajo de los rompehuelgas, estos fueron atacados por los obreros a
palos y pedradas; en el acto aparecieron como 200 policias que comenzaron a disparar contra
los manifestantes con el resultado de un muerto y seis heridos; a continuacion Spies convoco a
todos los huelguistas de Chicago a un acto masivo en Haymarket Square en protesta por la
brutalidad de la policia. Cerca de las ocho de la noche comenzo el acto, al que acudieron mas de
1,500 personas. En el mitin no hubo incitacion a la violencia ni a la guerra abierta contra los
patronos, ni a la policia de Chicago que les servia de esbirros.
Cuando el acto estaba al concluir aparecio la policia con ordenes de dispersar a los obreros alli
reunidos; los tres oradores se bajaron del furgon pacificamente. De repente silbo en el aire
una bomba de dinamita que al caer estallo delante de la policia, estos abrieron fuego contra la
multitud y comenzo el panico; el saldo fue de un policia muerto y setenta heridos, y dos muertos y sesenta heridos entre los manifestantes. La reaccion de la policia no se hizo esperar;
se ocuparon mas en detener anarquistas que en investigar quien habia lanzado la bomba.
Fueron acusados nueve anarquistas: Spies, Parsons, Fielden,Schwab, Fischer,Engel, Neeble,
Ling y Schnaubelt, este ultimo logro escapar a Europa.
En un juicio que fue una farsa judicial, siete fueron condenados a la horca y Neeble a quince años
de carcel. La apelacion al Tribunal Supremo fue inutil. Meses mas tarde, ante la protesta a
nivel mundial, organizada por los anarquistas, el gobernador Oglesby les commuto la sentencia
de muerte por la de cadena perpetua a Fielden y a Schwab. Lingg se habia suicidado en prision.
El 11 de Noviembre de 1887 subieron al patibulo al grito de ¡ Viva la Anarquia ¡ , Spies, Parsons,
Engel y Fischer. Al entierro asistieron mas de un cuarto de millon de personas.
El capitulo final de este triste hecho se escribiria en 1893, cuando el nuevo gobernador de Illinois, John P. Altgeld, a riesgo de su carrera politica, exonero a Fielden, a Neeble y a Schwab
declarandolos inocentes, tan inocentes como los cinco que yacian en sus tumbas en el cementerio
de Waldeheim.
Los martires de Chicago fueron los precursores de la lucha sindical en Norteamerica, y aunque
olvidados en este pais donde fueron condenados y ahorcados, siguen considerandose como el
simbolo internacional de la solidaridad obrera mundial.
Tambien en esta ciudad de Miami, refugio de criminales y teroristas, asistimos a otra farsa
judicial contra cinco hombres: Antonio, Gerardo, Ramon, Fernando y Rene. Fueron condenados
a cuatro cadenas perpetuas y 75 años de carcel por el hecho de infiltrarse en organizaciones
contrarevolucionarias para denunciar y defender a Cuba y a los Estados Unidos del terrorismo
auspiciado y subvencionado por la extrema derecha cubana que han causado destruccion y
muerte en el pueblo cubano. Esta condena incitada por esa jauria llena de odio y revanchismo,
que no llego a pedir la pena de muerte porque ya hubiera sido demasiado la desverguenza y el
escarnio, pero si lograron con sus amenazas, con su maliciosa propaganda y su perversa
influencia en este gobierno, una condena injusta y cruel que solamente puede darse en el sistema
corrompido de esta ciudad.
Hector Garcia Soto.
domingo, septiembre 02, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario